Se bienvenid@ Invitado a ~ +ACADEMIA LEGACY+ Foro de rol literario ~. Fue creado el Jue Mar 13, 2014 4:55 pm, es decir que tenemos exactamente 3906 días de vida. Hasta ahora sus 160 usuarios han escrito 12128 temas en los 120 foros que existen. Tú, Invitado, haz escrito 0 posts desde que te registraste el Miér Dic 31, 1969.
El último de nuestros usuarios registrado fue Asuna Yuuki
El último de nuestros usuarios registrado fue Asuna Yuuki
Conectarse
Notificaciones
Online
¿Quién está en línea?
En total hay 126 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 126 Invitados Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 426 durante el Sáb Nov 02, 2024 6:16 am
Últimos temas
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 2.0
Academia Seeds of Legacy por Beatrice y Gilgamesh se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden encontrarse en https://academialegacy.activoforo.com/.
El crédito por el diseño del foro se da a Jack, quien ha trabajado en la estructura visual de éste y en otros aspectos metafuncionales. Los planificadores de la trama del foro son los administradores Beatrice y Gilgamesh. El crédito por el sistema interno del foro se da a los miembros fundadores: Jannei MC.Clov., Jyu Viole Grace, Mavis Blanc y Suigintou, en conjunto con los otros administradores. Asimismo, a Darren Criss por el modelo de fichas, a las obras de varios autores -cuyo uso está exento de ánimos de lucro- y a los administradores que operan desde la página oficial de Facebook, la cual es propiedad del foro. Ante cualquier semejanza con el diseño y trama de este foro, los administradores llevarán a cabo el proceso pertinente estipulado por la normativa de Creative Commons para iniciar acciones relacionadas a propiedad intelectual.
Academia Seeds of Legacy. 2014-2021.
Primer Asamblea de Monarcas Absolutos (Gilgamesh, Ozymandias)
~ +ACADEMIA LEGACY+ Foro de rol literario ~ :: Ciudad de Yokohama :: Centro de la Ciudad :: Hotel (+18)
Página 1 de 1.
Primer Asamblea de Monarcas Absolutos (Gilgamesh, Ozymandias)
[Habitación de Rimuru Tempest, Sede Asgardiana de Corea del Sur. Hace dos días]
Es un día simplemente espléndido. El sol radiante brinda luz y calor al filtrarse orgulloso a través de las ventanas, el viento corre suavemente a través de las hojas de los árboles y acaricia sutilmente los pétalos de las flores, y estos a su vez invaden el ambiente con su dulce fragancia de verano. En el interior de cierta habitación de colores pastel, una cama de sábanas blancas sobre la cual reposa un móvil de color negro, el cual reproduce Yuuki no Kamisama, de Oonishi Saori. Una fémina figura tararea la canción mientras suena, a la par que se viste y desviste alegremente al ritmo de la canción. Primero una falda, después un uniforme, posteriormente un vestido. La "loli" va probándose un atuendo tras otro frente al espejo, como tratando de decidirse por uno, o quizá buscando algo que le guste.
– Buenas, soy el Gran Rey Demonio, Rimuru Tempest. Seguro habrás escuchado de mí en las noticias e internet como "el demonio celeste que come hechiceros".
Así es. Aquella chica peliazul de bello semblante y enternecedora apariencia era nada más y nada menos que el Gran Rey Demonio, Rimuru Tempest. El monstruo inmisericorde que es el terror de las ciudades de Japón, aquella leyenda urbana que infunde temor en los ciudadanos de toda Asia, estaba ahora mismo arreglándose el cabello y eligiendo el tipo de vestido que mejor encaje con su apariencia. Al lado suyo, una mujer. Un híbrido entre humano y zorro, con una figura seductora y vestida en en prendas de estilo japonés. Esa sería una apropiada descripción para los esbirros del rey demonio, los cuales no son sino cuerpos hechos a partir de barro y poseídos por espíritus que el mismo Rimuru colocó ahí para luego comandarlos bajo sus órdenes.
– Si estás viendo esto, es porque considero que los seres humanos son un desperdicio de tiempo. Sin embargo, tú no eres humano. Eres más que eso, eres un ser divino, hecho para gobernar sobre todos los mortales. Sin embargo, los individuos que nacieron para adorarte no te reconocen como su rey, se creen dueños del mundo cuando son polvo y nada más. Es tu caso ¿Cierto?
Los "golems" hechos por el demonio peliazul no están, por tanto, verdaderamente vivos. Solo son caparazones operados por seres espirituales, hechos para parecerse al espíritu heróico de clase caster que alguna vez llegó a avistar de frente y cuyo nombre no conoce. Sin embargo, realmente parecen estar vivos. Realizan cualquier actividad que el demonio les ordene, generalmente de carácter de servidumbre, como es el caso actual en el que el limo dictaba un texto que el golem redactaba al pie de la letra en formato de carta. Sin embargo, no están limitados solo a ello, pues son capaces de combatir cuerpo a cuerpo con gran fuerza física, así como blandir armas e incluso usar magia elemental básica. No son invencibles, pero son una buena guardia en grupos.
– Quiero hablar más contigo al respecto, pero me gustaría hacerlo en persona. En esta carta viene una tarjeta dorada; considérala tu invitación a una pequeña reunión de seres divinos, en el Hotel Château Impérial, dirección adjunta al reverso. No te arrepentirás~
Tras varios cambios de ropa, la criatura ojiambar finalmente se arropó con un vestido blanco de una pieza y guardó todo lo demás, dejando solo un vestido tradicional fuera, mismo que colgaría en la puerta del clóset como apartándolo para otra ocasión. Mientras hacía todo esto, el demonio le dictó la dirección del lugar a su sirviente de barro, añadiendo también la petición de reservar una suite corporativa para la ocasión, la más cara y lujosa que el sitio tuviese, para después dejar que la kitsune colocase la carta sobre la mesa y se retirara del lugar. Acto seguido, una segunda (completamente igual) entró a la habitación, haciendo una reverencia. El limo, que a este punto se encontraba preparando su bolso para salir de paseo, pasó de largo con la segunda kitsune, tan solo diciéndole una cosa mientras dejaba la habitación.
– Envía cien golems a matar a cada invitado. Si sale intacto del encuentro, envía un último con una banderilla blanca a darle la invitación~
Y así, mientras el Rey Demonio salía a comer golosinas y jugar Pump It Up en el arcade, el golem salió por la ventana con la agilidad de una sombra, dejando la habitación vacía de un segundo a otro.
[Hotel Château Impérial, Ciudad de Tokio. Presente inmediato]
El limo espera pacientemente, sentado en el sofá. En la mano tiene una copa de jugo de arándanos, de la cual bebe ocasionalmente. A sus espaldas, una de sus kitsunes de juguete tiene una botella de la misma bebida, de la cual rellena de cada cuánto la copa del demonio. Ha rentado la suite más costosa y ostentosa de todo el maldito país. Podría pedir cualquierafuera de los más exquisitos y refinados platillos del mundo y le serían llevados a la habitación preparados al momento para su deleite. Pero no, se encuentra comiendo Pringles para acompañar su jugo de arándanos. No sabe si sus invitados tendrán la capacidad de sobrevivir, pero espera que lo hayan conseguido. Después de todo, sería una lástima haber gastado tanto dinero para nada.
– Espero que esto valga la pena –mencionó por lo bajo, dejando la copa sobre la mesa– aunque no sería molesto comer papas y jugo toda la noche~
Es un día simplemente espléndido. El sol radiante brinda luz y calor al filtrarse orgulloso a través de las ventanas, el viento corre suavemente a través de las hojas de los árboles y acaricia sutilmente los pétalos de las flores, y estos a su vez invaden el ambiente con su dulce fragancia de verano. En el interior de cierta habitación de colores pastel, una cama de sábanas blancas sobre la cual reposa un móvil de color negro, el cual reproduce Yuuki no Kamisama, de Oonishi Saori. Una fémina figura tararea la canción mientras suena, a la par que se viste y desviste alegremente al ritmo de la canción. Primero una falda, después un uniforme, posteriormente un vestido. La "loli" va probándose un atuendo tras otro frente al espejo, como tratando de decidirse por uno, o quizá buscando algo que le guste.
– Buenas, soy el Gran Rey Demonio, Rimuru Tempest. Seguro habrás escuchado de mí en las noticias e internet como "el demonio celeste que come hechiceros".
Así es. Aquella chica peliazul de bello semblante y enternecedora apariencia era nada más y nada menos que el Gran Rey Demonio, Rimuru Tempest. El monstruo inmisericorde que es el terror de las ciudades de Japón, aquella leyenda urbana que infunde temor en los ciudadanos de toda Asia, estaba ahora mismo arreglándose el cabello y eligiendo el tipo de vestido que mejor encaje con su apariencia. Al lado suyo, una mujer. Un híbrido entre humano y zorro, con una figura seductora y vestida en en prendas de estilo japonés. Esa sería una apropiada descripción para los esbirros del rey demonio, los cuales no son sino cuerpos hechos a partir de barro y poseídos por espíritus que el mismo Rimuru colocó ahí para luego comandarlos bajo sus órdenes.
– Si estás viendo esto, es porque considero que los seres humanos son un desperdicio de tiempo. Sin embargo, tú no eres humano. Eres más que eso, eres un ser divino, hecho para gobernar sobre todos los mortales. Sin embargo, los individuos que nacieron para adorarte no te reconocen como su rey, se creen dueños del mundo cuando son polvo y nada más. Es tu caso ¿Cierto?
Los "golems" hechos por el demonio peliazul no están, por tanto, verdaderamente vivos. Solo son caparazones operados por seres espirituales, hechos para parecerse al espíritu heróico de clase caster que alguna vez llegó a avistar de frente y cuyo nombre no conoce. Sin embargo, realmente parecen estar vivos. Realizan cualquier actividad que el demonio les ordene, generalmente de carácter de servidumbre, como es el caso actual en el que el limo dictaba un texto que el golem redactaba al pie de la letra en formato de carta. Sin embargo, no están limitados solo a ello, pues son capaces de combatir cuerpo a cuerpo con gran fuerza física, así como blandir armas e incluso usar magia elemental básica. No son invencibles, pero son una buena guardia en grupos.
– Quiero hablar más contigo al respecto, pero me gustaría hacerlo en persona. En esta carta viene una tarjeta dorada; considérala tu invitación a una pequeña reunión de seres divinos, en el Hotel Château Impérial, dirección adjunta al reverso. No te arrepentirás~
Tras varios cambios de ropa, la criatura ojiambar finalmente se arropó con un vestido blanco de una pieza y guardó todo lo demás, dejando solo un vestido tradicional fuera, mismo que colgaría en la puerta del clóset como apartándolo para otra ocasión. Mientras hacía todo esto, el demonio le dictó la dirección del lugar a su sirviente de barro, añadiendo también la petición de reservar una suite corporativa para la ocasión, la más cara y lujosa que el sitio tuviese, para después dejar que la kitsune colocase la carta sobre la mesa y se retirara del lugar. Acto seguido, una segunda (completamente igual) entró a la habitación, haciendo una reverencia. El limo, que a este punto se encontraba preparando su bolso para salir de paseo, pasó de largo con la segunda kitsune, tan solo diciéndole una cosa mientras dejaba la habitación.
– Envía cien golems a matar a cada invitado. Si sale intacto del encuentro, envía un último con una banderilla blanca a darle la invitación~
Y así, mientras el Rey Demonio salía a comer golosinas y jugar Pump It Up en el arcade, el golem salió por la ventana con la agilidad de una sombra, dejando la habitación vacía de un segundo a otro.
[Hotel Château Impérial, Ciudad de Tokio. Presente inmediato]
El limo espera pacientemente, sentado en el sofá. En la mano tiene una copa de jugo de arándanos, de la cual bebe ocasionalmente. A sus espaldas, una de sus kitsunes de juguete tiene una botella de la misma bebida, de la cual rellena de cada cuánto la copa del demonio. Ha rentado la suite más costosa y ostentosa de todo el maldito país. Podría pedir cualquierafuera de los más exquisitos y refinados platillos del mundo y le serían llevados a la habitación preparados al momento para su deleite. Pero no, se encuentra comiendo Pringles para acompañar su jugo de arándanos. No sabe si sus invitados tendrán la capacidad de sobrevivir, pero espera que lo hayan conseguido. Después de todo, sería una lástima haber gastado tanto dinero para nada.
– Espero que esto valga la pena –mencionó por lo bajo, dejando la copa sobre la mesa– aunque no sería molesto comer papas y jugo toda la noche~
Rimuru Tempest
Re: Primer Asamblea de Monarcas Absolutos (Gilgamesh, Ozymandias)
La época en la que Gilgamesh fue invocado le causaba cierta... Particularidad. Si bien, la arquitectura y construcción de las ciudades a las que había visito eran de su agrado, la humanidad y su forma de vida era totalmente deplorable, según su juicio.
Un mundo en donde los humanos pasan sus días "trabajando" para vivir, despreocupados de cualquier evento catastrófico o que atente contra sus propias vidas. Después de todo, tienen quienes se encarguen por ellos de algún mal, mientras que los demás pueden sentirse seguros. "Todo estará bien", pero... ¿Y si no? ¿Y si sus frágiles guardianes son incapaces de proteger a la humanidad con sus débiles armas?
Para él, una humanidad fuerte y valerosa era aquella que apesar de las adversidades que amenazaban su reino, los habitantes no perdían la esperanza y se sumaban a la lucha. Aquellas personas dispuestas a dar la vida por su pueblo y la seguridad de sus familias, en su reinado no había persona adulta que no supiera manipular un arma.
Todo niño soñaba con crecer y convertirse en un poderoso guerrero de Uruk.
La población en su totalidad se ayudaban unos a otros sin rechistar o esperar algo a cambio, era simple, las personas eran amables. Un valor muy fuerte a la hora de prosperar como nación.
Una época en donde no valía la pena gobernar.
Eso no lo detenía a cumplir su función como Servant, debía cumplir firmemente con las peticiones de su Master, pues ahora, ambos compartían una relación más fuerte. Una relación basada en el respeto mutuo, la maga novata pudo ganarse su respeto a través de sus habilidades y ambiciones... Sin nada de eso, sería una mujer como cualquier otra, sin chiste alguno.
Obedecer a las peticiones de su Master no eran impedimento para que el antiguo rey de babylonia pudiera explorar el mundo que le rodeaba como le plazca, muchas veces se alejaba del castillo de la academia simplemente a buscar algo que valiera la pena obtener, y así hacer crecer sus tesoros. Este era un día de esos, salió temprano a vagar por la ciudad portando un vestuario singular y que le encantaba demasiado, su outfit de motociclista. Observaba con detalle las joyerías de la ciudad, cualquier cosa que le llamara la atención la compraba, aún si eran para su actual pareja, era fácil complacerla. Solo había que hallar algo con gemas incrustadas y la tendría contenta.
Por fin, un colgante que podía apreciarse desde la parte exterior de la tienda de joyas. Tal y como esperaba, un collar de oro con incrustaciones preciosas y gracias a su poder adquisitivo con tanto oro a su disposición, era sencillo hacerse con algo tan bello como eso.
Sin embargo, antes de siquiera tomar la decisión una presencia extraña notó en las cercanías. No... No era solo una. Pudo darse cuenta de que él era el objetivo por como se movían y la dirección que tenían, no permitiría que alguien observará su esplendor a la hora de portar un arma o su ostentosa armadura.
Con el tiempo suficiente al percatarse de su llegada, camino hacia un callejón donde con facilidad alcanzaría las alturas de los edificios por medio de saltos en las vigas y escaleras de emergencia de estos.
Una vez en la cima, esperó paciente con el viento golpeando su cabellera y sus ojos cerrados por completo, una estrategia sencilla para un puñado de escorias que morirían por su propia mano. El movimiento enemigo se detuvo, ¿Era el momento? Por supuesto.
Giró hacia donde ellos, mirándolos al abrir sus ojos con lentitud y una sonrisa en su rostro, puramente de confianza. – No preguntaré, no tengo ni el mínimo interés en conocer las razones que tienen para encarar al mismo rey de los héroes.– Al verlos se dio cuenta, estaba rodeado. Si se les observaba desde una perspectiva aérea, un ángulo de noventa grados era parte cubierta por el enemigo, siendo Gilgamesh el punto central. – Caerán...– Sin decir más, a sus laterales hizo la activación de su Gate of Babylon con una formación de tres filas por diez columnas exactamente. Un orden claro y estrictamente hecho para acabar con la mayoría de un solo encaje por parte de sus valiosas armas, a excepción de uno al que pensaba atemorizar.
Tal cómo lo pensó, sus armas fueron en línea recta hasta impactar con una parte del cuerpo en específico, el pecho. Su sonrisa se intensificó, no dudó en lo absoluto pero si obtuvo gran satisfacción por el resultado de haber aniquilado a los objetivos.
Ahora solo hacía falta de uno más, que al igual que sus compañeros, se lanzó al ataque en cuanto lo tuvieron de frente. Cómo acostumbra, permitió que se acercara solo para hacer uso de sus lanzas doradas y bloquearle el paso, romper la ilusión de tener al menos una oportunidad de vencerlo era gratificante. – Quién sea que esté detrás del ataque, sucumbirá de la misma forma que sus lacayos.– Una última puerta se abrió detrás de él, permitiendo el acceso a tomar una espada del mango, solo para clavarla al instante sobre su pecho.
Había alguien más, oculto entre todo el desastre. ¿Una bandera? Apesar de ser una costumbre posterior a su civilización, entendía el significado de esta. Tomó la carta antes de irse y con un rostro de completa soberbia leyó el papel en sus manos.
Iba a asistir, sé sintió interesado gracias a sus palabras y la relación que estas tenían con sus pensamientos acerca de la época.
Parecía que todo el asunto era una simple prueba, bastante pobre para su gusto, aún así tomo la decisión de asistir para develar al causante. Su única duda era, ¿Cómo?
Al llegar al sitio especificado, entró gracias a la invitación, siendo la tarjeta dorada que guardó de la carta, asistió con las mismas ropas con las que salió de la academia. Si, nadie fuera de ese hotel de tan alta calidad (según lo poco que sabía) era digno de observar su brillante armadura, ¿Que mejor forma de asistir a una reunión?
Por los pasillos, su vestimenta fue cubierta en su totalidad tras aparecer la dichosa armadura, dejandose oír cada rechinido por el entorno.
Toca la puerta y espera paciente, no hay prisa por demostrar su grandeza.
Un mundo en donde los humanos pasan sus días "trabajando" para vivir, despreocupados de cualquier evento catastrófico o que atente contra sus propias vidas. Después de todo, tienen quienes se encarguen por ellos de algún mal, mientras que los demás pueden sentirse seguros. "Todo estará bien", pero... ¿Y si no? ¿Y si sus frágiles guardianes son incapaces de proteger a la humanidad con sus débiles armas?
Para él, una humanidad fuerte y valerosa era aquella que apesar de las adversidades que amenazaban su reino, los habitantes no perdían la esperanza y se sumaban a la lucha. Aquellas personas dispuestas a dar la vida por su pueblo y la seguridad de sus familias, en su reinado no había persona adulta que no supiera manipular un arma.
Todo niño soñaba con crecer y convertirse en un poderoso guerrero de Uruk.
La población en su totalidad se ayudaban unos a otros sin rechistar o esperar algo a cambio, era simple, las personas eran amables. Un valor muy fuerte a la hora de prosperar como nación.
Una época en donde no valía la pena gobernar.
Eso no lo detenía a cumplir su función como Servant, debía cumplir firmemente con las peticiones de su Master, pues ahora, ambos compartían una relación más fuerte. Una relación basada en el respeto mutuo, la maga novata pudo ganarse su respeto a través de sus habilidades y ambiciones... Sin nada de eso, sería una mujer como cualquier otra, sin chiste alguno.
Obedecer a las peticiones de su Master no eran impedimento para que el antiguo rey de babylonia pudiera explorar el mundo que le rodeaba como le plazca, muchas veces se alejaba del castillo de la academia simplemente a buscar algo que valiera la pena obtener, y así hacer crecer sus tesoros. Este era un día de esos, salió temprano a vagar por la ciudad portando un vestuario singular y que le encantaba demasiado, su outfit de motociclista. Observaba con detalle las joyerías de la ciudad, cualquier cosa que le llamara la atención la compraba, aún si eran para su actual pareja, era fácil complacerla. Solo había que hallar algo con gemas incrustadas y la tendría contenta.
Por fin, un colgante que podía apreciarse desde la parte exterior de la tienda de joyas. Tal y como esperaba, un collar de oro con incrustaciones preciosas y gracias a su poder adquisitivo con tanto oro a su disposición, era sencillo hacerse con algo tan bello como eso.
Sin embargo, antes de siquiera tomar la decisión una presencia extraña notó en las cercanías. No... No era solo una. Pudo darse cuenta de que él era el objetivo por como se movían y la dirección que tenían, no permitiría que alguien observará su esplendor a la hora de portar un arma o su ostentosa armadura.
Con el tiempo suficiente al percatarse de su llegada, camino hacia un callejón donde con facilidad alcanzaría las alturas de los edificios por medio de saltos en las vigas y escaleras de emergencia de estos.
Una vez en la cima, esperó paciente con el viento golpeando su cabellera y sus ojos cerrados por completo, una estrategia sencilla para un puñado de escorias que morirían por su propia mano. El movimiento enemigo se detuvo, ¿Era el momento? Por supuesto.
Giró hacia donde ellos, mirándolos al abrir sus ojos con lentitud y una sonrisa en su rostro, puramente de confianza. – No preguntaré, no tengo ni el mínimo interés en conocer las razones que tienen para encarar al mismo rey de los héroes.– Al verlos se dio cuenta, estaba rodeado. Si se les observaba desde una perspectiva aérea, un ángulo de noventa grados era parte cubierta por el enemigo, siendo Gilgamesh el punto central. – Caerán...– Sin decir más, a sus laterales hizo la activación de su Gate of Babylon con una formación de tres filas por diez columnas exactamente. Un orden claro y estrictamente hecho para acabar con la mayoría de un solo encaje por parte de sus valiosas armas, a excepción de uno al que pensaba atemorizar.
Tal cómo lo pensó, sus armas fueron en línea recta hasta impactar con una parte del cuerpo en específico, el pecho. Su sonrisa se intensificó, no dudó en lo absoluto pero si obtuvo gran satisfacción por el resultado de haber aniquilado a los objetivos.
Ahora solo hacía falta de uno más, que al igual que sus compañeros, se lanzó al ataque en cuanto lo tuvieron de frente. Cómo acostumbra, permitió que se acercara solo para hacer uso de sus lanzas doradas y bloquearle el paso, romper la ilusión de tener al menos una oportunidad de vencerlo era gratificante. – Quién sea que esté detrás del ataque, sucumbirá de la misma forma que sus lacayos.– Una última puerta se abrió detrás de él, permitiendo el acceso a tomar una espada del mango, solo para clavarla al instante sobre su pecho.
Había alguien más, oculto entre todo el desastre. ¿Una bandera? Apesar de ser una costumbre posterior a su civilización, entendía el significado de esta. Tomó la carta antes de irse y con un rostro de completa soberbia leyó el papel en sus manos.
Iba a asistir, sé sintió interesado gracias a sus palabras y la relación que estas tenían con sus pensamientos acerca de la época.
Parecía que todo el asunto era una simple prueba, bastante pobre para su gusto, aún así tomo la decisión de asistir para develar al causante. Su única duda era, ¿Cómo?
Al llegar al sitio especificado, entró gracias a la invitación, siendo la tarjeta dorada que guardó de la carta, asistió con las mismas ropas con las que salió de la academia. Si, nadie fuera de ese hotel de tan alta calidad (según lo poco que sabía) era digno de observar su brillante armadura, ¿Que mejor forma de asistir a una reunión?
Por los pasillos, su vestimenta fue cubierta en su totalidad tras aparecer la dichosa armadura, dejandose oír cada rechinido por el entorno.
Toca la puerta y espera paciente, no hay prisa por demostrar su grandeza.
Invitado- Invitado
Re: Primer Asamblea de Monarcas Absolutos (Gilgamesh, Ozymandias)
Olvidado yacía el nombre del gran faraón que alguna vez gobernó Egipto como un buen líder, pocas personas o directamente nadie hablaba sobre él y sus historias no eran relevantes para la sociedad actual ¿Qué había sucedido en el momento de su deceso? Era algo molesto tener que ver a los humanos convivir como si no tuviesen preocupaciones algunas o no tuviesen a quien agradecer por estar vivos.
¿La vida humana era tan segura? Cuerpos débiles, gobernantes corruptos y delincuencia sin castigo alguno ¡Debía de ser una broma! No le gustaba tener que vivir en una época donde las personas simplemente ignoraban la grandeza del dios Ra y los hechos sucedidos. Sin embargo, no era como si pudiese hacer mucho, su aparición no era para cambiar las cosas y devolverlas a como eran antes.
¿La vida humana era tan segura? Cuerpos débiles, gobernantes corruptos y delincuencia sin castigo alguno ¡Debía de ser una broma! No le gustaba tener que vivir en una época donde las personas simplemente ignoraban la grandeza del dios Ra y los hechos sucedidos. Sin embargo, no era como si pudiese hacer mucho, su aparición no era para cambiar las cosas y devolverlas a como eran antes.
El rey de reyes habría estado hospedado en un hotel de alta clase, inicialmente estando solo y así hasta el día en el que su presencia fue convocada. Su natural curiosidad le sirvió para conocer el mundo tal como y lo conoce actualmente; aunque le hubiese gustado simplemente no hacerlo.
Al no tener con quien convivir, era normal que el sirviente se vistiese como un humano moderno y de esta forma fuese a divertirse o a descubrir lo que yacía más allá de aquella ciudad que exploró en su tiempo. Para la desgracia del moreno, claramente en aquel proceso pudo percatarse de que no estaba solo, de reojo habría observando robustos cuerpos con forma inhumana "¿Se trataba de un ataque?", fue lo que se preguntó y tras comprender que no solo era uno, rápidamente soltaría una ligera y poco ruidosa risa ¿Alguien lo retaba a una pelea? ¿Al gran faraón de el antiguo Egipto?
Claramente no podía hacer uso de sus habilidades en un lugar tan expuesto, por lo que el sirviente comenzó a caminar un poco más rápido en dirección a un campo solitario, cercana a una zona residencial abandonada, lejana de edificaciones complejas y sin circulación civil producto de la hora en la ciudad. Al encontrarse totalmente cómodo para pelear, Ozymandias acabaría por voltearse rápidamente, alzando su mano diestra hasta los cielos para manifestar su báculo, con el cuál hacía uso de su poderoso Masektet.
Claramente no podía hacer uso de sus habilidades en un lugar tan expuesto, por lo que el sirviente comenzó a caminar un poco más rápido en dirección a un campo solitario, cercana a una zona residencial abandonada, lejana de edificaciones complejas y sin circulación civil producto de la hora en la ciudad. Al encontrarse totalmente cómodo para pelear, Ozymandias acabaría por voltearse rápidamente, alzando su mano diestra hasta los cielos para manifestar su báculo, con el cuál hacía uso de su poderoso Masektet.
— ¡Mhm...! ¡Huh...! ¡HAHAHAHAHAHAHA! — Aquella sonora risa escapó al momento de observar la numerosa cantidad de sus oponentes ¿Lo estaban subestimando? ¡Era imperdonable! — ¡El gran Ozymandias puede enfrentar ejercitos mucho más grandes! ¡No es más que un desperdicio de tiempo! — Y tras aquellas agresivas palabras, unas figuras poco visibles y de aspecto felino comenzarían a formarse a partir de la nada, aunque tras su aparición física, estas adquirían finalmente un resplandor azulado y oscuro ¡Seres fuera del entendimiento humano! ¡Esfinges sin rostro y de gran tamaño capaces de enfrentar hasta a tres sirvientes al mismo tiempo! Aquellas cósmicas solamente aparecieron en un grupo de tres, aunque rápidamente se acrecentarían lo suficiente como para alcanzar el tamaño de una casa de dos pisos. Orgulloso de sus felinos compañeros, Ozymandias alzaría la voz y nuevamente hablaría contra sus oponentes de piedra.
— ¡Sientan el poder de Ozymandias! —
Y tras aquellas palabras, sus esfinges desde aquel invisible rostro dispararían un rayo de casi diez metros de diámetro contra el numeroso ejercito de golems, los cuales realmente no serían mucho problema para el poder destructivo de sus fieles servidores; no hizo falta más de diez minutos para que sus esfinges destruyeran por completo aquel batallón de piedra, aunque claramente había dejado una sensación de vacío en sí mismo ¿No había nada más? Era algo decepcionante... Sin embargo, se daría cuenta de que quedaba uno más, un golem con una bandera blanca, estaba claro que aquello no era para buscar más pelea y hubo algo que llamó la atención del faraón, aquella carta que se le fue entregada tras haberse acercado al golem. Frunció el ceño y abrió aquella correspondencia, leyéndola en silencio; se trataba de una prueba, una prueba bastante mediocre y eso era lo que pensaba.
Sus esfinges comenzaron a desaparecer de una en una, hasta que solamente quedaría la principal. Ozymandias guardó la carta y lentamente fue alejándose hasta quedar a una considerable distancia, seguido de ello, su esfinge restante dispararía un nuevo rayo contra el golem y tras destruirlo, rápidamente desapareció tras la inminente ausencia del rey.
Sus esfinges comenzaron a desaparecer de una en una, hasta que solamente quedaría la principal. Ozymandias guardó la carta y lentamente fue alejándose hasta quedar a una considerable distancia, seguido de ello, su esfinge restante dispararía un nuevo rayo contra el golem y tras destruirlo, rápidamente desapareció tras la inminente ausencia del rey.
— Curioso, realmente curioso. Me conoce y yo no a él, huhuhu... ¡HAHAHAHHAHAHAHA! ¡Esta época está llena de cosas que pueden hacerme reír! — Tras su charla consigo mismo, junto con una vestimenta formal y con un ligero maquillaje habría acudido al Hotel Château Impérial. Su llegada fue bastante tardía, después de todo, yacía lo suficientemente lejos como para tardarse al menos una hora, aunque producto de sus habilidades divinas, no se tardó demasiado.
Ramesses II pudo entrar tras presentar su tarjeta dorada, claramente después de aquello comenzó a buscar la puerta indicada y al encontrarla se llevó una grata sorpresa ¿Ese hombre no era...? Los golpes a la puerta lo volvieron a centrar en su objetivo, lo cual le hizo reaccionar lo suficientemente rápido como para posicionarse a un lado del rey dorado mientras sus brazos se cruzaban ¿Debería también de manifestar su vestimenta de faraón?
Ramesses II pudo entrar tras presentar su tarjeta dorada, claramente después de aquello comenzó a buscar la puerta indicada y al encontrarla se llevó una grata sorpresa ¿Ese hombre no era...? Los golpes a la puerta lo volvieron a centrar en su objetivo, lo cual le hizo reaccionar lo suficientemente rápido como para posicionarse a un lado del rey dorado mientras sus brazos se cruzaban ¿Debería también de manifestar su vestimenta de faraón?
Invitado- Invitado
Temas similares
» La llegada de un nuevo Rey (Gilgamesh y Ozymandias)
» (Supervisor) Gilgamesh
» Cuarto de Gilgamesh
» Gilgamesh (Ficha de Relaciones)
» La llegada del rey. (Gilgamesh y Gudako)
» (Supervisor) Gilgamesh
» Cuarto de Gilgamesh
» Gilgamesh (Ficha de Relaciones)
» La llegada del rey. (Gilgamesh y Gudako)
~ +ACADEMIA LEGACY+ Foro de rol literario ~ :: Ciudad de Yokohama :: Centro de la Ciudad :: Hotel (+18)
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Ayer a las 3:38 pm por Add
» Cruzando a territorio enemigo (Byprox, Giyu, Mitsuri)
Sáb Nov 09, 2024 11:09 pm por Shinobu Kocho
» Una acción inesperada (Artemisa, Lancer, Jeanne, Sung)
Sáb Nov 09, 2024 9:22 pm por Jeanne Alter
» Oculto (Lisa Minci)
Lun Nov 04, 2024 8:26 pm por Lisa Minci
» En la cancha de básquetbol (Clase B: Teyvat Guild)
Jue Oct 31, 2024 9:33 pm por Anton
» Academia Legacy: La Guerra del Medallón
Vie Oct 25, 2024 9:36 pm por Jellal Fernandes
» Historia de Legacy (Parte VI)
Vie Oct 25, 2024 6:53 pm por Jellal Fernandes
» The First Folio [ Libre! ]
Mar Oct 22, 2024 1:19 am por Sung Jin-woo
» Alto al fuego (Shinobu, Douma)
Vie Oct 18, 2024 9:25 pm por Douma
» El portal hacia Japón (Natsu, Erza, Selene, Ignia)
Jue Oct 17, 2024 5:30 pm por Cuentacuentos
» La propuesta de Diluc
Mar Oct 15, 2024 8:43 pm por Kanao Tsuyuri
» Un encuentro inesperado... (Rena, Luciela)
Miér Oct 09, 2024 1:35 am por Add