Bajo la sombra de un enemigo desconocido (Gojo, Shinobu)

¡Peligro! Alguien iba tras Todoroki, quien corría frenéticamente por el bosque aledaño a la Academia. Estaba lanzando sus ataques en forma de... ¿Esferas? — Diablos, — espetó el bicolor mientras trataba de escabullirse en las arboledas. ¿Qué clase de enemigo era el que lo perseguía? De seguro usaba una especie de ataque extraño, uno mágico.

Era una noche de luna llena, iba a ser tranquila. Iba. Shoto, como siempre, iba de entrenamiento a las playas, a trotar para mantenerse en forma, y simplemente ocurrieron los ataques. Se notaba que quienquiera que estuviera tras esas acometidas iba fatalmente en serio. No podía ser peor el panorama, pero de pronto a su mente se le vino una idea.

Estira su mano y crea una gruesa pared de hielo con la altura de un edificio de tres pisos para impedirle el paso a su persecutor. No le podía ver, y eso, indudablemente era lo más tenebroso. Sin embargo, y al no tener otras alternativas disponibles, decidió pegar la media vuelta y enfrentar al sujeto que lo estaba cazando. Era hora de que Todoroki dejara de jugar a la defensiva.

"Nunca se puede dejar contentos a todos, pero si enojados"

Tenía la misión más cargante que podrían darle, la vigilancia, no cabe duda que odiaba ese labor, entretanto, sus compañeros tenían misiones divertidas, algunas explosiones, asesinatos, secuestros, robos, había un sin fin de actividades que podrías realizar, deciden mandarlo a vigilar a un chico, solamente estaba haciendo ejercicio, no había nada especial en él.

—¡Al diablo! — Molesto, se elevó por los aires y comenzó arrojar pequeñas esferas de poder, sus deseos era matarlo, pero sus obligaciones eran todo lo contrario, habría un gran regaño, pero lo valía, estaba harto.

Durante el tiempo que él escapa, el albino lo seguía de cerca, se detiene cuando una gran pared de hielo se interpone.

—Ohj — Eso lastimosamente, solo lo motivaba aún más, bajo la venda que cubría sus ojos azules y dibujo una siniestra sonrisa, levantó un dedo creando una esfera azul sobre su dedo, más grande que las anteriores y golpeó el hielo haciéndolo explotar y siguió avanzando hasta que mira de frente al joven, si que era tonto, al creer que podría derrotar al ser más fuerte.

— ¿No seguirás corriendo? — Cuestiona al tiempo que comienza a bajar hasta que sus pies tocan el suelo, sus manos se encontraban dentro de sus pantalones, su mirada brillante y penetrante, estaban en el joven de cabellos dobles.

Saco una de sus manos para comenzar a crear una gran esfera en esta, dando entender, que no bromeaba con el ataque.

Esa noche tocó hacer guardia con uno de sus compañeros, ambos deciden separarse para abarcar más terreno, pero cuál fue la sorpresa de todos cuando se escuchan pequeñas explosiones a la lejanía, eso la alertó y no tuvo más remedio que ir a toda velocidad hacia esa dirección, al encuentro con su compañero, podía ver la pared de hielo que había creado al igual cuando fue destruido.

El enemigo era de Ossor, no entendía que hacía en ese lugar, en especial a la vista de algunos civiles, podían hablar a otros héroes y estará perdido... Desbaina su espada y de un rápido movimientos se acercó hacia él enemigo, para poder rosar la hoja de su espada hacía su cuerpo, necesitaba una pequeña herida para que el veneno concentrado que tiene lo noquee, no lo iba a matar, lo necesitaban para interrogarlo, al menos era lo que ella pensaba.

Se dio cuenta de algo: había un tercero. Era una joven de cabellos oscuros semipurpúreos. Sacó su espada de la vaina y la acercó fatalmente a quien estaba arrojando esas malditas esferas de poder. Todoroki atinó a levantar sus manos al cielo y cerrar sus ojos. Estaba concentrando energía, la suficiente como para idear un ataque especial.

— Oye, ¿Puedes intentar distraerlo un poco más? Estoy juntando poder, — era algo nuevo así que le costaba un poco concentrarse, sobre todo al observar esos ataques que sabía que si le llegaban podrían matarlo. No tenía idea quién era el joven de canos cabellos, pero indudablemente era uno de los enemigos más fuertes con los que había peleado, quizá al nivel de Shigaraki.

De pronto, una ráfaga intensa de aire mueve con fuerza las ramas de los árboles. Una hilera de fuego, y otra de hielo se extendieron hacia arriba con la altura de un edificio de cinco pisos. Ambas columnas giraban entre sí, provocando lo que era un pequeño tornado. Ese era el ataque especial que estaba ideando. Sí, eso podría mantenerlo a raya hasta que vinieran más refuerzos por parte de otros compañeros y alumnos. Cabía esperar a qué era lo que sucedía.

Las intenciones era atacar al joven, pero rápidamente siente otra presencia, fue fácil esquivar sus ataques, aún que era rápido, tenía que admitirlo, pero el era aún más y sobre todo siempre lleva activado su escudo infinito, por qué cortar una parte de su cuerpo era imposible, a menos que el lo permita, pero no es tonto.

—Ohj tenemos una más, debe ser mi día de suerte— Reconoció a la mujer, se hablo en algún momento de ella en el bajo mundo, una chica que puede crear venenos contra demonios, un blanco aniquilar.

Esquivaba cada ataque, se divertia hasta que se enfada y da una puerta patada contra su vientre para arrojarla lejos.

—¿Es lo mejor que tienen? Jajaja — Ríe con fuerza, entusiasmado por el combate, estaba midiendo la fuerza de los chicos de la academia y es pura decepción.

— Ohj —

Admira la fuerza del joven, creo un tornado juntado ambos poderes que tienen, admite que le sorprende, miro a la chica que golpeó para acercarse a ella, la toma del cabello y la jala levantándola para después dar un gran salto con ella en brazos y la arroja hacia aquel tornado, solamente para ver qué sucederia si cayera alguien en el.

El hombre era aún más fuerte de lo que pensó, era rápido, precisó incluso se puede decir que más que ella.... Pero estaba dándolo todo, entregando todas sus fuerzas para poder ganar ese combate, sin embargo era difícil, esté la golpeó tan fuerte que la hizo retroceder cayendo al suelo, llevo una de sus manos a su vientre, se había quedado sin aire, así que comienza a toser para recuperarse un poco... Pero no estaba a qué esté la sujetara.

—¡Mmgrr!

Gruñe cuando era levantada a los cielos, miro el tornado que había echo su compañero y había miedo en la mirada de la mujer, luego el desgraciado la suelta, está comienza a caer con rapides.

—¡Joder!

Maldice mientras caía a las fauses de ese tornado peligroso