Encontrando lo desconocido.

Ryuko era una persona que normalmente flojeaba por el castillo.
No estaba en otros lugares que no fueran sus clases, la playa o su habitación, por lo que desconocía la mayor parte de la isla y eso claramente le generaba curiosidad. Sus pensamientos eran complicados hasta ese punto; pues, según ella, no podía estar en un territorio cuál simplemente desconocía en su mayoría.

Terminando con esto, decidió investigar un poco sobre esa isla, aunque había un -grande- problema y lo suficientemente notorio como para complicar la situación, tanto como para llegar a estresarse y dar un gruñido seguido de un pequeño jalón de cabello.

— Ryuko, tranquila. Esto puede ser solucionado con facilidad._

Se escuchó entre la habitación oscura, la mencionada giró levemente su cuerpo; llevando la mirada al colchón. Observaba la figura oscura con ojo amarillento. Era Senketsu, quién trataba de tranquilizarla -como lo hacía siempre- para evitar que ella se metiera en problemas lanzando algo por la ventana o rompiendo algo.

— ¿Qué piensas que podría hacer entonces?._ Cuestiono la femina con voz baja y ceja curveada, si el tendría una idea, la aprovecharía e incluso lo llevaría con ella para un acompañamiento tranquilo; después de todo, Ryuko disfrutaba estar con Senketsu.

— Simplemente puedes elegir un lugar. Algo al azar que te llame la atención._ Habló Senketsu dando un brinquito para bajar de la cama. —Recuerdo que tenías un mapa de este enorme lugar, te lo dieron recién llegaste pero no le prestaste atención a el._ Continuó. — Es el momento de ocupar esa hoja de papel, en ella estan los lugares de la isla, lo noté._ Decía , a la par daba movimientos de un lado a otro para dar unos pasos cortos hasta llegar a los pies de Ryuko, esperando que le agradara su respuesta.

— Ciertooo.. _ Exclamó de manera alargada y tono contento. Inmediatamente dió pasos rapidos hasta llegar a su "chamarra" gris, ahí se encontraba aquel mini mapa desde el día en que habia llegado, por lo que saltando, llegó a la cama. Estaba algo entusiasmada , pues tendría una aventura más y sería a su elección. Sin ninguna molestia o personas que no quisiera.

— Hay muchos lugares, y en la mayoría hoy hay mucha gente, no quiero lidiar con ella._ Bufó por lo bajo observando a Senketsu, quien ya estaba frente a ella observando el mapa.

—Entonces elige un lugar cual presientas no sea molesto._ Opinó dirigiendo la mirada a la acebache.

— Podía ser._ Exclamó dudosa observando aún la hoja. — Espera, ¿Hay un subterráneo?._ Comentó con tono alto. – Iremos ahí, parece estar conectado con bestias._ Soltó de a una sola.

— Ryuko, eso parece peligroso._ Soltó la prenda con nerviosismo. La de nombre mencionado carcajeo levemente.

— Idiota eso es aún mejor._ Habló levantando su cuerpo de a un brinco._  Vamos Senketsu, irás conmigo._ Terminó, quitandose su pijama, el mencionado ya sabía que hacer.


· · ·


Llevaban tiempo caminando, Ryuko es una persona que se guía mas por propio instinto que con ayuda de guías o mapas, normalmente llegaba al lugar correcto solo con la intuición, aunque claramente primero tenía que estar informada, y en esta situación sabía muy poco sobre el lugar al que queria llegar.

Así estuvieron un largo tiempo más, estaban al límite y con el pensamiento de rendirse, habian dado grandes vueltas por el castillo. Pero querian darse una oportunidad más para encontrar el lugar.
Y así fue, al final de todo encontraron una grande puerta de rejas semi abierta, al parecer esa era una entrada a la supuesta “Guardería de moustros”. Estaban felices de llegar a su destino después de una larga caminata.

Y ahí estaban, entrando al lugar lleno de bestias peligrosas. Entrando a lo desconocido, buscando aventuras y disfrutando de lo tranquilos que estaban por la poca gente que se encontraba.

¿Qué tan malo podría ser el estar ahí?.

King, ha hecho incontables cambios a lo largo de su estancia en Legacy, pues ha sabido adaptarse a este nuevo “hogar”, logrando ubicarse en un cargo importante, pero esto implica obligaciones y quehaceres que eventualmente se vuelven tareas muy monótonas, pero en el último tiempo una idea empezó a ganar fuerza en su mente.

──Llevo mucho tiempo haciendo las mismas labores, día y noche, también necesito un poco de diversión a mi manera…

Básicamente, buscaría juntar a los monstruos más interesantes de las diversas tierras y forzarlos a interactuar entre sí, pero para ello sus sujetos de prueba iban a necesitar un… incentivo, y un par de ajustes. Con eso resulto tendría listo su nuevo entretenimiento con el cual distraerse de vez en cuando.

──Además un pequeño juego no le hace daño a nadie. ─Se dijo a si mismo embozando una sonrisa jocosa antes de ponerse en marcha hasta la reserva donde mantenían a las diferentes criaturas, normalmente el lugar no está abierto para estudiantes de la academia o cualquiera sin autorización, pero tampoco es que se mantenga vigilado todo el tiempo, pero ¿Cuál podría ser la razón de que alguien visitara ese lugar? Él tenía una, pero no estaría esperando encontrarse con alguien, igual, si se diera el vago caso, ya pensaría en como justificar su presencia, aunque por su rango en la academia no esperaba que se le cuestionara tanto. Es un plan sin fallas.