¡El Cosmos no conoce límites! ¡El entrenamiento de Pegaso! (Seiya de Pegaso)

En aquel gran Dojo donde los combatientes fortalecen sus habilidades, donde el sudor se glorifica y el esfuerzo se traduce en el incremento del poder de los valientes guerreros que vienen desde una infinidad de lugares al rededor del mundo y fuera del el incluso, en este dojo constituido principalmente por hermosos tablones de madera, un joven guerrero que viste una armadura de plateado brillo y un traje interior de color rojo, de cabellera marrón al igual que sus ojos, ese joven es Seiya de Pegaso, uno de los caballeros de Athena que viene desde el Santiuario para pelear por Legacy, un usuario del Cosmos protegido por el Pegaso,aquel mítico caballo alado del que se habla en la mitología griega.

Debo fortalecerme,debo incrementar mi Cosmos para poder llegar al nivel de los Caballeros Dorados.

Se decía a si mismo mientras invoca su Cosmos rodeando su cuerpo con un aura de color azul que resplandece llenando el lugar de un intenso resplandor al tiempo que el caballero ateniense comienza a lanzar veloces golpes que despiden chispas de luz que no destrozan ni dañan el lugar puesto que solo es una práctica para aumentar la velocidad de los movimientos del cuerpo mientras el Cosmos está ardiendo.

El ambiente vibra sutilmente por la fuerza del Cosmos que el Pegaso emana desde su cuerpo mientras golpes y patadas vuelan como si de tratase de un entrenamiento de sombra imaginando un combate contra si mismo dentro de su mente.

¡Debo fortalecerme,para poder llevar mi Cosmos hasta el infinito!.

Exclama enérgicamente mientras lanza puñetazos destellantes al aire con una confiada y animada sonrisa en su rostro y su mirada,sintiendo el ardor en su corazón,la emoción por percibir que su entrenamiento le permitirá llevar sus alas más alto en el cielo.

-Como siempre, estás lleno de energía y ánimos, ¿eh, Seiya? Al parecer, nuestro objetivo es el mismo... Si queremos mantener a la tierra y A Athena a salvo, nuestro cosmos debe llegar hasta el límite... -

Es la amistosa, pero determinada afirmación de la defensora de la doceava casa del Santuario al ver a su camarada tan motivado de fortalecerse. La griega lleva su armadura dorada protegiendo su cuerpo y, para no tener molestias, lleva el cabello trenzado y no ha colocado la capa en su espalda.

El cosmos de la mujer se manifiesta a su alrededor como un has de luz dorado que cubre su figura. Sin perder tiempo, se lanza a correr hacia donde está su compañero de armas para establar un combate de práctica, pero no descarta el darlo todo y llevar su cosmos al límite para demostrar el respeto que tiene por Seiya.

-¡Demuéstrame de qué estás hecho, Seiya de Pegaso!-

Desafía, comenzando a lanzar una serie de golpes a la velocidad de la luz en dirección a la figura del oriental para ver su reacción ante su ofensiva.

¡¿Qué?!.

Fue lo único que esca´po de boca del Santo de Pegaso al verse enfrentado repentinamente a una seguidilla de golpes superveloces, ataques a velocidad lumínica que amenazan con derribar al joven ateniense, quien tras sentir el roce en su cuerpo de unos cuantos golpes que a duras penas logra evadir consigue ajustar su ritmo y comienza poco a poco a bloquear y esquivar con algo de esfuerzo los ataques de su compañera manteniendo su mirada en los ataques incesantes sin perder detalles de los mismos, o tratando de hacerlo.

¡Vaya, tu tampoco te quedas atrás Silene,estás echa una furia este día,esto será interesante!.

Sentenciaba el Pegaso mientras aumentaba el poder de su Cosmos para comenzar a equiparar su velocidad a la de su compañera creando una infinidad de pequeños estallidos que se producen al impactarse los puños de ambos generando mucha luz en el lugar.

Pasados unos instantes, Seiya da un salto hacia atrás para separarsey tomar distancia de los golpes de Silene,adoptando nuevamente una postura de combate, no sin dejar ver en su rostro un poco de agitación por el esfuerzo realizado mostrando el sudor en su rostro y sus puños un tanto temblorosos por la tensión.

-¡Esto es justo lo que esperaba de ti, Seiya! ¡Nunca olvidas que un caballero SIEMPRE debe estar preparado para enfrentarse a sus enemigos o rivales en todo momento! ¡No vayas a confiarte solo por el hecho de que ambos sirvamos a Athena, ese podría ser un gran error! -

Asegura, muy complacida del espíritu y energía que muestra su camarada al momento en que la dama de las rosas se ha lanzado al ataque. El choque de sus puños y el constante sonido metálico de las protecciones que estos poseen por parte de sus armaduras demuestra la seriedad con la que ambos atenienses toman los entrenamientos contra sus pares.

-Veamos si puedes enfrentarte a todo el poder de un cosmos dorado que llega al séptimo sentido, caballero de Pegaso. Te demostraré todo el poder que me ha permitido ser la protectora de la doceava casa y la protegida de la armadura de Piscis... -

Desafía, al tiempo que su cosmos se va elevando más y más con cada instante que transcurre. Se lanza nuevamente al ataque con toda la fuerza que su cuerpo y cosmos le permiten. Debe demostrar porqué es la encargada de proteger la casa que está delante del templo del Patriarca y los aposentos de la divina y benévola Athena.

Tan intensa como el fuego,la mirada del caballero de Pegaso expresa una determinación tal que hasta los dioses retrocederían unos pasos de estar frente a el, es entonces cuando su Cosmos se incendia poco a poco iluminando todo el lugar con una luz que poco a poco cambia de color azul a un progresivo color dorado, es entonces cuando esbozando una sonrisa en su rostro, Seiya dirige unas palabras llenas de confianza a su compañera.

¡Se muy bien lo que significa ser un caballero,recuerda que uno de tus pares tambien confía en mi desde el más allá y me permite llevar conmigo su espíritu,ahora deseo pelear contigo en igualdad de condiciones, así que espero el pueda prestarme su fuerza!.

Súbitamente,una estrella dorada aparece en el lugar como por arte de magia, es la armadura dorada de Sagitario, la cual hace aparición cubriendo el lugar de un hermoso brillo áureo que hace vibrar la armadura de Pegaso.

¡Aioros concédeme tu poder, para poder ganar esta batalla con honor!.

La armadura de Pegaso se desprende del cuerpo de Seiya, dando paso a que la armadura dorada de Sagitario envuelva el cuerpo del ateniense cambiando el tono de su Cosmos a un intenso dorado,es entonces cuando sin esperar mucho,Seiya,investido con la armadura dorada se arroja contra Silene con su puño imbuido de un ardiente Cosmos con la intención clara de chocar sus puños.

¡Ahora estamos en igualdad de condiciones,así nuestra pelea será más interesante!.

Nota:Pese a que la armadura de Pegaso sale de escena,esto no significa que haya sido destruída,es solamente un recurso narrativo para darle entrada a la armadura de Sagitario,por lo que la de Pegaso no desaparece de forma permantente,pudiendo volver a su portador inmediatamente cuando se indique que la armadura de Sagitario termine sus funciones.

La aparición de la armadura de Sagitario en medio del combate hace que la griega suelte un suspiro lleno de nostalgia al recordar a quien la porta entre las filas a las que ella pertenece. Aquel camarada al que Seiya menciona no es el mismo para ambos, pues ella ha servido a una Athena diferente a la que se encuentra en la academia ahora mismo.

(Evans... Es curioso el ver la armadura que tú llevas normalmente cubrir la figura de alguien más que no sea la tuya... A la Athena que Seiya sirve, la protegió un hombre llamado Aioros... mientras que tú y yo servimos a la señorita Ariadna... pero... de seguro Aioros tenía el mismo espíritu que el tuyo... he oído que su sacrificio le permitió vivir a la señorita Saori... Eso hace que tenga mi respeto...)

Piensa, mientras una sonrisa se dibuja en sus labios al recordar a su amable y comprensivo camarada.

-Tu camarada de Sagitario y el mío no son la misma persona... pero, de seguro, Aioros compartía el mismo deseo de proteger a Athena como lo tiene mi querido amigo Evans... Veremos si puedes lograr que las alas de Sagitario te eleven, pues no voy a contener mi poder ahora que portas una armadura dorada... -

Asegura, al tiempo que comienza a moverse una vez más en pos de alcanzar la figura de su camarada y continuar la contienda. Sus pasos se vuelven cada vez más veloces al tiempo que acelera el paso y comienza a correr con toda la velocidad que su cuerpo y cosmos le permiten con el plan de probar las habilidades físicas y de cosmoenergía del oriental ahora que está protegido con una armadura dorada. Una sonrisa llena de desafío adorna sus labios al momento de intentar asestar golpes en el cuerpo de su adversario.

Rebosante de poder, el caballero Seiya emite aquel intenso Cosmos color dorado mientras contempla fijamente a su compañera quien se dispone a atacar tras mencionar a aquel misterioso caballero que ostentaba la misma armadura que el Aioros de quien el ha logrado ganar su confianza en espíritu, es entonces cuando aquel joven ahora portador de las alas de Sagitario comienza a cargar en su puño derecho su Cosmos para adoptar una postura de lanzamiento de ataque con su dorada protección brillando bellamente por la luz de su energía.

¡Así es,Aioros era el hombre que protegió a Saori hasta el final de su vida,y su voluntad me permite usar su armadura para pelear por Athena,su alma está conmigo en batalla y no fallaré!.

Tras pronunciar aquellas palabras llenas de determinación,Seiya lanza su puño hacia Silene dejando salir una infinidad de golpes en su dirección como si se tratase de una ametralladora de golpes,cada uno tomando la forma de un meteoro que vuela a la velocidad de la luz hacia su oponente buscando enfrentar los ataques de la misma con dicha técnica.

¡Convirtiéndose en un meteoro a lo largo de la Vía Láctea,Meteoros de Pegaso!.

Exclama aquel guerrero de Athena desatando su técnica con gran vigor!.

El conocido ataque de los Meteoros de Pegaso se hace presente e impacta con los golpes a la velocidad de la luz lanzados por Silene. La griega sonríe ampliamente, pues esperaba tener algún enfrentamiento que le permitiera el elevar su cosmos cada vez más de lo que está acostumbrada a hacerlo. Solo hay unas pocas personas con las que entrena así cuando no está en misiones y, si este entrenamiento resulta interesante, bien podría Seiya sumarse a la lista de los contendores con los que Silene puede decir que son dignos oponentes para demostrar de qué está hecha la dama de las rosas.

(Es momento de subir las apuestas...)

Piensa, al tiempo que su cosmos comienza a convocar un sinfín de rosas rojas, blancas, negras y azules para después deshacerlas poco a poco con la idea de crear el rocío de rosas y, con su cosmos elevándose más y más, desaparecer de la vista del joven caballero que está allí con ella. solo puede oírse una risa casi de niña pequeña que se camufla con el eco presente en el recinto, el cual ayuda a que la ubicación de la griega sea difícil de determinar.

-Encuéntrame si es que puedes, Pegaso... Quiero ver si puedes lograrlo antes de que el perfume y el rocío de mis rosas te hagan dormir...-

Desafía, escudada con el eco del lugar, el cual le ayuda a que su voz provenga de muchos posibles orígenes al oído del oriental.

Súbitamente Seiya detiene el flujo de su ataque al observar como Silene desaparece en medio de un rocío que cubre el lugar, una muestra de como el polen de las rosas puede cubrir un sitio y esconder a la creadora de aquella extensión de la fragancia de unas flores que, según se dice son letales para cualquiera que tenga contacto con ella, cosa que preocupa a Seiya, cuya preocupación se ve manifestada en su rostro y en el hecho de que detuviese su técnica de forma tan brusca.

Esto es...Silene no está por ninguna parte,y este polen esta empezando a debilitarme...Ahg.

La postura del santo de Pegaso se tambalea y sus piernas se abren debido al adormecimiento que el polen provoca en quien lo inhale,es entonces, cuando poco a poco el Cosmos de Seiya comienza a manifestarse y las plumas de las alas de la Armadura dorada de Sagitario comienzan a ondear envueltas en un hermoso brillo áureo. acto seguido, el Pegaso flexiona sus rodillas con evidente muestra de esfuerzo en su rostro, esta acción le permite realizar un potente salto que deja una estela de brillo dorado que cae como polvo desde las doradas alas de la mítica protección.

No me queda más remedio que disipar ese polen desde los cielos, pero....No logro encontrar a Silene.

Se decía a si mismo entre dientes al tiempo que utilizaba su mirada para intentar encontrar a su oponente, y pese a las dificultades que el veneno pone a su cuerpo y a su vista, logra visibilizar una difusa silueta en medio de aquel rocío de rosas,es entonces, cuando el Pegaso desde las alturas abre totalmente sus marrones ojos y logra encontrar el rastro de Silene,a lo que procede a desatar desde las alturas con su puño derecho una nueva técnica en la que imbuye su puño derecho de Cosmos y cuan cometa se lanza hacia donde pareciera esta ubicada Silene.

¡Golpe de Cometa!.

Exclama mientras en forma de una saeta de luz se lanza en diagonal contra su oponente, buscando provocar un potente impacto.

Un suave pero claro sonido de risa se deja oír por parte de la griega al momento en que el caballero de Pegaso logra distinguir una silueta en entre los fragmentos de pétalos de las rosas y el polen que llenan el espacio. Un destello de luz surge al momento en que ambas cosmoenergías colisionan al instante en que la mujer cruza los brazos en forma de "X" frente a su torso para contrarrestar y aminorar la fuerza del impacto del golpe contra sus antebrazos. Dicha maniobra se evidencia al momento en que el aire hace que aquella "coraza" floral que la rodea se vea desplazada varios metros hacia atrás junto con su cuerpo.

(Nada mal.... pero, al encontrarme, descuidó por completo su defensa....)

Se menciona a sí misma, mentalmente, al momento en que una enredadera comienza a surgir del suelo a espaldas del oriental. Con una simple seña del cosmos de su creadora, la planta se divide en 5 ramas para aprisionar al joven caballero de bronce. De ser efectiva, estas deberían ser capaces de inmovilizar sus brazos, piernas e inutilizar el movimiento de las alas al atarlas juntas.

(No puedo dejar las alas en libertad... Si llega a moverlas como suele hacerlo Evans cuando entrena conmigo, no le costará liberarse)

Piensa, recordando la forma en que su camarada aprendió a lidiar con las enredaderas al momento de entrenar juntos. Se pregunta, además, si Seiya descifrará tal estrategia o si podrá inmovilizarlo.

Habiendo colisionado con el bloqueo de Silene,Seiya detiene su ataque casí de manera simultánea a percibir como detrás de el unas enormes ramas, las cuales observa atónito al girar su cabeza sorprendido viendo como su oponente busca atacarlo con una enorme planta.

¡No puedo creerlo!.

Exclama mientras utiliza sus alas para impulsarse en linea recta hacia el cielo en un potente salto con la idea de esquivar dicho ataque o al menos acortar la distancia entre las enormes ramas y si mismo quemando su cosmos para moverse con más rapidez  para aterrizar a varios metros de distancia por detrás de la griega.

¡No caeré ante ese ataque Silene,estas alas doradas me permitirán detenerte!.

Sentenció confiado mientras lanzaba un golpe en dirección a su oponente desatando una vez más los Meteoros de Pegaso,pero esta vez,su ataque más que buscar atacar a Silene,busca atacar a las ramas que la susodicha ha creado.

Si los Meteoros de Pegaso impactan, podrían detener dichas ramas y reducir su poder de ataque.

La dama de las rosas comanda a que sus ramas, en vez de atrapar al oriental, se unan en una sola y se asemejen a una enorme serpiente de enredaderas que pretende "engullirlo". Dicha serpiente está llena de rosas negras y azules que, al momento de que el japonés golpee, se dispararán al instante contra su figura. El filo de ambas debería ser una amenaza para su rival.

(Las alas de Sagitario pueden ser un gran arma para acabar con las ramas... Evans supo usarlas más alla de solo elevarse con ellas... Me pregunto si Seiya podrá hacerlo...)

Piensa, determinada a demostrar sus grandes habilidades con las rosas, el veneno y sus propias extremidades. Parte de su vida estuvo marcada por el odio a ellas, más ahora nada ni nadie la detiene al momento de pelear.

Seiya se ve enfrentado contra una enorme serpiente de enredaderas, cosa que sorprende al oriental, quien invoca su Cosmos y despliega sus alas mientras toma en sus manos el arco y flecha dorados de Sagitario preparando inmediatamente dichas armas apuntando hacia el interior de la enorme boca de la serpiente llena de rosas de color negro y azul mientras hace arder sus energías concentrándolas en la punta de la flecha, y aún estando en el aire,Seiya deja volar dicha flecha hacia las enredaderas.

¡Flecha de Sagitario,se que tu poder podrá resistir esas rosas,ataca!

Dicha flecha dorada vuela hacia las enredaderas,dispuesta a enfrentar esa inmensidad de rosas afiladas.