Muestra de "lealtad" (Kotomine)

La castaña caminaba lentamente por los pantanos haciendo un inútil intento en no ensuciarse, bastante tonto teniendo en cuenta su ubicación. "Dios, van a quedar horribles" dijo en voz baja, mirando con cierta decepción sus ya sucios zapatos, quedándose en su lugar como si eso hiciera que no se ensuciaran más.

Habían muchos lugares de Rokkenjima los cuales le parecían espectaculares, pero siendo sincera, los pantanos eran posiblemente de sus lugares menos favoritos, y definitivamente sabía que no era la única que pensaba de igual forma.

Desde que se "unió" a Ossor a notado lo vigilada que estaba, sabía que muchos sospechaban de que fuera una infiltrada, así que estuvo bastante tiempo consiguiendo la confianza de varios miembros de ese bando para dejar de sentirse malditamente observada. Por eso mismo estaba aquí, le habían dado la misión de venir a Rokkenjima únicamente para demostrar su lealtad a Ossor.

Evidentemente para ella no era muy divertido tener que venir hasta este lugar para ver si podía encontrar información de Legacy o incluso llegarse a enfrentar a alguien de la academia, y esto podría no ser un problema si todos en su bando supieran de su infiltración en Ossor, cosa que para su desgracia no era así, pocas personas sabían de esto, por lo que probablemente el resto piense que es una especie de traidora y no la pensarían dos veces para atacarla si la veían ahí.

A pesar de esto, no haría nada para evitar algún posible enfrentamiento ni diría nada sobre su infiltración, ella iba a seguir tal como se tenía planeado, no iba a fallar en esto, tenía sus razones también para cumplir con ello.

— Vaya, parece que tengo una acompañante — Dijo unos minutos después de darse cuenta que no era la única persona en aquel lugar — Umm, ¿Con que personita de Legacy tengo el honor de encontrarme en este agradable lugar?

Lo último salió con evidente sarcasmo mientras le dedicaba una sonrisa a la persona que se acercaba lentamente a ella, sosteniendo sutilmente su martillo por si las cosas se ponían feas.

Off Rol:

Es preciso hallar, entre los tantos recovecos de Rokkenjima, un lugar ideal para evocar los poderes del destino, subterfugio de un mañana que se tiñe de rojo. Eludir su naturaleza era simplemete inevitable, lo aprendido de él, el niño de oro que alguna vez fue su mas cercano entendedor. Las sombras que le siguen se habían alejado ya, pero sus ojos pueden alcanzar incluso en la bruma mas pura. " Ni el señor pudo con su conquista solo con sus manos ". Pensaba, introspectando en sus enseñanzas como sacerdote mientras caminaba por los pantanosos nidales de la isla, amén de su indumentaria bendecida por unas botas lo suficientemente cómodas para mantenerle seco.

La reliquia aun no había sido localizada, pero no era imperativo. El olor a humedad y el cumulo de mosquitos podía verse a lo lejos y el por qué de semejante lugar, era tan simple como la privacidad que ofrecía su baja reputación, ademas de una conexión con la naturaleza inegable, rico seno para el maná, necesario para cada rito y sagrado paraun mago, incluso si se trataba de uno poco ortodoxo como el.

No obstante la vida nos depara inesperados encuentros, o tal vez el destino. Los pajaros huyeron como si en ellos viesen un conflicto venidero. Kotomine, atento, guardó entre sus ropajes el libro de hechicería que había tomado tranquilamente de la academia. Y se detuvo cuando la melena castaña tomo una posición cautelosa, como un pequeño gato frente a un peligro desconocido.

Sin olvidar su papel cómo un esbirro del engaño, su semblante frivolo y gélido escruto en los contrarios, buscaba verdad. Dicen que la maldad puede reconocerse a si misma, pero en un ambito cómo aquel, tal vez las cosas podrían ser distintas. No obstante, solo una forma había de corroborar su corazonada. Kotomine, hábil con las palabras como con las cuchillas, exclamo con calmada voz, citnado a los textos sagrados. ─ « Lo que sale de la persona es lo que la contamina... ─ Desde su posición, la mujer apenas vería una sombra ene l paisaje, no obstante sus ojos podían notarse en la bruma y su voz era claramente audible.

Kotomine Kirei, levanto sus manos en una equis hecha sobre su pecho. Y concentro su maná para dar paso a la invocaciónd e las llaves sagradas, mientras su plegaria podía ser escuchada. ─ Por que de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos; la inmoralidad sexual... ─ En su mano el ejecutor de la santa iglesia manifesto a la fuerza y simbolo de lo que anteriormente era su labor. Llaves Negras, cuatro en cada mano, sostenidas tan solo con la fuerza de sus dedos. Cuchillas que se asemejan a un estoque, de un metrod e largo cada una, amenazantes y en las manos de un ejecutor experto en su manejo cmo el, mortales. ─  ... Los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad. Todos estos males vienen de dentro y contaminan a la persona » ─ Y así prosiguio con su caminar hasta ahcerse totalmente visible, detenendose para observar a su contraria tomar con disimulo su martillo.

─ Creí dejar claro que no interfinieran con mis asuntos. ¿Qué quieres? ─ Marco una linea de seguridad, la respuesta de Nobara ante esa pregunta podía evitar un conflicto. La verdadera naturaleza del Ejecutor, era dificil de entender, pues en los ojos de su estoica presencia no hallaría mas que la frivolidad de alguién que dificilmente peude decirse puede expresar algo mas que neutralidad.

A pesar de que su postura se mantenía firme y alerta, pudo sentir un leve escalofrío recorrer su cuerpo ante la presencia de el contrario, no iba a mentir, el no verlo con claridad y oírlo formular palabras que para ella en un principio no tenían mucho sentido era bastante escalofriante, eso hizo que por instinto apretara un poco su agarre en el martillo a medida que la siniestra figura de el hombre se hacía cada vez más visible ante ella.

Mientras tanto, su mente se encontraba trabajando con rapidez en distintas alternativas que podría tomar en caso de que el hombre pensara que era lo suficientemente molesta como para eliminarla ahí mismo. Al mismo tiempo formulada distintas preguntas, tales como: ¿Quién es esta persona?, ¿Porque no lograba reconocerlo como miembro de Legacy?, ¿Qué hacía precisamente aquí?.

No lo demostraba, pero en el fondo estaba bastante confundida, si no era un miembro de Legacy, ¿Porque nadie le dijo que otro miembro de Ossor se encontraría aquí? Encontrase con alguien de su “bando” era lo último que se le había pasado por la mente, y aunque en parte eso debería de ser reconfortante, por cómo actuaba el hombre estaba bastante claro de que su presencia tampoco era la más amena.

Miró con cautela sus alrededores, tratando de idear un plan por si el contrario llegaba a dudar sobre su lealtad a Ossor.

– Oh, ¿Así que a ti te molesta mi presencia? Es curioso teniendo en cuenta que yo pensaba que era la única en este lugar – dijo después de unos minutos de silencio que eran llenados únicamente con los sonidos naturales de el lugar – Pensé que me encontraría con alguien de Legacy, pero hasta donde yo se, tu no hacer parte de esa academia.

Miró de pasada las armas que sostenía en sus manos, esto hizo que por su mente pasara el pensamiento de que definitivamente un enfrentamiento en este lugar sería de lo más desastroso de todas las formas posibles, soltó un leve risa y negó suavemente.

Al final decidió que si le iba a demostrar de que lado estaba, no servía de nada mostrarse alerta ante el, por lo que después de un leve suspiro, soltó su martillo y tomó una posición un poco más relajada.

– Umm, sinceramente no quiero molestarlo, pero me da curiosidad… ¿Puedo saber que hace en este lugar, señor?.

El esclarecimiento solo de una respuesta, no se hallaba Krei aun reconocido como uno más de los supuestos suyos, por lo que un mayor empeño en el proceso de mezclado era necesario; sin embargo por otro lado, la mujer frente a su persona, aun con una indumentaria que le recordaba muchísimo a la de los estudiantes de la academia, no aparecía en sus recuerdos como alguien perteneciente a este lugar. Difícil sería hacer un repaso de una población de estudiantes tan exuberante, pero en lo que compete a las personalidades relevantes e importantes, como lideres de grupos, aulas y tutores, la chica frente a su persona no correspondía con ninguno de estos. Los ojos del ejecutor se afilaron cual agujas dispuestas a cortar la separación entre ambos, empero, no movió un solo musculo.

─ El tono de tu voz al referirte a Legacy... Es evidente que si estas aquí, no se trata más que de un movimiento de Ossor... Saca tus conclusiones, tu presencia, no se distingue del de una mosca... Pero hasta las moscas pueden llegar a resultar algo agobiantes. ─ El Maná acumulado para invocar las cuchillas volvió al interior de su dueño, el mago experto en curaciones Kotomine Kirei. Dejando solo unos mangos vacíos sostenidos por sus manos que velozmente volvió a colocar en el interior de la misteriosa vestimenta de sacerdote.

Ahora, para ambos una situación precaria era servida. Kirei, negado rotundamente a dejar en claro su posición, se hallaba mas interesado por descubrir las verdaderas intenciones de su contraria. Si sus conjeturas eran exactas, y ella no estaba allí para vigilarlo, pero pertenecía a Ossor quería solo decir una cosa, ambos estaban infiltrados tras la posición enemiga con intereses distintos ¿Pero estos podrían llegar a entrar en conflictos?. Manteniendo la imagen de ser un simple estudioso algo distraído tomó el libro de magia lo colocó bajo su axila derecha bien sostenido por su mano y observo a la chica durante unos segundos antes de volver a pronunciar palabra.

─ Necesito elaborar un ejercicio para mis estudios... Un lugar apartado y unido a la naturaleza es necesario, así que busco un lugar en este Pantano que proyecte una cantidad de energía acorde a lo que necesito ¿No conocerás tu esta zona o si? ─ Cuestiono Kirei si apartar su mirada gélida y oscura de los ojos de la joven. La diferencia de altura y corpulencia era bastante notable, pero el vacío en las pupilas de Kotomine guardaban un oscuro y escalofriante secreto.

─ ¿Y tu? ¿Qué haces aquí en este Pantano? ─ Aunque su cuerpo parecía estar fuera de preparación lo cierto era que le era innecesario adoptar cualquier postura de combate, sus sentidos esperaban no perder movimiento alguno tanto de aquella chica como de su entorno, cómodo no estaba en lo absoluto.

A pesar de que por obvias razones el hombre la intimidaba, se negaba a romper el contacto visual, tenía que verse segura de lo que decía, así que hizo lo más que pudo por no apartar la mirada de aquellos ojos vacíos. Su expresión cambió un poco únicamente cuando el contrario habló sobre moscas, "¿Acaba de compararme con una mosca?" Pensó con cierta indignación, pero desechó el pensamiento el cual era bastante estúpido en estos momentos.

Asintió levemente, soltando un simple "bastante acertado" en cuanto el otro habló sobre el movimiento de Ossor, ella tampoco sabía sobre la infiltración de otro miembro, simplemente le dieron órdenes estrictas de buscar cierta información en la academia, el encontrarse a alguien más de Ossor obviamente no estaba en sus planes y estaba casi segura de que el contrario pensaba lo mismo.

– Bueno, no es como que conozca demasiado la isla, pero creo que de acuerdo a lo que buscas, este lugar es perfecto – Elevó sus manos para enfatizar lo que decía, señalando con ellas el lugar en el que se ubicaban – No es un lugar muy concurrido, tal vez te pueda molestar la cantidad de bichos, pero aparte de eso, creo que puedes estar bien aquí.

Volvió a bajar su brazos y puso su mirada nuevamente en la oscura de el imponente hombre, nuevamente sintió un leve escalofrío recorrer su cuerpo, de verdad que tenía un aura oscura, eso, su fría expresión y su gran tamaño simplemente sumaba puntos para que ella no quisiera enfrentarse a el, no por lo menos sin preparación.

Se limitó a disimular aquello con una pequeña sonrisa, tal vez colaborar y mostrarse "amigable" haría que los instintos de el otro no se mantuvieran alerta, pero al mantener una expresión neutral, ella no podía descifrar fácilmente si confiaba un poco o si en cualquier momento saltaría sobre ella y la mandaría a la mierda.

– Se me pidió que buscara cierta información, al parecer unos archivos – dijo mientras soltaba un suspiro, apartando ahora sí su mirada para medio asegurarse de que en verdad eran los únicos ahí – No sé muy bien de qué se trata, fueron muy simples a la hora de darme indicaciones.

No era de el todo mentira, si le quitaba el hecho de que era una infiltrada que mandaron a infiltrarse en su propio bando, todo lo que decía era meramente la verdad, así que estaba segura de que en su mirada no había un ápice de duda que pudiera hacer que el hombre dudara más de ella.

Para nada incrédulo, el astuto ejecutor supo sondear bajo la, poco elaborada además, cuartada de la joven que frente  a el se encontraba. La presencia del Servant aun estaba muy lejana, pero, mas que suficiente tenía para poder enfrentar una situación desfavorable. Como podría comprobar Nobara al hacer su sondeo, estaban absolutamente solos, se aseguro, Kirei al menos, de que nadie siguiese sus pasos, y por supuesto, no dejar un rastro de migas de Pan.

« Acabar con ella solo terminara ne una situación desfavorable, además, no puedo medir el alcance de sus poderes, pero es evidente que fue entrenada. De esta situación ambos podemos ganar... Si, tal vez »

Manteniendo sus pensamientos en lo mas profundo de sí. continuaba percibiendo información de parte de Nbara. Su reconocimiento del área era escasa, al igual que la suya, así que así como el, la incursión de Nobara no tenía demasiado tiempo. ─  Y a veo... ─ Escucho atentamente esa información, cerrando sus ojos un momento y bajando su mentón, daba la impresión asimilar los datos pero en ese solo pestañeo daba una oportunidad a Nobara para acercarse. De hacerlo la situación se definiría como un agresión instantánea a la que responder. Sin obstáculos, y solo sin ellos, Kirei Kotomine elevaría su rostro para verla de nuevo y seguir escuchando aquello que de verdad necesitaba escuchar.

Nobara era una novata, en definitiva, al menos en los asuntos que tengan que ver con la infiltración. Después de todo estaba allí soltando cantidades de información delicada a un desconocido, en este caso se trataba de otro espía de Ossor, pero, ¿Qué pasaba si no era así? Dejarla a su cuenta era innecesario. Al escuchar sobre los papeles observó a la chica, y simplemente comenzar a caminar al frente. Sin detenerse y con suma calma hasta situarse juntoa  ella.

─ Acompáñame,buscaremos un lugar donde pueda hacer algunos de los preparativos que requiero... Nuestros intereses pueden estar alineados, sin embargo, he trabajo mucho por mantener un perfil extremadamente bajo. ¿Has podido hacer algún avance? ─

Comenzar a detectar las debilidades de sus movimientos era imperativo, quizá un escuadrón de fenómenos estaba detrás de ella. Pero  Legacy no actuaba de manera precipitada, no al menos en casos como esto. Eso había prendido Kirei estudiando los textos, la historia, y algunos entendidos de la facción.

Ella era consiente de que hablar tanto sobre una misión de la cual el otro no estaba enterado era algo bastante imprudente, aunque sinceramente no demostraba saber sobre ello después de decir básicamente todo lo que tenía que hacer ahí, pero confiaba en que eso sería suficiente para no provocar un caos en aquel lugar solo porque desconfianza de el otro.

Escuchó atentamente las palabras del hombre mientras éste se acercaba a ella, asintiendo una vez este terminó de hablar.

— Bien, creo que está bien — respondió mientras esperaba algún movimiento del contrario para seguirlo — Sinceramente no llegué hace mucho, por lo que no tengo avances.

Fue simple, normalmente no era de hablar tan poco, pero el otro no tenía pinta de hablar mucho y en sus planes no estaba molestarlo.

— Te acompañaré, total tenía pensado entrar a la academia cuando fuera de noche, así que supongo que no hay problema.

Giró suavemente hacia su dirección, ahora no parecía tan amenazante, seguía con una expresión neutral pero al menos podía estar junto a él sin sentirse intranquila, por lo que le sonrió en silencio, esperando al fin a donde se dirigiría aquel hombre.

Evadir deliberadamente el conflicto, lºa chica, para el en un principi¡o, no parecìa ser tan ingenua. Para Kirei el desconocimiento del alcance de sus capacidades, las de ella, por supuesto eran una razòn para superponer la perspicacìa. No obstante confiaba aun mas en sus capacidades como mago, y màs aun, como un ejecutor de la iglesìa.

─ Comprendo ─ Admitiendo en parte su decepciòn por la falta de informaciòn y ganancias en aquel desafortunado encuentro.

─ Pensabas ingresar por la noche dices, ¿Què pretendìas hacer una vez notasen que una estudiante no registrada deambulaba por los pasillos? Sin nadie que pudiese confirmar tu cuartada dentro serìa complicado... Por aquì ─

El paisaje se abrìa ante sus ojos, los arboles que despedian un fuerte aroma a humedad y tierra, suponìendo que no se hubiese equivocado en su vago conocimiento del area, un sistema de cuevas habrìa de servir como una pequeña base. No obstante no pensaba invocar a Caster, quièn podrìa llegar a sentir mayor tranquilidad y apego por un paisaje como aquel, en el mejor de los escenario habrìa de reunirse de vuelta con Gilgamesh o Arturia, per5o a falta de respuestas era mejor estudiar cada posibildiad.

─ Lo que propongo es lo siguiente Ofrecio luego de un silencio algo prolongado que dejaba claro ver que se hayaba pensativo, repartiendo su mirada entre cada aspecto del paisaje circundante. ─ Llegaremos al lugar, y te ocultaras a simple vista, encargate de no levantar demasiadas sospechas, y a cambi¡o, yo serè el soporte para tu cuartada... Supongo que no deberìas preocuparte por que te traicione, despues de todo, eos no acabarìa bien para ninguno de los dos ─

Detuvo su andar para dar la vuelta su rostr5o y mirarle de reojo por encima de su hombro, siempre que esta le siguiese y no se encontrase a su lado. Cada vez encontrandose màs cerca de su destino y del tan ansiado reino de las sombras.

Off rol: