MISIÓN A BORDO DEL TREN (Charlotte Roselei - Hu Tao - Itachi Uchiha)

MISIÓN A BORDO DEL TREN (Charlotte Roselei - Hu Tao - Itachi Uchiha)

(Todo está demasiado tranquilo y callado para ser esta ciudad una de las que más habitantes tiene en el mundo… solo se oye el avance del tren y los anuncios en los altavoces… Demasiado silencio no siempre es bueno…)

Es la observación mental de la joven rubia mientras avanza a paso lento y cuidadoso por uno de los pasillos de los andenes de la estación ferroviaria en uno de los tantos rincones de las tierras orientales. Si pudiese cumplir con las misiones asignadas por su cuenta, sin duda disfrutaría más del procedimiento, mas siempre se le asigna a alguien... la joven hechicera se mantiene en absoluto silencio, pues busca de abordar un tren que se acerca junto a sus dos acompañantes.

Aquel transporte es el objetivo determinado por Ossor pues deben encontrar y acaba con un grupo de mafiosos que viajan en uno de sus vagones y ellos están listos para cumplirla. Solo espera que no haya mayores inconvenientes en el transcurso de su proceder y cruza los dedos para cumplir con la misión lo antes posible.

-Parece que el tren que trae en su interior a nuestro objetivo está a poco de llegar… Creo que será mejor comenzar a movernos y abordar….-

Señala, con voz neutra y calmada, mientras ajusta suavemente el yelmo con rosas que cubre su cabeza. La apariencia de la mujer es algo fuera de lo común en un lugar como Tokio. Sin olvidar aquella elegante katana que lleva en uno de sus cinturones, cuenta con su espada de enredaderas y su grimorio. Aquella espada era una de las armas que nunca aparta de su lado por el enorme valor que posee para ella.

Los cinturones de sus herramientas descansan sobre un cómodo abrigo de color negro adornado con espinas, el cual cubre su usual atuendo de batalla - traje negro con una armadura que cubre su torso, protectores de antebrazos y largas botas de combate que, ahora, están cubiertos de espinas - sin olvidar una extraña estructura similar a un armazón de vestido de falda acampanada hecha de espinas y adornado con rosas azules y rojas. Como último detalle, mantiene sus rubios cabellos en el usual peinado alto con una trenza en el flequillo y para proteger su cabeza, el ya mencionado yelmo. Dicho casco pareciera más una corona de rosas y espinas por las pequeñas puntas en lo alto de él y las bellas flores alrededor de la base.

La joven cabello castaño miraba fijamente a sus compañeros con cierta impresión y confusión, no conocía muy bien a las personas que le habían tocado, de por mucho solo sabía sus nombres junto a sus apellidos, extrañamente sentía una sensación de incomodidad y preocupación, no sería la primera vez que le tocara una misión similar, pero dentro de ella sentía esa leve emoción que la hacía estar motivada como era usual en ella.

[] si... ¡Vamos! -tenía una sonrisa de entusiasmo dibujada en sus labios

Una leve brisa movió finamente las dos tiras de tela que tenía colgando como parte de su traje marrón llegando a un tono muy oscuro, junto a un diseño bordado de color marrón claro formando figuras como hojas yendo al compás del viento, y como olvidar su distintivo sombrero, un regalo de su abuelo, que ellas al tenerlo en sus manos le quedaba grande, así que lo arreglo a sus medidas y dándole el toque final, unas flores que ella misma cultivó.

En ese momento extiende su mano y hace aparecer su arma, una lanza que tenía un bastón negro con líneas rojas, igual como la sangre, y su punta era algo peculiar y difícil de explicar, pero su color característico era su brillante color rojo, no como el del bastón, esta parte brillaba como las llamas de una fogata a la mitad de un bosque lleno de una densa oscuridad, era una reliquia familiar, el cual pasó por muchas generaciones con el nombre de báculo de homa, algo antiguo pero en las manos correctas se podía desatar un gran poder.

Al último instante antes de subir al tren, les da una cálida sonrisa a sus compañeros, con un peculiar brillo en los ojos, demostrando su fermente entusiasmo ante esta misión.


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El joven uchiha observaria a sus compañeros de misión con una mirada tranquila, este observaria a sus alrededores notando que está en un estación de tren mantendría activado su Sharingan de 3 aspas, sería un ojo que solo lo puede poseer los que sean de sangre uchiha, estaría un poco dudoso sobre sus compañeros de misión, se preguntaría qué tipo de habilidades tienen,

)•( bien vamos al tren lo más rápido posible, espero que no haya nadie que se nos interponga

Decía aquel pelinegro con un tono de voz serio, prepararía sus armas que seria una espada, shuriken y más erramientas ninja, se acomodaría bien su banda que tendría en la frente del uchiha,

Da unos pasos rápidos se subiría al tren junto a sus compañeros de misión, esperaría lo siguiente, de las manos del uchiha sacaría unos kunai como arma defensiva, observaria a su alrededor para hacer vigilancia

)•( ahora hay que hacer lo siguiente, y tengan cuidado, aún no sabemos que nos está esperando, mantengan bien abierto los ojos

Al tener la respuesta afirmativa de sus acompañantes, la joven se dispone a pagar los boletos para poder ingresar sin levantar sospechas de ninguna persona a su alrededor. Pasar desapercibidos es un elemento fundamental, por lo cual usa su maná para poder reducir la cantidad de espinas y ramas en su indumentaria. Una vez logrado su objetivo, parece ser una mujer ordinaria que lleva un largo abrigo negro con decoración de rosas en una de las solapas y, además, se quita el yelmo para poder mezclarse aún más con los civiles y no levantar sospechas por si alguno de los miembros de aquella banda de mafiosos se cruza con ella.

Una estrategia muy útil en ese momento es aquella que aprendió con la ayuda y guía de su amado Yami, la cual consiste en leer el "ki" de sus posibles enemigos. Esta energía puede determinar la ubicación y/o las emociones del objetivo. En caso de su objetivo actual, el oriental le aconsejaba siempre recordar la sensación percibida en el ki de los mercenarios, espías y traidores que enfrentaron alguna vez en el Reino del Trébol. Basta con buscar alguna energía cargada de maldad, inquietud y nerviosismo para saber que alguien está obrando erradamente.

Aquel pensamiento le saca una carcajada mental, pues ellos mismos son parte de un grupo que desea destruir todo lo que se cruce en sus objetivos, mas también se les encomienda acabar con grupos de mafiosos, ladrones, gente corrupta y/o que realiza contrabando de sustancias ilícitas, armas o, incluso, personas.

La carcajada de la rubia se detiene súbitamente al percibir un cumulo de energía sospechosa en el área de descanso que posee uno de los vagones posteriores del tren al que acaban de abordar.

-Creo que ya los he ubicado... Por ahora, deberíamos fingir que nos vamos a dormir al vagón trasero del tren... Una buena forma de explicar nuestras ropas es que somos actores o algo parecido para no parezca que que estamos vestidos de forma "poco convencional"... lo digo por si alguien ajeno a ese grupo nos pregunta al respecto... ¿Qué dicen ustedes? -

Consulta, en voz baja, a Hu Tao e Itachi al momento de comenzar a dirigirse al sector que se señala como área de descanso por medio de los carteles del transporte.

[] me parece bien -expresó hacia sus compañeros en voz baja, con una sonrisa traviesa y juguetona en sus labios, dando a entender que tal vez en algún momento de la Misión podría hacer una "pequeña" travesura, pero no pasaría nada malo, al fin y al cabo solo era un juego, ¿no?

Los minutos comenzaban a ser entrenos entre los vagones del Gran tren en el que estaban, dentro solo había personas cotidianss, siguiendo sus rutinas sin parar, llendo a una dirección fija para ellos, e incierta para la chica de cabellos marrones y con reflejos rojo intenso como las llamas de un fuego intenso, dirigiéndose hacia un destino incierto junto a sus compañeros en esta extraña Misión.

Luego de alrededor de una hora, la joven de cabellos marrones comenzaba a sentir un profundo aburrimiento, no parecía haber nada fuera de lo común, nada pasaba y el tiempo comenzaba a sentirse entrenó, cada segundo que pasaba le parecía pesado.

[] si hay sol tomó el sol, si hay Luna tomó la lunaaaa~ -cantaba en voz baja y en un tono notorio de aburrimiento mientras solo se limitaba a estar sentada sin hacer nada

() esto es peor que estar muerto

Mientras miraba a sus compañeros con cierta intriga por saber sus identidades y sus poderes, lo que podías hacer, sus talento y el por que estaban en ossor. Esta Misión no demostraba indicios de que iba a terminar pronto.

El joven de cabellera negra al estar dentro del tren mira a su alrededor con detenimiento mantendria una mirada sería, observaria a sus compañeros de misión mientras esté tiene su Sharingan activado, tomaría asiento, mira a su alrededor para ver si hay algo que lo llamé la atención

Con el paso de los minutos se sentiría un poco aburrido, dejaría salir un leve bostezo mientras observaria a sus compañeros, este escucharía las palabras que dicen sus compañeros, se levanta un poco de su asiento

[] Me parece bien la idea, y espero que no pase nada malo después

Decía aquel pelinegro con un tono de voz tranquilo,se quitaría el uniforme de los Akatsuki mostrando una vestimenta diferente, voltearia la mirada hacia sus compañeros de misión, da unos pasos lentos hacia el área trasera del tren, tomaría asiento, por unos breves minutos

[] Espero que esto funcione bien, y espero que haya algo de acción para después

-creo que son seis... Si, son seis... Hay 2 en el vagón anterior a este, dos más en el primer vagón y 2 en la parte posterior de este.... Vayan a los primeros dos que mencioné y yo iré al de atrás... Hay que ser sigilosos para no levantar sospechas de los guardias que puedan haber en el tren... -

Menciona, ya segura de la cantidad de intrusos presentes en el transporte. No pierde tiempo en comenzar a moverse a la parte posterior del tren. Para no levantar sospechas, suelta su cabello y finge estar mareada para salir "a tomar aire". Ya en el lugar, dos personas que se encontraban allí le miran atentamente, más continúan en lo que estaban conversando. Hablan muy bajo, más los sentidos de la mujer están entrenados para captar susurros por medio de la lectura del ki y descubre el posible destino que los sujetos tienen previsto alcanzar. Su concentración es disimulada con un aparente mareo manifestado con sus ojos cerrados y una mano apoyada en la barandilla. Un pesado suspiro escapa de sus labios, con la intención de que estos se acerquen a auxiliarla. Si lo consigue, podría ser su gran oportunidad para capturarlos de una vez.

(Sea quien sea, un hombre siempre querrá parecer un galán ante una mujer "indefensa"... Veremos si alguien de mi apariencia es tan deseable como siempre escuchaba en el Reino del Trébol)

Medita, notando como uno de ellos parece que ha picado el anzuelo.