Invocacion a Dagon

✐ Eurasia Enne Zahard
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✑ Un gran estruendo azotó la biblioteca de la academia, una ventana se rompió al instante, cosa que podría llamar la atención de aquello que estuvieran cerca. De ella, una pelirroja estudiante que recién llegaba a la Academia Legacy, y detrás de ella destruyendo la pared de la ventana que por la que ella salió una enorme criatura de apariencia marina, sus grandes ojos de pescado miraban en dirección a la pelirroja mientras que su figura humanoide buscaba aplastarla. Ese monstruo era Dagón, una criatura perteneciente al mito Lovecraftiano que Enne, la pelirroja, invocó por error al estar investigando sobre las criaturas de aquel mundo.

━ ¡¿Hay alguien cerca?!

✑ Exclamó la mujer dando una larga zancada hacia atrás, el monstruo levantó su pie con la intención de pisarla, cosa que la hizo retroceder de inmediato, el sol secaba la piel mojada del pez mientras que sus ojos no se apartaban de la pelirroja que a juro solo esquivaba las pisadas fuertes del monstruo que amenazaban con aplastarla. La mujer finalmente termina por dar una larga zancada hacia atrás lo que le permite ver con mejor vista a la bestia. Contaba con unas enormes manos que, tanto en manos como en pies, traían unas afiladas garras con dedos puntiagudos y pliegues entre ellos para nadar mejor. A su vez, su cráneo era notablemente más grande que su torso, y su boca que cubría la mayor parte de su cara era acompañada por una fila de dientes de pescado, todos puntiagudos y preparados para partir el cuerpo de la pelirroja en dos.

✑ Dagón volvió a correr hacia ella, en ese momento de incertidumbre la chica considero tomar una de sus espadas y contraatacar, pero recién se había librado de la locura que le provocaba usar la DIciembre Incoloro, y la Febrero Blanco aun no la perfeccionaba, tenía dudas pero también no debía permitir que por su culpa se lastimara inocentes, por lo que mantenerlo entretenido hasta que se cansara era su plan. Enne entonces pasó a dar una zancada larga para tomar nuevamente el libro que había leído, cosa que lo terminó invocando, y se mantenía dando vueltas para mantener al monstruo quieto. A ese ritmo, uno de los dos se cansaría pronto, pero lo que más le preocupaba era el escándalo, pues las pisadas del monstruo hacía ruido y partían el suelo. Al punto que de tanto pisar había creado un pequeño cráter que se asemejaba a una pequeña fosa de tierra en donde ambos se perseguían.

«•••»

Recostado bajo el abrazo de la sombra de un árbol bajo el tenue brillo del sol, yacía la figura de un albino disfrutando de su estadía por los jardines de la academia. Aquel joven disfrutaba bastante de las emociones fuertes y en determinadas ocasiones el mismo caos, sin embargo, los pequeños momentos de calma que lograba obtener también le eran bastante agradables. Los días pacíficos equilibrados a las emociones fuertes que solía buscar el albino, le daban una estabilidad certera a su vida que le mantenían con ganas de continuarla.

El viejo resoplaba suavemente sobre su cuerpo, manteniéndolo fresco y sereno mientras que este tarareaba una pequeña melodía que el mismo había compuesto, una hermosa melodía sobre la oscuridad dentro de la paz y el como mi la luz lograba apagarla mientras esta se esparcía, algo un tanto extraño, aunque bueno, después de todo este se considerába como alguien extraño. Nads podía perturbarle en su pequeño espacio de calma, o al menos esa era la idea que tenía.

—Uh?.

Un estruendoso sonido proveniente de la academia sacó al joven conde de su paraíso mental, trayendolo de golpe al pacífico jardín de vuelta. El escándalo de pronto le murmuró envidioso al aire y se propago a su alrededor, robándole lentamente la paz que este había alcanzado de forma sustancial. Algo fastidiado se levantó y se dispuso a dirigirse a la fuente del caos.

—Bueno, no es como si me disgustase esto tampoco. —Musitó para sí mismo mientras se encaminaba a la fuente local del desastre, la bicicleta.

Se asomó ligeramente por el enorme hoyo que había dejado lo que fuese que estaba causando el disturbio en el lugar, topando su mirada así la escena tan...bizarra que acontecía. Una joven se encontraba encarando a una extraña bestia... ¿Pez?, si, realmente no comprendía sucedía, cosa que lo hizo esbozar una ligera sonrisa en su rostro. Este se adentró al lugar justo detrás de los alborotadores, y con aquella sarcástica y profunda voz que poseía, habló sin reparos.

—Parece que se están divirtiendo por acá, ¿de quien es la fiesta?~°

Era un día bastante pacífico como cualquier otro, nada salido de lo normal, los pajarillos cantando, las plantas dando su oxígeno como debería ser, hasta que de la nada, un sonido bestialmente fuerte salió de la nada misma, Link se encontraba en la lejanía de donde el sonido provenía, pero no era todo, una fuerte presencia nacía en esa misma dirección, todo era tan extraño, pero era una academia, ¿Porque algo tan abrumador surgía de la nada? No había tiempo para sólo pensar y suponer, así que el elfo dio marcha.

Su experiencia siempre le guiaba, además de siempre tener que lidiar con dichas presencias siempre era por hacer un bien a los seres vivos, monstruos, gigantes, criaturas mitológicas incluso, supuestos dioses incluidos. Había llevado corriendo largos segundos, desde el gimnasio deportivo hasta la biblioteca, lo único que hizo en ese recorrido fue tocar su piedra Sheika que colgaba en su cadera del lado derecho, una armadura se fragmentaba en su cuerpo, el logo de un ojo rojo con tres lagrimas en el entorno adornado, eran en realidad telas ajustadas a su cuerpo como algunas partes de licra, ésta aumentaba considerablemente el sigilo así como la gran reducción de su propia presencia.

Para el momento que llegaba por la entrada principal, ya podía notar mejor dos presencias más, al asomarse lo suficiente notaba dos sujetos, una mujer demasiado llamativa y un hombre de porte igual, ¿A qué clase de academia a llegado? Siempre se lo preguntó, pero no había mucho tiempo qué perder, fue cuando terminó saliendo.

...•- ¿De verdad... Un monstruo aquí?~


Sí, una pregunta en tono alto, el lugar era bastante grande como para una criatura que había destrozos y hasta un cráter al suelo y que la estructura de la biblioteca no cayera, debe felicitar a quien sea que la haya construído, más en un toque a su tableta luego de un par de deslices sobre la pantalla, se fragmentaba en partículas cúbicas azuladas se fragmentaba un arco con matices que asemejaban a las de un AVE, así como los detalles de madera sobre la misma, la habilidad de poner dos flechas, donde sobre la punta de las mismas se podía ver una esencia Blanca salir, disparó sin demora, gracias a su gran puntería y cálculo disparó las flechas al cuerpo de la criatura, eso haría que se congelara por largos segundos, al menos por un buen medio minuto, luego de ello miraba a la mujer, siendo la más "Expresiva" deducía que sabía algo.

...•- Tú... ¿Qué es lo que sabes?... ¿Podemos matarla?


Daba de paso mirar o preguntar al otro que estaba del otro lado, ya había visto destrozo sufiente como para prestar atención a otra cosa que no fuera andar alerta del monstruo.