Una persona herida (Venti y Nobara)

El tiempo: noche fría con algunas nubes de algodón diseminadas en un límpido campo estelar. Una brisa suave hacía menear las hojas de las grandes palmeras situadas como a seis minutos de la playa. Solo los faroles anaranjados y la luna pintaban con algo de su brillo el bosque y también la estructura del castillo de la Academia Legacy.

Jellal estaba corriendo en el camino costero de la institución con uno de sus amigos más recientes de nombre Venti. Lo tenía sentado en sus hombros como si fuera un hijo o algo por el estilo. Corría alegre. La estaba pasando bien, pues era raro que el de cabellos azules sonriera; y es que, luego de estar en un mar de tragedias, uno se vuelve un náufrago de su propia nostalgia.

Entonces, se oye un gemido profundo de dolor...

— Espera, ¿Escuchaste eso? — pregunta el hombre de la marca que detiene su fiera caminata y gira sus ojos hacia la playa. Había alguien ahí. Revisó minuciosamente la costa, las olas más agresivas que rompían contra las rocas, ciertamente la marea había subido y a veces proporcionaba obsequios no muy buenos.

Allí mismo. Ahí estaba una persona. — Venti, vamos, hay alguien herido, — baja a su amigo y se dirige al lugar en donde mar y arena se laminaban mutuamente. — Nobara... ¡Maldición! ¡Nobara! ¿Estás bien? — obviamente se iba a preocupar por ella, así pues, junto con Venti la ayuda a ponerse de pie.