Un pacto con el diablo (Battler, Nezuko + libre)

Bernkastel, imbuida de un aura majestuosa, deslizó con elegancia el plumero sobre los finos muebles del. Interior de la Academia . En ese día resplandeciente, la luz solar se filtraba delicadamente por los amplios vitrales, pintando matices dorados en su etéreo rostro. Mientras cumplía su humilde labor, un susurro en su interior trajo el recordatorio de la hora del almuerzo. No obstante, la antigua hechicera, portadora de orejas felinas y una cola esbelta, hizo caso omiso de las exigencias mundanas que atañen al común de los mortales. No permitiría que una banal necesidad perturbara su encomienda.

— Estimada comunidad académica. Notifico que son las una de la tarde, y que el menú de hoy es tortilla de patatas, arroz y una deliciosa ensalada de tomates —

Elevando sus ojos imponentes, Bernkastel contempló a los estudiantes de la Academia Legacy que se erguían frente a su presencia de forma burlesca. En otro tiempo y si tuviera aún sus poderes los habría calcinado.

Una sonrisa malévola apareció en su rostro. Sabía que aquellos discípulos eran los mismos que, en tiempos pretéritos, habían humillado su poderío. Sin embargo, ahora las circunstancias habían cambiado. Aunque hubiese sido despojada de sus facultades sobrenaturales, su astucia y sed de venganza permanecían impolutas. Con deleite, percibió cómo su sonrisa siniestra engendraba una tensión tangible en el ambiente, atrapando la atención de aquellos a quienes una vez se enfrentó.

— Con que el señorito Battler y su entrañable amiga menuda y ojirrosada. Me parece que ustedes tienen problemas con Ossor. Tengan sumo cuidado... —

Enunciando cada palabra con voz gélida y reflexiva, Bernkastel rompió el silencio. Concienció a los estudiantes de que la dictadura de Ossor, ávida de control y hegemonía, había detectado su existencia y, con despiadado ímpetu, desplegaba a sus cazadores para aniquilarlos. Sin embargo, ella poseía una propuesta fascinante, digna de consideración por parte de los aprendices. Si accedían a tejer un pacto con su persona, la bruja restauraría sus poderes perdidos, otorgándoles aquellas habilidades que anhelaban y que tanto precisarían para hacer frente a la inminente amenaza de Damet.

— Les ayudaré en su combate contra el Estado de Ossor, solo si ustedes logran devolver mis poderes. Me es sumamente detestable quedar reducida a una mera sirvienta. Ayana no puede saberlo. ¿Qué dicen? —

Sus elegante cola serpenteaba y lamió su muñeca. Qué exhibición tan pobre. Antes era la bruja más poderosa del universo y casi aniquila a la Academia Legacy. Solo si no fuera por el Medallón de Mara y esa otra bruja.

Battler se quedaba observando detenidamente a la bruja que una vez luchó contra ella hace un tiempo,al escuchar cada palabra este quedó pensativo por únos breves segundos, mantuvo su mirada totalmente tranquila, tomo asiento y empezar con la charla que tendría con su contraria, mantuvo su mirada fijada en ella

— mira cómo quedaste por atacar la academia, espero que hayas aprendido tu lección bruja de los milagros, bien esperó lo que estes diciendo sea cierto,—

Al decir aquellas palabras salidas de la boca del hechicero, apuntó su dedo hacia ella su mirada la cambiaría por una sería y al escuchar la propuesta de ella, se quedó callado y se quedaría pensando si debería en confiar en su palabra que ayudaría, dejo salir un leve suspiro, para si luego ya tendría una respuesta

— Bernkastel te ayudaré a devolver tus poderes, pero espero que cumplas con lo que dices, si llegas hacer algo mal, tendré que detenerte ¿Entendído?
Bueno ahora dime ¿qué debo hacer para que tus poderes ya los tengas devuelta?—

Preguntó el pelirojo, este estaría dispuesto ayudar a que recupere todo lo que perdió después lo que pasó antes desde que ella atacó la academia, se levantó de su asiento y empezó a caminar lentamente recorriendo toda la habitación donde estaban y este estaría esperando su respuesta,

— me imagino que es frustrante que no tengas tus poderes, para alguien para ti se sentiría peor, bueno al menos ese castigó que te dieron te sirve de mucho —