Primeros pasos en una nueva dimensión.

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☬ Ryusei Hashimoto ☬


El paseo por el parque de diversiones junto a Catharina había sido muy emocionante, fueron demasiados siglos en los que no me divertía tanto como ahora.
Los avances de los humanos en atracciones eran fascinantes, además disfrutar de ellas junto a Catharina habían hecho la velada muy amena.

Tan fascinados estábamos por los juegos, la montaña rusa, el tiro al blanco, los carros chocones que perdimos por completo la noción del tiempo.

Hasta que las luces de algunos juegos comenzaron a apagarse, caímos en cuenta que ya era casi media noche.

—Creo que el parque ya va cerrar Cath, ya es muy tarde, déjame acompañarte a tu casa para que no regreses sola.



Comenté sonriendo mientras comía el enorme algodón de azúcar de mora que me había dejado las mejillas y los labios cubiertos de caramelo azul.

Poco a poco las personas comenzaron a salir del lugar, caminé junto a Cath hacia la salida llevando un elote clavado en un palo, cubierto con mayonesa queso y chile en polvo, algo ideal para quitarme lo empalagoso del algodón de azucar.


—Debemos darnos prisa para llegar a tu casa porqué me acabe todo el dinero en los juegos y las golosinas, olvide guardar para el taxi.


Estaba un poco apenado por ese descuido ahora teníamos que volver caminando, aunque no era mucho problema, de igual manera disfrutaba mucho su compañía y la caminata nos serviría para hacer la digestión de todo lo que habíamos comido.

Las calles estaban casi desérticas, faltaban pocos minutos para la media noche, solo uno que otro auto pasaba por la avenida, todo estaba tan tranquilo y silencioso que podíamos escuchar el eco de nuestros pasos al caminar.


—Ha sido una noche muy divertida, dejando de lado que me gaste hasta lo del taxi en los juegos, debo decir que me gustaría repetir está experiencia de nuevo contigo, y me disculpo por no poder usar mi control de sombras para teletransportarnos hasta tu casa pero, está dimensión es tan densa que apenas puedo hacerlo a unos veinte metros, aún no me acostumbro aquí.


Me rasque un poco apenado la cabeza por la situación en la que estábamos, pero de algún modo me sentía muy cómodo caminando junto a ella de regreso a su casa que por suerte ya estábamos por llegar luego de casi una hora caminando.

Catharina

El tiempo junto a Ryusei había pasado muy rápido, desde el momento en que nos sumergimos en los juegos, el día transcurrió sin que diéramos cuenta.

Alcé la mirada a la bóveda celeste ya oscura, mucho, no era simplemente las siete de la noche en la que apenas se lograría ver de forma difusa los últimos rayos del sol, no era una noche insondable, sin luna llena a la cual observar, pero llena de estrellas que me hicieron sonreír.

Debía ser más de media noche, se notaba por las personas que salían del parque, al igual que las voces en los megáfonos que avisaban el cierre del parque, suspiré, queriendo quedarme aún más en el sitio, sabiendo que ya era momento de irnos

—Claro Ryu, vamos juntos

Comenzamos a caminar fuera del parque, ahí se dió cuenta de que no tenía dinero suficiente para el taxi y solo me reí, no estaba molesta por ello, me daba más tiempo para poder pasar juntos, no desaprovecharía esa oportunidad.

Aún íbamos comiendo cosas del parque, de mi parte en ambas manos llevaba ya fuera algodón de azúcar y un perro caliente cubierto de toda clase de salsas, le di una mordida en el camino y devoré hasta el algodón de azúcar, quedando tan llena que creía me iba a doler la panza.

En el camino le fui haciendo bromas al igual que observando las calles ya sin gente, domo nosotros dos, como en sad comedias románticas, solo faltaba que lloviera, negué, eso no era necesario, ya tenía suficiente con su compañía.

—No te preocupes, cuántas veces quieras saldremos los dos y hay una forma de llegar a tu casa y puede ser con los portales de la casa de mi maestro, él es consciente de las limitaciones en la dimensión, por lo que las desarrolló.

Dije viendo a lo lejos el templo que a simple vista no era más que un lugar de culto ecléctico católico, pero era incluso más de lo que algún humano podría llegar a pensar o creer.

Al llegar al lugar, puse mi mano sobre la puerta antigua de madera, la cual se iluminó por completo, mostrando diversos símbolos en especial el mío, una rosa, lo toqué y tuve acceso de inmediato y le hice pasar

—Eres mi invitado, adelante

Le di paso adentro y las puertas volvieron a cerrarse, busqué la entrada a la sala y luego encendí las luces, solo estaba el televisor, con varios sillones alrededor y una mesa de te llena de muchos documentos que yo había estado ojeando los días anteriores, suspiré, ese era un trabajo largo.

Nadie salió a vernos, pero se escuchaban ronquidos agudos y ásperos desde las habitaciones, mi maestro y los demás estaban dormidos.

—Vamos al pasillo

Dije antes de abrir la puerta que daba al pasillo y a las ocho puertas allí, mire fijamente a Ryu

—Abre la que creas necesaria, estás responden ante tus solicitudes

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    ☬ Ryusei Hashimoto ☬



Me sentía un poco aliviado de que no le molestará el haberme gastado todo el dinero en juegos y golosinas para ambos.
La velada había sido bastante genial para mí.
Y me sorprendí al ver el lugar a dónde llegamos.

—¿Un templo católico? ¿Esté es el lugar donde vives?


Pregunte muy sorprendido mirando aquél lugar, ¿Quién iba a pensar en buscar a un ser mágico como Catharina en un templo? Era bastante ingenioso.
Accedí a su invitación a pasar mirando como estaba dividido en dos niveles, el de arriba parecía ser un templo común y corriente pero abajo habían más cosas, hasta se escuchaban personas durmiendo.


—Es un lugar muy acogedor, nunca hubiera pensado en venir a buscarte hasta aquí, quién uso está fachada es muy astuto, sabe que nadie iría a buscar a un calvo en una peluquería.


Dije en tono de broma hacia la ingeniosa morada que tenía.
Camine hasta el corredor junto a ella y mire que habían varias puertas, reconocí algunos símbolos al verlos, era magia runica, bastante antigua incluso más que la época en la que yo había llegado a esta dimensión.


—Sorprendente, la poca energía que hay aquí es almacenada y amplificada por las runas en las puertas para hacer posible la teletransportación.


Comenté mirando con detalle cada una de las puertas, hasta que llegue a una que parecía mucho más antigua que las otras, como si nunca antes se hubiera utilizado.


—¿Entonces si le pido a esta puerta que me envíe al departamento donde me hospedó simplemente lo hará?


Coloqué mi mano en el marco y las runas se iluminaron junto con la puerta, la energía que emanaba era muy diferente incluso más que la de las otras puertas.


—Cath... ¿Es normal que las puertas hagan eso?


Miraba sorprendido y curioso cada detalle de esa puerta parecía como si esperara a que la abriera.

Catharina alighieri

El comentario que realizó sobre la guarida y resguardo de mi maestro me hicieron reir, tenía toda la razón en ese aspecto, a él no lo buscarían aquí, menos a mi porque nadie me conocía, bueno no de la misma forma que a él.

—Aunque según Krest, yo crecí en una casa humana, nunca nadie se dió cuenta de nada

Me encojo de hombros, era extraño tener que hablar de mi pasado como su fuese un ser externo, todo relacionado con la falta de recuerdos, lo cual aún era extraño y a veces pensaba fue hecho se a Posta para sus planes.

Quien sabe.

Avanzamos por el pasillo hasta las puertas, aquella que retenían el poder para hacer muchas cosas, portales, lugares, todo, pero que no todos podían tener, era un peligro.

—Dice mi maestro que antiguamente si se podía hacer muchas cosas por tus propios medios, pero al cerrarse las dimensiones ya la energía disminuyó notablemente.

Sus manos rozaron con suavidad la puerta, asentí a ello, la puerta probablemente ya estaba formando la entrada en su habitación, aún no conocía su casa, pero debía ser un lugar interesante, como él mismo.

Comencé a percibir un cambio en la energía que emanaba la puerta, esto era extraño, como si nos llamara, quizá podría ser a él, pero ¿Por qué a mí?

Me puse delante suyo y la abrí, si era algo peligroso, no dejaría que le sucediera algo.

La energía me tragó de una sola al asomar la cabeza dentro de la puerta, no tuve tiempo de sostenerme del marco siquiera.

Intenté regresar dónde estaba Ryu, pero no lo logré z era muy densa la dimensión que me estaba agarrando y una voz cantarina solo me rogaba que no tuviera miedo.

Cómo si eso fuera normal

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☬ Ryusei Hashimoto ☬

—Vaya, eso es admirable, aunque en algún tiempo también viví creyendo que era casi humano.


Comenté mirando los finos detalles de aquella puerta, se veía bastante curiosa ya que su diseño no era como las demás.

—De todas las dimensiones a las que alguna vez viaje, esta es la primera que se ve sellada para restringir la magia casi a totalidad.


Me sorprendí en cuanto me apartó de la puerta y la abrió, la luz era casi cegadora, en un parpadeo desapareció frente a mí, creía que aquello era algo normal tal vez.
Comencé a caminar hacia el interior creyendo que la seguía pero de pronto el suelo bajo mis pies se desvaneció y estaba en caída libre por una centésima de segundo todo era blanco, después caía del techo de una gran biblioteca.
No era una altura que me matara fácil pero logré caer con algo de suavidad sobre mi trasero, dejando una notable grieta en el piso de madera.


—¿Cath? — Dije en voz alta haciendo eco entre los pasillos hechos por grandes libreros.


—¡¡Cath creo qué esa puerta no iba para el centro!!

Grite un poco más alto esperando que ella me escuchará y viniera conmigo o me diera su ubicación.


—Este lugar tiene demasiados libros y muy poca gente, espero no molestar a algún lector por aquí...


Me puse de pie y me sacudí el polvo, mirando a mi alrededor, esperaba encontrarla pronto para volver al corredor cuánto antes, miré hacia el techo pero el portal ya no estaba, parecía que solo había sido un leve error de cálculos.

Catharina Alighieri

La dimensión me tragó tan rapido que no pude hacer más nada que dejarme llevar, estaba cansada de luchar, pero eso no me dejaría quedarme quieta.

De la nada, caí sobre un librero que se precipitó al suelo, creando un estruendo lleno de libros volando y hojas levitando, mientras yo intentaba levantarme con algunas heridas, tenía la nariz rota.

Al poderme levantar de entre la polvareda y el desorden me quedé pasmada, era una biblioteca llena de mesas de madera antigua, otras metálica, al igual que un profundo olor a lavanda y otras especias que se diseminaban por el aire.

—¿Ryu?

Mencioné a la nada, solo se escuchaba el repentino eco de mi voz, por lo de tuve que correr por dónde fuera a buscarlo, no le podía sentir y me aterraba, ¿Y si lo había perdido para siempre? Debí pedirle a mi maestro que nos abriera las puertas, así no hubiese este problema

Extrañamente sentía mi energía más liviana, por lo que en un arrebato de adrenalina me quite los brazaletes, buscando a tientas sentir a Ryusei

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☬ Ryusei Hashimoto ☬

Apenas pude dar unos cuantos pasos por el pasillo de aquella biblioteca buscando a Catharina.
De pronto un cosquilleo extraño sacudió todo mi cuerpo como si de un calambre se tratará, luego de esa extraña sensación suspiré pesado como si me hubieran quitado un enorme peso de encima, miré mi mano diestra notando que mi piel comenzó a emitir un brillo carmesí que hace siglos no veía.

—¿Qué clase de lugar es este?


Dije sorprendido al ver que mi energía había vuelto a mi tan rápido qué no podía controlar el intenso brillo de mi aura rojiza.

La agudeza de mi percepción extrasensorial había vuelto, eso me hizo muy fácil ubicar a Catharina. Estaba a en el mismo salón solo que en la parte más oscura del lugar.
Chasquee los dedos para usar mi control de sombras, así podría teletransportarme hasta dónde ella estaba, apareciendo justo detrás suyo.


—Cath, Creo que ya no estamos en tu mundo...