Invasión.

Sosuke Aizen.

El día había llegado, el gusto e interés de observar a aquellos entes simplemente han llamado mi atención de igual manera intrigaria mi curiosidad así que procedería a a desenfundar mi katana, posteriormente lanzaría un ligero tajo hacia el costado derecho preparando una “Garganta” una apertura espacio temporal la cual conectaría con la academia de “Legency” para que posteriormente y sutilmente susurré unas palabras las cuales serían (Hado #90) al igual que comenzaría a generar una serie de palabras que mantendrían un encantamiento en la cual al ser maestro en la [Umbrakinesis] podría hacer uso de la obscuridad y sus habilidades que esté me otorga así que sería mi carta de bienvenida a la academia, posteriormente diría - Niega el impulso hirviente de dejar que las cosas aturdan y parpadeen de justicia, la cresta afilada de la corrupción, interrumpe el sueño, la reina de hierro que gatea, la muñeca de barro que siempre se destruye, unir, oponer, llena este lugar y conoce tu propia impotencia. . . ¡Kurohitsugi!
Al abrirse la garganta detonaria en un gran estallido al haber manipulado el espacio y el tiempo generando una masiva onda de choque la cual lanzaría ráfagas de aire aproximadamente de 150km/hr detonando parte de la cristalería de dicha academia, para que por siguiente cuatro líneas purpura-obscuras salieran de los 4 puntos cardinales de toda la escuela, esto gracias a la manipulación de la obscuridad haciendo uso de los neutrinos molécula cuya particularidad sería de ser la segunda partícula más rápida existente antes que la luz, la intención de dicho ataque es crear un cuerpo geométrico cuadrado de todas las caras formando un cubo obscuro tapando toda la escuela, sin embargo esa no sería su única capacidad de el encantamiento, al mismo tiempo que culmine su creación todas las partículas de neutrinos se lanzaría a la velocidad en la cual fueron formados cuya velocidad es de 299,338 km/s ¿Cómo puedo hacer eso? Es gracias a la potenciación de la umbrakinesis, logrando literalmente hacer posible la manipulación de la obscuridad, materia y energía obscura por lo cual dicha habilidad al ser absolutamente “Obscuridad” tendría la particularidad de repeler ataques físicos y de energía, magia etc;
Por lo cual dicha “Caja” obscura se formaría en un tiempo literalmente instantáneo, por otro lado simplemente me limitaría a observar desde los cielos dicho conjuro mágico, si este ataque llegase a culminar las partículas de los neutrinos no se lanzarían a destruir todo a su paso simplemente se mantendrían en su forma “Cubica” esperando a ser activadas para poder destrir aquel recinto.

- ¿Que tal? Pequeños ciervos, soy sosuke Aizen un placer conocerlos. . .

Dicho encantamiento habría jugado un papel importante contra mi riatsu el cual habría consumido un 25% de golpe de mi poder por lo cual si percibo hostilidad en aquel ambiente no dudaría en actuar y lanzar aquel lugar; ¿Que haría en dicho lugar? La respuesta es que necesito un alquimista de gran conocimiento para formar una ambiciosa idea en realidad.

-Necesito a alguien que domine el arte de la alquimia, entregenme a alguien con grandes dotes y no me veré en la penosa necesidad de tomarlo por mi cuenta. .  .

Sin aviso, un enorme estallido se produce en el frontis de la Academia. Jellal siente un estruendo que hace temblar la estructura. De pronto, la sala de clases junto con el escritorio, el candelabro, las sillas se menean de un lado a otro. Era un ataque directo a la institución. Dirige su mirada y observa como una especie de cúpula de poder se cierne sobre la estructura.

Tardaría unos minutos en regenerarse. Mira cómo poco a poco los cristales se vuelven a fusionar y llegan hasta sus lugares originales. Sin embargo, y sin trepidar, Jellal salta por la ventana y ve a único hombre causar toda esta hecatombe. Se veía como un hombre común de cabello castaño. Si había hecho esta debacle, significaba que las apariencias engañaban.

Lo había escuchado muy bien, pero Jellal actuó con suma tranquilidad. Sabía que los legacianos estaban a punto de tomar armas y se iban a lanzar contra el tipo que estaba al frente y para qué decir sobre los Muebles de Beatrice, que debían estar furibundos. El peliazul sostenía su brazo en el aire como dando un "alto al fuego".

— Si te presentas, puede que consigamos un alquimista para ti, — mantenía su brazo arriba. Los ojos de Jellal recorrieron las facciones de su oponente. En su mente quedó registrado. Pese a que no sabía cómo se llamaba, este extraño emitía una energía tan nefasta como potente. Los dedos del peliazul giraban. Le estaba haciendo un ademán a sus alumnos. ¿Rodear qué? ¿A quién? Sí, esa era la táctica.

Ainchase sintió cómo el laboratorio de alquimia se estremece de un lado a otro. No había duda de que algo muy malo estaba pasando. Las explosiones de energía sacudían el lugar, haciendo temblar las paredes y desestabilizando el equilibrio mágico de la Academia Legacy. Gruñe y frunce el ceño, estaba clarísimo que esto no se trataba de un ensayo o una simple riña entre alumnos.

Al salir al pasillo, notó que las ventanas de la academia estaban reventadas, dejando entrar ráfagas de viento y vislumbrando a través de ellas una especie de energía negativa que cubría la estructura del internado. El cielo parecía oscurecerse ante la amenaza que se cernía sobre ellos, y el albino sabía que debía actuar rápidamente para proteger a sus compañeros y a la Tierra misma.

Con paso decidido, el albino se dirigió hacia la azotea de la academia. Una vez allí, alzó las manos y su cuerpo comenzó a brillar con una intensidad cegadora. La magia blanca y angelical emanaba de Ainchase, creando una barrera luminosa que irradiaba esperanza y valentía. Las energías oscuras empezaron a retroceder ante el poder radiante del mago de luz, incapaces de resistir su influjo purificador.

- Necesito que alguien me proteja mientras estoy purificando la academia -Sin embargo, el arcángel era consciente de que en ese estado de plena manifestación de su poder, también estaba vulnerable. Sabía que necesitaba una defensa más sólida, algo que le permitiera enfrentar la amenaza que se avecinaba con la mayor fortaleza posible.

Era el momento de buscar apoyo y aliados en la Academia Legacy, unir fuerzas para enfrentar la dictadura de Ossor. Este hombre que yacía al frente parecía un completo lunático.

Desde lo más profundo de una oscura caverna, la yandere Yuno Gasai percibió el estruendo ensordecedor de una explosión desgarrando la fachada de la Academia Legacy. Aunque la indiferencia solía ser su compañera más fiel, una preocupación inquietante se adueñó de su ser, ya que su amado Yuki se encontraba en alguna de las habitaciones del internado. La pelirrosa sabía que debía actuar rápido.

— Yuki, ¡No!

Con cautela, observó desde la distancia mientras una ominosa energía oscura envolvía la academia, conformando una cúpula siniestra que amenazaba con engullir todo a su paso. La certeza de que algo terrible se avecinaba invadió su mente, alimentando una llama ardiente de determinación en su interior. Era hora de enfrentar los peligros que se avecinaban.

— ¿Quién es ese hombre?

En ese momento, sus penetrantes ojos se encontraron con la figura de un hombre perteneciente a la Dictadura de Ossor, el causante de tan catastrófico suceso. Estaba de cara al frontis de la academia. Sin titubear, Yuno se lanzó en una veloz carrera hacia él, empuñando su cuchillo con mano firme. Con sigilo, se acercó por detrás del mago oscuro, su presencia oculta tras la sombra de la adversidad.

La adrenalina bombeaba en sus venas mientras su hoja mortal se aproximaba inexorablemente al muslo del enemigo. Cada centímetro que se acercaba aumentaba la tensión en el aire, convirtiendo aquel momento en un duelo entre la vida y la muerte. Yuno no dudó, no flaqueó, y finalmente, el filo afilado de su enorme cuchillo se encontraba apenas a un milímetro de su pierna. Este iba a ser el tiro de gracia.

Sosuke Aizen.

En el aire el caos se hacía presente, sin embargo mi técnica estaría esperando ser lanzado como si de una lluvia de obscuridad se tratara capaz de destruir, absorber todo rastro de magia, energía y/o cualquier especie de poder, sin embargo observaria como un ente hacia acto de presencia el cual al escuchar que había accedido a otorgarme una alquimista con tal de dejar el ataque simplemente me limitaría a observar desde los cielos, por otra parte notaría a otra persona sobre el techo de la academia a lo cual únicamente comenzaría a emanar una energía mágica lo suficiente para contener mínimamente aquel ataúd negro, por lo cual haría una mínima mueca de burla, posteriormente apretaría mi puño para hacer que dicho ataúd comenzará a aumentar su gravedad al mismo tiempo la reacción para absorber toda la magia que sea emitida en contra de la obscuridad misma, por otro lado notaría la llegada de una fémina la cual llenaría de aquel brebaje extraño el cuerpo de aquel chico de luz, por lo cual me percataria que se trataba de una alquimista por lo cual por sorpresa observaria como un joven se lanzarían hacia mi posición el cual su velocidad sería interesante sin embargo no sería suficiente para poder brindar una imágen más imponente, por lo cual únicamente daría media vuelta en contra de mi contrario con la finalidad de alejarme lo suficiente para poder esquivar aquel ataque - Raikohou; Serían las únicas palabras que diría hacia mi contrario lanzando mi mano hacia sus costillas el cual si lo tocase no aplicaría mucha fuerza sin embargo lo interesante en ese ataque es el lanzamiento de un choque eléctrico como si de un relámpago se tratara con la energía suficiente para aniquilar una vida en cuestión de segundos, si aquel ataque impacta una onda eléctrica se lanzarían en contra de legency, posteriormente apretaría mi muñeca izquierda cerrando los falanjes, lanzando aquella lluvia obscura pero al momento de el impacto con aquellos entes detendría el ataque a milímetros de su posición de aquellos entes.

- mujer por lo visto eres una alquimista, tu vendrás conmigo en este momento, tus habilidades son mediocres pero te potenciare lo suficiente para que puedas ser de mi utilidad, si vienes detendré el ataque y nos iremos en este momento. . .

Sosuke � (Profesor, Rango E): 12 PS
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Jellal � (Profesor, Rango A): 16 PS
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Ainchase � (Estudiante, Rango E): 10 PS
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Aimée � (Estudiante, Rango E): 10 PS
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Yuno � (Estudiante, Rango E): 7 PS
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• Sosuke no puede absorber la magia de todos los presentes en la batalla al mismo tiempo.

• Yuno está herida, pero no está inconsciente.

Levantó sus cejas y sus orbes mostraron el profundo shock. El sonido ensordecedor del estallido hizo eco a través del gimnasio de la Academia Legacy, interrumpiendo la tranquila rutina de entrenamiento de Nemuri Kayama, también conocida como la profesora del látigo, Midnight. Los cristales estallaron en fragmentos brillantes, esparciéndose por el aire como estrellas fugaces que caían en un firmamento oscuro. La profesora giró rápidamente su cabeza, instintivamente buscando la fuente del caos.

Sus ojos se encontraron con una escena impactante. Flotando en el aire, como un ser etéreo que desafiaba las leyes de la gravedad, se encontraba el responsable de la destrucción. Observó con detenimiento mientras su mente procesaba la magnitud del peligro que representaba. Era evidente que aquel individuo tenía habilidades que iban más allá de lo humano, algo desconocido y aterrador. No sólo eso, una funesta capa, un manto aborrecible y oscuro se cernía sobre la estructura.

— Creo que este tipo está a punto de ser reventado por su propio petardo.

Sin perder un segundo, Midnight se lanzó hacia el intruso, determinada a detener su avance destructivo. Desplegando su confiable látigo, lo maniobró con maestría, haciendo que se enroscara alrededor de la pierna del individuo suspendido en el aire. Con un tirón fuerte y preciso, la profesora logró desequilibrarlo y lo trajo violentamente de regreso al suelo. Se relamió los labios.

— ¡Alumnos, ataquen!

Durante la tranquilidad de la rutina del entrenamiento con su Maestra Midnight lo que fue una clase tan tranquila se vio transformada en un completo desastre tras el enorme estallido del cual él saldría herido, un fragmento de cristal había sido incrustado en el pecho del joven Byprox ocasionándole un fuerte dolor en él y aquel dolor se haría más intenso al momento en el que él trataba de quitarse el fragmento incrustado, sus ojos apuntaron por un momento a quien parecía ser el responsable por lo que sabía que tenía que actuar en un momento como ese así que termino sacando el cristal incrustado de su pecho y en tan solo un parpadeo la herida había sido curaba gracias a su regeneración


— Mierda... Vamos, Byprox ya sufriste heridas mucho peores, levántate qué tus compañeros te necesitan...


A su mente llegaron las palabras que él siempre decía "Mi deber es proteger a los demás" pues ahora es cuando tenía que demostrar sus palabras y ayudar a su maestra y compañeros, no dejar que ninguno de ellos muera o sea herido de gravedad, así que hizo el llamado a sus bayonetas las cuales eran 2 y cada uno apareció en cada mano, con esas armas podía atacar a distancia y pelear a cuerpo, ya que estas tenía un filo qué le permitían a Byprox usarlas como si fueran dos espadas


Una vez que ya tenía sus armas en mano inmediatamente se lanzó al ataque contra dicho individuo, el cual había sido tirado al suelo gracias a su maestra Midnight, eso le hacía más fácil a él, porque así podía dispararle con más facilidad sin que ese sujeto se mantenga volando


— ¡Comete mis balas quien quiera que seas!


Fue así que luego de pronunciar dichas palabras Byprox desató una lluvia de proyectiles de energía contra dicho ser, esas balas tenía la potencia de explosión de 15 granadas y encima podían producir una descarga eléctrica de hasta 20 millones de voltios, eso hacía de peligrosas las armas qué Byprox portaba y que él sabe manejar a la perfección

Escuchó una explosión resonar en la distancia. Sus ojos se enfocaron en el horizonte y vio cómo un gran manto de energía se elevaba en el cielo, oscureciendo el resplandor del sol. Esta misteriosa aura estaba por cerrar la academia, pero un alumno en lo alto mantenía a raya esto.

Sin perder un segundo, Mikasa activó su equipo tridimensional de maniobras, deslizándose por los pasillos con destreza. Su cuerpo se movía con agilidad, como si estuviera bailando entre las sombras. Su determinación era palpable en cada uno de sus pasos. Salta hacia afuera y se decide por atacar frontalmente al villano.

— Estos seres son un blanco más pequeño que un titán. Sí solo estuviera Tomioka acá.

La asesina de titanes lbservó a una de las profesoras de la academia, quien sostenía con firmeza su látigo, enroscado alrededor de la pierna malhechor. Sin dudarlo, Mikasa se impulsó hacia el enemigo, lanzándose en un vuelo preciso, así aterrizó una patada certera en el pecho del villano. Mantuvo su mirada fría y decidida, lista para enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en su camino.

Se encontraba tumbada perezosamente en el tejado de la academia Legacy. Desde allí, contemplaba despreocupada las nubes que flotaban en el cielo, disfrutando de un momento de tranquilidad. Sin embargo, su serenidad fue abruptamente interrumpida por el estruendo ensordecedor de una explosión. Alzando la vista, observó con sorpresa cómo una ominosa cúpula negra envolvía la academia, oscureciendo el entorno y generando una sensación de peligro inminente. Quedó boquiabierta. Debía ser una especie de mago o un "Caster" con poderío abrumador.

Intrigada por la repentina conmoción, Musashi se incorporó rápidamente y se deslizó ágilmente por el tejado hasta encontrar una posición estratégica. Desde allí, pudo vislumbrar al responsable de aquel acto destructivo: un hombre desafiante que había hecho añicos el frontis de la academia. El intruso estaba siendo acorralado por dos mujeres enérgicas y atacado sin piedad por un misterioso joven albino.

- Así que estos deben ser mis compañeros¿No? Y ese metiche debe ser de Ossor. Muy bien. Estoy harta de ganar duelos así que más te vale que seas un buen rival - Una sonrisa audaz se dibujó en el rostro de la albina. Aquella situación se presentaba como un desafío, una oportunidad para demostrar su destreza como espadachín. Sin titubear, se lanzó al ataque, desenvainando sus afiladas katanas con maestría.

Aunque desearía que fuera un duelo personal, sabía que el destino del mundo estaba en manos de los legacianos, y eso era más importante que una ridícula muestra de poder. Sus primeros movimientos fueron dirigidos a las piernas del hombre, buscando debilitarlo y desequilibrarlo en medio del caos desatado. Corta, corta, corta. Ataca sus piernas.

— Estos chicos son extraordinarios, — reconocía el trabajo en equipo de los legacianos. Una sonrisa ladina floreció en sus labios. La batalla parecía estar bajo control. Era algo magnífico. Sus ojos avistaron la escena: la profesora Midnight, una figura misteriosa y letal, lideraba un contraataque implacable contra el causante de la explosión. A su lado, varios alumnos de la Academia Legacy se unían a la batalla, desplegando sus poderes con determinación. Podía reconocer a Byprox atacando a distancia, Mikasa y una chica albina con dos katanas.

Sabía que debía intervenir, pero también era consciente de la urgencia que yacía más allá de aquel enfrentamiento. Sus pensamientos se centraron en Ainchase y Aimée, dos alumnos con habilidades mágicas excepcionales. Ellos eran la clave para disolver el manto de magia oscura que amenazaba con envolver la academia por completo. — Meteor, — un fulgor dorado recubrió el cuerpo del peliazul y salió disparado como una bala a la azotea del castillo. Aterrizó donde estaban ambos y extendió sus brazos para potenciar a Ainchase y empujar esa especie de cúpula. Los tejados se empezaron a resquebrajar por el intenso poder que proporcionaba.

La pelirrosa fue expulsada de manera abrupta del patio del frontis cuando un trueno masivo impactó directamente en sus costillas. El poderoso rayo provenía de aquel mago oscuro, directamente desde su mano. Por unos segundos, todo lo que vio fue un haz de luz blanco. Entonces, una cascada de dolor la bañaba por completo. Sentía como si le estuviera cayendo una montaña en su cuerpo.

A medida que Yuno caía aparatosamente al suelo, debido a la fuerza de la explosión, su cuchillo largo escapó de su mano, perdido en el caos. La yandere intentó reincorporarse, pero el dolor agudo proveniente de su costilla le recordaba que el impacto no había sido en vano. Sentía una quemadura intensa en su cuerpo, y sus huesos fracturados le dificultaban el movimiento.

— Maldito...

Sin embargo, en medio de la adversidad, Yuno no estaba dispuesta a rendirse. Aprovechando la vulnerabilidad de su enemigo, tendido en el suelo y siendo acorralado por los demás, ella centró su atención en su brazo derecho y rápidamente apuntó su arma en su dirección.

Sosuke  (Profesor, Rango E): 5 PS
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Nemuri (-3PS), Byprox (-1PS), Mikasa (-1PS), Musashi (-1PS), Yuno (-1PS)

Aimée  (Estudiante, Rango E): 10 PS
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Ainchase  (Estudiante, Rango E): 10 PS
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Byprox  (Estudiante, Rango E): 10 PS
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Jellal  (Profesor, Rango A): 16 PS
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Mikasa  (Estudiante, Rango E): 10 PS
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Musashi  (Estudiante, Rango E): 10 PS
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Nemuri  (Profesora, Rango E): 13 PS
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Yuno  (Estudiante, Rango E): 7 PS
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Sosuke (-3PS)

• Nemuri ya no puede tener sujeto a Sosuke con su látigo.