El lugar escondido {Priv. Blaz}

Su tarea resultaba bastante simple: Solo debía investigar la región de fábricas, que clase de lugar era aquél y en que resultaba útil. De antemano su expresión era aburrida puesto que no era de su particular deseo el ver a un montón de monótonos empleados cumplir con sus labores en un lugar tan gris como remoto, pero la investigación era algo necesario, además de que la curiosidad siempre había sido uno de sus quizás más grandes problemas.

De cualquier modo, ya se encontraba allí, por lo que era mejor estar alerta.

La tarde empezaba a caer, lo había escogido así pues a esta hora todo el personal empezaba a retirarse y eso haría más ¿Sencillo? Su asunto, después de todo con su ojo mecánico podía ver a través de las paredes, quizás no figuras completas pero su visión de calor resultaba bastante buena para identificar objetos en movimiento y por supuesto, los que se encontrasen quietos de igual modo, no con la misma claridad por supuesto.

En su recorrido todo se le hizo tan gris e insípido que empezaba a ser molesto, sin embargo algo capturó su atención: Una edificación que antes no había visualizado… ¿Estaba acaso viendo cosas? No podía ser: Estaba segura que en su rastreo previo no había observado ese lugar, definitivamente sus sentidos no podían estar jugándole una broma.
Ante el cambio decidió acercarse: No se veía tan “gris” como el resto de fábricas, además, podía jurar que la puerta se encontraba abierta, la rubia tragó seco… ¿Era esto alguna clase de trampa, quizás? Nunca se podía ser demasiado confiado, y ella aún no conocía mucho sobre el lugar.

Decidió darle la vuelta primero, intentando buscar algún rastro de movimiento tras sus paredes, no entraría a menos que de verdad hubiese alguna clase de misterio envolviendo este edificio, por mucho que la punzante curiosidad le dictaminase que sería buena idea echar un vistazo. Sin embargo algo en sus sentidos le gritaba del mismo modo que no era la única en rondar ese lugar, lo cuál debía mantenerla más alerta que de costumbre, no sabía si podía confiar del todo en las personas que le rodeaban en estos momentos, más valía pasarse de precavida que de tonta.

Spoiler:

Las fábricas, sentía que no era su primera vez visitando un lugar como ese a pesar de que su memoria seguía en blanco, por esa misma razón tenía motivos de sobra para poder ir a el área que contenía un poco más de contaminación que el resto de la ciudad, y es que, ¿cómo la gente podía vivir entre tanto dióxido de carbono, y otras sustancias contaminantes? Si fuera por él, que estuviera obligado a tener una vivienda por esa ubicación, ya estaría usando su propia mascara de oxígeno. Pero afortunadamente, ese no era el caso, se encontraba feliz y contento de tener su propio dormitorio en Legacy. Sólo estaba ahí para investigar, esperanzado de encontrarse con algo interesante y no un simple paseo.

Con sus ojos rojos recorriendo cada centímetro del lugar a cada paso que daba, el albino se paseaba entre las paredes y las personas que rondaban por los alrededores, familiarizándose con la zona antes de comenzar con la tarea. Raramente sentía que esa costumbre de explorar y luego actuar era algo que le enseñaron de niño, tenía ese pequeño presentimiento, pero no podía recordar nada, y no era algo que le preocupara por el momento.

Se detuvo frente a un edificio que al parecer fabricaba papel, no sabría decir que era "magia" lo que sentía más adelante pero si que tenía a su subconsciente diciéndole que podría haber algo más adelante, era una corazonada como la que tuvo con el chico vampiro que se encontró en la academia, y junto con las otras criaturas sobre naturales que se encontró dentro de ésta. En su momento sacó la conclusión de que era un modo de alerta en que su cuerpo le advertía de una presencia fuera de lo normal, justo como lo que estaba sintiendo en ese instante. Mucho más adelante de él, lo sentía.

Queriendo saber de que se trataba, se guió por sus instintos y avanzó por el único camino que tenía frente a él, un nuevo olor le comenzaba a llegar, no era perteneciente de las personas -que tal veía todas eran humanas- ni tampoco eran las fábricas, ¿qué era entonces? Apresuró el paso hasta que de a poco comenzó a visualizar la silueta de una mujer, disminuyó el paso a lo normal cuando distinguió unos cabellos rubios. Viéndola más de cerca, no parecía ser de ese lugar monótono. Se detuvo a unos pasos de ella, cerca del inmueble.

—¿Acaso la fábrica también te ha llamado? —se le ocurrió preguntar, sin tener otra cosa que decir. Miró a la joven por unos instantes antes de posar su vista en el lugar nombrado, había algo distinto en ese lugar, podría ser algo mágico, algo misterioso, algo raro, pero tenía la curiosidad de saber que era lo que había. Sonrió un poco, tal vez por la emoción, miró a la contraria, y sin poder resistirlo fue directo a la única entrada que había.