Descifrando el cielo. [Priv. Liam]

Al escuchar sus palabras se relajo y lentamente fue separando las manos de su rostro. Quiso pensar que había sacado ese tema para alejarlo de aquel que lo había puesto un poco mal. Miro al cielo, dándose cuenta de lo tarde que era y del largo rato que había pasado en esa terraza.

-Nunca me lo he planteado, aunque podría ser...- Contesto sin despegar sus ojos del cielo, haciendo que sus verdes se volvieran un poco mas marrones por el naranja del cielo. - Seria bonito si ese fuera el motivo. Tal vez quisieran construir un pedazo de cielo mas cercano a ellos...-

Alzo su mano, como hizo momentos antes el droide, intentando alcanzarlo.

-¿Alguna vez has querido volar?-

Era verdad que alguna vez había tenido ese deseo.
Quería experimentar esa especie de libertad para así irse y no volver nunca mas. Tal vez no sobreviviera pero almenos habría sido libre y el sentimiento de felicidad no hubiera tenido limites en su interior.

No pudo evitar soltar una pequeña risita al escucharle. Se le hacía un poco extraña la palabra "partido" y mas si iba relacionada con él.
-Si tu lo dices..- No quería hablar mas sobre aquel tema, a pesar de que fue él el que lo había sacado. "Que desastre..." Pensó mientras observaba en el cielo como un avión apuñalaba un par de nubes que parecían manzanas. Era un poco extraño.

Entonce se dio cuenta de la hora. Estaban en verano y tal vez no era tan temprano como parecía.

-Mierda. ¿Qué hora es?- Pregunto algo alarmado, mientras se levantaba y quedaba medio sentado y le miraba. Tal vez se habían quedado encerrados. El castaño no sabia salir de aquel edifico si no era por el supermercado que había en la parte baja.

Almenas alguna vez en su vida, la gente, ha deseado volar.

No sabia si era porque se trataba de un androide o simplemente porque no tenia necesidad de escapar de nada que no poseía ese deseo. sin embargo creyó que tenia suerte de pensar así. Almenos no se sentiría frustrado por no poder alcanzar sus metas ni sueños.

-No tienes porque mentirme, es la mejor opción..- Dijo antes de darse cuenta de la hora.

-¿Qué?- No le entendió bien. ¿Había dicho las diez y media? "Joder.. ha estas horas todo ya esta más que cerrado..."

En un instante paso de estar preocupado a arquear una ceja al escuchar su ultimo comentario.

-No me extraña que no desees volar, a ti ya te pasa de todo sin necesidad de levantar los pies del suelo.- Sonrió levemente antes de suspirar y luego volver a relajar su cara, otra vez pensativo.

-Estamos encerrados..- Termino pro decir mientras se levantaba e iba al borde de la verja para ver si había gente pasando por allí. Pero probablemente llamarla no serviría de nada o les causaría problemas, al fin y al cabo estaban en un lugar prohibido para personal no autorizado.

-¿Alguna idea?- Le pregunto mientras se llevaba la mano al estomago. Tenia hambre. Su comida había sido medio bocadillo que le sobró de la noche anterior...
La verdad era que justamente entró en el supermercado para hacer la compra porque no tenia nada en la nevera... Y al final había terminado en la azotea. Fue un impulso que no pudo evitar. No tampoco quiso.

El cielo ya estaba mostrando las primeras estrellas. aquel azul grisáceo le invitaba a volver a tumbarse, sin dejar de lado la idea de intentar ver alguna constelación.
Así que se sentó, apoyándose en la verja. Seguidamente miró a Liam.

-¿Has hecho nunca una acampada?- Pregunto mientras a la vez decía la idea que tenia. Probablemente era lo mejor que podían hacer hasta el día siguiente.

Sonrió ahogando una pequeña risa ante su comentario. Era verdad. Poca tienda de campaña se podía hacer con lo que disponían, al fin y al cabo estaban en una azotea.

Se alegraba de que fuera verano. En esos momentos la temperatura en la que estaban era extremadamente agradable. Acompañaba perfectamente el paisaje nocturno.

-Si, creo que ha sido una buena tarde.- Le contento sincero.- Y no, por si a caso te diré que no, no me aburro.-

Era algo nuevo para él y se alegraba de poder vivirlo. Y más con compañía. Probablemente si se hubiera quedado solo en esa misma situacion estaría empezando a darle al coco y terminaría con un ataque de ansiedad y seguramente deprimido.

Sus ojos se perdieron en las lejanas luces de los edificios más altos hasta que volvió a escuchar al pelilia. Al ver aquel bocadillo se sorprendió. Le miro a los ojos para luego volver a mirar al bocadillo. Y el estomago le rugió. -¿A caso me puedes leer la mente?- Pregunto mientras que a la vez se cuestionaba porque un androide poseía un bocadillo, si, según él, no comían.

-Gracias..- Lo tomó con cuidado y lo abrió. -Huele bien.- Dijo con una sonrisa de agradecimiento mientras sentia como la boca se le hacía agua.

Definitivamente debía de intentar no pasar por esas situaciones de intenso hambre. Algún día iba a desmayarse por la calle y al despertarse le faltaría un riñón.

Dió un primer bocado ala vez que alzaba sus ojos para mirar a cielo.
-¿Cómo es que si tu no comes.. Tienes un bocadillo?-
Termino por animarse a preguntar aun con la boca algo llena. Tal vez aquella pregunta desencadenaría otra charla...

-Es una buena manera de pensar...- Contestó el castaño mientras se tragaba un bocado de su cena.

Como siempre, no pudo evitar en compararse con él.
Si Liam viera su casa probablemente le daría un ataque de ansiedad. Prácticamente no tenia nada. Sus paredes estaban vacías y blancas. Únicamente una de ellas estaba llena de de sus fotos favoritas. Las que usaba para ponerse de buen humor cuando no tenia un buen día.

Casi todas sus estanterías estaban vacías. Sin mencionar la decoracion de sus habitación, que era nula.
No necesitaba tener cosas que no iba a usar de inmediato o en un futuro muy próximo. Como fue el caso de su transportin. Lo saco de la basura pero lo estaba usando para su gato.

Sin embargo sus ultimas palabras lo hicieron cambiar todo. Lo que hacia Liam era otra cosa muy distinta y que tenia un nombre del cual no se acordaba en esos momentos. Lo que tenia claro era que aquella enfermedad se daba en personas que se sentían vacías por dentro o habían tenido una gran perdida.

O mas bien esa era la interpretación de Shizuke.

No dijo nada al respecto pero si quiso ayudarle. Solo esperaba que pudiera mejorar con el tiempo y que si podía intentaría contribuir a que eso sucediera lo antes posible.

Tal vez a veces podía llegar a ser un plasta, no sabía respectar los espacios de la gente, ni pensaba antes de hablar. Pero su interior no era malo.

Antes de que pudiera decir nada algo los ilumino por completo. Era la luna. Por alguna razon el ambiente que les rodeaba había cambiado por completo. Volviendo todo de un mágico color azul.

-Madre mía...nunca antes había visto la luna iluminar con tanta intensidad..- Dijo mientras alzaba su rostro para verla directamente.

Sin darse cuenta fue soltando el bocadillo al quedar completamente embelesado por su claridad y auras blancas. Aquella era la vez que la veía tan de cerca en toda su vida y por alguna razon eso lo hacia sentir bien. Sonrió sin apartar sus ojos de ella y se levanto intentando llegar aun mas cerca.

La nostalgia que le transmitía era demasiado placentera para el castaño. Era como si recordara con una sola mirada todo lo bueno que le había pasando en la vida pero que a la vez tenia tan lejos.
El contorno de sus ojos se volvió húmedo por aquellas pequeñas y únicas lagrimas que dejo escapar.

-Quiero volar hacía la luna...- Murmuro sin dejar de sonreir. De alguna manera se sentia en paz y bien. Y a la vez en ojos de los demás, parecía haberse vuelto loco. Era como si la luz de aquel satélite lo hubiese drogado o encantado.

Parecía ser que a un travieso mago se le acabo la locura de su tarro de risas sin sentido y por eso se le ocurrió hechizar la luna. Toda persona humana que viera el plateado satélite brillar aquella clara noche de verano acabaría embriagado por su belleza y su luz alcoholizada.

Así que Shizuke se encontraba dando vueltas bajo de aquella luz la cual lo hacia sentir muy ligero, tanto que aun le daba sensación que en cualquier momento podría despegar de aquel asfaltado suelo. Para así poder ir hacia donde quisiera sin necesidad de gastar ni una moneda de su pobre y vieja cartera ni tener que subir a ninguna barca.

-¿Estoy..volando?- Pregunto entre risas mientras seguía dando vueltas a si mismo. Saludaba a Liam cada vez que lo veía cuando su mirada se cruzaba con el cuerpo del androide. El cual se estaba acercando a él.

No tardo mucho en perder el equilibrio. Quedo tumbado en el suelo con un intenso mareo.

-¿Por qué el edificio se ha convertido en una peonza?- Pregunto con una tonta sonrisa en su boca.

Se había arañado los codos pero aquella sensación de euforia y locura palpitaban con fuerza dentro de su pecho.
De mientras sus ojos volvían a centrarse en la luna hasta que los cerro.

-En serio que quiero salir volando...-

Murmuro mientras recordaba las veces que había deseado saltar al vacío para probar la suerte. Deseando que sus fantasías se volvieran realidad y que una fuerte corriente lo hiciera flotar hasta donde quisiera o simplemente la gravedad se invirtiera.

-Oh... joder...- De repente se levanto para ponerse de rodillas. No tardó ni dos segundos en empezar a vomitar todo lo que antes se había comido. Aunque sus ojos se abrieron cuando todo lo que había en el suelo eran un montón de estrellitas del color del arcoiris. -¿Qué es esto?- Pregunto ignorando el horrible sabor de su boca. Se levantó y miró a Liam.

-¿Qué le has puesto al bocadillo?- Pregunto. Su mirada seguía algo turbia con lo que le costo enforcar.

Aunque cuando lo hizo no pudo evitar sonreir al ver que en la cabeza le habían aparecido unas orejitas de conejo de color violeta, justo como su pelo.
Sin decir nada empezó a tocar donde creía que tenia las orejas. Cuando en realidad le estaba tirando del pelo.

La cara del androide cada vez parecía más la de un conejo. El castaño acariciaba curioso el pelo del chico mientras pensaba que nunca había visto un animal con ese color. Sonreía tontamente embobado por aquel embrujo mientras le alborotaba las greñas.

-Que suave..- Murmuro sin desdibujar su sonrisa del rostro. Su mirada parecía más infantil de lo normal.
Al poco rato empezando a hacerle una trenza en medio de la frente hasta conseguir que pareciera que tuviese un cuerno de unicornio.

Siguió igual hasta que fue cogido y tomado a la fuerza a un lugar sin luz lunar.
Se quedo sentando en el suelo hasta que su sonrisa se desdibujo, quedando completamente perdida en el infinito.

Se mantuvo callado hasta que alzo su rostro y le miro. Y al hacerlo volvió a sonreir.

-¿Y esa trenza en medio de la cabeza?- Pregunto sin entender nada. -¿Me he dormido?- Pregunto mientras pensaba que era lo ultimo que había hecho antes de perder la conciencia.

No tardo mucho en saborear en su boca el chorizo del bocadillo que había estado comiéndose. No recordaba habérselo terminado y eso le extrañaba porque estaba hambriento.

Achicó levemente los ojos al pensar que le había puesto algo en el bocadillo. -¿No habrás puesto nada en el bocadillo. Verdad?- Pregunto sin poder agrandar la mirada, como si empequeñecer los ojos hiciera que la confesión fuera más cerceta o rápida. Si es que tuviera que haber alguna.

Shizuke se sentia cansado pero a la vez bastante relajado. Era como si le hubiesen ayudado a sacar energías positivas a la fuerza y los restos hubieran quedado pegados a su piel.
Se sentia tranquilo y ligero. Aquello había servido como un desahogo. Tal vez pequeño pero lo suficientemente fuerte como para entrarle ganas de dormir. Le dolían los músculos y no sabia porque, aunque no le importaba. Sus ojos parecían querer cerrase mientras miraba a Liam, esperando una respuesta.

"¿Qué hora debe ser? No puede ser tan tarde..." Pensó mientras el peso encima de su cuerpo era cada vez mayor.

El castaño se quedó levemente parado, escuchando sus palabra y reflexionando, a veces le costaba entender el sarcasmo. Pero esta vez tenia bastante claro que lo que decía tenia verdad. Seria estúpido mantener comida envenenada en un bolsillo a la espera de que alguien se la comiera. Y si llegara el caso, esperar a que no estuviera podrida.

-Disculpa, tienes razón..- Le contesto mientras se quedaba quieto, viendo que lo había molestado un poco. Esperaba que comprendiese que se encobraba un poco aturdido, tal vez drogado. Aun no sabia que era lo que le había pasado. Y esa era la idea que se le había pasado por la cabeza. La verdad era que se esperaba un poco de todo, si venia de Liam. Aunque sabia que en el fondo era un buen chico.

Al escuchar sus palabras solo pudo pensar que no quería tener su compañía y que por eso quería irse. -¿Afectarme el qué?- No lo comprendió. Shizuke estaba bien en aquella azotea. Era algo que nunca había hecho y quería pasar la noche allí.

-Si quieres puedes irte, yo quiero quedarme a pasar la noche aquí.- Sin embargo lo haría antes de que nadie se diera cuenta de que la puerta había sido rota, sino la tendría que pagar él.

La verdad era que no le podía prometer que se iba a quedar al recaudo de aquell sombra. Aquella luz le estaba atrayendo bastante. Solo le incitaba a querer bañarse bajo de ella. Cual polilla a la luz de una bombilla. Esa sensación de libertad que sintió momentos antes había sido muy agradable.

-No debes de preocuparte, pase lo que pase, estará bien.-
Aunque le sabia mal que quisiera irse por su culpa. Solo esperaba no haberle destrozado al noche a causa de algun comentario suyo o su forma de ser.

Querida decirle que sentia haberlo molestado, pero su timidez se lo impedía. Se quedo viendo sus manos, esperando a que se fuera, un poco apenado.

Habían pasado un buen día juntos. A pesar de no tener su cámara de fotos, cada vez que mirara el cielo y una nube le recordase a algo, iba a tener presente aquel día.

Solo con aquel recuero tenia suficiente para creer que aquel había sido un buen día, a pesar de que Liam, quisiera irse.