Descifrando el cielo. [Priv. Liam]

Arrugo su entrecejo al escuchar una cosa extraña y casi sin sentido de sus labios. No quiso darle mucha importancia mientras miraba aun sin entender que estaba pasando y porque no se iba al pelilila.

-Te puedo jurar que no se que ha pasado...- Le contesto, empezando a ponerse, sin saber porque, algo tenso.

-Em... pues me gusta mirar la luna..-Desvió su mirada. -Me hace sentir nostálgico porque es algo que me gustaria alcanzar. Y es imposible...- Contesto sincero mientras soltaba un leve suspiro. Era como casi todo en su vida.

La sensación de libertad y desahogo que antes le rodeaba se había esfumado por la intimidación del pelila al rondarle. ¿Qué le estaba pasando? Podía sentir como algo en él no iba bien. Rodó sus ojos hasta verle.

Sus palabras le confundieron. ¿Qué pasaba por su mente llena de circuitos? "¿Depredador? ¿Se refiere a la luna?" Pensamientos de ese tipo saltaban por su cabeza mientras su ceño permanecía fruncido. Suspiró.

-Bueno... solo te puedo decir que el humano es estúpido y hará lo que le de la gana sea bueno o malo para él. Si a cambio le da algun beneficio o placer...- Hizo una leve pausa.- Así somos..- Contó tal vez de una forma un poco aburrida y algo frustrada.

No era tonto y sabia cuando una persona iba a estallar o estaba mal.
Lo podía reconocer porque muchas veces él mismo había pasado una situacion de esas. Verdaderamente aquello le angustiaba. Su corazón se acelero con levedad sin poder apartar los ojos de aquel chico. Sin saber cuales serian sus siguientes palabras o tan siquiera sus siguientes acciones.

Pero al ver su respuesta se sorprendió. ¿De verdad era un androide? Aquello le parecía una acción tan común en los humanos y a la vez tan frustrante que le extrañaba que pudiera hacerla.

-No sonrías.- Le contesto mas que serio. Por unos segundos le recordó a Misogi, con su imborrable y asquerosa sonrisa falsa. Pero por supuesto sabia que no eran igual. Solo se parecía en que estaba intentando esconder algo detrás de aquella curva tan forzada en su boca.

-No tienes porque fingir delante de mi. -Sus padres nunca habían fingido estar bien para transmitirle seguridad. Y ya no necesitaba eso. Tampoco lo quería. -¿Qué te pasa?- Pregunto seriamente. Esperaba que comprendiera que aquello le molestaba bastante.