Un contrato sin pago. (Privado with Rin)

El paso por  los solitarios y tenebrosos bosques de Corea parecía serles indiferentes, era zona de extrema hostilidad. Pero ninguna noticia de hostilidad había sido tan fuerte como los ataques que habían recibido recientemente. Por orden de ella, su Master.
"Rin, definitivamente ese es su nombre" Era lo único que se repetía en su cabeza una y otra vez. Por qué solo alguien como ella era tan obstinada y orgullosa como para llevarlos a ambos en una misión suicida simplemente para demostrar su poder. Deseaba hacerlo rápido, queriendo evitar el peligro innecesario.

Archer se encontraba en guardia, blandía el acero negro y blanco de Kansho y Bakuya con gran rapidez, en cambio, su enemigo, el protector del bosque Mirak, El Pierre de Beamount, blandía un mandoble bañado en azul. Era un poderoso Luchador-Tanque de Mirak, dispuesto a dar su vida por proteger los confines del bosque de cualquier intruso Legaciano, a diferencia de él, parecía todo un corredor de bosques, de gran barba, sus ojos ardían en determinación, locura, sadismo.

---Ustedes los Legacianos son extremadamente patéticos, débiles e insulsos---Dijo, sonriente-Atacando por las noches, donde nadie más que la luna puede verlos e inculparlos con su voz muda. Váyanse, y tal vez les deje vivir.

Archer imaginó el rostro de su master en la cabeza. Se lo imaginó expectante, el ceño fruncido. queriendo ver todo su poder.

---No me subestimes.--El servant levanto sus ojos de halcón con voluntad férrea---Courier des bois.

Las hojas se separaron de lado a lado, rechinando, dando comienzo al combate en un encender de fuego y chispa.

Beamount se adelantó con una velocidad inhumana, lanzó dos tajos desde ambas direcciones hacía su cabeza, era demasiado rápido,  pero no para los entrenados ojos de Archer, ni para sus brazos, que alzaron a Kanshou y Bakuya en ambas direcciones, bloqueó el ataque, lanzo la patada de hacha al aire. Beamount retrocedió con un salto acrobático hacía atrás. Archer arremetió con la irrompible hoja de durandal, cambiando su dúo de armas habitual. Las espadas resonaron en un poderoso estruendo cuando volvieron a unirse. Se mantuvieron inertes.

---No pareces ser una escoria.---Admitió el Frances.

No recibió respuesta.
El Frances utilizó su fuerza superior para empujar a Archer lejos. Este le siguió el juego, cambiando rápidamente a Durandal por Kanshou y Bakuya. Beamount arremetió con un mandoble, Archer lo detuvo con la diestra de Bakuya, mientras que le dirigió un estoque hacía el abdomen con la hoja libre, pero Beamount deslizó el pie derecho, pues solo utilizo una mano para su ataque. Arremetió con el codo sobre la nuca , al igual que la rodilla sobre el estomago.

Archer sintió dolor, mucho dolor, puso ambas manos en el suelo para hacer una acrobacia, pero él le respondió con un tajo en el abdomen, otro en algún lugar que no identifico y una patada  circular por la izquierda. La bloqueo con Kanshou, que se rompió en mil pedazos. Separó las manos del suelo antes de que la patada le rompiera los brazos. Beamount alzó el mandoble, resplandeció a la luz de la luna.

Archer se suspendió en el aire, una luz verde emergió de sus manos, viendo que debajo le esperaba la muerte.

Disparó.

Fue un susurró fino, muy silencioso, muy discreto, aquel que sucedió cuando la flecha atravesó la punta de la espada.
La hoja del guardabosques se rompió en mil pedazos, los fragmentos de acero se dispersaron en el aire como esquirlas. Le cortaron el rostro, la boca, los labios, los ojos.

---¡AArgh!
Beamount gimió  de dolor. Estaba ciego.

Archer dio una voltereta en el aire, se deslizó por la tierra del claro, quedando frente a su master. En sus manos había un arco con la cuerda tensa y un proyectil espinoso.

---¡Caladbolg!---Disparo de nuevo.

El poder del disparo hizo que una espiral se formara en el aire. Una luz azul se dirigió hacía el pecho del guardabosques...
La explosión generó una nube de polvo y fuego.

---En esta forma...mis capacidades no están completas.

Archer jadeaba, aun le persistía el dolor del golpe, la sangre se deslizaba a chorros por el negro de su ropa. al igual que de su tibia, los cortes eran profundos, muy profundos. Pero no más profundos que el sentimiento de ardor que le provocó ver aquellos demoníacos ojos rojos emerger desde la oscuridad del claro invisible.

---¿Cuales son tus ordenes, master?---Preguntó.

La batalla había terminado.

Master se le acercó, atendiendo sus heridas inmediatamente, estaba claro que ya no deseaba combatir más, al menos por ese día, se levanto despacito, como hombre inmune al dolor, la nube de polvo del claro de luna se iba disolviendo lentamente, desvaneció sus armas. Sonrió, conmovido por lo que ella le había dicho, se rió para sus adentros, no queriendo hacer muestra alguna de burla sobre su amable voluntad.

---Gracías master, esperare entonces su recompensa.

La luna no podía lucir entonces más hermosa, se volvió hacia su master, miró sus hermosos ojos, que eran lo más bello de su rostro. ¡-Que bella era la hechicera!-- Exclamó para sus adentros, la luna los iluminaba inocentemente mientras permanecían en la linea invisible de la montañosa frontera Merakiana, se levantó, limpiándose el sucio, ahora solo existía una sensación de tranquilidad, tenue, los llamaba a casa.

---Si, master---Le respondió---Vamos a casa.

Regresaron a Legacy muy tarde, aun la Luna se mantenía en su auge, y iluminaba los pasillos suavemente, sus pasos apenas resonaban, eran pasos monótonos, pesados, había cansancio en ellos. Ocasionalmente miraba el rostro de su Master mientras caminaban, saber que ambos habían salido de aquella situación le embargo de paz. Ciertamente, estaba agotado, y necesitaba recuperar todo el maná perdido. Pero no demostró esto ante ella, pues no quería preocuparla.

Al llegar frente a la habitación de master, ella le dedico una reverencia, sonrió ante sus palabras, ciertamente, estuvo muy cerca de sentirse ruborizado.

---No hay de que...hasta mañana.

Master abrió la puerta, y lo ultimo que vio fue su espalda vestida de rojo escarlata desaparecer en la oscuridad, la luna aun era muy hermosa, recordó entonces el momento de su invocación. Se sacudió, suspiro profundamente, y finalmente, entró en su habitación, justo al lado, se recostó en su cama.

Pasaron muchas horas antes de que logrará dormir.
¿Qué pasaba dentro de sí?