Inicio de un largo y duro contrato como Servant (Esdeath)

 
 
 
 
 
 
 

— Tendrás que casarte conmigo. —

Se había adentrado a un nuevo mundo que desconocía por completo y se le hacía extremadamente interesante. En sus tiempos de servicio al imperio había escuchado a un par de campesinos hablar sobre los magos pero ¿Servants? Jamás. Quizás en esa parte del planeta tierra no existía tal cosa, de cualquier manera ella misma se encargaba de protegerlos de amenazas externas y resguardarlos de actividad extraña, diferente a lo habitual. Por eso mismo, nunca antes había escuchado algo similar. No hasta que se enamoró perdidamente de Emiya, quien le robó el corazón con tan solo una sonrisa. Por él, y para tenerlo junto a ella para siempre fue que se convirtió en "Máster".

A la general nada solía inquietarla, o asustarla. Pero debía admitir el hecho de que le hacía ruido que su enamorado fuese un espíritu, uno que ya había "acabado su vida" en la sociedad humana. No estaba acostumbrada a cosas de ese tipo, y si la dejaba pensativa noche tras noche lo mismo, habían muchas cosas que no tenía en claro, y no podía encontrar una respuesta por si sola. Por esto mismo, emprendió rumbo al punto de encuentro, lugar donde después de un tiempo podría ver al fin a su querido Archer. No era típico de Esdeath arreglarse para alguna ocasión, para nada. Siempre vestía su uniforme de general, siempre iba con su espada en la cintura.

Pero esta vez intentó hacer un esfuerzo por cambiar. Quizás no era una cita como tal, pero ella quería presentarse de una manera más. . . Informal. Más bien, deseaba impresionarlo, y verse más hermosa. ¿Como una mujer común? Podría ser, era bastante ignorante en cuanto a lo que vendría siendo lo "normal, común". De hecho, todo esto era completamente nuevo para ella, sentimientos y sensaciones que no entendía, pero se dejaba guiar por ellos, y por los impulsos.

Le había preguntado a sus Jaegers, como debía vestir, que debía ponerse, cómo maquillarse. Siempre estaba dispuesta a aprender de los demás.

El lugar donde se verían no era el más apropiado para una "cita" pero aún así llegó allí, con su vestido negro ajustado, tacones negros y labios brillantes.




— ¿No es muy peligroso estar en un lugar tan alto como este?.

Dijo con los brazos cruzados mientras lo observaba a lo lejos, mientras simplemente daba un suspiro ante el sarcasmo del albino. Ya se iba acostumbrando, poco a poco.

— Estás en lo correcto. No estoy bien informada del tema y el único que puede ayudarme eres tú.

Dió un par de pasos para acercarse a él, mientras veía que Archer también se aproximaba. Una vez frente a frente ambos, le escuchó con atención, ni en sus sueños había pasado lo que estaba suceder.

Así es, nunca pensó en casarse tan pronto.

Retrocedió un paso, totalmente impactada. En ese momento su estómago se revolvió como si hubiese estado en una atracción de un parque, fue tan así que sintió un tirón en el abdomen. Tragó saliva y se le acercó con euforia, ¿Que era lo que sentía? Sus ojos parecían comenzar a humedecerse, ¿Que era, que era?.

— ¡Emiya. . .!

Se abalanzó a él, sin dudarlo, y lo abrazó con todas sus fuerzas.

— Acepto, acepto. ¿En realidad me amas? No creí que fuera recíproco. Podría matar a alguien ahora mismo, podría dar una pelea espléndida con estás sensaciones tan extrañas. . .

Se alejó, tomándole las manos con fuerza y hablándole directamente a los ojos. No sabía que hacer, sentía adrenalina y no sabía cómo liberarla más que peleando.