Misterios en la selva [Privado con Rias]

El movimiento de loa dragones sobre el cielo, era de terror, al verle los ojos de esos dragones se notaban inquietos, algo les causaba un pánico. Creo que por eso no se habían molestado al momento en que Emilia y yo habíamos decidido subir a los lomos de ellos, estaban tan concentrados en que su única idea era escapar que no nos tomaron atención. Lo que se venía era atemorizante. Mi mano se apoyó por debajo de mi mentón, estaba un poco pensativa, pues porque querían destruir todo este lugar — humm? — una peculiar silueta llamó mi atención, como si de un espíritu se tratara, pues se encontraba elevado en el denso aire, pero el sujeto estaba sereno.

Hasta que una inmensa bola se fuego llamó mi atención agachando la mirada, ese frondoso bosque estaba quedando en esas ardientes llamas, que poco a pico destruiría todo. Solo observe como ese pequeño espíritu, o mascota aun no sabía muy bien de qué especie era, pero siempre le brindaba su ayuda a la joven Emilia así, solo le preste mi atención, pues se notaba que él sabia lo suficiente, y si se trataría de prestar mi magia, para la protección de este lugar sería lo haría — mmm espera, ¿estas diciendo qué algo peor vendrá? —

Al decir esas palabras con un tono de preocupación, en la voz de de la pelirroja. La silueta de una persona, aparecía frente a nuestros ojos. Su voz era tan retadora, era obvio que no se detendría por estos dragones, que ella deseaba, así tampoco nosotras nos íbamos a dejar vencer por un capricho por ella — lo siento, no pensamos irnos para darte los dragones, así que tendrás que pelear por ellos, pequeña caprichosa — decía con una mirada seria en mi rostro, para aparecer uno de mus sellos, por encima de nosotras, ese gran sello de color rojo intenso, me ayudaría, pues con eso podría hacer cualquier de mis poderes. Pero al momento que había mencionado eso, nos dimos cuenta que tampoco ella tenía intenciones de darse por vencida, así sólo aparecieron más y más de sus protectores de capuchas negras.

El fuego se había logrado contener con la magia de Pack combinada con la mía, las llamas no habían cesado del todo, pero estaban casi extintas por completo, habíamos dado minutos de ventaja a todas loas criaturas que huían aterrorizadas por aquellas imponentes llamas.

Los dragones estarían suspendidos en el aire, rodeados de aquellos seres oscuros, cual sombras acechaban a nuestro alrededor, justo en medio yacía la que parecía ser su líder, frenética, sarcástica, con un tono de voz burlesco, profirió amenazas contra Rias y contra mí, parecía una criatura osada, sin escrúpulos, sin límites, eso, la hacía un potencial peligro.

El aura que de ella emanaba sería oscura, denotaría no solo su maldad, también su poder, a pesar de eso, Rias no se dejó asustar por ella, la encaro y le dejo claro que estábamos dispuestas a luchar contra ella. El comentario hecho por la pelirroja no fue tomado nada bien por quien nos tenía rodeadas.

--Soy Dasha, la reina oscura, fui liberada para consumir el mundo, para sumergirlo en la oscuridad, esos dragones , me pertenecen, así que pagarán con sus vidas el desafío que han hecho, ante su reina.- Así la mujer de que parecía tener cabellos negros, cubiertos por una capucha, por fin mostraría su rostro, una piel pálida, sería lo primero a resaltar, sus ojos azules como el cielo, en un parpadeo se tornaron carmesí, su sonrisa era casi demoníaca.

Un estremecedor grito fue lo que ella exclamó, el eco del mismo hizo que todos los animales pegaran quejidos, al igual los dragones, que rompieron su estado suspendido, totalmente salvajes se movían, sin rumbo, sin dirección, así mismo Pack y Lia se cubrieron sus oídos intentando mitigar el dolor que aquel gritó causó.

--Rias, Pack debemos hacer algo, antes que todo se salga aun más de control- fue lo que pude expresar antes de de elevar ambas manos en dirección de Dasha, decenas de estacas de hielo salieron disparadas en su dirección, mientras Pack haría una seña y los dragones lanzarían ataques simultáneos a las sombras, las muestras de poder de los dragones eran variadas, algunos eran de fuego, otros de hielo y unos más de electricidad.

De entre todos los ataques algunos fueron efectivos otros no, a Dasha no le habían causado daño alguno, por el contrario había evadido, lanzando una gran bola de fuego hacia nosotras.

¿Qué es lo que ahora haríamos?¿Cuál era la estrategia de Rias?-- ¡Profesora! .....¿Qué es lo que podemos hacer?-. La voz de Emilia sonaría desesperada ante la situación.

— bueno esta bien, no nos daremos porvencidas  —  extendía la mano por un costado del dragón apareciendo uno de los sellos de color rojo, que mantenía como futura heredera de la familia Gremory, para así saltar del costado del dragón, aunque también le otorgaba uno a Emilia, no tenía que dejarla atrás más cuando se trataba en un trabajo de equipo, mis ojos se posaron en los azules de la ajena era claro que no era por estos rumbos, y  llevarse los dragones, no estaría disponible, los protegeríamos a toda costa — ha de ser una hechicera, he de suponer — decía susurrando nadie podía dominar los dragones, como si nada, pero sí alguien usaba magia sería fácil de lograrlo, con el control mental

— plan? — decía confundida aunque solo volteaba a los lados, si nos disponíamos a pelear en esta zona resultaría muy dañada así solo extendía las manos al cielo, que un rayo de color rojo salía a lo mas alto , para después dispersarse  por los costados como tal campo de concentración , todo lo que nos rodeaba ya sea animales  y las plantas , como el cielo sobre nosotras se había tornado un color rojizo nos ayudaría a  que en la batalla nada resultara dañado — Emilia, tenemos que impedir que lleguen a salir del bosque los dragones, será difícil regresarlos —  como limite estaba la ciudad, y si los dragones llegaban por encima de la capital de los humanos, causaría más que problemas, los mortales no sabía de la existencia  de estos animales.

No era lo mío  hablar durante las batallas,  así que  extendía mi mano por delante  pues también estaba dispuesta a atacar, un pequeño sello se represento en la palma de mi mano, y al poco momento de  ello comenzaron a salir , pequeñas bolas de energía que cuando daban con su objetivo provocaba una explosión  haciendo que sus energías disminuyeran drásticamente mientras  solo me mantenía a una distancia apropiada