Se bienvenid@ Invitado a ~ +ACADEMIA LEGACY+ Foro de rol literario ~. Fue creado el Jue Mar 13, 2014 4:55 pm, es decir que tenemos exactamente 3906 días de vida. Hasta ahora sus 160 usuarios han escrito 12128 temas en los 120 foros que existen. Tú, Invitado, haz escrito 0 posts desde que te registraste el Miér Dic 31, 1969.
El último de nuestros usuarios registrado fue Asuna Yuuki
El último de nuestros usuarios registrado fue Asuna Yuuki
Conectarse
Notificaciones
Online
¿Quién está en línea?
En total hay 420 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 420 Invitados Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 426 durante el Sáb Nov 02, 2024 6:16 am
Últimos temas
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 2.0
Academia Seeds of Legacy por Beatrice y Gilgamesh se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden encontrarse en https://academialegacy.activoforo.com/.
El crédito por el diseño del foro se da a Jack, quien ha trabajado en la estructura visual de éste y en otros aspectos metafuncionales. Los planificadores de la trama del foro son los administradores Beatrice y Gilgamesh. El crédito por el sistema interno del foro se da a los miembros fundadores: Jannei MC.Clov., Jyu Viole Grace, Mavis Blanc y Suigintou, en conjunto con los otros administradores. Asimismo, a Darren Criss por el modelo de fichas, a las obras de varios autores -cuyo uso está exento de ánimos de lucro- y a los administradores que operan desde la página oficial de Facebook, la cual es propiedad del foro. Ante cualquier semejanza con el diseño y trama de este foro, los administradores llevarán a cabo el proceso pertinente estipulado por la normativa de Creative Commons para iniciar acciones relacionadas a propiedad intelectual.
Academia Seeds of Legacy. 2014-2021.
La vida es ahora (Emilia)
2 participantes
Página 1 de 1.
La vida es ahora (Emilia)
El viento solpaba tibio. El sol ya se estaba escondiendo, y el cielo pintaba un color anaranjado y fucsia. Jellal estaba en el campo de los que ya se habían ido. De pie frente a la tumba de uno de los primeros amigos que había hecho hasta ese momento: Corrin. Recordaba que solían almorzar juntos e incluso hablar sobre cosas triviales como tareas y el clima, pero esa conexión especial de amigo estaba allí. Porque sabían que podían contar el uno con el otro.
Pero el cuerpo es débil. El peliazul solo leía la inscripción de la lápida, "Amado amigo y estudiante. Vivirás por siempre en nuestros corazones". Es duro darse cuenta de que esa persona con la cual compartías tu vida, de un día para el otro, se esfuma como hojas al viento. La mirada café de Jellal evidenciaba una tremenda melancolía. Negó con la cabeza, se puso de cuclillas, y acarició su lápida.
Daba igual. Corrin estaría con él. De hecho, Jellal tenía varios objetos de Corrin en su habitación tales como su almohada y su corbata que de vez en cuando la usaba. Se levantó, y comenzó a recorrer el bellísimo jardín. El viento comenzó a ponerse algo más helado. Solo estaba con su uniforme y una bufanda de color verde enrollada al cuello.
Entonces, vio unos cabellos de color violeta, y escuchó un llanto. Sin trepidar, el joven Fernandes se dirigió hacia la fuente de sonido, y mientras iba aproximándose descubrió quién era: Emilia. Mordió sus propios labios, para luego colocar la mano sobre su hombro y abrazarla con fuerza. No dijo nada porque sentía que las palabras estaban demás. Era momento de reflexión. Momento para percatarse de que somos existencias finitas.
Pero el cuerpo es débil. El peliazul solo leía la inscripción de la lápida, "Amado amigo y estudiante. Vivirás por siempre en nuestros corazones". Es duro darse cuenta de que esa persona con la cual compartías tu vida, de un día para el otro, se esfuma como hojas al viento. La mirada café de Jellal evidenciaba una tremenda melancolía. Negó con la cabeza, se puso de cuclillas, y acarició su lápida.
Daba igual. Corrin estaría con él. De hecho, Jellal tenía varios objetos de Corrin en su habitación tales como su almohada y su corbata que de vez en cuando la usaba. Se levantó, y comenzó a recorrer el bellísimo jardín. El viento comenzó a ponerse algo más helado. Solo estaba con su uniforme y una bufanda de color verde enrollada al cuello.
Entonces, vio unos cabellos de color violeta, y escuchó un llanto. Sin trepidar, el joven Fernandes se dirigió hacia la fuente de sonido, y mientras iba aproximándose descubrió quién era: Emilia. Mordió sus propios labios, para luego colocar la mano sobre su hombro y abrazarla con fuerza. No dijo nada porque sentía que las palabras estaban demás. Era momento de reflexión. Momento para percatarse de que somos existencias finitas.
Última edición por Jellal Fernandes el Sáb Ene 27, 2018 3:03 pm, editado 1 vez
Jellal Fernandes
Re: La vida es ahora (Emilia)
Pérdida, tras pérdida, esa era una constante en mi vida, mis padres, mis tíos, amigos, amores, era como sí una maldición me acechará y no quisiera soltarme, mil peligros había enfrentando y tampoco gocé del beneficio de la muerte. Mi camino lleno de esperanza a veces se quebraba a pesar que siempre intentaba mantener una actitud firma y llena de esperanza, en ocasiones me desmoronaba, casi siempre a solas.
Solía ir al cementerio a dejar flores en las tumbas y charlar con los espíritus, contarles mis penas y a veces llorar con ellos un poco. Esa mañana no había sido la excepción a muy temprana hora había iniciado mi viaje, el sol estaba en su esplendor, había un ligero viento que alborotaba sus cabellos plateados, mientras en sus manos la semi-elfa cargaba un ramo de rosas, serían unas 30 para repartir en cada tumba.
Al llegar al panteón coloco una flor en cada lápida dedicando una breve convivencia con los espíritus, la tarde comenzó a caer, Emilia busco la sombra de un árbol y su llanto estalló por fin había comenzado a desahogarse, Puck, guardo silencio mientras la veía con sollozar, su corazón también estaba destrozado, una vez más habían roto el corazón de Emilia frente a sus ojos.
Pack dio un largo suspiro y se sentó en silencio intentando contener sus lágrimas, se sentía devastado al no poder proteger el corazón de Emilia, Kuro se había ido sin mayor explicación, dejándola confundida, tras varios minutos ambos captaríamos una presencia.
Dirigí mi mirada, hacia un joven de cabello azul, parecía algo triste también, sequé mis lágrimas intentando disimular y esbocé una sonrisa al hombre.
--Buenas tardes, no creí que hubiera alguien a estas horas por aquí-.
Solía ir al cementerio a dejar flores en las tumbas y charlar con los espíritus, contarles mis penas y a veces llorar con ellos un poco. Esa mañana no había sido la excepción a muy temprana hora había iniciado mi viaje, el sol estaba en su esplendor, había un ligero viento que alborotaba sus cabellos plateados, mientras en sus manos la semi-elfa cargaba un ramo de rosas, serían unas 30 para repartir en cada tumba.
Al llegar al panteón coloco una flor en cada lápida dedicando una breve convivencia con los espíritus, la tarde comenzó a caer, Emilia busco la sombra de un árbol y su llanto estalló por fin había comenzado a desahogarse, Puck, guardo silencio mientras la veía con sollozar, su corazón también estaba destrozado, una vez más habían roto el corazón de Emilia frente a sus ojos.
Pack dio un largo suspiro y se sentó en silencio intentando contener sus lágrimas, se sentía devastado al no poder proteger el corazón de Emilia, Kuro se había ido sin mayor explicación, dejándola confundida, tras varios minutos ambos captaríamos una presencia.
Dirigí mi mirada, hacia un joven de cabello azul, parecía algo triste también, sequé mis lágrimas intentando disimular y esbocé una sonrisa al hombre.
--Buenas tardes, no creí que hubiera alguien a estas horas por aquí-.
Emilia
Re: La vida es ahora (Emilia)
— Venía a visitar a un amigo. A veces vengo acá a recordar a todos los camaradas que se han ido — es lo que respondió el peliazul mientras los cabellos flameaban por el tibio viento. Se colocó las manos en los bolsillos y no dijo nada más. Calló y el silencio, aunque reconfortante, se apoderó de la situación. No había más voz, sino que el silbido del viento y alguna que otra gaviota que graznaba a lo lejos. Como Jellal tenía unos supersentidos bien afinados podía percibir claramente que cada vez se estaba poniendo más helado. Efectivamente, el sol se hundía en el horizonte.
— Es triste todo. Es duro vivir... tener que salir adelante y solo depender de ti para no morir. Aunque tenemos amigos, no podemos de nadie más para sobrevivir, — comentó Jellal al tiempo que se acomodaba la bufanda. Suspiró. Varios pensamientos negativos se arremolinaban dentro de su mente. Imágenes de futuros aciagos le asaltaban de vez en cuando. ¿Qué será de mí? ¿Qué será de la Academia Legacy? ¿Qué será de las amistades que tengo? — Está claro que todo tiene un fin ¿o no, Emilia? Eso me perturba. Que un día, todo lo que yo tengo y he conseguido con tanto esfuerzo se desvancerá — otra ráfaga de viento sopló haciendo ese silbido más agudo, y por lo tanto que interrumpiera un poco las palabras de Jellal.
Carraspeó dos y tres veces. No había mucho que decir en un lugar como este, en donde sueños y esperanzas habían sido sepultadas junto a sus dueños. Sí, todo tenía un fin, e incluso el joven Fernandes también debería cesar de existir. La cruda e injusta ley de la vida. — Mucha injusticia, demasiada — repitió las palabras que le vinieron a la mente. No tenía idea por qué las cosas eran así. — ¿Vamos a la cafetería? Hace mucho frío acá — tocó el hombro de su amiga, y siguió por el sendero de piedra caliza, rodeado de lápidas de tiernos nombres, los cuales eran alumnos de la Academia así como ellos. Personas.
— Es triste todo. Es duro vivir... tener que salir adelante y solo depender de ti para no morir. Aunque tenemos amigos, no podemos de nadie más para sobrevivir, — comentó Jellal al tiempo que se acomodaba la bufanda. Suspiró. Varios pensamientos negativos se arremolinaban dentro de su mente. Imágenes de futuros aciagos le asaltaban de vez en cuando. ¿Qué será de mí? ¿Qué será de la Academia Legacy? ¿Qué será de las amistades que tengo? — Está claro que todo tiene un fin ¿o no, Emilia? Eso me perturba. Que un día, todo lo que yo tengo y he conseguido con tanto esfuerzo se desvancerá — otra ráfaga de viento sopló haciendo ese silbido más agudo, y por lo tanto que interrumpiera un poco las palabras de Jellal.
Carraspeó dos y tres veces. No había mucho que decir en un lugar como este, en donde sueños y esperanzas habían sido sepultadas junto a sus dueños. Sí, todo tenía un fin, e incluso el joven Fernandes también debería cesar de existir. La cruda e injusta ley de la vida. — Mucha injusticia, demasiada — repitió las palabras que le vinieron a la mente. No tenía idea por qué las cosas eran así. — ¿Vamos a la cafetería? Hace mucho frío acá — tocó el hombro de su amiga, y siguió por el sendero de piedra caliza, rodeado de lápidas de tiernos nombres, los cuales eran alumnos de la Academia así como ellos. Personas.
Jellal Fernandes
Re: La vida es ahora (Emilia)
La semi elfa era la primera vez que tenía un encuentro con Jellal, sabía que era un estudiante de Legacy, se decía que era de los primeros que habían llegado aquí, a pesar de eso, no había tenido el placer de conocerlo, hasta el día de hoy el destino cruzó nuestros caminos, justo en el lugar, menos imaginado, ese espacio donde se solía despedir a las personas cuya vida se extinguió.
Jellal parecía ser un hombre que había padecido muchas perdidas, a lo largo de su vida, su mirada triste, su voz, sus gestos, cada aspecto de él para mí denotaba una vida díficil, sentí un gran pesar en sus palabras, pero al mismo tiempo despertó en mi esa necesidad incorregible de querer saber más, ayudarlo y hacerle sentir feliz.
Sus palabras tenían un alto grado de razón, la vida era un delgado hilo, en apariencia delgado, pero que podía ser cortado en un parpadeo y así todo por lo que luchamos en vida parecía que se perdería, dejando una sensación de profundo vacío, como la que él había expresado, escuché su invitación a la cafetería, así que me puse de pie y aunque no le conocía decidí mostrar lo mucho que deseaba que fuéramos amigos; tome su brazos comencé a caminar con él.
--Sabes Jellal, la vida parece injusta, la muerte parece llevarse todo cuando nos alcanza, pero en realidad, eso es un temor egoísta, porque lo que hacemos en la vida, también responde a dejar un legado, cuando muramos, lo que hicimos en vida quedará como recuerdo para los que nos conocieron, será un ejemplo para los que nos amaron e incluso para los que nos odiaron. Yo sé que tu amigo esta orgulloso de ti Jellal, desde done esta él te ve y siente un profundo amor por ti, tan real como lo que tu profesas ahora-. La semi elfa dedico una sonrisa a Jellal y también a todos los espíritus que estaban en el lugar, y así siguió su camino a la cafetería, acompañada del peliazul.
Jellal parecía ser un hombre que había padecido muchas perdidas, a lo largo de su vida, su mirada triste, su voz, sus gestos, cada aspecto de él para mí denotaba una vida díficil, sentí un gran pesar en sus palabras, pero al mismo tiempo despertó en mi esa necesidad incorregible de querer saber más, ayudarlo y hacerle sentir feliz.
Sus palabras tenían un alto grado de razón, la vida era un delgado hilo, en apariencia delgado, pero que podía ser cortado en un parpadeo y así todo por lo que luchamos en vida parecía que se perdería, dejando una sensación de profundo vacío, como la que él había expresado, escuché su invitación a la cafetería, así que me puse de pie y aunque no le conocía decidí mostrar lo mucho que deseaba que fuéramos amigos; tome su brazos comencé a caminar con él.
--Sabes Jellal, la vida parece injusta, la muerte parece llevarse todo cuando nos alcanza, pero en realidad, eso es un temor egoísta, porque lo que hacemos en la vida, también responde a dejar un legado, cuando muramos, lo que hicimos en vida quedará como recuerdo para los que nos conocieron, será un ejemplo para los que nos amaron e incluso para los que nos odiaron. Yo sé que tu amigo esta orgulloso de ti Jellal, desde done esta él te ve y siente un profundo amor por ti, tan real como lo que tu profesas ahora-. La semi elfa dedico una sonrisa a Jellal y también a todos los espíritus que estaban en el lugar, y así siguió su camino a la cafetería, acompañada del peliazul.
Emilia
Re: La vida es ahora (Emilia)
Jellal solo pudo asentir con la cabeza y morderse los labios. No comentó nada al respecto porque las palabras sobraban. En estos casos así, y cuando se toca estos temas que calan tan profundo en el alma humana, solo queda expresarse con el cuerpo. Así justamente, una lágrima brotó del ojo del peliazul, la cual secó rápidamente. Mientras Emilia le tomaba del brazo y se encaminaban a la cafetería, sintió que su corazón se partía a la mitad.
De seguramente Corrin, en el cielo, se estaría riendo al ver cómo lo recordaban. Mejor era seguir adelante, continuar en este camino tan pedregoso y complicado que llamamos "vida". Justamente, seguían caminando en el sendero de piedra caliza. Las lápidas de alumnos y profesores estaban en perfecto orden. Tantas historias, tantas risas, besos y abrazos soterrados bajo dos metros y medio. Era triste. El hecho de morir era triste.
La caminata seguía y traspasaron la reja en donde una arboleda de hermosos cerezos que reflorecían actuaban como segunda muralla. — A veces pienso profundamente, y me pongo a pensar en todos los compañeros que he perdido. No todos han muerto, claro. Otros se salieron de la Academia temiendo por su propia vida. Solo los que quedamos estamos interesados en combatir a los de Merak — mencionó el peliazul mientras se alejaban cada vez más del cementerio, el cual no estaba lejos de la academia. Seguían varias camas de flores: rosas, tulipanes y orquídeas.
En unos 15 minutos de caminata ya llegaban casi a la cafetería. En ese lugar todos los alumnos después de clases almuerzan junto con los profesores. Los muebles de Beatrice, un montón de mayordomos y cocineros con cabezas de cabra, servían el almuerzo y la cena para todos. Se aproximaron a las puertas y éstas se abrieron automáticamente. Jellal se sentó en la primera mesa y espero a que le sirvieran un café o un jugo.
— ¿Has perdido amigos en Legacy? — preguntó con los ojos pegados a la mesa, sin querer levantarlos. De inmediato, un sirviente-cabra le dio una taza de café y un plato con donas. Obviamente no tenía que pagarle nada. La Academia se hacía cargo de todo.
De seguramente Corrin, en el cielo, se estaría riendo al ver cómo lo recordaban. Mejor era seguir adelante, continuar en este camino tan pedregoso y complicado que llamamos "vida". Justamente, seguían caminando en el sendero de piedra caliza. Las lápidas de alumnos y profesores estaban en perfecto orden. Tantas historias, tantas risas, besos y abrazos soterrados bajo dos metros y medio. Era triste. El hecho de morir era triste.
La caminata seguía y traspasaron la reja en donde una arboleda de hermosos cerezos que reflorecían actuaban como segunda muralla. — A veces pienso profundamente, y me pongo a pensar en todos los compañeros que he perdido. No todos han muerto, claro. Otros se salieron de la Academia temiendo por su propia vida. Solo los que quedamos estamos interesados en combatir a los de Merak — mencionó el peliazul mientras se alejaban cada vez más del cementerio, el cual no estaba lejos de la academia. Seguían varias camas de flores: rosas, tulipanes y orquídeas.
En unos 15 minutos de caminata ya llegaban casi a la cafetería. En ese lugar todos los alumnos después de clases almuerzan junto con los profesores. Los muebles de Beatrice, un montón de mayordomos y cocineros con cabezas de cabra, servían el almuerzo y la cena para todos. Se aproximaron a las puertas y éstas se abrieron automáticamente. Jellal se sentó en la primera mesa y espero a que le sirvieran un café o un jugo.
— ¿Has perdido amigos en Legacy? — preguntó con los ojos pegados a la mesa, sin querer levantarlos. De inmediato, un sirviente-cabra le dio una taza de café y un plato con donas. Obviamente no tenía que pagarle nada. La Academia se hacía cargo de todo.
Jellal Fernandes
Re: La vida es ahora (Emilia)
La caminata continuo, nuestro andar era lento, disfrutando de la charla, meditando las palabras, añorando las ausencias, deseando volver al pasado y poder reencontrarnos con viejos amigos, familiares e incluso hasta amores. Sin duda era un momento muy especial, por segundos se hacía un silencio entre ambos, pero después se rompía con un poco de reflexión.
Al llegar a la cafetería, Emilia se sentía abrumada con tantas emociones, no ordenó nada, sin embargo, era común que ella bebiera jugo de naranja acompañado de un plato de fruta con granola y yogurth, eso le fuer servido.
La pregunta le hizo recordar que la mayoría de los que había perdido en Legacy se habían ido por miedo, por ego o sin razón aparente, asintió y respondió.--Si he perdido amigos, que como dices, se fueron por miedo, sin embargo mantengo vivos sus recuerdos, porque Jellal, las personas no mueren, hasta que nosotros olvidamos lo que en vida hicieron. Por eso es preciso siempre honrar su memoria y legado con nuestras acciones, pensar en que ellos nos observan y por eso debemos hacer siempre lo que va con ellos.-
Emilia, notaría que Jellal parecía un hombre sensible que se endurecía y cerraba con el dolor, en ese momento ella se dio cuenta que quería ayudarlo. --Jellal, estoy segura que tus amigos, siempre van a querer verte sonreír, triunfar, ser feliz, así que no te diré que no estés triste, pero si que mires siempre al frente y luches por las metas y sueños que tengas, así y solo así podrás honrar la memoria de aquellos que hoy no están contigo.-
Al llegar a la cafetería, Emilia se sentía abrumada con tantas emociones, no ordenó nada, sin embargo, era común que ella bebiera jugo de naranja acompañado de un plato de fruta con granola y yogurth, eso le fuer servido.
La pregunta le hizo recordar que la mayoría de los que había perdido en Legacy se habían ido por miedo, por ego o sin razón aparente, asintió y respondió.--Si he perdido amigos, que como dices, se fueron por miedo, sin embargo mantengo vivos sus recuerdos, porque Jellal, las personas no mueren, hasta que nosotros olvidamos lo que en vida hicieron. Por eso es preciso siempre honrar su memoria y legado con nuestras acciones, pensar en que ellos nos observan y por eso debemos hacer siempre lo que va con ellos.-
Emilia, notaría que Jellal parecía un hombre sensible que se endurecía y cerraba con el dolor, en ese momento ella se dio cuenta que quería ayudarlo. --Jellal, estoy segura que tus amigos, siempre van a querer verte sonreír, triunfar, ser feliz, así que no te diré que no estés triste, pero si que mires siempre al frente y luches por las metas y sueños que tengas, así y solo así podrás honrar la memoria de aquellos que hoy no están contigo.-
Emilia
Re: La vida es ahora (Emilia)
Asintiendo con la cabeza, y mirándola brevemente, Jellal solo revuelve su café con la cuchara varias veces. Era como si sus sentimientos los disolviera en ese brebaje. Intentaba mantener los ojos hacia el frente, pero no podía. Como si una extraña gravedad los enterraba hacia la mesa, y no es que no quería cruzar los ojos con Emilia, sino que su estado de ánimo, no le daba para mucho. Aunque ella era más baja que él, Jellal tenía que levantar la mirada para dirigirle la palabra.
Las donas, como siempre, estaban exquisitas, y el café de grano tenía buen sabor. Esas cosas lo levantaban un poco de ese estado tan aletargado. Se limpió la boca con la servilleta, y estuvo hablando con la albina de cosas triviales: la tarea, los estudios, y también el infame Internado Merak. No se dieron cuenta y había llegado una incipiente noche con algunas tímidas estrellas que se aparecieron en lo alto.
— Ya deberíamos estar durmiendo, Emilia — comentó el peliazul mientras se ponía de pie y se acomodaba la bufanda. Salen de la cafetería y solo la iluminación de los postes los guiaba al camino al edificio del castillo. Sin embargo, Jellal escuchó unos tambores y unas flautas, además de varios gritos de alegría y risas. El joven arqueó sus cejas y caminó rumbo hacia allá. De seguro que otros alumnos deberán estar festejando algo.
— ¿Vamos? — preguntó, y esperó a que la elfa lo tomara del brazo. Habían alumnos bailando en círculo de antorchas. Habían otras chicas con kimono y también otros chicos vestidos con armaduras. Habían otros espectadores con el uniforme de Legacy. — Éste debe ser el festival de las luciérnagas. Aparecen a medianoche... — comentó el peliazul rodeándole con el brazo a la elfa para ver el espectáculo un poco más de cerca.
Las donas, como siempre, estaban exquisitas, y el café de grano tenía buen sabor. Esas cosas lo levantaban un poco de ese estado tan aletargado. Se limpió la boca con la servilleta, y estuvo hablando con la albina de cosas triviales: la tarea, los estudios, y también el infame Internado Merak. No se dieron cuenta y había llegado una incipiente noche con algunas tímidas estrellas que se aparecieron en lo alto.
— Ya deberíamos estar durmiendo, Emilia — comentó el peliazul mientras se ponía de pie y se acomodaba la bufanda. Salen de la cafetería y solo la iluminación de los postes los guiaba al camino al edificio del castillo. Sin embargo, Jellal escuchó unos tambores y unas flautas, además de varios gritos de alegría y risas. El joven arqueó sus cejas y caminó rumbo hacia allá. De seguro que otros alumnos deberán estar festejando algo.
— ¿Vamos? — preguntó, y esperó a que la elfa lo tomara del brazo. Habían alumnos bailando en círculo de antorchas. Habían otras chicas con kimono y también otros chicos vestidos con armaduras. Habían otros espectadores con el uniforme de Legacy. — Éste debe ser el festival de las luciérnagas. Aparecen a medianoche... — comentó el peliazul rodeándole con el brazo a la elfa para ver el espectáculo un poco más de cerca.
Jellal Fernandes
Re: La vida es ahora (Emilia)
Jellal, permaneció con serenidad, mirando su taza de café, perdido por unos minutos en las ondas que se formaron, al usar la cuchara, Emilia por su parte, no apartó sus ojos de él, le intrigaban los pensamientos del joven mago, de naturaleza curiosa, ella no dudó en insistir buscar seguir hablando con él. Por breves momentos el aroma del café la distraía de sus palabras, al igual que el dulce aroma de las donas.
El peliazul, parecía querer cambiar de tema, se lo notaba incomodo, quizás dolido, situación que fue confirmada cuando señaló que era tarde ya, y que debían volver a la academia, así la semi elfa asintió y se puso de pie para seguirlo y así encaminarse hacia la academia.
--Tienes razón, se ha hecho tarde, el tiempo ha pasado volando, dicen que es así, cuando se tiene una buena compañia, yo creo que hoy eso me pasó.- Emilia sonrió y se dispuso a caminar a su lado, mirando todo alrededor, de pronto ambos se habían quedado callados, el silencio estaba a punto de tornarse incomodo, hasta que fue roto, por algunas risas, música, gritos joviales.
Fue entonces que ambos se dieron cuenta que había una especie de festival.
--¡Claro!- respondió Emilia emocionada, nunca había visto un evento tan alegre desde su llegada a Legacy, normalmente todo donde ella estaba, terminaba de manera extraña y por alguna extraña razón, siempre se veía su vida amenazada. Así tomo el brazo de Jellal, ansiosa por llegar al centro de la festividad y ver de cerca los festejos que en ese momento se llevaban a cabo. --¿Sabes? nunca había visto algo tan espectacular, me encanta la idea de quedarnos, así que esperemos hasta la media noche y disfrutemos de la vista ¿Estas de acuerdo Jellal?- La semi elfa le cuestionó esperando que él aceptara quedarse hasta el final.
El peliazul, parecía querer cambiar de tema, se lo notaba incomodo, quizás dolido, situación que fue confirmada cuando señaló que era tarde ya, y que debían volver a la academia, así la semi elfa asintió y se puso de pie para seguirlo y así encaminarse hacia la academia.
--Tienes razón, se ha hecho tarde, el tiempo ha pasado volando, dicen que es así, cuando se tiene una buena compañia, yo creo que hoy eso me pasó.- Emilia sonrió y se dispuso a caminar a su lado, mirando todo alrededor, de pronto ambos se habían quedado callados, el silencio estaba a punto de tornarse incomodo, hasta que fue roto, por algunas risas, música, gritos joviales.
Fue entonces que ambos se dieron cuenta que había una especie de festival.
--¡Claro!- respondió Emilia emocionada, nunca había visto un evento tan alegre desde su llegada a Legacy, normalmente todo donde ella estaba, terminaba de manera extraña y por alguna extraña razón, siempre se veía su vida amenazada. Así tomo el brazo de Jellal, ansiosa por llegar al centro de la festividad y ver de cerca los festejos que en ese momento se llevaban a cabo. --¿Sabes? nunca había visto algo tan espectacular, me encanta la idea de quedarnos, así que esperemos hasta la media noche y disfrutemos de la vista ¿Estas de acuerdo Jellal?- La semi elfa le cuestionó esperando que él aceptara quedarse hasta el final.
Emilia
Re: La vida es ahora (Emilia)
El peliazul no podía estar más de acuerdo. Estos momentos así lo cautivaban. Le hacían entrar en reflexión. Todos saben que el mundo es un lugar duro y lleno de dolor y cansancio, pero también tiene cosas bellas que ofrecer como los paisajes, las fiestas y la amistad. — Este momento nunca se repetirá aunque asistamos al mismo festival el año que viene. Debemos aprovecharlo al máximo, — señaló con una media sonrisa brotando de sus labios.
Los bailarines estaban con máscaras danzando en círculos. Otros golpeaban tambores, y el grupo que estaba más allá tenían zancos y hacían malabares. La música se componía de flautas y también una arpa. Tranquilizaba. La fogata del medio lo calmaba.
— Queda un minuto para medianoche, — acotó Jellal, y al cabo éste, una pequeña lucecita apareció posándose en el hombro del joven, el cual levantó las cejas por la sorpresa. Entonces, otra luciérnaga se puso en el anverso de la mano de Emilia. El hombre de la marca intentó tocarla, pero...
— ¿Uh? No puedo tocarla. Es como si estuviera hecha de aire, — señaló. Efectivamente era imposible palparlas. Al intentarlo, simplemente las luces atravesaban la piel.
"Vengan a bailar" exclamó un alumno con un antifaz de color rojo. Era un muchacho moreno de pelo castaño que solo estaba cubierto por una camisa blanca abierta. Casi al mismo tiempo, una chica rubia con una máscara de gato y una traje de color verde tomó las manos de Jellal y lo sacó a bailar. Habían varias parejas que danzaban alrededor de la fogata, y las luciérnagas acompañaban a estos.
Los bailarines estaban con máscaras danzando en círculos. Otros golpeaban tambores, y el grupo que estaba más allá tenían zancos y hacían malabares. La música se componía de flautas y también una arpa. Tranquilizaba. La fogata del medio lo calmaba.
— Queda un minuto para medianoche, — acotó Jellal, y al cabo éste, una pequeña lucecita apareció posándose en el hombro del joven, el cual levantó las cejas por la sorpresa. Entonces, otra luciérnaga se puso en el anverso de la mano de Emilia. El hombre de la marca intentó tocarla, pero...
— ¿Uh? No puedo tocarla. Es como si estuviera hecha de aire, — señaló. Efectivamente era imposible palparlas. Al intentarlo, simplemente las luces atravesaban la piel.
"Vengan a bailar" exclamó un alumno con un antifaz de color rojo. Era un muchacho moreno de pelo castaño que solo estaba cubierto por una camisa blanca abierta. Casi al mismo tiempo, una chica rubia con una máscara de gato y una traje de color verde tomó las manos de Jellal y lo sacó a bailar. Habían varias parejas que danzaban alrededor de la fogata, y las luciérnagas acompañaban a estos.
Jellal Fernandes
Re: La vida es ahora (Emilia)
El festival era de lo más animado, Emilia era una usuaría espiritual, podía sentir una gran reunión de seres que se habían adelantado, a aquella fase de la vida, que se conocía como muerte, el fin de la vida terrenal.
Mientras ella miraba aquellas aparentes luciérnagas que iluminaban el lugar, tomó la mano de la persona que la llamo al centro a bailar, le fue otorgado un antifaz, lleno de colores, que brillaban y destacaba sobre el resto de los que tenían uno de un solo tono.
Se percató de la hora y de aquella condición peculiar de las luces, a través de Jellal, quien mencionó que casi era media noche y que además no podían tocarse las luces. -- ¿Por qué será que no les podemos tocar?- Emilia tenía una idea, pero la música y la insistencia de los participantes por hacerla bailar, privo y dejó el tema.
Emilia de momento tenía cierto aire de timidez para bailar, sin embargo, poco a poco se fue soltando, en pocos minutos ella estaba danzando, era totalmente libre sus pequeños pasos eran llenos de gracia, parecía ser una experta, de pronto quizás sin darse cuenta ella y Jellal eran el centro de atención ambos, estaban bailando, con singular alegría.
--Jellal, este festival es maravilloso, me parece que es una hermosa forma de honrar a quienes nos han dejado, ¿Tú que opinas?-. La semi elfa, podía sentir la presencia de cientos de espíritus en el lugar, estaba maravillada y alegre, podía percibir la alegría en todos y eso regocijó su corazón.
Mientras ella miraba aquellas aparentes luciérnagas que iluminaban el lugar, tomó la mano de la persona que la llamo al centro a bailar, le fue otorgado un antifaz, lleno de colores, que brillaban y destacaba sobre el resto de los que tenían uno de un solo tono.
Se percató de la hora y de aquella condición peculiar de las luces, a través de Jellal, quien mencionó que casi era media noche y que además no podían tocarse las luces. -- ¿Por qué será que no les podemos tocar?- Emilia tenía una idea, pero la música y la insistencia de los participantes por hacerla bailar, privo y dejó el tema.
Emilia de momento tenía cierto aire de timidez para bailar, sin embargo, poco a poco se fue soltando, en pocos minutos ella estaba danzando, era totalmente libre sus pequeños pasos eran llenos de gracia, parecía ser una experta, de pronto quizás sin darse cuenta ella y Jellal eran el centro de atención ambos, estaban bailando, con singular alegría.
--Jellal, este festival es maravilloso, me parece que es una hermosa forma de honrar a quienes nos han dejado, ¿Tú que opinas?-. La semi elfa, podía sentir la presencia de cientos de espíritus en el lugar, estaba maravillada y alegre, podía percibir la alegría en todos y eso regocijó su corazón.
Emilia
Re: La vida es ahora (Emilia)
Inmediatamente asintió mientras bailaba con esa chica. Se perdía en la música y en los bailes de los estudiantes, los cuales eran acompañados por esas enigmáticas pero hermosas luciérnagas. Era un momento que inspiraba a seguir adelante, a avanzar en la vida sin importar cuántos queridos nos han dejado, porque ellos siempre nos acompañarían desde otro mundo. Siempre nos acompañarían desde el fondo de nuestros corazones.
Todos se quedaron viendo las danzantes flamas de la fogata. Jellal, al lado de Emilia, solo atinó a sonreír y a cubrirla con un brazo. Apegó su cabeza a la de ella y rio. Era raro ver eso en Jellal que casi siempre se le veía serio. Le revolvió los cabellos a Emilia, y le susurró ante la estridente la música — Tengo sueño... — y efectivamente ese letargo se apoderaba de él. Ya había entrenado y ahora el cansancio le pasaba factura. Eran aproximadamente las dos de la mañana. Sí que había durante bastante el baile.
Todos se quedaron viendo las danzantes flamas de la fogata. Jellal, al lado de Emilia, solo atinó a sonreír y a cubrirla con un brazo. Apegó su cabeza a la de ella y rio. Era raro ver eso en Jellal que casi siempre se le veía serio. Le revolvió los cabellos a Emilia, y le susurró ante la estridente la música — Tengo sueño... — y efectivamente ese letargo se apoderaba de él. Ya había entrenado y ahora el cansancio le pasaba factura. Eran aproximadamente las dos de la mañana. Sí que había durante bastante el baile.
Jellal Fernandes
Re: La vida es ahora (Emilia)
Una última canción sonaría, a base de violín, cada nota era más alegre que la anterior, parecía ser la canción con la cual el festival cerraría finalment, una tonada acorde al momento, alegre, después de todo aquellos que se habían adelantado estaban compartiendo con los que seguíamos con vida, la vida terrenal.
Emilia no podía dejar de sonreír, estaba sin duda alegre, danzando de un lado a otro pasando de mano en mano, sus mejillas tenían un colorete marcado, era de tanto moverse, posiblemente jamás había sonreído tanto, tomó el violín de una de las jóvenes y llegó hasta Jellal y comenzó a tocar, todos callaron tomó con su diestra a Jellal y lo llevó al centro del lugar justo en la fuente.
--Ya sé que estas cansado, pero baila esta última pieza que quiero regalar a nuestros amigos que ha partido-. Emilia se dispuso a tocar una canción, mientras bailaba sobre la orilla de la fuente, las gotas de agua bañaron su rostro, pero ella siguió bailando y tocando mientras a su alrededor todos lo hacía.
Era un espectáculo multi color, fuegos artifciales detonaron detrás de ella iluminado el cielo, mientras todos danzaban felices despidiendo aquellas luces que rondaban a los vivos.
--Jellal, esto es hermoso, míralos son las personas que amamos, anda sonríe, baila, disfruta la vida es una y además estén entre nosotros- La semi elfa saltaría con todo y el violín y bailaría alrededor del peliazul una y otra vez sus menudos pies parecerían elevarse sobre el piso.
Emilia no podía dejar de sonreír, estaba sin duda alegre, danzando de un lado a otro pasando de mano en mano, sus mejillas tenían un colorete marcado, era de tanto moverse, posiblemente jamás había sonreído tanto, tomó el violín de una de las jóvenes y llegó hasta Jellal y comenzó a tocar, todos callaron tomó con su diestra a Jellal y lo llevó al centro del lugar justo en la fuente.
--Ya sé que estas cansado, pero baila esta última pieza que quiero regalar a nuestros amigos que ha partido-. Emilia se dispuso a tocar una canción, mientras bailaba sobre la orilla de la fuente, las gotas de agua bañaron su rostro, pero ella siguió bailando y tocando mientras a su alrededor todos lo hacía.
Era un espectáculo multi color, fuegos artifciales detonaron detrás de ella iluminado el cielo, mientras todos danzaban felices despidiendo aquellas luces que rondaban a los vivos.
--Jellal, esto es hermoso, míralos son las personas que amamos, anda sonríe, baila, disfruta la vida es una y además estén entre nosotros- La semi elfa saltaría con todo y el violín y bailaría alrededor del peliazul una y otra vez sus menudos pies parecerían elevarse sobre el piso.
Emilia
Re: La vida es ahora (Emilia)
Al principio no lo entendía bien, pero las ganas de Emilia por vivir y seguir adelante llegaron hasta el dañado corazón de Jellal y lo llevaron hacia el centro mientras ella tocaba el violín. — Sí... — asintió el peliazul con un claro sonrojo viendo a todos los demás. Solo atinaba a aplaudir porque Jellal no sabía ni bailar, y solo tocaba un poco la flauta dulce. Sí, hay que seguir en esta vida con felicidad, porque solo hay una oportunidad para vivir y seguir adelante.
¡Bum! Algo tronó el cielo que se iluminó de variopintos colores. No había razón para estar triste por los que nos dejan, porque de algún u otro modo siempre vivirán, ya sea como pequeñas luces mágicas o en el fondo de nuestros corazones. Esas luciérnagas hicieron una espiral y se fueron a solo Dios sabe dónde. La música de violines y pasos seguía al tiempo que se iban marchando.
El hombre de la marca abrazó de forma tierna a Emilia por las espaldas mientras la última cola de luces se iba hacia la próxima vez; y algún día nos reencontraremos todos. Jellal ordenó los cabellos de la semielfa y se quedó observando su hombro. — Oye... Emilia, quiero decirte algo... — la música seguía, los violines sonaban a la melodía de la albina y los tambores latían fuerte cuales corazones llenos de vida. — No, nada. Olvídalo. Solo te lo agradezco, — se separó de ella y le fregó los cabellos con la palma de su mano.
Una hora pasó y ambos llegaron al castillo de la Academia. El peliazul estando en la cama, le manda un mensaje. "Fue bonito. Otro día deberíamos ir a la ciudad con los chicos. Me voy a dormir. Buenas noches, y te quiero". Jellal se acomodó en su cama, y abraza su almohada. Cómo nos agarra la melancolía a veces que nos aisla de los demás, pero uno siempre estará acompañado de las personas que ya se han ido, pues forman parte de nosotros.
Vio una diminuta luz posándose en la ventana.
— ¿Corrin? — preguntó Jellal con una sonrisa.
¡Bum! Algo tronó el cielo que se iluminó de variopintos colores. No había razón para estar triste por los que nos dejan, porque de algún u otro modo siempre vivirán, ya sea como pequeñas luces mágicas o en el fondo de nuestros corazones. Esas luciérnagas hicieron una espiral y se fueron a solo Dios sabe dónde. La música de violines y pasos seguía al tiempo que se iban marchando.
El hombre de la marca abrazó de forma tierna a Emilia por las espaldas mientras la última cola de luces se iba hacia la próxima vez; y algún día nos reencontraremos todos. Jellal ordenó los cabellos de la semielfa y se quedó observando su hombro. — Oye... Emilia, quiero decirte algo... — la música seguía, los violines sonaban a la melodía de la albina y los tambores latían fuerte cuales corazones llenos de vida. — No, nada. Olvídalo. Solo te lo agradezco, — se separó de ella y le fregó los cabellos con la palma de su mano.
Una hora pasó y ambos llegaron al castillo de la Academia. El peliazul estando en la cama, le manda un mensaje. "Fue bonito. Otro día deberíamos ir a la ciudad con los chicos. Me voy a dormir. Buenas noches, y te quiero". Jellal se acomodó en su cama, y abraza su almohada. Cómo nos agarra la melancolía a veces que nos aisla de los demás, pero uno siempre estará acompañado de las personas que ya se han ido, pues forman parte de nosotros.
Vio una diminuta luz posándose en la ventana.
— ¿Corrin? — preguntó Jellal con una sonrisa.
:Jellal se retira del tema:
Jellal Fernandes
Re: La vida es ahora (Emilia)
Emilia mostraba singular alegría en su rostro, terminó su pieza musical, todos contemplaban el cielo multicolor ante los fuegos artificiales, Jellal había titubeado en el inicio, pero al final se unió a los festejos. Las pequeñas luces, rodeaban a cada uno de los invitados, todos felices de poder compartir una noche con todos aquellos que en vida amaron.
Jellal y Emilia habían bailado juntos la terminar la melodía él se acercó, cansado y un poco sonrojado, le comentó a la semi elfa que debía decirle algo, dudó y al final solo le dió las gracias, la albina extendió sus brazos y se fue sobre el peli azul, rodeando su espalda en un fuerte y calido abrazo.
--No tienes nada que agradecer, me hizo feliz poder compartir esta noche contigo, amos aprendimos muchísimo-. Le tomaría por el brazo hasta llegar al castillo de la academia, él le pediría su número de teléfono a Emilia, al dárselo se despidieron y cada uno fue a su dormitorio.
Al llegar colocó su celular en el buró a un costado de la cama y se recostó, estaba a punto de cerrar sus ojos cuando vibró su celular, revisó era un mensaje de Jellal, lo leyó y respondió: ¨fue un día increíble, la pase muy bien, gracias por enseñarme tanto en solo unas horas, cuando gustes organizamos la salida, buenas noches, también te quiero¨. Dejaría el celular sobre la cama, miro hacia la ventana, y descubrió cientos de luces partiendo una vez más al mundo espiritual, sonrío complacida y se dispuso a dormir.
|°| Gracias por el rol,fue hermoso.
Jellal y Emilia habían bailado juntos la terminar la melodía él se acercó, cansado y un poco sonrojado, le comentó a la semi elfa que debía decirle algo, dudó y al final solo le dió las gracias, la albina extendió sus brazos y se fue sobre el peli azul, rodeando su espalda en un fuerte y calido abrazo.
--No tienes nada que agradecer, me hizo feliz poder compartir esta noche contigo, amos aprendimos muchísimo-. Le tomaría por el brazo hasta llegar al castillo de la academia, él le pediría su número de teléfono a Emilia, al dárselo se despidieron y cada uno fue a su dormitorio.
Al llegar colocó su celular en el buró a un costado de la cama y se recostó, estaba a punto de cerrar sus ojos cuando vibró su celular, revisó era un mensaje de Jellal, lo leyó y respondió: ¨fue un día increíble, la pase muy bien, gracias por enseñarme tanto en solo unas horas, cuando gustes organizamos la salida, buenas noches, también te quiero¨. Dejaría el celular sobre la cama, miro hacia la ventana, y descubrió cientos de luces partiendo una vez más al mundo espiritual, sonrío complacida y se dispuso a dormir.
|°| Gracias por el rol,fue hermoso.
Emilia
Temas similares
» (OFF) ¿Que estás escuchando ahora?
» Aparición. {Emilia}
» REGRESE ( EMILIA)
» Emilia (estudiante)
» Consulta Emocional [Emilia]
» Aparición. {Emilia}
» REGRESE ( EMILIA)
» Emilia (estudiante)
» Consulta Emocional [Emilia]
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Ayer a las 3:38 pm por Add
» Cruzando a territorio enemigo (Byprox, Giyu, Mitsuri)
Sáb Nov 09, 2024 11:09 pm por Shinobu Kocho
» Una acción inesperada (Artemisa, Lancer, Jeanne, Sung)
Sáb Nov 09, 2024 9:22 pm por Jeanne Alter
» Oculto (Lisa Minci)
Lun Nov 04, 2024 8:26 pm por Lisa Minci
» En la cancha de básquetbol (Clase B: Teyvat Guild)
Jue Oct 31, 2024 9:33 pm por Anton
» Academia Legacy: La Guerra del Medallón
Vie Oct 25, 2024 9:36 pm por Jellal Fernandes
» Historia de Legacy (Parte VI)
Vie Oct 25, 2024 6:53 pm por Jellal Fernandes
» The First Folio [ Libre! ]
Mar Oct 22, 2024 1:19 am por Sung Jin-woo
» Alto al fuego (Shinobu, Douma)
Vie Oct 18, 2024 9:25 pm por Douma
» El portal hacia Japón (Natsu, Erza, Selene, Ignia)
Jue Oct 17, 2024 5:30 pm por Cuentacuentos
» La propuesta de Diluc
Mar Oct 15, 2024 8:43 pm por Kanao Tsuyuri
» Un encuentro inesperado... (Rena, Luciela)
Miér Oct 09, 2024 1:35 am por Add