Consulta Emocional [Emilia]

Ese realmente no era su día.
Justo acababa de terminar su mudanza a los dormitorios de la academia, los cuales se encontraban dentro del mismo castillo Rokkenjima, y lo que necesitaba, al menos según su propio criterio, eran consejos; pero no consejos de cualquier persona, sino alguien conociese un poco sus anteriores dilemas, alguien que pudiera confiar, le daría un punto de vista neutral y la mejor solución posible a su descontrol, el cual había causado ya demasiados estragos.

—Aisha, voy a salir un rato—

Fue lo último que intercambió con una enfurruñada Aisha, quien seguía, según él, molesta por la destrucción de su hogar por culpa de un problema mínimo. Ya era oficial, desde que había vuelto de la misión donde perdió su brazo, parecía una persona totalmente distinta, o eso parecía para el resto, cuando la verdad era que se comportaba de la misma manera que cuando viajaba solo.

«Necesitas poner tu mierda en su lugar, Grey»

Paró en seco, pues de acababa de dar cuenta de algo, ¿acaso utilizó su apellido para reprehenderse?, eso era raro, nunca usaba su verdadero nombre o apellido para nada, y el hecho de que lo haya usado inconscientemente le daba a entender que enserio necesitaba poner su mierda en su lugar.

—Tal vez...— se sostuvo el mentón, pensativo, por un momento, hasta que continuó su camino segundos después —... Emilia—

Decidió ir a buscarla, pues necesitaba su consejo. Antes ya lo había pedido, y le funcionó hacerle caso, quizá ahora también sería buen momento.


Varios minutos después, y toda la zona de dormitorios recorrida, no pudo dar con ella, por lo que decidió ir a los jardines. Usualmente la veía en alguna de las zonas vegetadas de la isla, así que seguramente la podría hallar en alguna de estas.

Emilia se despertó pero a diferencia de los días anteriores, en esta ocasión se sentía bastante feliz, pues había pasado  una semana desde que todo en la academia se normalizó. Sus días retomaron la calma y aunque era consciente de que la paz era tan solo temporal, se dispuso a disfrutar de ese momento.

En sus días comunes Pack-Kun y la semi-elfa se tomaban el tiempo de hacer un poco de ejercicio, para eso iban a los jardines de la academia, era un lugar amplio y por su naturaleza les permitía disfrutar de un clima agradable así como de aire completamente fresco, con el punto extra de una vista maravillosa, pues era posible observar una variedad amplia de árboles y flores lo que hacía multicolor el paisaje.

--1, 2, 3....10 reiniciamos, otra serie - la realidad es que tanto la albina como su fiel gato, tan sólo saltaban extendiendo sus brazos, tal como una vez Subaru les enseñó, demás no estaría admitir que ellos solo saltaban unas 20 veces antes de caer exhaustos sobre el pasto.

--Uhhh....bien es hora de descansar, Lia -.El felino se dejo caer sobre el pasto, extendiendo sus extremidades para descansar, mientras contemplaba el cielo azul.

--¿Sabes, Pack-kun? Me alegro de haber venido a este lugar, me ha ayudado a mejorar como persona - La albina,  mantenía su mirada en algunas flores mientras hablaba, de casualidad a lo lejos, notó la figura de alguien conocido, era Paper, un amigo a quien tenía mucho de no ver, había escuchado rumores sobre él, después del último enfrentamiento contra Merak. De cualquier forma, ella no había podido buscarlo, pues en cada intento había fallado, luego de toparse con inumerables conflictos que por poco le cuestan la vida.

Tras verlo, sintió una inmensa alegría sin pensarlo, corrió hacia él para estrecharlo con suavidad entre sus brazos.

--Paper, ¿Cómo has estado? te he intentado buscar, sin mucha suerte para mí, no he logrado encontrarte- Agregó con entusiasmo, pues por fin había logrado concretar una reunión no planeada con su gran amigo.

Encontrar a Emilia fue como quitarse un enorme peso de encima, pues por fin podría platicarme con ella. Últimamente había estado evitando a todos menos a Aisha, pues a ella no podía evitarla, especialmente porque necesitaba recargar su maná todas las noches cuando estaba dormida para que no se debilitase.

—Emilia... Hola—

Le dedicó una media sonrisa mientras recibía su abrazo, correspondiendo al mismo con su único brazo.

—Es bueno verte tras tanto tiempo, querida amiga—

En su voz y si manera de hablar se notaban los cambios, pues antes era más espontáneo frente a ella, pues era su amiga, y él era muy expresivo con sus amigos.