El reencuentro en Legacy. (Emilia)

La suela de su calzado tocó el suelo que bajo sus pies se encontraba, apoyando la planta completamente en este mientras miraba hacia el edificio que se alzaba enfrente suyo.
Un sonido común de admiración se deslizó de su boca cuando miró hacia las puertas de la academia, por un rato habría estado caminando hasta que finalmente se había detenido a mirar… O admirar, siendo esta una palabra mejor elegida.
En algunas ocasiones podía llegar a ser bastante torpe, ¿Para qué negarlo? Sabía y sentía que sin un mapa probablemente terminaría perdiéndose, también sabría tras correr un poco (lo que tampoco le molestaría) encontraría aquello que estaba buscando…

Así era Aoi Asahina, ¿Qué se le iba a hacer? Tampoco iba a rendirse porque sus pasos le hubiesen llevado a un camino equivocado, pronto encontraría el correcto y entonces con una sonrisa de completa satisfacción podría alzar su puño delante de su pecho con orgullo inexplicable.

—Mm… —
Observó a su alrededor, los pensamientos acerca de lo que podría haber en aquel lugar le invadían por completo, era un sitio en verdad interesante y todo lo que este pudiera contener, ocultar y a la vez no muy distante de esto, demostrar... Nuevas personas, nuevos conocidos, ¡Nuevos amigos! Por supuesto; Siempre encontraría la manera de hacer nuevos amigos. Era un lugar increíble, eso sin lugar a dudas, sin embargo, incluso tomando en cuenta esto… Era como si de una u otra manera no pudiera sentirse del todo “como en casa”… Algo que no era normal en ella, su confianza parecía debilitarse un poco…
… Sólo un poco, pues, tratándose de ella se veía renovada casi de inmediato…
—¡Vamos a un nuevo día! ¡La clave no es ir a por la victoria, lo importante es prepararse para ganar!—
Se sonrió, palabras que eran por y para ella, con él único fin de convencerla que no se dejaría derrumbar, no ese día, era un nuevo día, y, definitivamente sería mejor que el anterior, así igual que los días que le seguían a aquel.
… Aún así sentía que necesitaba aquel mapa.

. . .

Con el dedo índice acarició su mejilla, mirando de un lado a otro su coleta se movía a la par del movimiento de su cabeza y la corriente leve del viento, con esta acción continuó sólo por un segundo más, eso hasta que…  A la distancia vio a alguien que más allá de conocido; Le resultaba familiar.

Su mirada se perdió encima de ella por un instante, sobre sus cabellos plateados mientras la curvatura de sus labios se iba marcando en hoyuelos, apresurando su paso hasta donde esta chica se encontraba, si le parecía tan familiar debía ser por algo... E, incluso si no, la oportunidad de conocer nuevos amigos nunca estaba mal.
—¡Hola, buen día! — sin dudar ni por un segundo exclamó, levantando su brazo con entusiasmo a modo de saludo —¿Pudieras ayudarme con algo? —
Cuando la distancia fue mínima y finalmente se marchó preguntó, sonriendo con amabilidad y energía propia de ella, no había nada que perder, al contrario, la posibilidad de ganar sobrepasaba esta y por mucho.

… Ese era un nuevo día entre tantos días, sin embargo prometía ser uno de los mejores…
... Cada día era mejor que el anterior...