Fronteamos por que podemos~ [Encuentro con Yato, libre]

Llegada a un lugar desconocido.


En algún lugar tan alejado de toda seguridad humanamente posible se encontraba Narberal, llevando una caminata sin fin, un sendero sin siquiera rastros de pisadas era lo único que se lograba ver de forma recta hacia ella, piedras y malezas destacaban por totalidad. Un día tan cálido como irritante se encontraba presente. A sus costado derecho se admiraban casas malogradas sin meros rastros de vidas en su interior, posiblemente por los Graffitis que se encontraban por las paredes, al igual que un agujero tan grande como la puerta misma a un costado de la susodicha, ¿Qué esperaba en un mundo fuera de sus supremos? nada. Únicamente y sufrimiento tal cual como lo veía en los momentos.

Se había perdido en su caminar al igual que su vista en cada casa que pasaban, olvidando por completo a su acompañante. Su vestimenta era tan sencilla como  ligera. Un manto rodeando su torso dejando debajo su camiseta mangas largas con botones y collarín dejando debajo del mismo un lazo "formal", un Jeans marrones de tonalidad oscuras al igual que sus botas. Sus pisadas cortas pero sonoras dejaban un pequeño camino en sus espaldas.

—Yato.— Musito la fémina dando vuelta a su mirada, se encontró con la figura ajena a su costado izquierdo, un joven descuidado y alto caminaba a su lado de una forma tosca. Sí, "Tosca" por el hecho de producir un mínimo sonido al caminar, veía de reojo las hierbas altas al igual que una valla de alambres sumamente larga, casi inimaginable sus inicios hasta su fin.



—Estas callado, siempre que caminamos buscas de que hablar.— Fue directa, ante su indiferencia y frialdad eran minimizadas al mínimo. Su único amigo, o conocido estaba a su lado. Sin mucho que hacer extendió su zurda hacia este y sin mas pincho su camiseta. Obvio, lo hizo por que estaba distraído. O eso pensaba,  de una u otra forma se preocupaba por el, se iba a caer de seguir caminando mirando al cielo.

—Me trajiste a un lugar de mala muerte, y por lo visto no sabes donde estamos.— Alzó su mirada hacia el cielo, ¿era buena elevar vuelo? no lo creía correcto, ni siquiera en situaciones de emergencia sabiendo que dejaría atrás a su compañero. Aunque a fin de cuentas podría usar su espada, únicamente para golpearlo sin el filo y corregirlo como una buena "Maid", dejar pasar errores como este no era tolerable para ella.

En ese pequeño paseo que compartía al lado de su compañera Narberal, el joven mantenía una mirada bastante fijada hacia el cielo, como de haber encontrado un entretenimiento en esto que lo mantuviera tan concentrado visualizando solo un punto específico. Sin embargo, ¿Qué era lo que pasaba por la mente de este joven en esos momentos? Simple, estuvo pensando nada más y nada menos que como se sentiría estar acostado en una nube, si es que fuera posible ya que es imposible realizar tal osadía.
Él fue el culpable de ir a caminar acompañado de su contraria quien se encontraba a unos dos pasos más al frente del mismo, simplemente pidió ir a caminar a “Explorar” un poco algunos lugares y para su suerte, esta acepto, aunque como siempre con su indiferencia tan “apreciada” de ella.  



Escucho su llamado, esa voz tan inexpresiva y sin demostrar ningún sentimiento alegre o emocionante era obligatoriamente de Narberal, fácilmente reconocida por el joven. Pero, su concentración ante el cielo azulado y completamente interesante para el mismo, no fue suficientemente interrumpida ante tal llamado.

— ¿Mhmm? — Ese sonido que produjo fue utilizado como respuesta ante su llamado. No había molestado en atender su presencia prestando su debida atención, más bien lo único que hizo fue contestar y continuar en su entretenimiento.

Esas palabras tan verdaderamente ciertas que había articulado su acompañante seguido de ese pequeño movimiento para hacerlo reaccionar, cumplieron su objetivo. Esta vez, el joven nuevamente observo a su contraria con cierta curiosidad, interpretando tales palabras para sí mismo de tal manera que fácilmente lo malinterpretaría y completamente lo hizo.

— ¡Si se dónde estamos! Debajo del cielo. —

Fue esta pequeña afirmación tan tonta como se acostumbra en este joven, aunque realmente si tenía razón en varios aspectos, exactamente no responde lo que realmente había mencionado su contraria.

— Un segundo. — Menciono de manera imprevista, como si de una idea le habría surgido a la mente en esos momentos. Y si, había pasado eso, ya que termino interpretando su primera oración de la manera que no era, ¿O si lo seria?  
— ¿Acaso quieres que hablemos? Está bien, hablaremos. — Se había asomado por su costado derecho, mirándola tal pícaro de manera sonriente, aunque tal sonrisa se podría malinterpretar que era de manera maliciosa.

—Me malinterpretas.— ¿Buscar hablar? para nada. Ella no era de palabras sinceras, mucho menos de un dialogo innecesario en su existencia. El mero hecho de esas palabras lograron tocar directamente en lo mas profundo de su ser, justamente en donde esta la tolerancia, al ladito de eso se encontraba la calma y justamente al otro lado, la ira. Justamente allí tocó con sus palabras por lo cual reacciono de forma poco amistosa, su mano de estar simplemente tocando su camiseta paso a formar un puño y sin previo aviso retrocedió su mano un poco y la acercó a poca velocidad, era fuerte. Podría sentirse como una piedra impactaba justamente en el antebrazo. ¿La propulsión? era baja a como solía golpear, igualada a la fuerza de una pelota de Béisbol lanzada por un profesional entrenado únicamente para pases largos.

—Sí estamos bajo el cielo, entonces yo estaré sobre ti.— Seguido eso avanzó un poco mas rápido, al punto de adelantarse varios metros de este. Sin esfuerzo alguno dio un salto con un corto susurro seguido del salto, su cuerpo fue rodeado por un aura azulada la cual desapareció al rodear totalmente su ser,  su manto haciéndose a un lado dejando ver su camiseta de botones. Se dio vuelta, y así comenzó a avanzar de espaldas sin siquiera tocar el suelo, estaba sobre la misma alrededor de treinta y siete centímetros. —Mas rápido.— Lo dijo como orden, o mejor descrito como burla .

—¡Tú puedes volar si te lo propones!— Mentiras. Simplemente mentiras sin ánimos para parecer verdades inciertas. ¿Cómo reaccionar ante lo que hacía? simple, seguirla. Ella iba a reconocer el terreno... O eso pensaba y quería, cargar a alguien en su espalda era incomodo, pero aun así de ser necesario lo haría.

—Deberías ir pensando en que trabajaremos... yo puedo servir en la Guardia, o cualquier cosa... Pero, no te mantendré.— ¿Mantenerlo? podía, el único que necesitaba comer era el.

Sabía claramente que tales palabras dichas tendrían un efecto contrario hacia él y tal vez demasiado malo. Ella no era de sonreír o aguantar bromas, o eso se notaba, y lo que él dijo fácilmente podría picarla, pero a quien podría engañar, no le importaba.
El simplemente estaba a punto de empezar a mencionar algún tema en específico, lo que se podría asegurar es que no sería nada coherente ni serio, más bien algo estúpido sin sentido que fácilmente haría sonreír a cualquiera. Pero a ella no.
Concentrado, poniendo su mano en su propio mentón pensando detenidamente tal tema en cual hablar, ya que de por si tenía un mar lleno de ideas y dar con la especifica era lo que quería. Ese golpe, tan fuerte como recibir un pelotazo a presión, o como de recibir un perdigón de una escopeta fue lo que más parecido se describiría a lo que sintió. No evito ni disimulo poner una leve expresión de dolor así sosteniendo su lugar de impacto, en este caso en su antebrazo, con su mano libre y fuera de dolor.

— Vamos, tampoco es para- ¿Qué? — Fue la oración sin terminar que musito el joven soltando pequeño tono adolorido por segundos, hasta finalizar con tal pregunta mostrando tal expresión curiosa. Era lo curioso de este, a pesar de que recibiera todo tipo de herida a los pequeños segundos podría ignorarla o dejar de tener efectos dolorosos.

Observo con curiosidad e intriga tales movimientos que le permitían poder “Flotar” por así decirlo, era sorprendente para sus ojos no cabía duda que ella era un mar de impresiones y misterios, no estaría mal alguna vez conocer una parte de ellos ¿O sí?
Mas, no fue nada nuevo ya que era algo que básicamente este joven sabía hacer desde que aprendió a caminar en tierra “Literalmente”, pero no quería resaltar tal conocimiento pues entendería que sería una molestia ya que podría restringirlo de ciertas “Ventajas” que podría tener, con el módico hecho de molestar.

— ¡Yo no puedo volar! Ven a cargarme ~ — Dijo esto primero quejándose cruzándose de brazos y girando un poco su cuerpo tratando de dar la espalda, pero básicamente termino mostrando solo su costado derecho. Esto última palabra, fue agregada con cierta posición, poniéndose de frente y poniendo su cuerpo completamente firme y sonriendo de manera emocionada, era una especie de “Suplica” como si de un niño queriendo convencer a su padre de que le compre un juguete fuera.

— Heee ¿Trabajar? Pero… Anda, eres muy buena persona como para permitirme trabajar, por eso sé que trabajaras para mantenerme. — Acompañado de tal posición anterior, pero dando varios saltitos hacia adelante para acortar la distancia entre ambos, aunque igual seria siendo larga ya que ella estaba en el aire, y el en tierra.