Una tarde tranquila (Con Aisha) [EVENTO]

El atardecer ya no estaba muy lejos, ya erran casi las 6 de la tarde y la arena de la playa no estaba tan caliente como a medio dia, se podían escuchar las olas y el cantar de algunas gaviotas, el ambiente era realmente tranquilo e idóneo para pasar un rato a solas y despejarse de todo lo ocurrido en un día o una semana.

Era el caso del castaño pues al estar cerca de la playa se quitó los zapatos, calcetines y chaqueta que llevaba puestos. Comenzó a caminar en la arena y se sentó en esta un poco cerca del agua pero sin mojarse y puso lo que se había quitado detrás de el para disfrutar un rato de tranquilidad mientras sentía la refrescante brisa y observaba el lejano horizonte con su característico tono rojizo.

-Vaya día, vaya academia, al menos aquí no hay tanto ruido ni movimiento, siempre es grato encontrar lugares así

Eukene habló consigo mismo un momento y después se recostó en la arena mirando fijamente el cielo que tenía alguna que otra nube pero estaba en una calma total.

El tranquilo sonido del ir y venir de las olas inundaba el ambiente, era como una melodía relajante para los oídos de la pequeña demonio, su largo cabello blanco se movía con la briza, caminaba con los pies descalzos sobre la arena, dejando que el agua salada de la orilla los mojara al subir la marea.

Avanzaba con la cabeza baja, balanceando las pequeñas sandalias moradas que llevaba en las manos, tenía la mirada perdida en sus propios pensamientos, las mejillas enrojecidas y los ojos ligeramente rojos y cristalinos. Vestía una Falda negra sobre la rodilla y una blusa de tirantes del mismo color.

El cantar de las gaviotas la hizo alzar la mirada, no reconoció nada a su alrededor, había caminado siguiendo la costa, alejándose más y más del punto inicial sin percatarse del todo.
El cielo indicaba el atardecer con un hermoso tono rojizo...pronto anocheceria, debía darse prisa y regresar a la academia.

Observó la playa en busca de alguien que pudiese ayudarla o indicarle cómo regresar y entonces, a lo lejos alcanzo a distinguir un chico castaño sentado sobre la arena. Corrió hacia él y después se acercó con cautela.

─ Disculpe… ¿Por casualidad sabe hacia donde queda la academia? me temo que estoy algo perdida...─ Dijo tratando de sonreír.

El ambiente de calma siempre ha sido bueno para cultivar y agudizar muchas habilidades pues al estar concentrado hay mayor eficiencia y menos distracciones al enfocarse en algo. Este ambiente de playa ayudaba al castaño a agudizar sentidos como el oído pues la única perturbación eran algunas olas y con esto podía escuchar el ruido de la arena, aunque se escuchaba casi como un leve susurro pues se trataba de un sonido bastante debil.

Pero debil o no, le prestó atención a eso y al voltear la mirada, con el rabillo notó que alguien se acercaba y la siguó con la mirada hasta que ella le habló, entonces le puso un poco más de atención.

-No sé si sea para bien o para mal...esto porque no estás muy lejos, pero estas en el extremo opuesto de la isla

Este seguía con una expresión algo seria pero como si se estuviera conteniendo a soltar una sonrisa un poco burlona sin dejar de observar a la chica.