No tiene nada de raro

-Excelente. En otro lugar sera.- Ygvar yergue su espalda y saca unas piezas de oro de su bolsillo que deja al lado del plato. "debi de cerrar el trato de una vez, esto me parece que sera un desperdicio de tiempo. Aunque puede que se haga util esta mujer. Ese joven, no tanto. Supongo que tendre que mantenerlos a ambos cerca para mayor eficiencia." penso el demonio mientras arreglaba su inmaculada vestimenta y los veia alejarse. Ygvar aprovecho el momento para apreciar la forma de la mujer, despues de todo, sigue siendo un hombre. "Imprudente" paso por su mente poco despues, debe concentrarse por completo en su busqueda y mantenerse centrado. Al terminar sus pequeños arreglos, siguio los pasos de la mujer a la vez que veia de reojo a las personas a su alrededor. Parece que en verdad son pocas las que habian visto a alguien como el, o tal vez sea algun encanto sobrenatural por su elegancia? "irrelevante" es como los calificaria.

Ya fuera del restaurant el demonio posa su mano en el hombro de Narberal y le habla mas de cerca. Su aliento caliente como el humo de una forja incomoda a la mujer, pero no parece importarle a el -Sigueme.- Ygvar toma la delantera y camina mas acelerado, manteniendo distancia entre ellos por si alguien lo suficientemente estupido planea asaltarlos.