Nuevo ingreso y nuevas amistades. (Con Lacus Welt.)

【◆ᴅ ᴀ ʙ ɪ◆ 】

Aquel azabache, se encontraba en las puertas de aquel internado, era nuevo, no sabía con quién relacionarse o si alguien sería de confianza, pues, todos eran villanos, así que entró a aquel lugar, sentía las miradas de todos posadas en el ojiazul, ¿Y como no? Era famoso por haber vencido a el héroe número uno de su región, el gran Endeavor.

Poco a poco se iba adentrándo en aquel internado, le habían contado de un tal Lacus Welt, el que le enseñaría sus labores y le explicaría todo lo que tendría que hacer en
aquel lugar, de hecho, se dirigía al lugar donde lo encontraría.

ㅡ Es lejos... ㅡ Pensó.

Luego de unos minutos de camino, llegó a aquel lugar donde encontró a un chico, suponía que era el, pues, era el único que se encontraba en ese lugar, así que, con una leve sonrisa de lado, el ojiazul se acercó y dirigió un par de palabras hacía el.

ㅡ ¿Tu eres... Lacus Welt? ㅡ

El ambiente poco iluminado y frío dentro de aquella sala de paredes color azul y todas sus computadoras apagadas se mostraba así debido a la ausencia del coordinador, que acompañaba a la directora Yuno durante aquella tarde.
El vampiro tenía prohibido ausentarse del internado durante la semana para completar sus obligaciones inconclusas, a mando de Yuno, a quien Lacus menospreciaba apesar de estar bajo su autoridad.
Normalmente se encontraba en su habitación, pero aquel día se le había asignado que organizara los nuevos regirstros en el ambiente virtual de miembros interligados y pertencentes a Merak, en la sala de control. Llegando al edificio determinado, atravesó el largo corredor hasta llegar a la sala y pasar hacia adentro.
En uno de los escritorios del lado derecho se encontraba una no muy gruesa pila de papeles,  quebrando la armonía interna de lo organizado que había sido dejado el recinto, pues era el primer detalle que llamaba la atención desde la entrada.


Dejando la puerta abierta, caminó naturalmente en aquella dirección y tomó las hojas, analizando tranquilamente los personajes que figuraban en cada una de ellas y sus respectivos nombres, así como demás datos.
Sin embargo, no tardó mucho en ser interrumpido por una voz desconocida. Su atención fue guiada hacia el individuo que le hablara. Bajó un poco las hojas que tenía en manos y miró hacia atrás, volteándose en seguida.

—Haha, que irónico. La última vez que escuché eso, intentaron matarme.

Apoyó la mano derecha en su propia cintura y bajó el brazo izquierdo, con el cual aún tenía las hojas en su mano.

—¿Qué quieres?

Cuestiona, de manera no muy educada. Sus ojos rojos observaron con detenimiento aquel sujeto, de alguna forma, le recordaba a su antiguo compañero, Rene, pero de aspecto más funesto que el susodicho.

—Hmm...¿Quien eres?

Agrega en seguida, mostrando un semblante más serio esta vez. Podía haber o no haber visto recién el registro de aquel hombre, pero los vampiros de su rango eran conocidos por la falta de memoria para guardar rostros ajenos que no consideraban.

【◆ᴅ ᴀ ʙ ɪ◆ 】


Aquel azabache, se forma sería e indiferentemente lo miraba, al escuchar sus preguntas, solo respondió con una leve sonrisa de lado.

ㅡ Dime Dabi. ㅡ

Luego, decidió explicarle el porque de su visita, lentamente entro, sin ningún permiso, acercándose a aquel peliazul con una leve sonrisa.

ㅡ Estoy aquí, porque, me dijeron que tú me ibas a enseñar y dar un recorrido por aquí, ¿No te dijeron? ㅡ

Dijo, viéndolo directamente los ojos, notaba algo raro en el, que no era humano, pero, decidió preguntarle después de que él se presentará.

Al recibir de aquel hombre misterioso y de desagradable apariencia la respuesta por la razón que allá lo traía, el inmortal se mostró ligeramente confundido. La verdad no le habían solicitado eso, directamente. Solo podía ser obra de la directora más una vez, sabiendo ella que era un labor que el vampiro podría facilmente hacer, al ser sociable y tener tiempo en aquel lugar. De hecho, no sería sorpresa que le enviara justo un ser como ese para estar bajo su supervisión en los primeros dias de integración a Merak.
No pudo evitar reírse de esa posibilidad, trás una corta pausa de silencio.

—Jajaja, si claro... Así que eres uno de los recién llegados.

Tornó a levantar hasta cerca de su propio rostro las hojas que tenía en mano. De casualidad, justo la que estaba por delante de todas era el registro de ese chico. Habían pocos datos registrados; entre ellos, el hecho de que su entrada a Merak era por invitación del propio internado, y que aquel ser tenía poderes relativos al fuego y control de este, aparte de que su fuego poseía colores inusuales. Parecía ser un aliado interesante.

—De acuerdo, Dabi. Creo que no hace falta que te diga mi nombre. Ven conmigo.

Dicho eso, volvió a acomodar las hojas sobre el escritorio y se dirigió hacia la puerta. Su interés en trabajar en aquel aburrido escritorio era mínimo, era un ser que detestaba hacer lo que no le agradaba, por lo que en fin de cuentas no se incomodó con ser interrumpido ya que era para hacer algo más entretenido que pasar la tarde organizando datos en una computadora.
Atravesando la puerta, se detuvo un rato, esperando la salida del híbrido para poder cerrar y trancar la sala. El corredor seguía vacío y oscuro.

—Dime algo, ¿Tienes conocidos en Legacy?

Adelantó la pregunta, y aún tenía varias más por hacerle.

⌞❝ D ɑ b i ❞⌟

El azabache, escuchaba lo que aquel hombre decía. Lo miraba de forma curiosa, pues, para ser de Merak, era alguien bastante agradable, parecería alguien con el cual se llevaría bien, luego, respondió.

ㅡ Claro que sé tu nombre. ㅡ

Dicho aquello, notó como el contrario se levantó y pasó a su lado, saliendo de aquella habitación, el oji-azul, hizo lo mismo, empezó a caminar tras el, aquel era un poco más alto que el pelinegro.

Luego, empezó a caminar un poco más rápido para luego ponerse a su lado y caminar al mismo ritmo que el, lo vio de reojo y metió sus manos en sus bolsillos, luego, musitó.

ㅡ ¿A dónde iremos primero? ㅡ

Tal cual se asemejaba a su antiguo compañero, el novato ignorara completamente su pregunta, pasando de largo a formular otra que desvia el asunto al cuestionar hacia donde iban. En el pasillo silencioso, los pasos de los dos era lo único que se oía durante el corto momento en que no hablaban. El vampiro aflojó ligeramente su paso para ser alcanzado por el chico de cabellos negros, dirigiendo la vista hacia él sin dejar de caminar.

ㅡVaya, tu evasión me hace creer que sí, entonces conoces a alguien en el bando de débiles...¿Quien sería?

Tornó a preguntar, esta vez deteniéndose y volteándose hacia atrás estando ahora de frente para él, dejando pasar también la pregunta que recibiera de él, considerando que aún no planeaba el primer destino, y por el momento solamente le interesaba ver el nivel de poder que tendría esa criatura y cuales serían sus intenciones dentro del internado, mas para eso tendría que cambiar sus planes.

ㅡYa he visto a varios desertar de aqui, y de allá también, principalmente en tiempos post-guerra como este.  

Completa, mismo que hasta el momento no estuviera consciente de absolutamente todos los detalles del fin de la última batalla que tuvieran. La puerta que conducía hacia la salida del corredor aún se encontraba relativamente lejos.

El azabache, notó como aquel hombre empezó a bajar su velocidad para que lo alcanzara, al estar a su lado, escuchó aquella pregunta que le había planteando, pues, el azabache no la respondió, por lo que , frunció el ceño; no estaba enojado. Luego, procedió a responder.

ㅡ No, no conozco a ningún debilucho de esos. ㅡ

Dijo, luego, siguió caminando, hasta detenerse en seco al ver a el contrario frente a él, se alejó un poco, viéndolo de forma sería, metió sus manos en sus bolsillos y dió un leve suspiro sin dejar de ver fijamente a aquel tipo, por ningúna circunstancia se fiaría de el.

ㅡ Eso creo... Pero yo no soy igual a los demás, yo decidiré cuando usaré mi verdadero poder. ㅡ

Dicho aquello, frunció un poco el ceño, luego, sacó de su mano derecha de su bolsillo y la levantó a la altura de su hombro, con una sonrisa de lado encendió su mano en llamas y dirigió su mirada al contrario, pasando a responder.

ㅡ Acabaré a quien sea necesario, sea o no sea de Merak. ㅡ

Dicho aquello, desvaneció aquel fuego de su mano y metió su mano de nuevo en su bolsillo, esperando a que el mayor diera la autorización de seguir caminando.

Ahora sí, el individuo de extraña apariencia respondiera en la negativa. Mentalmente, el vampiro se quedara entre creerle o no, sin embargo, no se incomodaba con eso por el momento. Tarde o temprano,  y si acaso este conocía a un adversario, el asunto vendría a ser revelado, como era el caso de Eukene y el finado Berserker.

Posteriormente, su atención fue tomada por aquel fuego que emergía de la mano ajena, iluminando tenuemente el corredor oscuro y llegando a opacar lo demás, aparte de las palabras impiedosas que el tipo revelara después, algo nada incomún en alguien que se integra a Merak.

ㅡ¿En serio? Jaja, esa disposición és lo que los inútiles de legacy jamás tendrán, por eso nunca avanzan. Parece que guardas más objetivos que solo meterte en guerras.

Responde, de manera espontánea. La naturalidad del chupasangre en casi siempre exponer lo que pensaba y sonreír lo hacían ver accesible, quizá no eran características que en general alguien esperase encontrar en un vampiro, sin embargo, detrás de esa simpatía y de su  rostro impecable también se encontraba una de las criaturas de más desmesurada crueldad en aquel lugar.

ㅡSe me hace que apenas pisas aqui por primera vez. Hay solo dos lugares de acceso restricto donde no puedo meterme, el cofre y la sala de la directora.

Vuelve a hablar.

ㅡIrónicamente hasta a su cuarto particular se permite visitantes y a su sala de dirección no. Sospechoso, ¿No crees?

Complementa, no solo exponiendo sutilmente una idea maldosa sobre Yuno, sino dejando evidente la desconfianza que había en torno de ella y sus planes.

ㅡEn fin, és mejor que empieces por conocer la historia que envuelve a Merak y tengas idea de como está construído, vamos a la sala de historia. Allá hay una reproducción exacta del mapa del internado y hasta las armas y objetos de valor rescatados de ex-miembros que fueron asesinados.

Concluye, en el momento que llegaban a la entrada del edificio, abandonando el corredor y pasando hacia el enorme patio delantero.
La sala de historia guardaba toda la historia y las relíquias del internado. No se encontraba tan lejos de aquella zona, algunos pasos fueron suficientes para estar de frente hacia las puertas de la mencionada sala. Las abrió en seguida y pasó adentro, encendiendo las luces.
Lo primero que se veía era una réplica entera del internado en miniatura, protegida por vidrio.


ㅡMira esto. ¿Ya habías imaginado qué tan grande és este lugar?

Pregunta, deteniéndose cerca de la enorme caja de vidrio que protegía la construcción.

ㅡ¿Acaso sabes dónde estamos ahora mismo?

Luego de haber demostrado su particularidad al vampiro, Dabi apagó el fuego que emanaba su mano derecha, luego escuchó con atención lo que había dicho, cosa que hizo que una sonrísa se formara en el rostro del pelinegro, luego contestó.

- No vine a acá a buscar guerras, solo vine a cumplír mi objetivo, varios enemigos míos están en legacy. - dijo, luego borró aquella sonrisa de sus labios y siguió escuchando lo que el contrario le explicaba.

Escuchaba con atención, pues no quería pasar por alto nada, al escuchar la clara desconfianza que aquel hombre le tenía a la directora sonrió y procedió a hablar.

- Creo que hace lo correcto, no sabemos si alguien se puede enterar de información confidencial de Merak y se la puede dar a alguien de Legacy por dinero, ¿No crees?

Luego de aquella pequeña plática en aquel corredor oscuro, emprendieron una pequeña caminata a aquel múseo del que tanto hablaba el contrario. Decidió caminar al lado de él en silecio hasta llegar a aquellas puertas, las cuales fueron abiertas por el chico e iluminada por la luz eléctrica.

Al frente estaba una gran maqueta de aquel lugar, Dabi se acercó junto al vampiro para observar más de cerca aquel objeto, era bastante grande, cosa que lo imprecionó. Al escuchar la cuestión que el chupasangre le planteaba se quedó observando con atención el retrato del internado, pero, le fué imposible saber en donde se encontraban, luego contesto negando con su cabeza.

- No, me es imposible saber donde estamos localizados. - dicho aquello, siguió observando cada rincón de aquel retrato, era impresionante.

Habiendo sido dejado a un lado los asuntos relativos a las enemistades que conllevaban con los de Legacy y los rumores sobre la directora, la miniatura del internado se volviera el centro de atenciones de aquellos dos villanos. El trabajo artístico también contaba con las escalas representativas y la rosa de los vientos en un rincón del rectángulo.

—¿En serio? ¿Ni una idea?

Preguntó primero, sonriendo al tanto, al escuchar la respuesta del más alto.

—Por la torre de vigilancia és fácil guiarse. Estamos cerca de ella, por aquí en la entrada donde se marca el número 42.

Complementó, señalando por encima del vidrio la entrada del edificio lateral izquierdo a la torre, que era representado por ese número en la legenda.

—Y justo atrás está el departamento administrativo, en ese edificio diferente de todos los demás. És donde los de Legacy primeramente buscarían dejar una bomba, por eso és tan lejos de la entrada. Y casi todo lo que está delante de la torre y al lado derecho son las zonas de habitaciones y salas donde los estudiantes se sitúan, o mejor, la mayoría de ellos.

Proseguía.

—Más allá, en el ala más alejada al Oeste és donde están los caballos y demás animales y los depósitos, aparte del invernadero.

Finalizó.

—Lo demás son áreas básicas.

Afirma, manteniendo sus manos apoyadas en la margen de la enorme mesa y regresando su vista hacia el chico de poderes extraños de quien era senpai. Quizá el contrario inclusive tuviera la confianza de Yuno.

—Si és cierto lo que leí, que el propio internado solicitó tu ingreso imagino que serás un miembro especial. ¿Y entonces, te interesa visitar algún sector específico primero?

Preguntó.

El azabache, se quedó en silencio escuchando todo lo que aquel sujeto extraño decía, memorizaba cada rincón de dicho lugar, cada dirección, era algo difícil pero no imposible. Decidió dar un par de pasos alrededor de aquella gran maqueta, luego, dirigió su mirada a aquel chico de cabellos púrpura, no respondió, se quedó en silencio.

Aquel tipo parecía ser poderoso a simple vista, así que, probaría ante todo su sospechas sobre él, tampoco se subestimaba a sí mismo, también era bastante fuerte cómo para hacerle frente.

Llevó su mano por encima de la maqueta, señaló directamente a un área apartada de aquel lugar, luego lo vió fija y directamente a los ojos con una mueca burlesca, luego musitó.

ㅡSería interesante un enfrentamiento, ¿No cree? Señor Lacus.~

Luego, volvió en sus pasos hasta quedar en el mismo lugar donde estaba antes, quedando frente a el más bajo, luego, metió sus manos a sus bolsillos.

ㅡSería algo divertido, así podrá ver el por qué ésta institución me solicitó.

Aquellas palabras lo tomaron por sorpresa. Había observado al otro moverse hacia el lado más cercano al campo de batalla de Merak y señalar ese sitio, sugiriendo un combate entre ellos. ¿Acaso el tipo leyera sus pensamientos? ¿El internado estaba contratando un alienígena o qué?
Su interés en enfrentar a aquel misterioso chico despeinado, sacar más de su poder y verlo sangrar ni siquiera había venido a la luz, mas para ventura suya, el contrario era más astuto de lo que había pensado.
Ante esas tentadoras invitaciones, el vampiro volvió a mostrar una sincera sonrisa totalmente confiada, revelando entusiasmo.

ㅡVaya, ¿Quieres enfrentarme? Dudo que sea para eso que viniste a parar aqui, pero acepto el reto. ~

Dio la respuesta positiva sin pensar dos veces. Las batallas también eran parte de lo que él llamaba ''diversión'', independiente inicialmente de contra quien fuera.

ㅡSolo ten cuidado, espero no acabar matándote ya en tu primer día, Dabi.

Agrega en seguida, evidenciando la confianza que tenía en su propio poder, actitud típica del vampiro.

ㅡVe adelante y te encuentro allá en seguida.

Ordenó. Iría a buscar su espada primero, no debía pisar el battlefield sin esta.
No tardaría mucho en hacer presencia en el lugar indicado, portando su arma.

Continuación Aquí