M2: Ataque aéreo - Frente sur

Eran las cinco de la tarde y el cielo estaba completamente cubierto de nubes. A lo lejos se escuchaba el tronar de rayos y centellas, y no era exactamente por efectos del clima. Una diminuta figura flotaba sobre el castillo de la Academia Legacy. Era Maria Beatrice, la cual ostentaba el peor poder que se ha visto nunca. Los alumnos de Legacy y Merak se miraban entre sí con temor. Una leve llovizna de color negro comenzó a caer por el campo de batalla.


RECIBIENDO COMUNICACIÓN DE YUNO GASAI

— ¿Gente? ¿Pueden oírme? ¡Alguien está interfiriendo con mi telepatía! No puedo moverme. Esa maldita enana está usando sus poderes a distancia para mantenerme a raya. No podré ayudarles... por ahora. Maria Beatrice es invulnerable así que ninguna clase de magia o golpe sirve contra ella directamente. Tendrán que usar el Medallón de Mara para acabarla.

¿Qué es el medallón? Es uno de los secretos de la Academia Legacy. Ese tesoro puede acabar con cualquier ser omnipotente del multiverso. Lo bueno es que Maria Beatrice no tiene idea de este secreto... eso creo.


MENSAJE TELEPÁTICO PARA LOS ATACANTES AÉREOS DE MERAK

— Maria Beatrice solo dispone fuerzas de tierra, así que deberán planear un ataque aéreo, sobrevolar a esa enana del demonio y crear otro frente en el campo de batalla. La defensa principal los está cubriendo, así que no tendrán muchos problemas. Maria Beatrice no los ha detectado.

Lo que deben hacer es muy simple. He dispuesto de una máquina voladora a la cual ustedes deben reforzar sus escudos con magia. Si la máquina es destruida antes de tiempo, fallarán en la misión.

Enviaré refuerzos y tripulantes para la máquina. Yuno Gasai, corto.

REGLAS:
1) SOLO CUATRO PERSONAJES PUEDEN LLEGAR A ESTE TEMA.
2) LA MÁQUINA VOLADORA SE POTENCIA CON 25 POSTS.

+Apenas comenzaba a conocer sobre el lugar a donde asistía y se vio envuelta en el desastre que estaba provocando aquel enemigo al que debían detener. Realmente no planeaba participar del evento que se daría lugar hasta que escuchó las palabras de Yuno, inmediatamente pensó que si había que reforzar algo, ella podría ayudar utilizando el endurecimiento de su poder titán. La cuestión era que debía transformarse y eso llamaría la atención, sin embargo podía servir de distracción en cualquier momento. No era buena planeando estrategias sola.
No sólo se trataba de lo que quería o no hacer, sino de quiénes se encontraban en apuros frente a Beatrice. Decidió colocarse el típico anillo que siempre llevaba en caso de emergencias y fue a donde estaría aquella maquina, tardó en llegar al lugar pero lo hizo y pudo ver que era la primera en estar allí y que debía esperar a los demás, pues decía "tripulantes". Osea, en plural y algunos más vendrían luego, con obviedad... +

–¿Ah...? Pronto llegarán.
+Murmuró para sí misma en la espera, por todos lados se oían las batallas y a las personas que le habían hecho frente batallar contra tal amenaza, tenía curiosidad en saber a qué tipo de poder se enfrentarían.+

“Oh, Señor, ¡cuánto se han engrandecido mis adversarios! Muchos son los que se levantan contra mí. Muchos son los que dicen de mí: No hay salvación para él. Mas tú, Señor, eres escudo alrededor de mí. Mi gloria y el que levanta mi cabeza.” - Salmos 3:1-3

Hace tiempo ya que Legacy había dejado de ser lo que solía en un principio. La muerte del director de la academia había sido solamente el comienzo de una serie de tragedias sin precedentes. Merak ahora tenía básicamente el control de las fuerzas militares del mundo. Los malos habían ganado, podría decirse. Y cuando las cosas parecían no poder empeorar, surgió prácticamente de la nada una criatura de maldad pura que amenazaba el destino del universo entero. Cielos, vaya que la vida es bella ¿no?

A pesar de esto, el joven ángel trataba de mantener la compostura. Tenía un millar de razones para caerse a pedazos, eso es verdad. Pero también tenía suficientes razones para seguir peleando. Todo lo que amaba estaba en este mundo, y no iba a permitir bajo ninguna circunstancia que sus seres queridos perecieran con este mundo. Digo, porque Judai es un ángel y no puede morir… O eso se supone al menos… Pero ese no es el punto ‘k?

Al recibir el comunicado de Yuno Gasai, este no dudó en salir a apoyar. Judai nunca estuvo precisamente de acuerdo con las decisiones de la nueva directora (principalmente porque es una loca con delirios de grandeza) peeero, sabía que esta era la mejor y posiblemente la única forma de detener a Maria Beatrice. Así que, acompañado de su amada familiar, este salió con destino a la maquina voladora gigante.

Lee, por su parte, se limitaba a defender aún con la vida las decisiones que su amo tomase. Llegaron en un par de minutos al punto de encuentro, donde al parecer ya había una persona esperando. El hada se posó entonces al hombro del castaño mientras este, con un tanto cuanto de curiosidad, se acercó a la joven de cabellos dorados, suponiendo que ella sería parte del equipo enviado a este armatoste que pareciera salido de la mente de Diana Wynne Jones.

- Mi nombre es Judai, y esta de aquí es mi compañera Lee. Desearía que nos hubiésemos conocido en mejores circunstancias, pero de cualquier forma es un placer -

El ángel de humano aspecto entonces hizo una reverencia, luego de haber pronunciado aquellas palabras, con un tono de desánimo, pero con su aquella característica amabilidad que obsequiaba al hablar. Esta forma de presentación ya se había vuelto un hábito para Judai, pues claramente las cosas no iban de maravilla estos últimos tiempos. El hada de ropajes y piel cerúleos hizo una reverencia también, limitándose a saludar en lenguaje de señas. No porque no supiese hablar, sino simplemente para hacer breve la presentación y poder ir al grano cuanto antes.

El chico entonces sacó de su bolsillo una caja de pockys de chocolate amargo. Con la mano libre llevó uno de los palitos de galleta hasta sus labios, para acto seguido extenderle la caja a la contraria, como invitándole a tomar uno.

Maria Beatrice: Ji, ji, ji. ¿Tanto odias a tus compañeros, Yuno? Acepta que solo usas al Internado Merak para tus objetivos personales. Eso de querer salvar al mundo son puras tonterías.

Cerca de la posición M2, aparecen unos hombres con cabezas de cabra. Efectivamente, son los "muebles de Beatrice", mayordomos, sirvientes y cuidadores de la misma Academia, que ahora, manipulados por la bruja se estaban volviendo en contra de ellos.

Unos seis muebles comienzan a rodear a Annie y Judai. Preparan sus lanzas y hachas y corren hacia a ellos con una ira descontrolada.

NUEVOS OBJETIVOS
1) Llegar a los 23 posts.

PUNTOS DE VIDA
Judai: 20
Annie: 20

Apenas había acabado de presentarse el joven ángel cuando salieron prácticamente de la nada aquellas horripilantes cabras furras. Eran grandes y muy feas, y realmente parecían molestas. Estas comenzaron a acercarse rápidamente en dirección a los dos que se encontraban en el extraño artefacto volador.

- Kuri, si tienes un plan deberías decirlo ahora -

El hada, nerviosa, se aferró al hombro de su dueño. Este mientras tanto miró en todas direcciones e inmediatamente contestó a su compañera:

- ¡Muro de espejo! -

La feérica criatura levantó entonces una barrera de luz que cubría por completo a los tres protagonistas presentes de los ataques de los monstruos que se acercaban, los cuales estaban ya a escasos dos metros a la redonda.

El castaño suspiró aliviado. Con el poco tiempo que tenía para reaccionar, no hubiera podido convocar su espada, esquivar los ataques de los hombres cabra y encima contraatacar. Pero con el apoyo de su familiar, Judai era capaz de defenderse también. Ese pensamiento lo hizo reír suavemente y mirar a la pequeña cerúlea. Esta le correspondió al gesto sonriendo suavemente. Solo ellos dos se entendían, pero con eso bastaba.

- ¡Sandalphon! -

Judai alzó su voz a los cielos con suma fuerza, y entonces un cegador destello de luz se hizo presente en todo el campo de batalla. Para cuando este se extinguió, una espada ropera, de bellos y dorados tonos, se había materializado en la mano derecha del ángel.

- Esto está mejor. ¿Todos listos? -

El castaño chasqueó los dedos y el hada cortó la barrera que los separaba de los furros. En cuanto esto sucedió, el chico lanzó un corte horizontal con dirección a aquellos monstruos. Una onda de luz, rápida como solo ella, cortante como la misma espada y encima ardiente como fuego contra seres de oscuridad, salió disparada entonces, golpeando a la mitad de los hombres cabra.

- De acuerdo, hay que darnos prisa, o más de estas cosas llegarán pronto… -

Yuno Gasai: Estoy recibiendo señales psíquicas de sus oponentes más adelante. ¡Planeen algo! ¡Maria ha soltado a sus lacayos más fuertes para matarlos!

¡Todavía no puedo enviar refuerzos!

Les envío información del campo de batalla. Yuno, corto.

La novata azabache tras recibir el comunicado de una de las superiores, Yuno Gasai, no dudó ni un sólo segundo en presentarse en el campo de batalla. Momo Yaoyorozu es una aspirante a heroína, bajo ninguna circunstancia permitiría que la humanidad se viera amenazada. Definitivamente se iba a presentar. Planeaba una jugada, al parecer debía dirigirse a una nave que estaba planeada para contraatacar, para defender. Ya era algo tarde, por lo cuál debía apresurarse. Se equipó con su traje de color rojo el cuál ella misma había diseñado y se cubrió la espalda con su capa, la cuál hace poco estaba estrenando. El clima no era muy favorable, por lo cuál debía ir aunque sea con algo que tapara parte de su cuerpo ya que sus prendas son algo descubiertas. Estaba contra tiempo, tomó su libro para ayudarse con su quirk creation y las estructuras químicas y salió. Directo al lugar de la nave.

Tardó alrededor de media hora, estaba casi al frente de sus compañeros, una joven rubia de expresión seria y un joven castaño se encontraban defendiendo. Hasta que una criatura que la sobre pasaba considerablemente por metros de altura se puso en medio de su camino. Se vió sorpendida, aterrada. Su expresión lo decía todo. Tardó en reaccionar por lo cuál fue atacada al instante. Por suerte, logró esquivar el ataque y correr para así ganar algo de tiempo y usar su quirk. Llegó a su destino. El punto de encuentro en el cuál estaban sus compañeros. Ni siquiera alcanzó a saludar, ni lo pensó, ya que estaban en una situación adrenalínica. La criatura llena de ira venía a por ella. Ella quería ser una heroína, por nada del mundo iba a asesinar a alguien pero, ¿Eso era alguien?.

— ¿Qué debería hacer?. ¿Qué haría Midoriya o Todoroki en un caso así?. —

Apretó con fuerza los párpados y se levantó. Creó su bastón o barra de metal que solía usar en las prácticas. Pensaba defenderse pero, suponía que no tendría la fuerza suficiente para hacerlo. Por lo cuál hizo un plan rápido de distracción. Debería retenerlo. Recordó aquella vez, que tuvo que luchar contra el profesor Aizawa. ¡Exacto! Debía hacer lo mismo. Con rápidez creó aquella cinta que salió de su pecho, más un fósforo para encender fuego. Tomó la cinta con una mano y levantó la visa con prisa. La criatura estaba a unos metros de ella.

《Vamos Momo. Recuerda, confianza en ti misma.》

Lanzó la barra de metal a las rodillas del casi demonio que tenía en frente para así hacerlo caer. Luego corrió y lo atrapó entre las cintas que había creado, hizo un gran nudo y encendió el fósforo para así tocar con este una pequeña parte de la cinta haciendo que la ya mencionada se endurezca al instante. Aleación de nitinol. Era obvio que lo dejaría inmovil por unos minutos, victoria para Yaoyorozu. Creó una especie de esposas que colocó en los brazos y tobillos del demonio. Luego se levantó e inhaló y exhaló con fuerza, su corazón estaba acelerado. Por último, tomó su barra de metal y le echó un vistazo nuevamente a los alrededores. Parecía sacado de una película de terror.

- ¡Mata a esa cosa! ¡Mata a esa cosa, Kuri! -

El ángel peleaba cuerpo a cuerpo con el último de los horrendos hombres cabra. No era nada conveniente, pues a pesar de poseer una espada, Judai es un combatiente a distancia. Digo, después de todo, mantiene un cuerpo completamente humano para poder enfocar toda su energía en la alimentación de su familiar y en maximizar el poder de su espada sagrada.

« Además, me gusta la ropa humana »

Si, y eso también. En fin, el punto es que debido a ello es un pésimo combatiente físico. Eso era claro de notar de tan sólo mirar la batalla que llevaba a cabo en este momento. A los otros cinco hombres cabra no había tenido problemas en rebanarlos por mitad uno a uno desde la distancia, pero este estaba frente a él, tenía un hacha y estaba furioso. Judai solamente se dedicaba a esquivar golpes y tratar de guardar distancia. Sabía que un solo golpe de esa cosa podría mandarlo de vuelta a la presencia de Dios, y no era momento para eso.

Así que, Judai esquivaba un golpe tras otro y trataba de mantener rango suficiente para atacar. La pequeña Lee, por su parte, estaba completamente aterrada en el hombro de su amo (como ya habrán notado). De solo ver al enorme monstruo que los perseguía, esta ni siquiera era capaz de pensar en un plan. Siendo sinceros, la escena presentada era bastante cómica. El furro persiguiendo erráticamente al castaño y su compañera por toda la nave suena salido de una caricatura ochentera si se lo plantean de esa forma XD

Finalmente, entre toda la locura de la situación, el chico visualizó una figura a la lejanía. Se trataba de una joven de cabello oscuro y traje de color escarlata. Estaba luchando con una enorme criatura endemoniada. Pero lo que realmente le llamó la atención al enviado de Dios, era la forma en que aquella peleaba, como generando materia de la nada. Fueron solo un par de instantes que la visualizó, pero eso le recordó algo importante al castaño.

- Yo no soy un humano… -

El castaño se golpeó el rostro a sí mismo con una palma y se detuvo de golpe, no sin seguir procurando a toda costa esquivar los golpes de su grande y fuerte pero torpe adversario. Su hada, que leía los pensamientos del chico a la perfección, se separó inmediatamente de él alzando vuelo. Judai entonces se cubrió de un brillo intenso que incluso dejó ciego al tremendo animalón por unos segundos. Eso le fue más que suficiente al chico para verse convertido de repente en un halcón peregrino, el animal más rápido que ha surcado alguna vez los cielos.

Judai es un ángel un tanto especial. Capaz de cambiar de forma a voluntad en cualquier ser vivo que haya visto antes, le daba una versatilidad en combate de la que se había olvidado por completo desde hacía ya mucho tiempo. De esta forma tomó altura en pocos segundos, y ya unos veinte metros en el aire volvió a tomar forma humana. Se alzó otros dos metros más debido a la inercia y luego cayó vertiginosamente hacia el suelo.

- ¡Sandalphon! -

Esos efímeros instantes le habrían de ser suficientes para convocar su espada una vez más y lanzar un corte de luz con todas sus fuerzas directo a su oponente. El… Sátiro? Cayó al suelo, derrotado, y el ángel cayó al suelo en forma de un tierno gatito, el cual grácilmente aterrizó en sus cuatro patas sin problema alguno.

- ¡Kuri, eso fue increíble! -

- Oh Dios… Eso ha estado cerca… -

El ángel entonces suspiró aliviado, llevó una mano a su bolsillo y extrajo de ahí un pocky, el cual terminó por colocar entre sus labios, tratando de calmarse.

- ¿Así que esa chica nos acaba de salvar la vida? Vaya locura jeje -

La azulada pigmea soltó una pequeña risa. Su habilidad de telepatía le era excelente ayuda para conocer a la perfección los pensamientos de su maestro aún antes de que este los mencionase. Ella sabía perfectamente que, de no ser por haber visto a la azabache, posiblemente ellos dos seguirían corriendo en círculos como payasos de rodeo. El gato de lomo café y pecho blanco regresó una vez más a ser un humano, en un cegador destello de luz. Asintió suavemente con la cabeza al comentario de su familiar, y alzó la voz hacia la heroína que los miraba hacia la distancia.

- ¡Muchas gracias, chica desconocida! ¡Acabas de salvarnos la vida! -

Tras a ver corrido varios  kilómetros, finalmente llega a su posición indicada, solo esperaba que su ausencia no allá significado la pérdida de un aliado valioso, pero en caso de que estuvieran en peligro, lo mejor es estar preparado para un enfrentamiento.

Subió a la extravagante nave y miro a los alrededores, notando al ángel derrotar a una de las bestias, saber que estaba en ese lugar lo aliviaba demasiado, cerro sus ojos para después refrescar su memoria…

─Vaya… eres más fuerte de lo esperado, y eso que tu apariencia no es del todo intimidatoria.

Dijo entre risas y jadeos ante su contraria, sabía perfectamente que debía seguir luchando si quería salvar a todos.

─Colt, me encargare de ella, no la derrotare, eso está claro, pero al menos ganare tiempo, busca aliados, informales de todo, y… te libero.

Aquellas palabras fueron las ultimas que aquel azabache recibió de su ama, no importaba los intentos de este en permanecer a su lado, aquella pelirrosada fácilmente lo mando por los aires con un ataque luminoso, y ahora, se encontraba en esa nave, cumpliendo con la última voluntad de su compañera.

─Judai… finalmente te encuentro ─Suspiró pesadamente mientras se acercaba al castaño─ ¿Escuchaste mi mensaje en la radio? ¿o tengo que explicártelo?

Se mantuvo a su distancia, después de todo, el ataque del ángel fue poderoso y algunas partículas de luz estaban en el ambiente, intentaba evitarlas por mero reflejo, aunque tenía un cuerpo propio e inmunidad a la luz, las costumbres que tenía eran muy arraigadas.

─Ah…como sea, igual lo explicare, Ayana imprudentemente se atrevido a luchar contra María Beatrice por su cuenta, pensó que quizás lograría purificarla y evitar una catástrofe, pero esa niña… es más poderosa de lo que aparenta, hay algo mucho más turbio en el fondo de esa niña y créeme, no es algo agradable de ver…

Apretó sus puños con furia e impotencia, realmente no quería dejarla sola, pero estaba obligado a cumplir con su voluntad.

─En fin… ahora ella está en aprietos… no durara mucho en combate, así que vine aquí a ser de apoyo.

Poco a poco fue acercándose al castaño para mirarlo fijamente a los ojos.

─¿Qué debemos hacer para ganar? ¿Mover esta cosa hacia el castillo? Si es asi, no hay tiempo que perder…

Cuestiono mientras se percataba de la presencia de las chicas, lo cual se limitó a saludarlas, no era muy bueno presentándose a desconocidos, pero eso poco le importaba ahora.

Al terminar con su batalla, decidió dirigirse hacia un joven castaño que tenía como compañera una criaturita bastante peculiar. Nunca había visto a un ¿Animal? De ese tipo pero no pudo prestarle la atención que quería ya que estaba en una situación en la cuál se debe actuar rápido. Por lo cuál comenzó a hacer su paso cada vez más rápido hasta ya estar prácticamente corriendo, así dejando a aquella bestia de pieles oscuras y ojos carmesí atrás, atrapada en sus creaciones. Para cuándo ya estaba por entrar o subir a la nave, un destello la dejó cegada por un par de segundos, acto seguido, cubrió su rostro con los antebrazos, algo sorprendida por lo ocurrido. Ciertamente, cuándo estaba en combate pudo divisar de reojo al joven huyendo de una de las bestias con el pánico y el terror reflejadas en su rostro. Por lo cuál estaba bastante preocupada de que algo le ocurriese a aquel chico de aura celestial, que ciertamente le brindaba algo de paz, a pesar de estar a unos metros de él.

¡Error!. Se llevó una gran sorpresa, luego de recuperar la vista pudo ver que aquel joven aterrorizado había cambiado a un halcón imponente. Luego de haber cegado al demonio y junto a él, a la azabache de prendas rojas se vió que volvió a su forma humana, dejándola aún más impresionada y con una expresión que expresaba claramente todo lo que estaba pasando por su cabeza. Seguido de aquel acto se vió como al parecer invocó a un tipo de espada la cual derrotó al oponente con éxito. Se quedó pasmada por un par de segundos, en aquella posición. Pero la voz del mismísimo protagonista de aquel acto la sacó de ese estado. Haciéndola dirigirle la mirada y escuchar sus palabras.

《 ¿Eh? ¿Les salvé la vida?.》

— ¡Pero que dice! ¡Ustedes lo han hecho todo!. —

Exclamó para luego acercarse al chico, una vez a su lado hizo una reverencia para presentarse como se debe.

— Mi nombre es Momo Yaoyorozu. Todo lo que acaban de hacer fue simplemente, impresionante. Soy novata y eso realmente fue, genial. —

Por unos momentos se sintió como aquella vez en el festival deportivo. Cuándo un compañero de clase la dejó completamente opacada con sus habilidades. Más que nada la avergonzaba sentirse inferior, por lo cuál inevitablemente un leve rubor apareció en sus mejillas. Luego se vió interrumpida por una chica, que pareció llegar un tanto alterada puesto que hablaba bastante y con tono de preocupación. La azabache simplemente se quedó en silencio, observando y escuchando la conversacion que mantenía el castaño y la joven que acababa de llegar. Lo único que pudo hacer fue devolverle el gesto de saludo a la muchacha y con el, una sonrisa algo incómoda.

El ángel sonrió con toda la amabilidad del mundo al ver a la chica de ropajes escarlata acercarcele y dirigirle la palabra. Hizo una suave reverencia ante ella y le habló con un tono rebosante de calma y alegría, quizá por la euforia del momento.

- Por favor ¿una novata? Ni creas que me creeré eso -

El castaño soltó una pequeña risa y volvió a dirigir la mirada a su contraria.

- Mi nombre es Judai. Judai W. Kuriboh Alighieri, pero puedes llamarme Kuri. Soy el ángel del Dios viviente, y quiero decirte que lo que tú hiciste allá fue mucho más impresionante, y encima me has salvado. No sé por qué, pero había olvidado que soy un ángel jeje. Peeero, tú me lo has recordado de alguna extraña manera. En serio te debo la vida -

Mientras tanto, la pequeña hada de color ceruleo se acomodó plácidamente al hombro del castaño e hizo una seña de saludo en lenguaje sordomudo. Una vez más, no se trataba de falta de habla, simplemente que la pequeña Lee no era muy sociable cuando se trataba de conocer gente nueva.

- Oh, casi lo olvido, esta de aquí es Lee. Es mi familiar y mi mejor amiga... -

El castaño apenas estaba terminando de hablar cuando llegó aquel sujeto de largos cabellos azabaches. Eso, sumado a sus finos rasgos, fácilmente podrían causar que a primera vista fuera confundido con una chica. Sin embargo, se trataba de Colt, un amagok que podía tomar apariencia humana, y que era sino el familiar de Ayana Shade, aquella sacerdotisa a la que el angelito era tan afecto jejejeje

« ¿P-puedes parar? Te recuerdo que este es un momento serio... »

Vale vale, en verdad lo siento... ¿En qué estábamos? Ah si, como os iba diciendo, el ángel se sorprendió bastante al ver al familiar de Ayana presentarse, pero lo que más le sorprendió fue verlo sin la compañía de su pelirrosada ama. Lamentablemente, antes de que el castaño pudiese hacer siquiera alguna pregunta al joven de siniestra apariencia, este explicó sin demora todo lo que había sucedido.

El ángel cayó al suelo de rodillas al oír las aclaraciones del azabache. Ayana era realmente hábil y muy fuerte... Pero... Maria Beatrice... Esto era un verdadero desastre. Si de verdad la pelirrosa había tenido la osadía de enfrentar a semejante monstruo, corría un enorme peligro, y eso es algo que el joven ángel no podía soportar.

- A-ayana San... -

La pequeña hada acariciaba con delicadeza la espalda del castaño, mientras éste miraba al suelo, con una mirada completamente vacía. No exactamente triste, ni aterrada, ni preocupada, ni siquiera confundida. Y aunque realmente sentía parte de todo eso, su rostro más bien reflejaba que se había roto por dentro. Como si se hubiera desconectado por completo del mundo que lo rodeaba. Así estuvo por un rato, hasta que escuchó la última pregunta de azabache. Su expresión no cambió, pero se puso de pie cuanto menos. Asintió suavemente con la cabeza, y habló con una voz fría y plana.

- Hay que llegar cuanto antes. La directora Yuno dijo que había que proteger con magia este aparato y hecharlo a andar. Lee puede hacerse cargo de ello, pero ella estará vulnerable y habrá que protegerla -

El hada del cáliz mundial asintió suavemente, aún sin dejar de mirar con preocupación a su maestro. Ella entonces descendió con cuidado hasta la superficie de la nave y comenzó a usar su “escudo del brillo amarillo” sobre ella. Literalmente la nave se cubrió de un aura de luz de un leve tono dorado, como si estuviera cubierta de polvillo de hadas de Peter Pan. Eso debería hacerla tan dura como un diamante, pero a cambio la pequeña Lee no podría ni siquiera moverse. Judai estaba sacrificando todas sus maniobras defensivas en el armatoste volador, pero era la forma más rápida de proteger el lugar, y el castaño no estaba dispuesto a desperdiciar un segundo más.

Levanto una ceja tras escuchar a los jóvenes presentarse entre sí, supuso que no se conocían, por lo que sería complicado para él apoyar a la pelinegra de traje rojo, aunque intentaría ayudarla de todos modos.

Tras saber que Judai estaba dispuesto a darlo todo por ayudar a Ayana, esto lo alivio, sabía que podía contar con él al ser alguien cercano a su ama y esperaba poder salvarla del lio que ella misma se había metido.

─Agradezco tu entusiasmo joven Judai, proteger esta nave es primordial, ya que María Beatrice está demasiado ocupada enfrentándose a Ayana, si no fuera por eso, seguramente las naves y otros puntos estratégicos estarían en ruinas en este momento.

A pesar de saber lo fuerte que es su ama, no dejaba de preocuparse por ella, así que, imitando la energía del ángel, este estaba dispuesto a darlo todo por ella.
Observo como el castaño mando al hada a proteger la nave con su magia, volviéndose vulnerable con tal de crear aquel escudo, supo así que su deber en ese entonces era proteger al hada y llevar la nave a su objetivo.

─Muy bien, veo que has tomado las riendas, es admirable, estaré bajo tus órdenes.

Se inclinó ante el ángel en señal de respeto para después mirar a la joven chica de traje rojo.

─Señorita Yaoyorozu, mi nombre es Colt, estaré a su servicio… digo, s-seré de apoyo en esta situación.

En cierto modo se sintió un tanto incomodo de decir aquellas palabras, era algo que únicamente se lo decía a Ayana y dedicárselas a otra persona era impensable, pero no podía hacer mucho en ese momento, más que seguir a sus compañeros de armas y luchar contra la malvada bruja.

─Como sea… presiento que algo nos atacara… la energía maligna es algo que puedo percibir con facilidad, así que sugiero que todos estén preparados para cualquier ataque o invocación de María.

De pronto, escucho los quejidos de una de las bestias enviadas por maría, lo cual estaba atrapado en una extraña estructura metaliza que actuaba como unas esposas, la criatura estaba intacta e inmovilizada, cosa que a él no le parecía.
Se acercó a la cabra para colocar su diestra sobre el cuello del mueble, lo miró directamente a los ojos para luego decir:

─Más vale que tu sabor sea mejor que tu apariencia.

Su cuerpo se volvió completamente negro, su cabeza cambio de forma a la de un can y rápidamente abrió su hocico para así arrancar la cabeza del mueble y comérselo.

─Aaah…mejor… ─Empezó a mirar a los presentes─ no dejen a ninguno vivo, pueden verse como animales, pero son creación de magia negra…

Soltó el cuerpo y empezó a caminar por la nave mientras miraba los alrededores, pensante y solitario.

─Ayana… si aún me escuchas… sigue luchando, no te dejes vencer, voy por ti…

Aceptó la reverencia del joven pero no se sintió digna de recibirla. Sintió cómo la amabilidad y gentileza del ya mencionado se le era transmitida a su persona. Se sintió halagada con su primera oración, era la verdad pero, el que un superior le dijese semejante cumplido era como subir de nivel en un juego, por así decirlo. Ya bastante honrada, lo único que pudo hacer en ese momento fue sonreírle en forma de agradecimiento. Al ver que la mirada de su contrario seguía fija en ella, infirió que le diría algo más, y así fue.

《¿Un ángel? ¿Es verdad lo que estoy escuchando?.》

Pensó, sus ojos se habían abierto un poco más de lo normal, siendo algo cómico el verla así. Para cuándo iba a formular una respuesta, escuchó la forma en que presentaba al familiar que lo acompañaba.

— Bueno, es un gusto conocerlos a ambos. La verdad, no creo que yo le haya salvado la vida pero si usted lo dice, entonces sí, a decir verdad me honra bastante haber sido de utilidad para alguien cómo usted. —

A los segundos después, llegó un joven de apariencia delicada y algo siniestra. El cuál cómo ya había mencionado antes, le dió un comunicado al castaño y la saludó con un gesto de su mano. Lo que la hizo preocuparse un poco fue la reacción del joven de cabellos marrones, el cuál tenía un rostro inexpresivo pero, era alarmante. De pronto se vió decidido, con valor y determinación. La joven azabache no tenía mucho que hacer o decir más que mirar. Por lo cuál, simplemente se quedó de pie, observando cómo usaban sus habilidades para proteger la nave y así crear algún tipo de plan a la rápida. Lo que la sacó de sus pensamientos fue que, el joven azabache al igual que ella, le dirigió la palabra.

— Un gusto conocerle. Yo igual seré de apoyo, daré lo mejor de mí para ayudarles en esto. Seguiré ordenes de ustedes, mis superiores. Aunque deba arriesgar mi vida. —

《Después de todo, eso es lo que hacen los héroes, están dispuestos a todo.》

Fue cómo un flashback aquel pensamiento, recoró a All Might y se sintió animada y preparada para dar todo de ella. No importaba si quedaba en algún tipo de estado grave, todo sea por los demás y por sus amigos. En fin, vió que el joven con el que había intercambiado palabras hace unos momentos se vió distraído, llevando su atención a la bestia que ella había dejado antes atrapada. Inevitablemente se sorprendió. La azabache no había pensado en asesinar a la criatura ni por más horrenda que fuese ya que, los héroes no hacen eso. Tienen ideales y ella los seguiría. Pero, aquella información fue importante, ¿Creaciones de magia negra?. ¿Cómo no lo habia pensado antes?. Se sintió ilusa y algo rara, ya que se vería en la obligación de exterminar por completo a lo que sea que se venga por delante, lo que sea que ponga en peligro a un humano o un ser de buenas intenciones. Quedó algo aturdida ya que no se imaginaba cómo lo haría pero, no importaba.

Fruncio el entrecejo y pensó en tácticas. Nuevamente creo su barra de metal para combatir y a la vez, comenzó a crear una infinidad de muñecas matryoshka con bombas cegadoras dentro. Tal y cómo lo hizo en un entrenamiemto. En ese mismo instante, nadie podía quitarle el valor y determinación.

Empezó a limpiarse la boca tras alimentarse del mueble maligno, absorbiendo la energía maligna que este emitía para alimentarse y ser más poderoso, al menos de ese modo podría ser de utilidad, el castaño había mandado a su feérica familiar a proteger la nave con magia mientras este se dedicaba a estar atento, el azabache nunca había visto a Judai tan serio, siempre mostraba una agradable sonrisa y una actitud despreocupada, pero tratándose de Ayana, era obvio su cambiar.

Por otro lado, la chica de ropajes rojos, se encargaba de crear pequeños y curiosos objetos que salían de su cuerpo, nunca había visto a alguien usar una habilidad así, ¿se supone que es una humana? ¿Cómo crea esos objetos? Tenía curiosidad, pero dudaba al hacer una pregunta directa, realmente era malo relacionándose con gente desconocida, especialmente al no tener ayuda de su ama.


─Esto será complicado… ─Murmuró para sí mismo mientras miraba a la azabache─ Señorita… ¿Puedo preguntar que son esas cosas? No parecen ser útiles… al menos en apariencia.

Este desconocía el compuesto de las matryoshka o su contenido, quería saber si no tenía algo oculto que pudiera dañar la nave o el bienestar de los presentes.

─Espero no sean uno de esos “huevos sorpresa” donde al abrirlos, exploten…

Empezó a reír levemente, aunque intentaba ser amigable, parecía estar incomodo, soltó un pesado suspiro y luego continuo hablándole.

─Como sea, seguro serán de utilidad, ¿De qué están hechos? ¿Sueltan algún gas aturdidor o algo así?  Si es algo que puede dañar a cualquiera, lo mejor es que tengamos con que protegernos de ello…

Rasca su barbilla con cierta duda de indicarle su clara debilidad, aunque tuviera un cuerpo físico, la luz podía dañarlo levemente.

─Veras, yo soy un ser de oscuridad, tengo cuerpo físico, pero la luz puede dañarme si está a cierto grado de intensidad, puedo estar tranquilamente bajo el sol como ahora, pero si es más intenso que eso, bueno… tendría que protegerme…

<<Ahhh… esto de conversar es demasiado complicado… espero no intimidarla o algo… de por si asusto a los niños que logran verme… >>