M2: Ataque aéreo - Frente sur

De los brazos de la azabache continuaban saliendo los muñecos de apariencia tierna, los cuáles tenían una similitud con Momo, quién los creaba. Calculó que por cada 4 segundos se creaban dos matryoshka, a lo cuál para entonces ya llevaba unas 10, las cuales llevaba resguardadas en el gran cinturón que cubría sus caderas y parte de sus muslos. La creación se detuvo en cuánto escucho la voz de hace unos minutos, era aquel joven algo tímido que le estaba dirigiendo la palabra. La azabache se dió la media vuelta para así quedar de frente y prestarle toda su atención. En cuanto ejerció esa acción el quirk creation se detuvo. En su rostro, como siempre estaba presente esa expresión de calidez y gentileza que hacía sentir cómodo a la mayoría de las personas que hablen con ella.

— Oh. Dejame te explico todo. Tengo un don, y consiste en transformar los lípidos de mi cuerpo en materia, siempre y cuando sepa de qué está compuesto tal objeto, hablando químicamente. Moleculas y demás. Es por eso que llevo un pequeño libro en la parte trasera de mi cinturón. Es de esa forma de la cuál combatiré el día de hoy, usando mi don. Y con este mismo, estoy creando estas matryoshkas, que dentro llevan bombas cegadoras. —

Escuchó lo que seguía a continuación y en su rostro se reflejó la ingeniudad, quedando perpleja. Se veía bastante cómica, por lo cuál no se le culpaba al joven si se reía de su reacción. Era exactamente eso, un huevo sorpresa aunque nunca lo pensó de esa manera.

— No causan grandes daños, sólo te cegan por unos segundos, es una distracción más que nada. Supongo que nada malo ocurrirá si nos cubrimos los ojos. —

Claramente, al ya saber la debilidad del chico, Momo pensó en algo. Reconsiderando no causarle absolutamente ninguna clase de daño. Se cruzó de brazos y comenzó a pensar, rechazando ideas y pensando en otras nuevas. Si de por si las bombas cegadoras te dejan sin la posibilidad de ver si la observas directamente, para él sería mucho peor y más destructivo por lo cuál debía protegerse. Pensó en una manta para cubrir el cuerpo de el ya mencionado. Aún así los fotones de luz atravesarían la manta pero no del todo cómo si estuviese sin ella encima. Era una idea.

— Mm. Te causaría daño. Estuve pensando en una manta. Puedo crear una manta y puedes cubrirte con ella. La luz la atravesaría de todas formas pero no en grandes cantidades cómo si estuvieses sin ella. Si no te parece, dime que hacer. Puedo pensar en otro plan. Hacer bombas explosivas, lo que usted desee.—

De pronto, los tres empezaron a ganar más peso en las extremidades. De un momento a otro quedaron estampados con violencia en el piso, el cual terminó por agrietarse. La gravedad parecía haber comenzado a subir, y a subir cada vez más.


La castaña solo parecía sonreír sin decir nada. En sus ojos se veía un terrible brillo rojo. ¿Era Ochako? No, no, no. Su rostro era algo distinto. Sus ojos púrpuras e inyectados en sangre eran definitivamente iguales a los de Maria, la bruja.



— Los humanos deben morir. Los que los apoyan también, — sacó su espada y arrojó temible poder contra ellos. El aire era cortante, y les llegó a los tres por igual, mientras estaban en el suelo.

Puntos de vida de Merak
Judai: 18
Colt: 18
Momo: 18

Puntos de vida enemigos
Uraraka Alter: 15
Narberal Gamma: 15

aquel azabache no pudo responderle a su contraria tras sentir su cuerpo físico más pesado de lo usual, de pronto, todos los presentes estaban estampados en el suelo, como si algo o alguien manipulara la gravedad, y no estaba equivocado, se trataba de una chica castaña que había llegado a escena, su rostro le parecía familiar, ¿la conocerá de algún lado? Si, aquellos ojos… eran idénticos a las de María Beatrice.

Debía hacer algo, lo que sea, pero antes de que pudiera hacer un movimiento forzado fue atacado a la par de sus compañeros por otra enemiga, una mujer de cabello oscuro quien los ataco con una espada poderosa, ¿Cómo podría salir de eso? Lo único que podía hacer era cambiar su forma física a una de oscuridad, donde no recibiría daño físico ni directo, pero dejaría a su suerte a sus compañeros, debía idear algo.

Entonces recordó, aún tenía la capacidad de compartir habilidades con Ayana, quien a pesar de que lo libero de su cargo de guardián, aún mantenía el lazo con ella, ¡Podría congelar el tiempo unos segundos y tomar ventaja! Pero debía ser rápido y tocar a sus compañeros para que estos no sean afectados por la manipulación temporal.

─¡Yaoyorozu! ¡Judai! ¡Resistan!

Cambio su forma física –lo cual le da la apariencia humana- a su forma Ater, que consistía de esencia oscura que toma la silueta de un gran Amarok, gracias a ello, su cuerpo pierde peso al ser solo energía y logra tener libertad de movimiento.
Se acercó a Momo, quien era la más cercana a él, la tocó con su pata y utilizo la manipulación temporal de Ayana, congelando el tiempo por un minuto.

─Seré breve, puedo manipular el tiempo gracias a Ayana, pero solo por unos minutos y a cierta distancia, 10 metros cuando mucho, puedo apoyarte para la creación de algún arma o bombas de humo, usaremos las bombas cegadoras en momentos clave, podre resistirlo si estoy en la sombra de alguien… así que… ¿me permites ser tu sombra?

El lobuno ser pedía permiso a su compañera de ser su guardián temporal, al menos de ese modo, lograría pasar su condición a su aliada y evitar que la gravedad aumentada le afecte a gran medida, él era más que un simple guardián para su ama, ya que le daba cierta ventaja en combate ante oponentes más habilidosos.
Sin esperar demasiado, aquel canino se adhirió a la azabache a su sombra, para ir cubriéndola de oscuridad y “aislarla” de su condición física, evitando que sea afectada por la gravedad, al menos no al grado que evite moverse.

Estas eran las ventajas de ser un Ater, para quienes no lo sepan, un Ater es un ser de oscuridad absoluta que puede alimentarse de energía negativa de los seres que le rodean, inclusive pueden apoderarse de un cuerpo y usarlo de recipiente, así evitarían su mayor debilidad que es la luz, en su forma no física son capaces de adherirse a cualquier cosa con tal de evitar contacto luminoso, además de crear ilusiones  físicas de los traumas y miedos de quien lo mire, provocando que sus enemigos se paralicen del miedo y así alimentarse de ellos, a gran medida provocaría un comportamiento errático en su presa haciendo que esta intente auto lesionarse o atacar a otros.
Esto sumando su aumento de poder durante la noche, es un enemigo de temer.

─¿Puedes moverte? Si es así, acércate a Judai para así adherir una parte de mi a él y evitar que sea afectado por mis poderes, si no… prepárate para luchar…

El tiempo se agotaba, si aquella heroína no podía moverse con rapidez hacia el alado castaño, deberá defenderse contra las enemigas que estaban a escasos metros de ellos, Colt, quien era alguien sanguinario, no dudo ni un momento en lanzar un ataque umbrío hacia sus enemigas, quienes no podrían esquivar, de ese modo, al agotarse el tiempo, Momo tendría oportunidad de reaccionar y decidir qué hacer: Atacar o Ayudar a Judai.

Mientras distraída observaba su brillante barra de metal, que la usaba para atacar sintió un peso sobre su cuerpo, absteniendola de hacer cualquier movimiento. Aquella arma que hasta hace sólo unos segundos estaba en sus manos ahora yacia en el suelo, haciendo un fuerte ruido al caer. Desesperada por la sensación, observó sus alredores en busca de el o la causante de lo que sucedía. Sus ojos se abrieron como platos, se quedó atónita. La chica que los estaba atacando era una de sus amigas, la tierna y optimista Ochaco Uraraka. No podía siquiera formular una palabra, no lograba asimilar lo sucedido. La miraba fijamente, con expresión de perplejidad.

《 ¿U-uraraka?...No, no es ella. Sus ojos sólo expresan maldad y burla, ella en definitiva no es así. ¿Le habrá pasado algo?. 》

Reaccionó, ya asimilando por completo todo lo que ocurría. Miró a sus compañeros, quienes estaban exactamente en su misma posición. No se había percatado de otra chica con expresión malvada que también se encontraba ahí, no la notó hasta que sintió una ventisca que le provocó ligeros cortes en la piel, haciendola quedar con heridas mínimas. La azabache sólo soltó un quejido, ya había que ocuparse luego de esa chica, primero había que liberarse. ¿Qué hacer?

《Piensa Momo, piensa.》

La voz de Colt la sacó de sus intentos de formular un plan. Se le quedó observando pero no sin hacer nada, intentaba levantarse, mover sus extremidades, pero nada. Debía crear algo que la hiciera más liviana pero era imposible, tenía que ver con peso y prácticamente no debía tener masa para poder levantarse en ese momento. De pronto, a su lado desapareció el joven con el cual hasta hace unos segundos mantenía una conversación, pasando a cambiar a un ser de apariencia algo lobuna. Le estaba dando información importante, que podía ser se utilidad en ese mismo instante.

— Sólo hazlo, no hay tiempo de dudar ni pedir permiso, acepto bajo cualquier condición. —

Su contrario había comprendido la situación a la perfección por lo cuál actuó rápido. Ya las cosas se sentían "normal" permitiéndole a la azabache mover las extremidades. Se levantó sin dudarlo y escuchó a quién la protegía en ese momento. Asintió a sus palabras. Y ahí mismo entendió que debía hacer, elegir entre ayudar a su compañero restante o atacar. De todas formas, ¿Cómo atacaría a la castaña? ¿Qué tipo de creación la ayudaría?.

《Debo hacerlo rápido. Una bomba de humo de gran intensidad es la indicada, luego puedo ir hasta su posición y atacarla físicamente con la barra de metal, golpearla en la nuca sería lo ideal para noquearla. Pero Judai...Debo acercarme ahora mismo a él, en el mismo intervalo de tiempo crearé la bomba y la lanzaré, para así luego atacar.》

— Colt. Tengo un plan, no tengo tiempo para explicarte pero espero que resulte, sólo ayúdame. —

Era el momento. Esperaba que resultara y que la parte del espectro pudiese adherirse con éxito al castaño. Rápidamente de sus manos salieron dos bombas que eran bastante pequeñas, parecían inofensivas. Yaoyorozu las activó y las lanzó con mucha precisión a los enemigos, provocando que el ambiente se tornara de sólo humo negro. Para entonces la pelinegra ya había memorizado la posición de los oponentes. Se acercó con rápidez al castaño y tocó su brazo, bastante alterada. Por mientras, con su mano libre tomó la barra de metal y se preparó para lo que seguía.

— Colt, no podemos esperar más, hagamos esto. —

Se levantó y corrió hacía su primer objetivo, Ochaco. Quien tosía por el humo ya que había aspirado parte. Llegó en un instante y quedaron de frente, observandose la una a la otra. Le entró algo de pánico ya que no debía permitir que la castaña la tocara, bajo ninguna circunstancia. Por lo cual esquivó su mano y en un movimiento rápido golpeó su nuca, con aquella famosa barra de metal que era bastante pesada, su plan había sido un éxito ya que la oponente caía al suelo sin poder haber efectuado un ataque. No se sintió como ella, era otra Momo. ¿Una heroína debía hacer eso?. En aquel momento de distracción recibió nuevamente una ventisca que le provocó heridas, con ello, que la coleta que llevaba se soltara y que su traje de heroína se viese rasgado en ciertas partes.

— Me concentré demasiado en Uraraka. —

El humo se había disipado debido a la ventisca de la enemiga restante, estaba frente a la azabache con una actitud desafiante. Por otra parte, la heroína yacía de pie observándola con semblante amenazador, mientras el viento movía su larga cabellera de forma pacífica. La expresión de Momo era de seriedad, de fuerza y determinación. Nunca se le había visto así, cualquier compañero de la clase 1-A no reconocería que esa era la inteligente Momo Yaoyorozu. Era admirable.

— Esto apenas está comenzando, ¿No es así?.—

Dijo mientras sostenía la barra con la derecha y con la izquierda creaba una espada de gran filo.

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Puntos de vida de Merak
Judai: 18
Colt: 18
Momo: 18


Puntos de vida enemigos
Uraraka Alter: 13
Narberal Gamma: 13

Ser testigo de las capacidades de su compañera le resultaban interesantes, ¿Cómo alguien paso de ser alguien “tímida” a una guerrera táctica? Realmente le impresiono su movimiento al usar bombas de humo tanto para ocultarse como para fastidiar a los enemigos.

“Es más fuerte de lo que aparenta, impresionante” Pensó para sí mismo mientras una parte de su cuerpo se adhería al ángel, esto con tal de apoyarlo lo mejor posible a su compañero.

─Judai, cuando puedas moverte, has lo que puedas por proteger a Lee, nosotros nos encargaremos de los enemigos.

Sonrió levemente al castaño para luego volver a la batalla, después de todo, estaba adherido a su aliada, quien sin dudar demasiado, empezó a atacar a la castaña con su barra de metal.
Si no mal recordaba de aquel enfrentamiento que tuvo su ama contra un mago que conoció, Uraraka era capaz de cambiar la gravedad de las cosas al tocarlas, pero la rival a la cual se enfrentaba tenía un efecto distinto, Aumentaba la gravedad en lugar de quitarla y no requería de contacto, por lo que imagino dependía de la vista, si ella no puede ver, no sería capaz de utilizar su poder.
Sin embargo, la otra chica era alguien que desconocía por completo, nunca la había visto ni sabido de ella, por lo que sus ataques eran un misterio, conociendo únicamente el poder de su espada y las ráfagas que provocaba su corte.

Mientras pensaba en una táctica, su compañera había enfrentado cuerpo a cuerpo a la castaña, dejándola quizás inconsciente, pero podría no afectarle demasiado y recuperarse, era obvio que no era aquella compañera que conoció alguna vez, seguramente era un clon o creación de magia negra, por lo que su cuerpo sería diferente. De pronto, la otra enemiga comenzó a atacar nuevamente utilizando aquella espada, disipando el humo y dando visibilidad.

─Señorita momo, debemos buscar un modo de cegar a nuestros enemigos, tengo una teoría y es que esta Uraraka solo puede manipular su poder con la vista, así solo nos afecta a nosotros y no a su compañera. El humo no servirá de mucho si la chica de la espada hace otra ráfaga.

Se comunicó con Yaoyorosu mediante telepatía, esto gracias al permiso temporal de guardián, evitando que sus enemigos se enterasen de las estrategias de combate.

─Tengo una idea, pero es arriesgada, puedo crear un campo oscuro de 10 metros de distancia, si lo que creo es cierto, Uraraka no podrá utilizar sus poderes en nosotros y a su vez tomamos ventaja al nosotros poder ver en la oscuridad gracias a mí, podre protegerte de cualquier ataque mágico y contratacar, pero no resistiré mucho tiempo al estar en pleno día, duraría mínimo entre 10 a 15 minutos, así que debemos ser rápidos si queremos seguir con esto.

Empezó a emitir un aura oscura alrededor de la azabache, creando una especie de escudo sombrío que la protegía de cualquier ataque externo y permitía el contrataque de la misma, bien podría utilizar un arma de fuego estando dentro del escudo sin recibir daño por rebote al tener su esencia en ella. Una vez materializado la defensa, este empezó a crear un campo de oscuridad absoluta de 10 metros de distancia, tal como él había informado, solo disponían de un tiempo limitado, así que empezó a lanzar ataques a las rivales, levantando picos filosos del suelo para atrapar o dañar a sus objetivos, logrando penetrar la pierna izquierda de la guardiana con espada y a Uraraka inmovilizarla.

─¿Ese sonido proveniente de ti fue un quejido? Más vale que no… por que espero escucharte gritar de miedo una vez esté más cerca de ti.

Dijo con una voz siniestra digna de un villano potencial al lograr dañarla, aunque sea levemente, teniendo el campo de oscuridad activo, podría dar uso de sus habilidades Ater y crear los peores miedos de sus rivales, si es que tenían emoción alguna.

La voz de su compañero de combate hizo que se reincorporará en su posición, escuchando con mucha atención puesto que era uno de sus superiores y era demasiado fuerte. En definitiva trabajar junto a él sería un éxito. Tanto con él cómo con Judai. Se sentía muy afortunada y debía mostrar todo su potencial, no podía dejar verse como una debilucha o miedosa, realmente su determinación provocaba que estuviese dispuesta a todo, inclusive a quedar en estado grave. Aunque, por momentos pensaba en su madre, quién quizá fue algo estricta pero seguía siendo su madre después de todo, la mujer que la crió y cuidó de ella por toda su vida. Aún así, estaba segura de que estaría orgullosa de su hija. Volviendo al combate, al parecer Colt podía comunicarse mediante una especie de telepatía con ella. Le daba curiosidad saber sobre las habilidades de aquel joven. Por lo cuál, una vez que acabará el encuentro seguramente le preguntaría sobre su persona.

— Ya veo, tiene lógica. No había pensado sobre las habilidades de aquel clon de Uraraka, pero seguramente despertará en unos minutos. Colt, necesito tu ayuda, no soy capaz de asesinar a alguien. ¿Debemos hacerlo? ¿Ellas son personas?. Estoy confundida. —

Aceptó con algo de preocupación, ya que seguramente había que dejarlas incapacitadas de hacer algo. Pero eran enemigos fuertes por lo cuál, no sería fácil y necesitaba asegurarse con urgencia que debía hacer. Eso la tenía algo complicada y necesitaba unas palabras de aliento, o una respuesta. Un plan siendo sugerido por parte de su contrario la hizo volver a la realidad, apartandola de sus inseguridades. Era un excelente plan para derrotar al clon de una de sus amigas, pero para su desgracia la duda seguía rondando por su mente "¿Es humana? ¿Debo matarla?". Mientras intentaba pensar en una forma de exterminar a la clon recordó a la otra chica, quién la mayor parte del tiempo llevaba la locura reflejada en el rostro. Suponía que Colt la protegería de los ataques que le brindaría la ya mencionada.

— Entiendo, entonces ¿Debo exterminar a Uraraka de alguna forma?. —

No había tiempo para dudas. El plan ya estaba en marcha. La azabache debió arrojar sus inseguridades al bote de basura y pelear de nuevo, quizo suponer que aquellas oponentes no eran más que clones y no tenían vida propia. Para cuándo la heroína comenzaba a hacer sus creaciones la chica qué había noqueado hasta hace sólo un par de minutos ya se encontraba intentando contraatacar, pero gracias a la ayuda de su compañero de combate se encontraba inmovilizada, al mismo tiempo que la otra joven se encontraba siendo atacada por el mismo. Estaba admirada pero no podía distraerse, ya que había un tiempo límite. Dejó caer su barra de metal y se quedó con la espada que había creado la cuál tenía un peligroso filo.

《Sólo necesito un poco de tiempo para crear...》

En aquel intervalo de tiempo de su pecho comenzó a salir un gran brillo de colores, el cuál daba paso a un mazo del tamaño de la mismísima Momo. Era impresionante y parecía bastante pesado.

— Aquí voy. Supongo que debo desaparecerla ¿No es así, Colt?. Cúbreme la espalda, por favor. —

Así fue cómo comenzó con su segundo plan, teniendo cómo objetivo nuevamente a la castaña sin brillo alguno en los ojos más que un rojo imponente. Con agilidad corrió hasta el objetivo dandole un fuerte golpe con el mazo de tamaño colosal, el cuál la hizo volar por los cielos. Al mismo tiempo creo unos resortes para así saltar sobre ellos y llegar a la altura de la oponente. Una vez en los cielos, titubeó por unos segundos, lo que se vió reflejado en su rostro. Esto provocó que la enemiga le diera un golpe en el rostro con las fuerzas que le quedaban luego de aquel "empujón" con el mazo que básicamente casi destrozó sus huesos. Tras recuperarse del ataque optó por no usar la espada y mientras caía creó un mazo que tenía unas espinas de metal, lo cuál debido a la adrenalina tardo poco tiempo y así le dió el golpe final a Uraraka, haciéndola caer al suelo con brusquedad. Para no quedar de la misma forma, se vió en la obligación de crear un paracaídas que salió de su espalda, rompiendo por completo el traje por detrás. Así fue como finalmente llegó a tierra, con el pulso acelerado y confundida.

《 ¿Habré hecho lo correcto?. ¿Soy una heroína?. 》

Tras ver que su compañera se puso a crear armamento para el ataque, se dispuso a protegerla de los ataques de la otra chica cuyas espinas habían atravesado su pierna.

─Has lo que puedas, no olvides que son creaciones de magia negra.

Intento animarla para que esta no temiera al atacar, la guardiana de la espada empezó a utilizar su arma para atacar a distancia, lo cual bloqueo con su poder oscuro, evitando que el ataque afectara a Momo, dándole la oportunidad de atacar a Uraraka con el mazo gigante y mandarla a volar por los cielos.

Se impresionó ante los movimientos de la azabache, aunque se impactó un momento tras verla dudar y ser golpeada por la castaña.

“Sigue siendo solo una niña, no esperes mucho…” Pensó para sí mismo, no debía ser duro con ella, es una inexperta luchadora la cual debería guiar mejor, era de esperar que dudaría por un momento al atacar.
Cuando finalmente contratacó y llego a aterrizar suavemente al suelo, este le dio unos leves golpecitos en la cabeza de la chica para animarla un poco.

─Lo haces bien, no temas en luchar contra ellas, ya había dicho que María mandaría seres hechos con magia negra, y ellas por desgracia están hechas de eso, si te incomoda atacar al pensar que quizás sean humanas hechizadas, intentare demostrarte lo contrario, si ellas no tienen miedos entonces son creaciones.

Quería demostrarle a Momo que sus enemigas no eran humanas, por lo que aprovecho la oscuridad para activar su habilidad Ater: Pesadilla.
Lo cual consistía en materializar en sueños o en la oscuridad los miedos de las personas a quienes mire, miro primero a Uraraka, quien yacía en el suelo con varios golpes en el cuerpo, resultado por el enfrentamiento con momo. Solo espero unos segundos para determinar que aquella chica no era humana si n un clon hecha de magia.

─Uraraka es una creación, ¿vez? Me encargare de ella ahora…

Sin esperar respuesta alguna de su compañera, este rápidamente lanza un ataque de cuchillas al hacer un movimiento rápido con su diestra, las cuchillas se insertaron en el cuerpo de la castaña, cortando su piel y rompiéndole huesos, dejándola desangrarse.

─Una menos…por el momento, no se cual resistente sea…

Voltea a mirar a la otra contrincante, la cual aun permanecía atrapada entre los picos, este hizo lo mismo con Uraraka, si revelaba algún miedo, era sin duda una humana controlada, pero termino con el mismo efecto.

─Nada… Ambas son clones.

Ya sin la duda en su mente, este empezó a sacar más espinas oscuras donde se encontraba la guardiana, enterrando cada pico en su cuerpo con tal de dañarla o incluso matarla, el tiempo se le agotaba por lo que terminaría todo de ese modo.

Al finalizar su ataque se sintió mucho más segura gracias a su compañero de combate, quién le quitó las inseguridades y la protegió de la chica que estaba completamente ajena al combate que tuvo con la castaña. Al parecer la misma se veía bastante ocupada intentando atacar pero el joven azabache, quién era por mucho superior a la chica con la espada la detenía con sus ataques. La pelinegra de tan sólo 16 años se veía sorprendida por su compañero, a quién no había podido prestrarle atención mientras tenía el encuentro con Uraraka. Se sintió cómo una niña al recibir unas leves palmadas en la cabeza, eran reconfortables y le ayudaban bastante para relajarse en aquella situación. Aunque sea un poco.

— Ya veo, pensé que eran personas siendo controladas pero, en cuánto ví aquel brillo de color carmesí en los ojos del clon de una de mis amigas, estuve casi segura de que no eran humanas. Aún así me distraje a último momento y permití que me golpeara. Fue únicamente una falla mía y tengo que trabajar en ello. —

Se tocó levemente la zona afectada por el golpe, la mejilla izquierda. Le ardía un poco pero no del todo, ya que al estar en el aire le quitó fuerza a la castaña. Mientras acariciaba un poco para quitar aquel ardor, observaba a su superior, quién planeaba demostrarle de lo que realmente estaban hechas sus enemigas. La causante de su leve lesión fue la primera presa, viéndose en el suelo sin poder mover alguna extremidad debido al ataque ya realizado de Momo. De forma rápida y violenta fue cortada por unas cuchillas, un ataque tan ágil que siquiera pudo verse que fue lo que le rasgó la piel a simple vista. Se desangraba pero aún así, no era una persona, era solamente un ente malvado. Y de la misma forma fue cómo ataco a la segunda enemiga, quién al igual que el clon de Uraraka, no mostraba temor alguno por lo que pudiese suceder. En teoría, no sentían nada. Para la azabache fue un alivio el saberlo ya que el título de heroína no le pertenecería si hubiese asesinado a un humano, por suerte, no fue así.

— Muchas gracias por protegerme y ayudarme, realmente no sabría que hubiera hecho sin usted. —

Dijo con total sinceridad y una pequeña sonrisa en el rostro, mientras se sentaba para descansar un poco, a fin de cuentas seguía siendo una mortal cualquiera con un don que la hacía especial.

《¿Ya todo acabó?...》

Se preguntaba mientras intentaba darse un descanso, era obvio que no y lo sabía pero, darse unas pequeñas esperanzas no era malo. Debía seguir luchando. Por alguna razón, la imágen de un chico bicolor pasó por su cabeza como si de un flashback se tratase. ¿Por qué en esos momentos?.

Los ataques, aunque efectivos, no eran suficientes para derrotarlas, aún seguían ahí y debía, de un modo u otro, destruirlas.
Estaba preparándose para otro ataque cuando la azabache capto su atención, le estaba agradeciendo por su trabajo de protegerla y de paso se disculpó por los errores cometidos en el combate contra Uraraka, esto provoco que este le sonriera, de las pocas veces que lo hacía, esto con tal de enfatizar con ella, después de todo, era una joven que necesitaba aprender.

Aquel ser oscuro solo suspiro para después responderle con una voz ronca pero suave.

─No tienes por qué disculparte, todos cometemos errores, lo importante es que uses esa experiencia para mejorar, y… no es nada, era mi deber protegerte, ahora debemos seguir luchando, no vaya a ser que se aprovechen…

Apenas termino esa frase cuando una ráfaga de viento lo ataco, este reacciono casi inmediatamente, protegiéndose del ataque y a su vez evitaba que Momo saliera herida, era de esperar que aquella enemiga se levantaría, no estaba tan herida como la castaña, por lo que podía perfectamente seguir luchando sin problema, era un lio, realmente Colt odiaba complicarse las cosas, así que opto por crear un arco y flechas de oscuridad, dotadas de un líquido negro que era altamente venenoso, de no matarla con la toxina, esta le provocara un gran dolor e incapacidad de atacar de forma rápida.

Apunto su arco en dirección a su objetivo, sus ojos rojos brillaron intensamente para que en el momento de soltar la flecha, esta se multiplicara la mayor cantidad posible, pasando de una a 10 con facilidad.
Las flechas cruzaron la distancia que los dividía con tan rapidez que era casi imposible esquivarlo, especialmente si sus objetivos estaban atrapadas, dándoles un golpe certero, el primer ataque fue hacia la guardiana de la espada y el segundo hacia la castaña, el tercer ataque fue aún más intenso para así alcanzar a ambos objetivos.

─40 flechas disparadas, 20 en cada una, si eso no las detiene, tendré que hacer algo más…

Mira a su compañera de reojo, notando una extraña emoción en ella, ¿Qué estará pensando? ¿y por qué en esta situación? Debida regresarla al combate antes de que ocurra otra cosa.

─Señorita Yaoyorozu, no la quiero molestar ni nada, pero requiero que su mente este despejada, aunque no lo crea, soy capaz de percibir emociones, de eso consiste mi poder, ¿podría seguirme el ritmo y ayudarme?

Intento evitar sonar muy rudo con ella, para evitar incomodarla o molestarla por querer descansar un poco, aun así permaneció atento para cuidar de ella.

Primero que nada, el escritor se disculpa si algo no concuerda con las líneas anteriores, pues la forma en la que el primero se las ha arreglado para poder contestar a este post ha sido de lo más inusual, y ha limitado en sobremanera su capacidad receptiva y por ende su libertad creativa.

Al ver a sus compañeros luchar contra las aliadas de María Beatrice, el ángel se dedicó a proteger a su feérica amiga, puesto que ella estaría desprotegida ante cualquier ataque enemigo, no obstante, debía en algún punto apoyar a sus compañeros para, de una vez por todas, derrotar la amenaza.

─Solo un poco más…Resiste Lee.

El castaño miró hacia los azabaches, quienes estaban luchando ferozmente contra sus adversarios, debía hacer algo para apoyarlos en la lucha, ¿Debería cambiar de forma y unirse a la pelea? No, dejaría sin energía a su compañera y, por lo tanto, dejar indefensa la nave.

(Tengo que pensar en algo… ¿Qué haría Ayana?)

Pensó mientras miraba los alrededores, contemplando el cielo nublado, fue ahí cuando una idea cruzo por su mente, ¿Qué tal si creara una tormenta eléctrica? Al ser un ataque de luz, la nave no tendría ningún daño y si es lo bastante hábil solo afectaría a los enemigos, así lograría acabar con ese enfrentamiento y seguir su trayecto hacia el castillo, donde aquella sacerdotisa se encontraba luchando.

─¡Oye Colt! ─Gritó hacia el guardián lobuno─ ¡Voy a atacar, protege a la chica!

Tras avisar a sus aliados, el castaño empezó a manipular el viento, alterando la energía estática de las nubes, para así, crear una tormenta eléctrica, gracias a sus dones de luz fue capaz de dirigir un rayo hacia la castaña y la azabache.
El impacto movió levemente la nave, pero gracias al escudo de Lee no recibió daño considerable, solo esperaba que sus compañeros estuvieran bien.

(Vamos chicos… sé que pueden lograrlo, debemos avanzar)

Tenía una sonrisa en el rostro para poder responder a su contrario pero, una ráfaga de viento la sorprendió mientras se encontraba sentada. Provocando que su sonrisa se borrara y que en modo de defensa pusiera sus brazos cruzados para que nada dañase su rostro. Esto la sacó rápidamente de sus pensamientos, haciendo que levante la mirada e intentase afirmarse de lo que sea que estuviese a su alcance y que sea sólido. Para su suerte, su compañero la ayudó de alguna forma. Se regañó mentalmente por el hecho de bajar la guardia y haberlo dado por ganado todo. Para cuándo el ataque había finalizado, la azabache estaba dispuesta a atacar pero su compañero se le adelantó. Debían atacar a distancia, y para ello debía crear un arma que específicamente se haya hecho con ese objetivo.

Sí quería aportar en algo debía crear el mismo tipo de arma que el de Colt. Un arco y flechas más veneno. Aunque no sería tan útil ya que los ataques del azabache eran continuos y las flechas salían en grandes cantidades. Podría crear bombas, de alta intensidad, o también cañones. Tendría que aprovechar que las flechas de su acompañante dejaban paralizadas a las enemigas y así disparar. Se dispuso a comenzar con la creación pero se vió interrumpida por su contrario, quién le había pedido que no se distrajera tal y cómo había hecho antes. Se avergonzó pero agradecía aquel leve llamado de atención.

— Sí, bajé la guardia. Lo siento. —

Se puso de cuclillas en el suelo para así con ambas manos tocar en diferentes zonas a sus costados y así comenzar con aquel brillo de alta intensidad que daba paso a sus creaciones. Esta vez se vieron saliendo dos cañones gigantescos, sobrepasando la estatura de Momo por unos centímetros. Aprovecho qué la oponente de la espada estaba incapacitada para atacar y así con un fósforo dió paso a usar ambos cañones y atacar. De ambos salieron proyectiles explosivos, dándole a su objetivo y dejando una densa capa de neblina y humo obscuro. Se alejó un poco y a lo lejos escuchó a otros de sus compañeros, al castaño que al parecer planeaba algo, debía quedarse quieta para ser protegida por lo cuál hizo lo más lógico y espero al joven ya mencionado para que este efectuara su plan de ataque.

Había efectuado su ataque con éxito, pero debían continuar su batalla y ganar a toda costa, su compañera de armas rápidamente empieza a crear un par de potentes cañones, cosa que sorprendió al azabache al notar el tamaño y el poder de disparo de las armas, solo esperando que no afectara la estructura de la nave.

“Es…sorprendente, esta chica está llena de sorpresas” Pensó para si una vez que su compañera había disparado ambos cañones en dirección a sus enemigas, causando un gran impacto contra ellas, estaba a punto de felicitar a la azabache cuando escucho la voz de Judai, finalmente se dignó a mostrar señales de vida, por un momento pensó que se había desmayado o quedado mudo, al menos continua en batalla.

─Es bueno escuchar a ese torpe… Pero tal parece que planea algo.

Noto que el viento empezaba a soplar nuevamente, no de la misma forma que la guardiana de la espada, la energía del lugar incluso se sentía distinta, ¿Acaso Judai tenía que ver? El cielo empezó a nublarse de forma repentina, algunos destellos de luz empezaban a hacer acto de presencia, ¿Una tormenta eléctrica? ¿Eso tenía pensado realizar? Si era así, debía hacer caso y proteger a Momo de cualquier ataque del ángel, se apegó a ella y creo un campo de fuerza de energía oscura.

─Señorita Yaoyorozu, Judai planea lanzar un rayo hacia nuestras adversarias, no sé si resistiré la carga eléctrica, ¿Podrás crear una manta aislante de electricidad? Al menos así garantizo una mejor protección en caso de que mi campo de fuerza falle.

Comentó el azabache esperando que su compañera lograra crear el objeto necesario para una mejor protección, después de todo, un rayo era un elemento luminoso de alta potencia y un ser de oscuridad como Colt no resistiría un impacto eléctrico de ese calibre.