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Paseo de bienvenida [Momo Yaoyorozu ]
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Paseo de bienvenida [Momo Yaoyorozu ]
-La llegada de alguien nuevo desde siempre era motivo para celebracion, incluso cuando el propio bicolor llego a la insitucion todos lo habian recibido con gran gusto.
Desde su llegada habia ya pasado un tiempo considerable, podria decirse que habia logrado adaptarse comodamente.
Un nuevo anuncio habia llegado a el, “chicos nuevos” siempre eran bien recibidos, pero esta vez alga cambiaba.
Una antigua compañera suya vendria a donde el, y ademas, tenia encargado darle un buen tour por lugar.
¿Como un chico tan sereno y poco carismatico podria dar una buena bienvenida?
No tenia ni idea, pero debia hacerlo.
todo estaba ya agendado, el unicamente debia mostrarse amable y animarla a quedarse con ellos.
Llevaba consigo un pequeño mapa en donde iria señalando porque salas iban pasando y ademas que tanto habia en el lugar.-
— Bien.. se supone que deberia llegar.
-Era poco de hacerlo, pero como solo esperaba que la pelinegra saliera en escena estuvo hablando un poco consigo mismo para darse confianza.-
Desde su llegada habia ya pasado un tiempo considerable, podria decirse que habia logrado adaptarse comodamente.
Un nuevo anuncio habia llegado a el, “chicos nuevos” siempre eran bien recibidos, pero esta vez alga cambiaba.
Una antigua compañera suya vendria a donde el, y ademas, tenia encargado darle un buen tour por lugar.
¿Como un chico tan sereno y poco carismatico podria dar una buena bienvenida?
No tenia ni idea, pero debia hacerlo.
todo estaba ya agendado, el unicamente debia mostrarse amable y animarla a quedarse con ellos.
Llevaba consigo un pequeño mapa en donde iria señalando porque salas iban pasando y ademas que tanto habia en el lugar.-
— Bien.. se supone que deberia llegar.
-Era poco de hacerlo, pero como solo esperaba que la pelinegra saliera en escena estuvo hablando un poco consigo mismo para darse confianza.-
Daniel Todoroki
Re: Paseo de bienvenida [Momo Yaoyorozu ]
Necesitaba relajarse un poco, sentía una mezcla entre emoción y nervios. Era cierto que solía ser una joven bastante tranquila y reservada, pero ahora, en este caso puntual, sentía un revoltijo en el estómago, más bien dicho, ¿Cosquillas? Algo así. Muchas veces revisó su apariencia antes de presentarse, debía estar impecable, simplemente perfecta. Se dió una buena y larga ducha de burbujas, perfumó sus ropas con líquidos especiales, cepilló su pelo durante unos 3 minutos y lo masajeó con cremas especiales. Si que tomó muchas precauciones. Por último, tomó una taza de té verde, su preferido. Era algo vital para cada mañana.
El día de hoy tuvo que despertarse muy temprano, dado qué su destino quedaba algo lejos de su hogar. No era un impedimento, para nada. No se le hacía difícil prepararse para un día largo y atareado, a veces hasta le emocionaba ya que el prepararse era todo un proceso de planes y organización, igual era algo genial ¿No?.
《 Bien. Hoy debo estar atenta a todo y siempre con motivación, no puedo dejar que nada me arruine el día. Estoy segura que todo saldrá bien. 》
Se decía a si misma frente a un espejo, apretando los puños y con una sonrisa dibujada en su pálido y hermoso rostro. Para luego dirigirse a uno de los autos privados que contrató su madre para dejarla en la academia. Bajó las escaleras para llegar al primer piso, despedirse de su madre y así salir de la casa para entrar al vehículo. Saludó a la persona que conducía y esperó en silencio para que su trayecto no se volviera tan largo. Quería llegar lo antes posible.
Pasó alrededor de una hora para que finalmente llegara a su destino, había un poco de tráfico pero nada excesivo. Bajó del vehículo mientras se despedía del chófer y tomó su mochila, que en realidad no tenía muchas cosas. La entrada estaba a pocos metros de dónde estaba ella de pie, por lo cuál caminó hasta las puertas y una vez allí, inhaló y exhaló para empujarlas y entrar.
El día de hoy tuvo que despertarse muy temprano, dado qué su destino quedaba algo lejos de su hogar. No era un impedimento, para nada. No se le hacía difícil prepararse para un día largo y atareado, a veces hasta le emocionaba ya que el prepararse era todo un proceso de planes y organización, igual era algo genial ¿No?.
《 Bien. Hoy debo estar atenta a todo y siempre con motivación, no puedo dejar que nada me arruine el día. Estoy segura que todo saldrá bien. 》
Se decía a si misma frente a un espejo, apretando los puños y con una sonrisa dibujada en su pálido y hermoso rostro. Para luego dirigirse a uno de los autos privados que contrató su madre para dejarla en la academia. Bajó las escaleras para llegar al primer piso, despedirse de su madre y así salir de la casa para entrar al vehículo. Saludó a la persona que conducía y esperó en silencio para que su trayecto no se volviera tan largo. Quería llegar lo antes posible.
Pasó alrededor de una hora para que finalmente llegara a su destino, había un poco de tráfico pero nada excesivo. Bajó del vehículo mientras se despedía del chófer y tomó su mochila, que en realidad no tenía muchas cosas. La entrada estaba a pocos metros de dónde estaba ella de pie, por lo cuál caminó hasta las puertas y una vez allí, inhaló y exhaló para empujarlas y entrar.
Momo vale
Re: Paseo de bienvenida [Momo Yaoyorozu ]
-Sus latidos estaban muy acelerados, la adrenalina lo ponía demasiado ansioso.
No portaba nada especialmente elegante, pero era cierto que el bicolor lograba verse muy presentable con su traje.
Justo estaba ensayando sus líneas cuando a su derecha escuchó las puertas abrirse, cosa que lo tomó por sorpresa e incluso exaltó un poco.
La entrada podría decirse que había sido embellecida pues a espaldas de quien estaba por entrar habían intensos rayos de sol que incluso le complicaban un poco ver con claridad quien era la persona frente a él.
Tenía ya el leve presentimiento de quien se trataba, pero mejor aguardo hasta que las puertas se cerraran para que los rayos de sol dejaran de molestar su visión.-
— [Esta aquí]
-Pensó en cuanto pudo ver a la hermosa pelinegra.
Verla lo puso a pensar, había vestido muy simple frente a ella, la chica transmitía una imagen muy elegante y solo podía quedar opacado.
Era ya un punto en contra de él, pero sobre esto aún seguía muy sereno.
Ni siquiera regalo una sonrisa, solo agito un poco la mano como saludo.-
— Seguro sabes mi nombre, pero igual me presento.
Soy Shoto Todoroki. Te mostrare el lugar.
No portaba nada especialmente elegante, pero era cierto que el bicolor lograba verse muy presentable con su traje.
Justo estaba ensayando sus líneas cuando a su derecha escuchó las puertas abrirse, cosa que lo tomó por sorpresa e incluso exaltó un poco.
La entrada podría decirse que había sido embellecida pues a espaldas de quien estaba por entrar habían intensos rayos de sol que incluso le complicaban un poco ver con claridad quien era la persona frente a él.
Tenía ya el leve presentimiento de quien se trataba, pero mejor aguardo hasta que las puertas se cerraran para que los rayos de sol dejaran de molestar su visión.-
— [Esta aquí]
-Pensó en cuanto pudo ver a la hermosa pelinegra.
Verla lo puso a pensar, había vestido muy simple frente a ella, la chica transmitía una imagen muy elegante y solo podía quedar opacado.
Era ya un punto en contra de él, pero sobre esto aún seguía muy sereno.
Ni siquiera regalo una sonrisa, solo agito un poco la mano como saludo.-
— Seguro sabes mi nombre, pero igual me presento.
Soy Shoto Todoroki. Te mostrare el lugar.
Daniel Todoroki
Re: Paseo de bienvenida [Momo Yaoyorozu ]
En las afueras había mucho sol a decir verdad. Los rayos penetraban con fuerza en el rostro de la joven, lo qué provocó que al atravesar las puertas, se viera oscuro dentro, ya que la visión de la azabache se vió afectada un poco. Tuvo que parpadear un par de veces para poder ver bien y ahí fue cuándo divisó una figura masculina, de hombros anchos y cabello liso. Le parecía conocida y en cuánto las puertas se cerraron lo reconoció. Shoto Todoroki. Se sorprendió bastante y no tuvo tiempo de disimularlo, levantó un poco las cejas y luego le correspondió a su saludo con el mismo gesto de mover la mano. Dió un par de pasos hasta finalmente estar frente al chico de cabellos rojos y albinos.
《Que coincidencia, quién diría que me encontraría con uno de mis compañeros acá. Esto es un buen inicio, en especial si es Todoroki~kun.》
Fue un simple comentario que pensó. Mientras lo observaba. Puede que parezca algo raro pero no sabia muy bien que decirle. Por lo que se quedó en silencio hasta que finalmente escuchó su voz, claramente esto pasó en unos minutos pero para ella se le hizo un poco largo el procedimiento.
— Claro que sé tú nombre, Todoroki~kun. Y hola, me presento, soy Momo Yaoyorozu. —
Soltó un par de carcajadas que fueron apenas audibles por el tono suave de su voz y luego le brindó una cálida y pequeña sonrisa. Sus mejillas estaban sonrosadas, lo cuál la hacía dar un aspecto de ternura y delicadeza. A decir verdad estaba algo nerviosa, aparte de todo lo de antes, el re encuentro la ponía así. No sabía muy bien cómo actuar frente al chico, durante un tiempo se sintió bastante inferior en comparación a él y eso la avergonzaba. Lo admira y piensa que es un joven con muchas oportunidades a futuro. No le sorprendió su actitud, siempre ha sido bastante reservado y pocas veces, o casi nunca se le ha visto sonreir. Se preguntaba, ¿Qué pensaba Shoto?.
《Que coincidencia, quién diría que me encontraría con uno de mis compañeros acá. Esto es un buen inicio, en especial si es Todoroki~kun.》
Fue un simple comentario que pensó. Mientras lo observaba. Puede que parezca algo raro pero no sabia muy bien que decirle. Por lo que se quedó en silencio hasta que finalmente escuchó su voz, claramente esto pasó en unos minutos pero para ella se le hizo un poco largo el procedimiento.
— Claro que sé tú nombre, Todoroki~kun. Y hola, me presento, soy Momo Yaoyorozu. —
Soltó un par de carcajadas que fueron apenas audibles por el tono suave de su voz y luego le brindó una cálida y pequeña sonrisa. Sus mejillas estaban sonrosadas, lo cuál la hacía dar un aspecto de ternura y delicadeza. A decir verdad estaba algo nerviosa, aparte de todo lo de antes, el re encuentro la ponía así. No sabía muy bien cómo actuar frente al chico, durante un tiempo se sintió bastante inferior en comparación a él y eso la avergonzaba. Lo admira y piensa que es un joven con muchas oportunidades a futuro. No le sorprendió su actitud, siempre ha sido bastante reservado y pocas veces, o casi nunca se le ha visto sonreir. Se preguntaba, ¿Qué pensaba Shoto?.
Momo vale
Re: Paseo de bienvenida [Momo Yaoyorozu ]
— Creo que no es necesario que sea tan formal ¿o si? Después de todo, ya nos conocemos.
-Y era cierto, quería mostrarse un poco formal en su presentación, pero sentía que todo era un poco en vano. Conocía muy bien a la pelinegra de antes.
Entonces no veía bien el tratarle como alguien nuevo en conocer.
Tenia junto a él una pequeña libreta, no era especial, solo tenía una tonalidad café y una pasta dura.
Lo que posiblemente no se sabía era que en ella tenía anotado el recorrido que debía dar, lo hacía así para no olvidarlo.
En cuanto la presentación había terminado el bicolor dio la espalda y comenzó con el recorrido por la institución manteniendo mucha calma y serenidad.-
— Sígueme, por aquí solo veremos salones de clases, quiero mostrarte las salas principales.
Y sabes, también puedes contarme un poco como has estado, tenía tiempo sin verte.
-La mañana era muy fresca y detrás de las ventanas podían verse los pastos verdes del campo y por supuesto, el imponente sol que alumbraba con gran inmensidad.
Ni siquiera se molestaba en volver la mirada atrás, se sentía cómodo de esta forma.-
-Y era cierto, quería mostrarse un poco formal en su presentación, pero sentía que todo era un poco en vano. Conocía muy bien a la pelinegra de antes.
Entonces no veía bien el tratarle como alguien nuevo en conocer.
Tenia junto a él una pequeña libreta, no era especial, solo tenía una tonalidad café y una pasta dura.
Lo que posiblemente no se sabía era que en ella tenía anotado el recorrido que debía dar, lo hacía así para no olvidarlo.
En cuanto la presentación había terminado el bicolor dio la espalda y comenzó con el recorrido por la institución manteniendo mucha calma y serenidad.-
— Sígueme, por aquí solo veremos salones de clases, quiero mostrarte las salas principales.
Y sabes, también puedes contarme un poco como has estado, tenía tiempo sin verte.
-La mañana era muy fresca y detrás de las ventanas podían verse los pastos verdes del campo y por supuesto, el imponente sol que alumbraba con gran inmensidad.
Ni siquiera se molestaba en volver la mirada atrás, se sentía cómodo de esta forma.-
Daniel Todoroki
Re: Paseo de bienvenida [Momo Yaoyorozu ]
Reconocía la formalidad del chico pero no era demasiado necesaria, ya qué ambos compartieron los suficientes momentos como para conocer lo básico del otro. Asintió ante su comentario con su cabeza. Le llamó la atención una libreta de aspecto casual que el bicolor sostenía en sus manos. Se preguntaba porque la llevaba, la observó de reojo y luego se dió el tiempo de mirar sus alrededores. No lo había hecho antes ya que apenas entró el chico captó su atención. Se veía todo muy normal, y la verdad no se escuchaba mucho ruido. El día era pacífico y eso le brindaba energías a la azabache, era perfecto. Percibió el movimiento por parte de su contrario, permitiendole ver su espalda para comenzar con el recorrido. Se quedó de pie ahí sólo por unos segundos para dejar que el ya mencionado antes se adelantara un poco. A decir verdad le avergonzaba un poco caminar a su lado. Por lo cuál, luego emprendió el paso.
《Que casualidad, yo también quiero saber sobre él. 》
Pensó para luego intentar formular una respuesta. Recordando todo, nada interesante o digno de contar le había sucedido. Por eso mismo sentía más ansias de preguntar por él, aunque sentía algo de inseguridad de que le molestara su curiosidad, por nada del mundo deseaba molestarlo. Pero, de todas formas, ¿Por qué estaba ahí?. Y si iban a estar juntos, esperaba que tuvieran una mejor relación, ya que al único que conocía era al chico que tenia en frente.
— Bueno, si me gustaría contarte sobre mí pero, no me ha sucedido nada muy interesante. Supongo qué, estoy esforzándome por mejorar mi quirk. Y también, me he sentido algo sola últimamente. Mi casa es algo grande y se siente más ¿Vacío, sólo?. No lo sé. —
Rió un poco y luego arregló un mechón de cabello que le molestaba, lo puso detrás de su oreja y dió un corto suspiro para continuar.
— Todoroki~kun. Me gustaría preguntarte, si no es mucha la molestia ¿Cómo es que estás aquí?, ¿Por qué?. —
Le mantuvo la mirada fija por un par de segundos, al terminar de preguntar. Seguía a un paso más lento que el joven, para mantenerse detrás del ya mencionado.
《Que casualidad, yo también quiero saber sobre él. 》
Pensó para luego intentar formular una respuesta. Recordando todo, nada interesante o digno de contar le había sucedido. Por eso mismo sentía más ansias de preguntar por él, aunque sentía algo de inseguridad de que le molestara su curiosidad, por nada del mundo deseaba molestarlo. Pero, de todas formas, ¿Por qué estaba ahí?. Y si iban a estar juntos, esperaba que tuvieran una mejor relación, ya que al único que conocía era al chico que tenia en frente.
— Bueno, si me gustaría contarte sobre mí pero, no me ha sucedido nada muy interesante. Supongo qué, estoy esforzándome por mejorar mi quirk. Y también, me he sentido algo sola últimamente. Mi casa es algo grande y se siente más ¿Vacío, sólo?. No lo sé. —
Rió un poco y luego arregló un mechón de cabello que le molestaba, lo puso detrás de su oreja y dió un corto suspiro para continuar.
— Todoroki~kun. Me gustaría preguntarte, si no es mucha la molestia ¿Cómo es que estás aquí?, ¿Por qué?. —
Le mantuvo la mirada fija por un par de segundos, al terminar de preguntar. Seguía a un paso más lento que el joven, para mantenerse detrás del ya mencionado.
Momo vale
Re: Paseo de bienvenida [Momo Yaoyorozu ]
-Los pasillos parecían ser eternos, solo avanzaban y avanzaban sin detenerse un solo segundo, no importaba a qué lado volverás a ver, todo era limpieza.
Las losas que adornaban el suelo estaban tan bien pulidas que incluso lograban reflejarse ambos jóvenes sobre ellas.
Pero eso no era lo que importaba, la limpieza podía resaltarse pero no era más que simple estética, siendo sincero el silencio que había no era de molestia para el bicolor.
Mucho menos el caminar tanto, lo hacía sentir un poco relajado.
El silencio si que predominaba, a no ser por las aves que cantaban tan armoniosas fuera lo único que podría escucharse serian los pasos que ambos daban.-
— ¿Nada relevante?
Es extraño viniendo de ti.
Siempre hay historias por contar.
Pero bueno, continuemos.
-El marchaba sin problema alguno, incluso llegó a guardar su diestra en su bolsillo y solo tener la izquierda “libre” llevando en ella su cómica libreta.
Al fin habían llegado al primer lugar relevante, la dirección.
El lugar era muy, muy “elegante” por llamarlo de alguna forma. Con sus paredes negras, una enorme puerta del color de su libreta y además enormes velas a los costados.
Posiblemente no había nadie dentro, así que no era necesario tocar.
Apenas iba a describir el lugar cuando aquella pregunta lo hizo voltear a verla, había llamado su atención, y no estaba mal, todo lo contrario. Tener la confianza de ella era vital para que todo marchara bien.-
— ¿Como llegue aquí? Apuesto a que lo hice tal y como tú. Fui invitado a venir.
Honestamente, me sentía indeciso.
Pero te lo aseguro, las personas de aquí son muy buenas, te tratarán y acogerán bien.
-La primera y muy ligera sonrisa del bicolor por fin pudo verse, pero solo fueron un par de segundos pues después volvió su mirada al frente, ni siquiera lo pensó como si se escondiera, más bien fue un acto natural.
Muchos pensaban que el bicolor era aburrido, pero si no sentía suficiente confianza, difícilmente lo escucharías hablar.
No tenía nada de prisa, es más, llevarse el día entero mostrándole el lugar no le molestaría.
Después de todo ella era una antigua conocida, podría hacer algo como “recuperar el tiempo perdido” de paso le ayudaría con eso de socializar que no se le daba tan bien.-
— ¿Sabes? Al final de todo esto podemos tomar un descanso y comer algo en la cafetería. O fuera.
Las losas que adornaban el suelo estaban tan bien pulidas que incluso lograban reflejarse ambos jóvenes sobre ellas.
Pero eso no era lo que importaba, la limpieza podía resaltarse pero no era más que simple estética, siendo sincero el silencio que había no era de molestia para el bicolor.
Mucho menos el caminar tanto, lo hacía sentir un poco relajado.
El silencio si que predominaba, a no ser por las aves que cantaban tan armoniosas fuera lo único que podría escucharse serian los pasos que ambos daban.-
— ¿Nada relevante?
Es extraño viniendo de ti.
Siempre hay historias por contar.
Pero bueno, continuemos.
-El marchaba sin problema alguno, incluso llegó a guardar su diestra en su bolsillo y solo tener la izquierda “libre” llevando en ella su cómica libreta.
Al fin habían llegado al primer lugar relevante, la dirección.
El lugar era muy, muy “elegante” por llamarlo de alguna forma. Con sus paredes negras, una enorme puerta del color de su libreta y además enormes velas a los costados.
Posiblemente no había nadie dentro, así que no era necesario tocar.
Apenas iba a describir el lugar cuando aquella pregunta lo hizo voltear a verla, había llamado su atención, y no estaba mal, todo lo contrario. Tener la confianza de ella era vital para que todo marchara bien.-
— ¿Como llegue aquí? Apuesto a que lo hice tal y como tú. Fui invitado a venir.
Honestamente, me sentía indeciso.
Pero te lo aseguro, las personas de aquí son muy buenas, te tratarán y acogerán bien.
-La primera y muy ligera sonrisa del bicolor por fin pudo verse, pero solo fueron un par de segundos pues después volvió su mirada al frente, ni siquiera lo pensó como si se escondiera, más bien fue un acto natural.
Muchos pensaban que el bicolor era aburrido, pero si no sentía suficiente confianza, difícilmente lo escucharías hablar.
No tenía nada de prisa, es más, llevarse el día entero mostrándole el lugar no le molestaría.
Después de todo ella era una antigua conocida, podría hacer algo como “recuperar el tiempo perdido” de paso le ayudaría con eso de socializar que no se le daba tan bien.-
— ¿Sabes? Al final de todo esto podemos tomar un descanso y comer algo en la cafetería. O fuera.
Daniel Todoroki
Re: Paseo de bienvenida [Momo Yaoyorozu ]
Los pasos de ambos resonaban por el lugar, ya que las baldosas de aquel material eran algo sensibles. Estaba todo muy reluciente, era una primera impresión muy buena a decir verdad. Lugares así son agradables para cualquier persona, en especial si caminas en tranquilidad junto a una persona con la cuál tienes gustos en común cómo la tranquilidad, el mantenerse calmado. Mientras caminaba le llamó la atención las afueras, a traves de la ventana se veía el paisaje hermoso, casi cómo una película. Luego volvió su mirada hacia el frente, le llamó la atención el cabello blanco y rojo del joven, ya que los rayos de sol se posaban sobre el mismo, haciendolo resaltar. Se veía sedoso y por unos momentos, la azabache levantó un poco la mano cómo por acto de reflejo para tocar sus cabellos de dos colores, se detuvo al instante pasando desapercibida y para si misma, puso expresión de extrañada. ¿Por qué actuaba sin pensar, de la nada?. Ciertamente se le hizo algo cómico por lo cuál sólo lo dejo pasar por algo.
— ¿Te parece raro viniendo de mí?. —
En un gesto de curiosidad inclinó levemente la cabeza, quizá era una chica que con normalidad contaba sus anécdotas, de ser así, nunca lo había notado. Es cierto, todos tenemos algo que contar pero, ¿Quizá le parezca una chica aburrida por contarle cosas normales?. Por eso titubeo. En fin, por segunda vez la voz del chico la sacó de sus pensamientos. ¡Tierra llamando a Momo Yaoyorozu!. Se le hizo rápido, ya que ya habían llegado a su primera parada. Se veía bastante sofisticado, parecía ser la dirección, algo obvio si era el lugar que ella suponía. Bastante lindo y llamativo, aprobado.
Para ser sincera, la azabache se vió ligeramente sorprendida por aquella pequeña sonrisa que el bicolor le había regalado. No con mucha normalidad se le veía sonreir y a decir verdad, le venían muy bien las sonrisas. Inevitablemente una pequeña porción de calor invadió sus mejillas haciéndolas ver levemente sornosadas. Obviamente la chica notó esto pero quiso ignorarlo para no delatarse. Para no ser mal educada, le mantuvo la mirada pero deseaba evadirla, ya que no quería que se le viera de esa forma. Ni siquiera ella sabía el porqué. O quizá sí pero no lo quería reconsiderar.
— Sí, adivinaste. Y muchas gracias, contigo ya me siento acogida y en confianza, espero causarle una buena impresión a los demás. —
Su tono de voz era suave y tranquilo. La propuesta de su contrario le encantó. ¿Es que acaso tenía un quirk oculto y era telepatía?. Porque era justo lo que la pelinegra planeaba, era perfecto para acabar un recorrido. Y con una buena compañía. Al parecer las cosas estaban saliendo demasiado bien, eso la ponía felíz. Por lo cuál, sin dudarlo, le brindó una cálida y alegre sonrisa, de esas que transmiten el sentimiento que la persona siente.
— ¡Claro! Me encantaría. —
— ¿Te parece raro viniendo de mí?. —
En un gesto de curiosidad inclinó levemente la cabeza, quizá era una chica que con normalidad contaba sus anécdotas, de ser así, nunca lo había notado. Es cierto, todos tenemos algo que contar pero, ¿Quizá le parezca una chica aburrida por contarle cosas normales?. Por eso titubeo. En fin, por segunda vez la voz del chico la sacó de sus pensamientos. ¡Tierra llamando a Momo Yaoyorozu!. Se le hizo rápido, ya que ya habían llegado a su primera parada. Se veía bastante sofisticado, parecía ser la dirección, algo obvio si era el lugar que ella suponía. Bastante lindo y llamativo, aprobado.
Para ser sincera, la azabache se vió ligeramente sorprendida por aquella pequeña sonrisa que el bicolor le había regalado. No con mucha normalidad se le veía sonreir y a decir verdad, le venían muy bien las sonrisas. Inevitablemente una pequeña porción de calor invadió sus mejillas haciéndolas ver levemente sornosadas. Obviamente la chica notó esto pero quiso ignorarlo para no delatarse. Para no ser mal educada, le mantuvo la mirada pero deseaba evadirla, ya que no quería que se le viera de esa forma. Ni siquiera ella sabía el porqué. O quizá sí pero no lo quería reconsiderar.
— Sí, adivinaste. Y muchas gracias, contigo ya me siento acogida y en confianza, espero causarle una buena impresión a los demás. —
Su tono de voz era suave y tranquilo. La propuesta de su contrario le encantó. ¿Es que acaso tenía un quirk oculto y era telepatía?. Porque era justo lo que la pelinegra planeaba, era perfecto para acabar un recorrido. Y con una buena compañía. Al parecer las cosas estaban saliendo demasiado bien, eso la ponía felíz. Por lo cuál, sin dudarlo, le brindó una cálida y alegre sonrisa, de esas que transmiten el sentimiento que la persona siente.
— ¡Claro! Me encantaría. —
Momo vale
Re: Paseo de bienvenida [Momo Yaoyorozu ]
-El bicolor explicó muy leve el lugar, ¿que tanto podía hablar de una dirección? Lo más que podía resaltar era que mayores autoridades posaban en el lugar.
Sin más preámbulos continuó, aunque en su cabeza aún pasaba el momento anterior, en donde la azabache de forma muy curiosa había tocado su cabello, prefería buscar alguna espejo, ahora hasta pensaba que alguna basura había sobre el.
Pero no pregunto, se guardo esa duda y continuó caminando, hasta para el propio chico le parecía muy aburrido, y no daba nada de culpa a la pelinegra, ella tenía ya suficiente nerviosismo encima por su presentación como para echarse más.
¿Que debía hacer? Terminaría durmiéndola, era muy difícil que se mostrara un poco más “vivo” y hablando sin parar, no era nada su estilo, pero se sentía como un señor amargado sin hablarle.
La siguiente parada estaba cerca, aproximadamente a unos 10 metros de donde ambos pisaban, el siguiente lugar era una sala de tecnologías, computadoras, estadísticas. Ella encajaría muy bien en el lugar.-
— Por supuesto, no parezco confiable.
Pero siempre defenderé a mis compañeros.
-El lugar por si solo siempre tenía un olor muy natural, muy refrescante, pero también había que admitir que su acompañante llevaba una loción demasiado adictiva, ese olor tan dulce que lo tenía tan calmado, ya le encantaba aspirarlo.
Cuando los metros iban acortándose el bicolor miró por encima de reojo a la azabache, casi de reojo.
Así podía asegurar que seguía tras él y sobre todo podía juzgar un poco por sus expresiones faciales.-
— Momo. ¿A quienes más llevas conocidos?
Claro, aparte de mi. Este lugar es enorme.
Podría decirte que ni siquiera yo lo he recorrido todo, ni conozco a todos los que lo habitan.
-Su respiración estaba muy calmada, lo mismo con su ritmo cardiaco.
Haberla conocido desde antes ayudaba mucho en bajarle su inseguridad, además con ella incluso había llevado charlas “serias” en donde habían reforzado su amistad.
Con incluso un poco más de libertad pensaba ya limar toda tensión, abriendo su libreta frente a ella.-
— Sabes, yo había planificado todo lo que haríamos. Hasta me sentí como Midoriya.
Pero creo que sería aburrido si quiero que todo salga como lo tengo aquí.
Ahora improvisaré.
¿Como te parece mejor?
Sin más preámbulos continuó, aunque en su cabeza aún pasaba el momento anterior, en donde la azabache de forma muy curiosa había tocado su cabello, prefería buscar alguna espejo, ahora hasta pensaba que alguna basura había sobre el.
Pero no pregunto, se guardo esa duda y continuó caminando, hasta para el propio chico le parecía muy aburrido, y no daba nada de culpa a la pelinegra, ella tenía ya suficiente nerviosismo encima por su presentación como para echarse más.
¿Que debía hacer? Terminaría durmiéndola, era muy difícil que se mostrara un poco más “vivo” y hablando sin parar, no era nada su estilo, pero se sentía como un señor amargado sin hablarle.
La siguiente parada estaba cerca, aproximadamente a unos 10 metros de donde ambos pisaban, el siguiente lugar era una sala de tecnologías, computadoras, estadísticas. Ella encajaría muy bien en el lugar.-
— Por supuesto, no parezco confiable.
Pero siempre defenderé a mis compañeros.
-El lugar por si solo siempre tenía un olor muy natural, muy refrescante, pero también había que admitir que su acompañante llevaba una loción demasiado adictiva, ese olor tan dulce que lo tenía tan calmado, ya le encantaba aspirarlo.
Cuando los metros iban acortándose el bicolor miró por encima de reojo a la azabache, casi de reojo.
Así podía asegurar que seguía tras él y sobre todo podía juzgar un poco por sus expresiones faciales.-
— Momo. ¿A quienes más llevas conocidos?
Claro, aparte de mi. Este lugar es enorme.
Podría decirte que ni siquiera yo lo he recorrido todo, ni conozco a todos los que lo habitan.
-Su respiración estaba muy calmada, lo mismo con su ritmo cardiaco.
Haberla conocido desde antes ayudaba mucho en bajarle su inseguridad, además con ella incluso había llevado charlas “serias” en donde habían reforzado su amistad.
Con incluso un poco más de libertad pensaba ya limar toda tensión, abriendo su libreta frente a ella.-
— Sabes, yo había planificado todo lo que haríamos. Hasta me sentí como Midoriya.
Pero creo que sería aburrido si quiero que todo salga como lo tengo aquí.
Ahora improvisaré.
¿Como te parece mejor?
Daniel Todoroki
Re: Paseo de bienvenida [Momo Yaoyorozu ]
A decir verdad, deseaba ver la dirección por dentro pero por nada del mundo quería interrumpir a los docentes o profesionales que estuviesen ahí trabajando. Observó a su contrario por un par de segundos, admirando un poco su rostro. Se veía que pensaba en algo luego de explicarle un poco sobre la dirección, lo justo y necesario ya que, ¿Qué más se podría decir?. Era sólo una dirección cualquiera. Cuándo ya emprendieron nuevamente el paso para su segunda parada, escuchó la voz del bicolor dirigiéndose a ella.
— ¿Uh?. Pero Todoroki~kun, yo confío mucho en tí.—
Lo dijo con una sinceridad notoria en su voz. Era lo cierto, además de eso, pensaba en qué, no sólo confiaba en él si no que deseaba pasar la mayor parte del tiempo a su lado en aquel lugar, obviamente sin ser una molestia. El destino había fijado un reencuentro para ambos, y era por algún motivo. Eso suponía la azabache ya que las cosas pasan por algo. ¿No es así?. Ya llevaban un par de minutos caminando para así aproximarse cada vez más al segundo lugar. La pelinegra se encontraba algo distraída, deseaba que el recorrido finalizara tan sólo para poder compartir un café o helado con el chico que estaba en frente de ella. La ponía algo nerviosa pero más que nada le emocionaba la idea. De hace un tiempo que Momo se sentía de aquella forma cuándo estaba junto a aquel joven. Me refiero a esa sensación de ansias y emoción cuándo esperas por algo.
— En realidad sólo te conozco a tí. A nadie más, no tengo ni la menor idea de los que vienen a este lugar aparte de tí. ¿No crees que es una linda coincidencia que nos encontremos luego de mucho tiempo?.—
Sin darse cuenta, al terminar de hablar en el rostro de la joven se había dibujado una pequeña sonrisa nostálgica. Haciendo que desviara la mirada por un pequeño intervalo de tiempo. Para después, volver la mirada al frente y seguir escuchando al joven de cabellos rojizos y blancos. Antes de que el ya mencionado continuara con el diálogo, se le vió abriendo aquella libreta que al principio a Momo le había llamado la atención. Por lo cuál, inevitablemente observó el objeto con curiosidad.
— Wow. ¿Lo tenías todo planeado?, es increíble pero, sólo sé tú mismo, improvisa si así lo deseas, a las finales estas conmigo y no necesitas de mucha organización. Sólo, pasemos un buen rato, ¿Te parece?.—
Se adelantó un par de pasos para así quedar en el costado derecho del joven, brindandole una corta sonrisa. No había necesidad de sentirse intimidada como antes. Poco a poco se sentía cómo en los viejos tiempos, y era algo increíble, a decir verdad.
— ¿Uh?. Pero Todoroki~kun, yo confío mucho en tí.—
Lo dijo con una sinceridad notoria en su voz. Era lo cierto, además de eso, pensaba en qué, no sólo confiaba en él si no que deseaba pasar la mayor parte del tiempo a su lado en aquel lugar, obviamente sin ser una molestia. El destino había fijado un reencuentro para ambos, y era por algún motivo. Eso suponía la azabache ya que las cosas pasan por algo. ¿No es así?. Ya llevaban un par de minutos caminando para así aproximarse cada vez más al segundo lugar. La pelinegra se encontraba algo distraída, deseaba que el recorrido finalizara tan sólo para poder compartir un café o helado con el chico que estaba en frente de ella. La ponía algo nerviosa pero más que nada le emocionaba la idea. De hace un tiempo que Momo se sentía de aquella forma cuándo estaba junto a aquel joven. Me refiero a esa sensación de ansias y emoción cuándo esperas por algo.
— En realidad sólo te conozco a tí. A nadie más, no tengo ni la menor idea de los que vienen a este lugar aparte de tí. ¿No crees que es una linda coincidencia que nos encontremos luego de mucho tiempo?.—
Sin darse cuenta, al terminar de hablar en el rostro de la joven se había dibujado una pequeña sonrisa nostálgica. Haciendo que desviara la mirada por un pequeño intervalo de tiempo. Para después, volver la mirada al frente y seguir escuchando al joven de cabellos rojizos y blancos. Antes de que el ya mencionado continuara con el diálogo, se le vió abriendo aquella libreta que al principio a Momo le había llamado la atención. Por lo cuál, inevitablemente observó el objeto con curiosidad.
— Wow. ¿Lo tenías todo planeado?, es increíble pero, sólo sé tú mismo, improvisa si así lo deseas, a las finales estas conmigo y no necesitas de mucha organización. Sólo, pasemos un buen rato, ¿Te parece?.—
Se adelantó un par de pasos para así quedar en el costado derecho del joven, brindandole una corta sonrisa. No había necesidad de sentirse intimidada como antes. Poco a poco se sentía cómo en los viejos tiempos, y era algo increíble, a decir verdad.
Momo vale
Re: Paseo de bienvenida [Momo Yaoyorozu ]
— Solo dije que parezco de poco fiar.
No que no pudieras hacerlo.
-Su comentario podría parecer muy cortante, pero lo cierto era que él jamás lo sintió así.
Incluso cuando lo dijo usó un tono de voz un poco más suave de lo habitual.
A cada paso que daban el siguiente lugar se acercaba cada vez más, y no le preocupaba, aún habían demasiados lugares por mostrarle para terminar el recorrido, posiblemente se llevaría todo el día en ello.
Ahora podía sentir más “suelta” a la azabache, cosa que lograba contagiarlo.
Casi siempre era así, contagiado por las emociones o sentimientos de los demás.-
— El siguiente lugar podría ser el indicado para ti. Cuando sientas que necesitas navegar o investigar algo.
Creo que este es el lugar ideal.
Aunque, tú podrías crear con facilidad un computador
¿O me equivoco?
-Dentro de aquel inmenso lugar habían centenares de computadoras, ni el sabía para qué habían tantas.
No imaginaba ver el lugar lleno en ningún momento, pero las computadoras estaban.
El lugar era como cualquier zona de cómputo, con las sillas de escritorio tan bien acolchonadas y las enormes mesas que dejaban compartir el lugar hasta con tres personas.
Lo mejor de ahí a su parecer era la temperatura que conservaba.
En un día de calor fácilmente llegaría a refugiarse allí.-
— Creo que jamás vendría aquí.
Al menos que el verano fuera intenso.
-Para dar su descripción del lugar de nuevo se detuvo frente a ella con la ligera sonrisa que antes.
Muy ligera, apenas visible.
El salón también contaba con enormes ventanales, estando en gran altura seguro podrías ver pasar más de un ave cerca.-
No que no pudieras hacerlo.
-Su comentario podría parecer muy cortante, pero lo cierto era que él jamás lo sintió así.
Incluso cuando lo dijo usó un tono de voz un poco más suave de lo habitual.
A cada paso que daban el siguiente lugar se acercaba cada vez más, y no le preocupaba, aún habían demasiados lugares por mostrarle para terminar el recorrido, posiblemente se llevaría todo el día en ello.
Ahora podía sentir más “suelta” a la azabache, cosa que lograba contagiarlo.
Casi siempre era así, contagiado por las emociones o sentimientos de los demás.-
— El siguiente lugar podría ser el indicado para ti. Cuando sientas que necesitas navegar o investigar algo.
Creo que este es el lugar ideal.
Aunque, tú podrías crear con facilidad un computador
¿O me equivoco?
-Dentro de aquel inmenso lugar habían centenares de computadoras, ni el sabía para qué habían tantas.
No imaginaba ver el lugar lleno en ningún momento, pero las computadoras estaban.
El lugar era como cualquier zona de cómputo, con las sillas de escritorio tan bien acolchonadas y las enormes mesas que dejaban compartir el lugar hasta con tres personas.
Lo mejor de ahí a su parecer era la temperatura que conservaba.
En un día de calor fácilmente llegaría a refugiarse allí.-
— Creo que jamás vendría aquí.
Al menos que el verano fuera intenso.
-Para dar su descripción del lugar de nuevo se detuvo frente a ella con la ligera sonrisa que antes.
Muy ligera, apenas visible.
El salón también contaba con enormes ventanales, estando en gran altura seguro podrías ver pasar más de un ave cerca.-
Daniel Todoroki
Re: Paseo de bienvenida [Momo Yaoyorozu ]
Al escuchar la respuesta del bicolor a su comentario, asintió lentamente en un gesto con la cabeza ya qué, se detuvo a pensarlo. Su mente le puso una situación en la cuál, cómo seria conocerlo nuevamente por primera vez pero como un completo extraño, no como un compañero de clase o un amigo. La verdad, tenía razón pero sólo su aspecto serio daba a pensar que no era muy confiable. De todas formas le costó un poco imaginarlo porque para ella era casi imposible no confiar en él. Para cuándo ya se acercaban a la segunda parada, escuchó la voz tan familiar que provenía del chico que se encontraba a su lado.
— Claro, tienes razón. Puede que la mayor parte del tiempo me la pase aquí, anotando datos para poder ayudarme con mi quirk. —
Sintió una sensación de comodidad y algo de alegría al saber que el joven la conocía de forma que podía adivinar algo así, a lo qué soltó un corto suspiro con los labios curvados ligeramente hacía arriba. En ese corto intervalo de tiempo, el ya mencionado le hizo una pregunta, que le provocó soltar una suave y corta carcajada, una risita.
— La verdad, puedo crear un computador pero, sería cómo comprar uno. ¿No ves que hay que iniciarlo e instalarle algunas cosas?. Me tardaría en hacer eso y pienso que sería mejor comprar uno. ¡Hay que ayudar a la economía del país!, y usar mi quirk de esa forma puede ser ilegal.—
Esto último fue exactamente lo que dijo hace un tiempo atrás, cuándo Todoroki, Iida, Midoriya, Kirishima y ella fueron a rescatar a Bakugo. Definitivamente no cambiaría su forma de pensar respecto a eso. A decir verdad se veía algo cómica, con aquella expresión de justicia en el rostro luego de decir ello, cómo si fuese un orgullo para el país.
Para cuándo ya habían llegado observó con asombro, era un lugar demasiado grande y con muchos dispositivos inteligentes, era sorprendente, y se veía bastante cómodo, en definitiva lo visitaría a menudo. Observó a su contrario, ya que justo al mirar a su izquierda lo vió. Se quedó contemplandolo por unos segundos, su perfil que desde su perspectiva daba a ver el lado en que sus cabellos eran blancos. A su parecer, el verlo desde ese lado lo hacía ver más pacífico de lo que ya era. La expresión de la azabache era neutra, cómo si quisiera decir algo pero realmente en su mente nada ocurría. El ver el movimiento de sus labios la hizo volver a la realidad.
— Ya veo, para entonces podría acompañarte si gustas. —
Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro. Su voz, cómo siempre transmitía calidez y tranquilidad. Hubo un corto silencio por unos 2 minutos, lo cuál disfrutó ya que se escuchaba la suave brisa del viento entrar por los ventanales y el cantar de las aves que había fuera. Le brindó paz y aquello se vió reflejado en su rostro.
— Claro, tienes razón. Puede que la mayor parte del tiempo me la pase aquí, anotando datos para poder ayudarme con mi quirk. —
Sintió una sensación de comodidad y algo de alegría al saber que el joven la conocía de forma que podía adivinar algo así, a lo qué soltó un corto suspiro con los labios curvados ligeramente hacía arriba. En ese corto intervalo de tiempo, el ya mencionado le hizo una pregunta, que le provocó soltar una suave y corta carcajada, una risita.
— La verdad, puedo crear un computador pero, sería cómo comprar uno. ¿No ves que hay que iniciarlo e instalarle algunas cosas?. Me tardaría en hacer eso y pienso que sería mejor comprar uno. ¡Hay que ayudar a la economía del país!, y usar mi quirk de esa forma puede ser ilegal.—
Esto último fue exactamente lo que dijo hace un tiempo atrás, cuándo Todoroki, Iida, Midoriya, Kirishima y ella fueron a rescatar a Bakugo. Definitivamente no cambiaría su forma de pensar respecto a eso. A decir verdad se veía algo cómica, con aquella expresión de justicia en el rostro luego de decir ello, cómo si fuese un orgullo para el país.
Para cuándo ya habían llegado observó con asombro, era un lugar demasiado grande y con muchos dispositivos inteligentes, era sorprendente, y se veía bastante cómodo, en definitiva lo visitaría a menudo. Observó a su contrario, ya que justo al mirar a su izquierda lo vió. Se quedó contemplandolo por unos segundos, su perfil que desde su perspectiva daba a ver el lado en que sus cabellos eran blancos. A su parecer, el verlo desde ese lado lo hacía ver más pacífico de lo que ya era. La expresión de la azabache era neutra, cómo si quisiera decir algo pero realmente en su mente nada ocurría. El ver el movimiento de sus labios la hizo volver a la realidad.
— Ya veo, para entonces podría acompañarte si gustas. —
Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro. Su voz, cómo siempre transmitía calidez y tranquilidad. Hubo un corto silencio por unos 2 minutos, lo cuál disfrutó ya que se escuchaba la suave brisa del viento entrar por los ventanales y el cantar de las aves que había fuera. Le brindó paz y aquello se vió reflejado en su rostro.
Momo vale
Paseo de bienvenida [Momo Yaoyorozu ]
- Esa responsabilidad y sentido de justicia con la que siempre cargaba la azabache ya era característico de ella, era como algo natural que siempre salía en su personalidad.
En salón estaba completamente vacío, era una posibilidad el que pocas personas lo usaran, pero el lugar si estaba completamente habilitado.
No daría más explicaciones del lugar, todo podía verse a simple vista, columnas de computadoras, enormes ventanas a los lados, una pequeña recepción que por cierto también estaba vacía.
La academia por si sola podía parecer aburrida, pero era quienes la habitaban los que daban vida al lugar.
Siempre que terminaba sus breves explicaciones un ligero suspiro salía del bicolor.
Tenía varios recuerdos junto a la azabache, y ya de alguna forma se había acostumbrado a que ella clavara tanto tiempo su mirada sobre el, pero nada borraba ese rostro tan sereno que lo caracterizaba.-
— Podríamos dejar el descanso para el medio día. Esperar al final sería demasiado.
¿Sabes cuantos sitios tiene este lugar?
Es demasiado enorme.
-Había hablado poco durante todo el camino pero ya sentía algo resecó sus labios.
Por eso casi como impulso se relamió un poco los mismos, fue descortés al no ofrecer ni un trago de agua, pero por su distracción había olvidado las botellas de estas en su habitación.
Podía notar que en momentos la chica se perdía en sus propios pensamientos, y esto era inevitablemente gracioso para el y cualquiera.
Para ayudarla a concentrarse un poco reposo dos de sus dedos contra la frente de la mujer, un tacto muy suave que únicamente uso para ayudarla a volver en si.
No esperaba que ella se molestara, después de eso se reincorporó dando la espalda y continuando con su recorrido.
Avanzado y de paso viendo un poco su silueta sobre el suelo, estando un poco distorsionada y llamativa.
Las prisas no eran por otra cosa más que porque ya sentía algo de hambre, pero no buscaba una forma indirecta de pedirle un descanso a ella.-
— ¿Te sucede algo?
A veces creo qué hay algo en mi cabello o mi rostro que te llama la atención.
Cuéntame.
-El jamás hacía comentarios con el fin de ofender, era cierto, sentía una enorme curiosidad del porqué esas miradas.
Y era así de directo por la poca habilidad que tenía para mostrarse sociable.
Al menos cuando estaba con ella no necesitaba dar tantas palabras, bastaba con que dijera solo lo importante.-
— ¡Ah! Y por cierto, puedes acompañarme cuanto quieras al salón de cómputo.
Aunque puede ser posible que mientras investigas me quede dormido.
Solo planeaba avisar.
-El bicolor no era para nada tonto, incluso sea unos de los mejores alumnos de la academia en este aspecto.
Pero algunas veces sus propios gestos lo hacían parecer torpe.-
En salón estaba completamente vacío, era una posibilidad el que pocas personas lo usaran, pero el lugar si estaba completamente habilitado.
No daría más explicaciones del lugar, todo podía verse a simple vista, columnas de computadoras, enormes ventanas a los lados, una pequeña recepción que por cierto también estaba vacía.
La academia por si sola podía parecer aburrida, pero era quienes la habitaban los que daban vida al lugar.
Siempre que terminaba sus breves explicaciones un ligero suspiro salía del bicolor.
Tenía varios recuerdos junto a la azabache, y ya de alguna forma se había acostumbrado a que ella clavara tanto tiempo su mirada sobre el, pero nada borraba ese rostro tan sereno que lo caracterizaba.-
— Podríamos dejar el descanso para el medio día. Esperar al final sería demasiado.
¿Sabes cuantos sitios tiene este lugar?
Es demasiado enorme.
-Había hablado poco durante todo el camino pero ya sentía algo resecó sus labios.
Por eso casi como impulso se relamió un poco los mismos, fue descortés al no ofrecer ni un trago de agua, pero por su distracción había olvidado las botellas de estas en su habitación.
Podía notar que en momentos la chica se perdía en sus propios pensamientos, y esto era inevitablemente gracioso para el y cualquiera.
Para ayudarla a concentrarse un poco reposo dos de sus dedos contra la frente de la mujer, un tacto muy suave que únicamente uso para ayudarla a volver en si.
No esperaba que ella se molestara, después de eso se reincorporó dando la espalda y continuando con su recorrido.
Avanzado y de paso viendo un poco su silueta sobre el suelo, estando un poco distorsionada y llamativa.
Las prisas no eran por otra cosa más que porque ya sentía algo de hambre, pero no buscaba una forma indirecta de pedirle un descanso a ella.-
— ¿Te sucede algo?
A veces creo qué hay algo en mi cabello o mi rostro que te llama la atención.
Cuéntame.
-El jamás hacía comentarios con el fin de ofender, era cierto, sentía una enorme curiosidad del porqué esas miradas.
Y era así de directo por la poca habilidad que tenía para mostrarse sociable.
Al menos cuando estaba con ella no necesitaba dar tantas palabras, bastaba con que dijera solo lo importante.-
— ¡Ah! Y por cierto, puedes acompañarme cuanto quieras al salón de cómputo.
Aunque puede ser posible que mientras investigas me quede dormido.
Solo planeaba avisar.
-El bicolor no era para nada tonto, incluso sea unos de los mejores alumnos de la academia en este aspecto.
Pero algunas veces sus propios gestos lo hacían parecer torpe.-
Daniel Todoroki
Re: Paseo de bienvenida [Momo Yaoyorozu ]
Notaba los constante suspiros del bicolor al finalizar una frase, comenzaba a preocuparse un poco, quizá ya estaba cansado. De todas formas, no creía que fuese obligatorio aquel paseo pero, quería pasar tiempo con él ya que, ¿Qué sucedía si él no quisiese pasar el tiempo con ella en los siguientes días?. Realmente le entristecia la idea pero no podía obligarlo a estar con ella. Se preguntaba, ¿Por qué le importaba tanto? Se avergonzaba de darse cuenta de que deseaba pasar su tiempo junto al chico. Comenzaba a asustarse un poco ya que, esto parecía interés, no era ingenua cómo para no notar lo que le estaba pasando respecto a Shoto. Quizá no quería aceptarlo por miedo, pero si sabía lo que pasaba.
— Claro. Si es lo que tú quieres. Por mi parte ya comienzo a sentirme hambrienta, me vendría bien algo dulce, no lo sé.
Oh, entonces el paseo por todo el recinto dura alrededor de un día casi? Me refiero a un día escolar, por así decirlo. —
Era completamente cierto lo que Todoroki decía. Probablemente, si la azabache hubiese llegado al lugar, sin indicaciones, ahora estaría por ahí merodeando, pérdida. Para su suerte le habían designado a un compañero que le mostrase todo lo que componía el establecimiento, pero si que era agotador. Aún así, cada paso que avanzaba la hacía ver lo hermoso sutil que era por dentro. El que tuviera zonas verdes fuera, y baldosas blancas perfectamente pulidas y paredes sin razones hacía del lugar admirable. Pero aún así, podía perfectamente alguien sentirse sólo ahí ya que era en efecto, enorme. Mientras la pelinegra pensaba sobre la estructura, ventajas y desventajas del lugar, se le vió interrumpida por el repentino tacto del bicolor hizo que levantará su mirada, encontrandolo de frente pero tan sólo por unos segundos que pasaron más rápido de lo normal. Igual de rápido que el movimiento del chico, las mejillas de la inteligente Momo comenzaban a tornarse ligeramente de rosa. Ella sentía el calor en sus mejillas y quería evitarlo y no pensar en ello. Dedució lo que acababa de suceder era meramente para hacerla volver a la tierra, ya que el día de hoy se le ha visto muy distraida.
El comentario la tomó por sorpresa al igual que los dedos en su frente. Que vergüenza, ¿Tan poco disimulada eres, Momo?. No sabía que decir, estaba en un momento de nervios y de mente en blanco lo que sólo provocó que sus mejillas se ruborizaran un poco más haciendola ver tierna y delatandola.
— ¿U-uh?. No me sucede nada, sólo, estoy ¿Distraída? Sí. Estoy distraída. Lo siento, por sí te incomodé, Todoroki~kun. —
Desvío la mirada para pasar desapercibida. Tocó sus mejillas que estaban algo calientes y soltó un leve suspiro. Esperaba no verse sospechosa o algo parecido, ahora mismo deseaba un refresco.
— Oh, entonces ahí será en dónde podrás descansar. Nadie te molestará ya que estarás conmigo y yo estaré investigando. No te preocupes por eso. —
Se imaginó el verlo dormido a su lado, mientras ella anotaba datos en su libreta. Fue algo que le causó ternura por lo cuál inevitablemente soltó una risita misteriosa.
— Claro. Si es lo que tú quieres. Por mi parte ya comienzo a sentirme hambrienta, me vendría bien algo dulce, no lo sé.
Oh, entonces el paseo por todo el recinto dura alrededor de un día casi? Me refiero a un día escolar, por así decirlo. —
Era completamente cierto lo que Todoroki decía. Probablemente, si la azabache hubiese llegado al lugar, sin indicaciones, ahora estaría por ahí merodeando, pérdida. Para su suerte le habían designado a un compañero que le mostrase todo lo que componía el establecimiento, pero si que era agotador. Aún así, cada paso que avanzaba la hacía ver lo hermoso sutil que era por dentro. El que tuviera zonas verdes fuera, y baldosas blancas perfectamente pulidas y paredes sin razones hacía del lugar admirable. Pero aún así, podía perfectamente alguien sentirse sólo ahí ya que era en efecto, enorme. Mientras la pelinegra pensaba sobre la estructura, ventajas y desventajas del lugar, se le vió interrumpida por el repentino tacto del bicolor hizo que levantará su mirada, encontrandolo de frente pero tan sólo por unos segundos que pasaron más rápido de lo normal. Igual de rápido que el movimiento del chico, las mejillas de la inteligente Momo comenzaban a tornarse ligeramente de rosa. Ella sentía el calor en sus mejillas y quería evitarlo y no pensar en ello. Dedució lo que acababa de suceder era meramente para hacerla volver a la tierra, ya que el día de hoy se le ha visto muy distraida.
El comentario la tomó por sorpresa al igual que los dedos en su frente. Que vergüenza, ¿Tan poco disimulada eres, Momo?. No sabía que decir, estaba en un momento de nervios y de mente en blanco lo que sólo provocó que sus mejillas se ruborizaran un poco más haciendola ver tierna y delatandola.
— ¿U-uh?. No me sucede nada, sólo, estoy ¿Distraída? Sí. Estoy distraída. Lo siento, por sí te incomodé, Todoroki~kun. —
Desvío la mirada para pasar desapercibida. Tocó sus mejillas que estaban algo calientes y soltó un leve suspiro. Esperaba no verse sospechosa o algo parecido, ahora mismo deseaba un refresco.
— Oh, entonces ahí será en dónde podrás descansar. Nadie te molestará ya que estarás conmigo y yo estaré investigando. No te preocupes por eso. —
Se imaginó el verlo dormido a su lado, mientras ella anotaba datos en su libreta. Fue algo que le causó ternura por lo cuál inevitablemente soltó una risita misteriosa.
Momo vale
Re: Paseo de bienvenida [Momo Yaoyorozu ]
— ¡¿Sientes hambre?! Podríamos modificarlo un poco y visitar la cafetería.
De paso la conocerías de una vez por todas.
¿Te parece bien?
-Sugirió en cuanto escucho la idea de la pelinegra de tomar por fin el desayuno.
No tenía idea de la hora, pero por la forma en que el sol daba imaginaba que era alrededor de las 11:00 am, buena hora para tomar el desayuno, no sé lo pensó tanto para sugerirlo, pues seguro hasta ella ya podía sospechar que el propio bicolor sentía ya la necesidad por el alimento.
Su mente estaba en blanco, no era falso el hecho de “llevarlo todo improvisado”
Para llegar hasta la cafetería si hacía falta caminar demasiado, así que aún tendrían una larga charla antes de llegar a eso.
Resto importancia a la sala de cómputo y omitirlo más información para comenzar a caminar, en su estilo estaba ser siempre muy calmado, pero ahora que tenía el hambre encima incluso sus pasos eran más rápidos, aunque evitaba “arrastrar” a la azabache.
Cansarla no era lo que quería, ahora habían llegado a una zona un poco más amplia.
Como si de un domo se tratara, teniendo un enorme kiosco al centro del lugar.
El techo era completamente hecho de cristal, que dejaban pasar los ligeros rayos de sol.
El lugar daba más pinta de ser usado como plaza para dar pláticas o tener algunas reuniones.
Incluso las losetas del suelo habían cambiado, ahora siendo cafés con algunos adornos de flores sobre las orillas.
El lugar también era demasiado elegante, con las paredes grises y el techo con grandes candelabros encima.
Ni el mismo tenía idea de que era exactamente el lugar, no hablar tan a fondo de él.-
— Este de aquí es nuevo para mi.
¿Para que crees que lo utilicen?
Como te dije muchos de los lugares de aquí jamás los he visitado.
¿Te digo la verdad? Creo que cuando yo llegue ni siquiera me dieron un paseo de bienvenida como este.
-Comentó con total sinceridad, en sus recuerdos no estaban ningún recorrido como el que ahora él brindaba.
Únicamente presentaría los lugares por los que obligatoriamente tenía que pasar antes de llegar a la cafetería.
Y hasta podría conocer lugares nuevos, justo como el qué pisaba.
Era incómodo, usualmente le daba igual intentar dar una buena imagen.
Pero desde que se enteró de que el recorrido lo daría para su antigua compañera, algo nació en él para esforzarse.
No quería mostrarse aburrido ante ella, ya le preocupaba de alguna forma el “que dirán” sobre todo el “que dirá ella” ni el mismo sabia por qué.-
De paso la conocerías de una vez por todas.
¿Te parece bien?
-Sugirió en cuanto escucho la idea de la pelinegra de tomar por fin el desayuno.
No tenía idea de la hora, pero por la forma en que el sol daba imaginaba que era alrededor de las 11:00 am, buena hora para tomar el desayuno, no sé lo pensó tanto para sugerirlo, pues seguro hasta ella ya podía sospechar que el propio bicolor sentía ya la necesidad por el alimento.
Su mente estaba en blanco, no era falso el hecho de “llevarlo todo improvisado”
Para llegar hasta la cafetería si hacía falta caminar demasiado, así que aún tendrían una larga charla antes de llegar a eso.
Resto importancia a la sala de cómputo y omitirlo más información para comenzar a caminar, en su estilo estaba ser siempre muy calmado, pero ahora que tenía el hambre encima incluso sus pasos eran más rápidos, aunque evitaba “arrastrar” a la azabache.
Cansarla no era lo que quería, ahora habían llegado a una zona un poco más amplia.
Como si de un domo se tratara, teniendo un enorme kiosco al centro del lugar.
El techo era completamente hecho de cristal, que dejaban pasar los ligeros rayos de sol.
El lugar daba más pinta de ser usado como plaza para dar pláticas o tener algunas reuniones.
Incluso las losetas del suelo habían cambiado, ahora siendo cafés con algunos adornos de flores sobre las orillas.
El lugar también era demasiado elegante, con las paredes grises y el techo con grandes candelabros encima.
Ni el mismo tenía idea de que era exactamente el lugar, no hablar tan a fondo de él.-
— Este de aquí es nuevo para mi.
¿Para que crees que lo utilicen?
Como te dije muchos de los lugares de aquí jamás los he visitado.
¿Te digo la verdad? Creo que cuando yo llegue ni siquiera me dieron un paseo de bienvenida como este.
-Comentó con total sinceridad, en sus recuerdos no estaban ningún recorrido como el que ahora él brindaba.
Únicamente presentaría los lugares por los que obligatoriamente tenía que pasar antes de llegar a la cafetería.
Y hasta podría conocer lugares nuevos, justo como el qué pisaba.
Era incómodo, usualmente le daba igual intentar dar una buena imagen.
Pero desde que se enteró de que el recorrido lo daría para su antigua compañera, algo nació en él para esforzarse.
No quería mostrarse aburrido ante ella, ya le preocupaba de alguna forma el “que dirán” sobre todo el “que dirá ella” ni el mismo sabia por qué.-
Daniel Todoroki
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