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UNA VISITA MUY ARRIESGADA
~ +ACADEMIA LEGACY+ Foro de rol literario ~ :: Isla Rokkenjima :: Islas Aledañas a Rokkenjima :: Cementerio
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UNA VISITA MUY ARRIESGADA
UNA VISITA MUY ARRIESGADA
Aquel era un movimiento muy arriesgado y lo tenía más que claro. Entrar en las islas cercanas a Rokkenjima era casi un suicidio para alguien como ella, pero... pero, si se trataba de ÉL, valía la pena correr el riesgo. Charlotte Roselei, antigua integrante de los Caballeros Magos en el reino de Trébol y capitana de la Rosa Azul, es ahora parte de Ossor. El hecho de ser parte de este le pone en mucho peligro si es que la descubren en áreas cercanas a territorio enemigo, ya sea por parte de estos o de su propio grupo. Para camuflarse, usa un sencillo vestido de color celeste que cubre discretamente su figura y, sobre este, lleva una ligera y cómoda capa de viaje de color azul índigo con capucha para protegerse de los rayos solares. Bajo esta, y junto al cinturón que lleva a la altura de las caderas con su grimorio y una elegante espada, mantiene en sus brazos un pequeño bultito envuelto en un manto de tela de color negro con un singular emblema en él acomodado en un fular azul con estampado de rosas blancas.
La principal razón de correr el riesgo es aquel bultito. El emblema en el manto es de los Toros Negros, escuadrón comandado por la persona más importante en su vida... y que se encuentra entre las tumbas del cementerio en el que se encuentra en este momento. No sabe cómo ni cuándo, pero pareciera ser que Legacy y el reino de Trébol tienen una estrecha relación, pues varios de los caídos en la guerra con los reinos con los que limita su antiguo hogar se encuentran allí. Charlotte busca con calma aquel nombre que tanto significa para ella... no le toma mucho tiempo, pues lo encuentra bajo un hermoso árbol de cerezo en flor.
-Debí imaginarlo... El cerezo en flor es algo representativo de tu lugar de origen.... ¿No es así, Yami?-
Su voz es solo un susurro y tiene la voz llena de sentimientos encontrados. Con mucho cuidado se mueve hasta la sencilla pero bella lápida de aquel hombre que era tan bruto, salvaje, terco, pero tan agradable, cercano y protector tanto con ella como con los suyos. Yami Sukehiro había vivido tan solo 30 años, había sido brutalmente asesinado por invasores que llegaron de noche para romper con la paz del reino en busca de saquear, matar y destruir. El oriental había protegido a los suyos ya su hogar con todas sus fuerzas, hasta dar la vida en pos de preservar la prosperidad de su gente.
-De seguro me regañarías por arriesgarme tanto solo para llegar hasta una piedra bajo un árbol... pero... era importante que viniera... Lady Ayana me dijo que tu alma no permanecería más en este mundo, por lo que creo que es una buena oportunidad, o la única, para que.... para que... -
Menciona, con la voz entrecortada, antes de romper a llorar amargamente. Por protección a sí misma, debe mantenerse estoica delante de la gente que forma parte de Ossor, mas su corazón está lleno de dolor y cargas del pasado desde que perdió al amor de su existencia. Sabe que nunca volverá a abrir su corazón a nadie más, no cuando Yami fue quien le salvó del maleficio que casi la mata. Después de fingir por tanto tiempo, decidió oír a su corazón y pudo estar a su lado, casi pidiendo la bendición de los escuadrones y del Rey Mago para casarse. Pero, por más que no pudieran celebrar dicha ceremonia, hay un lazo que los unirá aun cuando la muerte ya haya reclamado a uno de ellos. Con calma y delicadeza, la mujer se arrodilla ante la lápida. Una vez que está cómodamente sentada en la hierba, aparta la capucha de su cabeza y, de entre la capa, saca un ramo de rosas azules, negras y de un intenso color rojo. Ella conoce del significado de las rosas en el lenguaje floral, por lo que las rosas que lleva son símbolo de amor eterno y para toda la vida (simbolizados por las rosas rojas y negras) mientras que las azules simbolizan el momento en que aquel sentimiento nació en ella.
Mientras acomoda las flores en el suelo junto a la lápida, un suave sonido se oye desde aquel manto que lleva consigo: el llanto de un bebé. La mujer aparta un poco más la capa de uno de sus hombros para poder mover uno de los extremos del manto, descubriendo el rostro de una pequeña niña. La infante no tiene más de 1 año y medio de vida, y ya es el centro de la vida de Charlotte. El lazo que la mantiene unida a su amado es la pequeña que nació de aquel sentimiento. La niña tiene la piel tostada y cabellos negros como su padre, los cuales contrastan con los ojos azules de su madre.
-Quería que la vieras… q-quería que pudieras conocerla… tú solo me “anunciaste” su nombre… Ella es Hikari, por fin está a mi lado… tal como me dijiste, ella es una parte de ti que me acompañará ahora que tú no estás conmigo… -
Las lágrimas caen de sus ojos y ruedan por sus mejillas, mas esta vez son de una inmensa paz. Charlotte recuerda con dulzura cada tarde en compañía de los Toros Negros, quienes estaban felices por ver cómo su capitán podía estar junto a la mujer que amaba, y a Mira, la mejor confidente de la dama de las espinas y segunda al mando en la Rosa Azul.
-Ella llevará tu apellido, debe saber y conocerá acerca de quién y cómo fue su padre… alguien como tú no debe ser olvidado......Gracias… Gracias por todo lo que has hecho por mí…. A pesar de dónde vaya o esté ahora, no sé qué habría sido de mi sin ti… Todo lo que me enseñaste e hiciste que comprendiese me ha llevado a donde he podido avanzar. Jamás te olvidaré… y no dejaré que ella te olvide… --
Menciona, sentando a la pequeña en su regazo, de modo que los ojos de esta puedan ver el árbol y la tumba de su padre. Sus ojos parecen iluminarse al ver la caída de los pétalos al momento que estos son movidos por el viento. Es en ese momento que cree sentir como algo roza su cabello y, a la vez, Hikari mueve sus manos como si sostuviesen algo entre ellas. Las lágrimas vuelven a caer, pues siente que aquel roce pueden haber sido las manos de su amado en un último adiós. Casi puede oír su voz… casi imagina un burlón “Te dije que no las dejaré solas… siempre estaré con ustedes y mi espada es una muestra de ello… solo basta que no lo olviden…” por parte de Yami.
Tras aquella sensación, la mujer considera que ya es momento para poder abandonar la isla sin que nadie de Legacy las encuentre. Hikari, ajena a los pensamientos de la rubia, extiende sus manos hacia donde está el cerezo, lo cual hace sonreír a su madre. Eso le hace considerar el volver en otra oportunidad cuando su pequeña sea un poco más grande. Es arriesgado, pero para ella es importante que Hikari no pierda el lazo del recuerdo de Yami.
Charlotte Roselei
Re: UNA VISITA MUY ARRIESGADA
La pequeña peli marrón de puntas Rojas brillantes igual que las llamas vivientes del fuego, esta vez le tocó a ella estar al pendiente de los miembros de ossor que no hagan nada malo y ver también si estaban todos presentes en el lugar acordado, ya que hace unos días se había informado que el día viernes todos los miembros deberían estar reunidos en un punto en específico para hacer un conteo de cuando hay actualmente y si llegaba a faltar alguno ella debería ir a buscarlo. Lo cual no le desagradaba en lo absoluto, todo lo contrario le gustaba ir a caminar por los alrededores y ver cosas nuevas, pero en estos momentos no sería la mejor opción para nadie faltar a este encuentro, ya que les podrían hacer algo a los que no cumplieron con el horario y no podría hacer nada al respecto.
Pasaban alrededor de 30 minutos y todos los miembros comenzaron a llegar uno por uno, le parecía agradable verlos con el compromiso de aver llegado a tiempo, ya que no quería que nadie fuera inculpado injustamente y le hicieran algo. Pero... Faltaba alguien...
[] ¿Mm? ¿Donde estará? -revisaba la lista una y otra vez, buscando a una chica en específico-
Buscaba a su amiga de cabello Rubio y ropa austentosa Charlotte y a su pequeña criatura adorable. Estaba algo confundida de ver como aún no llegaban y el tiempo se estaba acabando, era algo extraño ya que ella era muy responsable para todo, así que no allá llegado aún le causaba inquietud y preocupación si les había pasado algo.
Luego de minutos tras minutos al ver que no llegaba, ya no soporto más la idea de que tal vez tal vez le allá pasado algo, así que contra las reglas que le pusieron que no podía buscar a alguien antes del tiempo, va a su casa corriendo lo más rápido que puede, el viento que movía su cabello y mínimisaba su vista mientras llegaba a su casa y rápidamente tocaba la puerta sin respuestas...
{} no responde... ¡Tks!
Templado un poco, intenta mantener la mente fría como el hielo para pensar claramente y no se le ocurre algo mejor que algo paso y que legacy tenía algo que ver, algo molesta comenzaba a correr a los territorios de legacy a buscarla y si si era necesario tener que pelear para salvarla, pasaban varios minutos hasta que llega a las islas cercanas a Rokkejima... Parando de correr y caminando lentamente, puede ver a la chica de cabello Rubio sentada, a sus ojos parecía que esperaba a alguien, y contando que estaba en territorios enemigos... Tal vez los este traicionando...
Con un dolor leve en el pecho, se ocultaba detrás de uno de los árboles para esperar si hace algún movimiento inesperado para informales al resto... Aun que no le gusta la idea... Pero si es lo que piensa tendrá que hacerlo...
De forma cilenciosa estaba en una de las ramas más fuertes del árbol para verla mejor, con la leve esperanza de que no los este traicionando de alguna manera....
Pasaban alrededor de 30 minutos y todos los miembros comenzaron a llegar uno por uno, le parecía agradable verlos con el compromiso de aver llegado a tiempo, ya que no quería que nadie fuera inculpado injustamente y le hicieran algo. Pero... Faltaba alguien...
[] ¿Mm? ¿Donde estará? -revisaba la lista una y otra vez, buscando a una chica en específico-
Buscaba a su amiga de cabello Rubio y ropa austentosa Charlotte y a su pequeña criatura adorable. Estaba algo confundida de ver como aún no llegaban y el tiempo se estaba acabando, era algo extraño ya que ella era muy responsable para todo, así que no allá llegado aún le causaba inquietud y preocupación si les había pasado algo.
Luego de minutos tras minutos al ver que no llegaba, ya no soporto más la idea de que tal vez tal vez le allá pasado algo, así que contra las reglas que le pusieron que no podía buscar a alguien antes del tiempo, va a su casa corriendo lo más rápido que puede, el viento que movía su cabello y mínimisaba su vista mientras llegaba a su casa y rápidamente tocaba la puerta sin respuestas...
{} no responde... ¡Tks!
Templado un poco, intenta mantener la mente fría como el hielo para pensar claramente y no se le ocurre algo mejor que algo paso y que legacy tenía algo que ver, algo molesta comenzaba a correr a los territorios de legacy a buscarla y si si era necesario tener que pelear para salvarla, pasaban varios minutos hasta que llega a las islas cercanas a Rokkejima... Parando de correr y caminando lentamente, puede ver a la chica de cabello Rubio sentada, a sus ojos parecía que esperaba a alguien, y contando que estaba en territorios enemigos... Tal vez los este traicionando...
Con un dolor leve en el pecho, se ocultaba detrás de uno de los árboles para esperar si hace algún movimiento inesperado para informales al resto... Aun que no le gusta la idea... Pero si es lo que piensa tendrá que hacerlo...
De forma cilenciosa estaba en una de las ramas más fuertes del árbol para verla mejor, con la leve esperanza de que no los este traicionando de alguna manera....
Invitado- Invitado
Re: UNA VISITA MUY ARRIESGADA
-Oh, cierto... Estoy olvidando uno de los detalles más importantes de mi visita... -
Murmura, volviendo a acomodar a Hikari en el fular para tener las manos libres para poder trabajar con las flores que ha traído, un par de floreros de porcelana y unas tijeras jardineras. Con sumo cuidado y cariño, va acomodando las rosas negras, rojas y azules en los floreros. Una suave melodía es tarareada por sus labios mientras lo hace, pues siente un suave quejido de parte de los labios de su pequeña.
-Tranquila, mi vida... Una vez que terminemos de dejar estas flores para tu padre podremos irnos... Debemos reportarnos ante los demás para que nuestra demora no sea asunto de problemas...-
Susurra, antes de dejar escapar una carcajada y acariciar la elegante losa de marfil que decora el lugar en el que descansan los restos del primer y único amor de su vida.
-Sin duda, todo lo que se relaciona contigo implica problemas y riesgos, amor mío... Tu carácter precipitado y de siempre avanzar al parecer se me contagió... Pero... El simple hecho de dejar rosas en tu tumba me hace sentir que te tengo cerca... -
Comenta, en voz un tanto más alta... Si alguien la oyese, podría concluir con facilidad que ella es simplemente una mujer que está visitando la tumba de su pareja. Espera que, de aparecer alguien, no intente averiguar más que eso.
Murmura, volviendo a acomodar a Hikari en el fular para tener las manos libres para poder trabajar con las flores que ha traído, un par de floreros de porcelana y unas tijeras jardineras. Con sumo cuidado y cariño, va acomodando las rosas negras, rojas y azules en los floreros. Una suave melodía es tarareada por sus labios mientras lo hace, pues siente un suave quejido de parte de los labios de su pequeña.
-Tranquila, mi vida... Una vez que terminemos de dejar estas flores para tu padre podremos irnos... Debemos reportarnos ante los demás para que nuestra demora no sea asunto de problemas...-
Susurra, antes de dejar escapar una carcajada y acariciar la elegante losa de marfil que decora el lugar en el que descansan los restos del primer y único amor de su vida.
-Sin duda, todo lo que se relaciona contigo implica problemas y riesgos, amor mío... Tu carácter precipitado y de siempre avanzar al parecer se me contagió... Pero... El simple hecho de dejar rosas en tu tumba me hace sentir que te tengo cerca... -
Comenta, en voz un tanto más alta... Si alguien la oyese, podría concluir con facilidad que ella es simplemente una mujer que está visitando la tumba de su pareja. Espera que, de aparecer alguien, no intente averiguar más que eso.
Charlotte Roselei
Re: UNA VISITA MUY ARRIESGADA
-|❀|- Encontrándose deambulando por las zonas de las cercanías de la isla Rokkenjima era una caminata casual que solía hacer cuando se encontraba aburrida después de haber terminado los deberes pendientes por completo por lo que ya no había nada que hacer en ese instante manteniéndose observando el ambiente que en ese entonces era agradable aunque no era algo nuevo sino que simplemente era algo común hacerlo mientras rondaba para ganar tiempo y que fuera más largo para no volverse a aburrir -|❀|-
- Este día es hermoso. . . Al igual que los demás días que estuve recorriendo todo esto cada vez que me aburría, aún así desde en cuando encuentro algo interesante y algunas veces no hay nada de que decir o pensar al respecto, bueno, por ahora seguiré con mi camino y. . .
-|❀|- La joven hablaba consigo misma con un pequeño tono bajo para que así nadie fuera a enterarse aunque le era extraño en algunas ocasiones ya que no habría nadie quien le fuera a escuchar sin embargo algo había interrumpido su charla de su misma persona pues había visto algo desde muy larga distancia gracias a su gran visión. . . Parecía una mujer en una visita de alguien querido fallecido o eso era lo que habían visto sus ojos la joven esperaba encontrarse con alguna cosa y vaya sorpresa que se a llevado no obstante no dejaría mostrarse a la "desconocida" sin embargo al parecer no estaba sola sino que llevaba consigo a una. . . ¿Pequeña? Por lo tanto se oculto en un árbol asomando parte de su rostro para observar la situación -|❀|-
- Este día es hermoso. . . Al igual que los demás días que estuve recorriendo todo esto cada vez que me aburría, aún así desde en cuando encuentro algo interesante y algunas veces no hay nada de que decir o pensar al respecto, bueno, por ahora seguiré con mi camino y. . .
-|❀|- La joven hablaba consigo misma con un pequeño tono bajo para que así nadie fuera a enterarse aunque le era extraño en algunas ocasiones ya que no habría nadie quien le fuera a escuchar sin embargo algo había interrumpido su charla de su misma persona pues había visto algo desde muy larga distancia gracias a su gran visión. . . Parecía una mujer en una visita de alguien querido fallecido o eso era lo que habían visto sus ojos la joven esperaba encontrarse con alguna cosa y vaya sorpresa que se a llevado no obstante no dejaría mostrarse a la "desconocida" sin embargo al parecer no estaba sola sino que llevaba consigo a una. . . ¿Pequeña? Por lo tanto se oculto en un árbol asomando parte de su rostro para observar la situación -|❀|-
Invitado- Invitado
Re: UNA VISITA MUY ARRIESGADA
-Bien.... Creo que así está bien... ¿no crees, mi cielo? -
Le pregunta a su niña, quien se limita a dar alegres aplausos con sus manos. Esto hace que la mujer se ría y acomode por completo a su hija en el fular - ahora ya sin el manto negro que la cubría antes, el cual guarda en uno de los bolsillos de su bolso - y reubica la katana en su cinto. Por precaución, mantiene la diestra en el borde de la saya de su arma, pues ha percibido dos energías muy cerca de ella.
Una de ellas le es desconocida, mas la otra no lo es... Un pesado suspiro se escapa de sus labios al reconocer la presencia de una de sus compañeras de misiones. Espera que, de explicarle la situación, no acuse su visita a este lugar.
(Lo que menos deseo es tener problemas... Si me pasara algo, ¿Quién verá por la seguridad de mi pequeña? O peor... que me la arrebaten...)
Piensa, acomodando sus cabellos tras sus hombros para que estos no le estorben al ser movidos por el viento al momento de irse.
Le pregunta a su niña, quien se limita a dar alegres aplausos con sus manos. Esto hace que la mujer se ría y acomode por completo a su hija en el fular - ahora ya sin el manto negro que la cubría antes, el cual guarda en uno de los bolsillos de su bolso - y reubica la katana en su cinto. Por precaución, mantiene la diestra en el borde de la saya de su arma, pues ha percibido dos energías muy cerca de ella.
Una de ellas le es desconocida, mas la otra no lo es... Un pesado suspiro se escapa de sus labios al reconocer la presencia de una de sus compañeras de misiones. Espera que, de explicarle la situación, no acuse su visita a este lugar.
(Lo que menos deseo es tener problemas... Si me pasara algo, ¿Quién verá por la seguridad de mi pequeña? O peor... que me la arrebaten...)
Piensa, acomodando sus cabellos tras sus hombros para que estos no le estorben al ser movidos por el viento al momento de irse.
Charlotte Roselei
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