Cita inesperada ( ¿Amor o amistad?)

Bajo el candente sol, el cielo azul y una brisa suave y agradable. Natsu, un joven egresado recientemente a la academia. Se dirigia con nada mas que un short negro y su característica bufanda de escamas de dragón blanco como tapaboca. Denotando principalmente su físico marcado sin ningún exceso de musculatura, haciéndolo ver de complexión delgada pero fornida, sus cicatrices en torax, rostro o mandíbula y su marca roja en su hombro derecho( De su gremio Fairy Tail). Su emoción era sumamente notoria después de haber entrenado en la arena de magia de la academia, ai no que también curiosamente, había quedado de ir a la piscina desde de las clases. Algo que Natsu le había propuesto sin pensar.

- Bueno, ahora la voy a esperar jeje, y pensar que ni se como la conocí jeje-

( Recordaría como su maestro, Jellal. Le había presentado a aquella chica, que en su momento, la timidez y vergüenza. No la dejaban hablar, asi que Natsu, con una gran sonrisa después de darce los respectivos saludos. Le propondría mostrarle toda la academia pero antes, debía perder aquella pena y por eso, sin ninguna duda la invitaría a un lugar donde ella se divirtiera y olvidará aquel sentimiento. Por eso, aquella piscina a lo lejos de la Academia. Era la mejor opción).

En eso pensaba mientras la esperaba, sentándose en un silla de tomar sol , cruzaría ambos brazos mientras veía y veía a cada persona pasar. Entrando en un estado de rela nación, esperaría con ancias la llegada de aquella  chica, por alguna extraña razón, Natsu queria conocerla  mucho desde que la habían presentado, se quedaría pensando en su encuentro mientras  el sol le pegaba directamente a la cara y cuerpo perp sin prestarle atención alguna.

Todo era confuso para ella, no conocía a muchas personas, y aveces se le era difícil hablar con otras personas, todo gracias a su vergüenza, se le estaba dificultando hacer amigos, pero aún así, seguía insistiendo respecto a eso. Recientemente, fue presentada a un chico de cabellos rojizos, dentro de sí quería conversar con el, hacerse amigos, pero se le dificultó a la hora de hablar, un nudo en su garganta se lo impedía, y sus nervios hacían que hiciera uno que otro movimiento torpe.

En ese mismo momento, Natsu se había ofrecido a mostrarle las instalaciones de dicha Academia, cosa que no pudo negar, de verdad necesitaba su ayuda, su compañía. Estaba de acuerdo, pero antes fue invitada a una piscina, ¡ella acepto sin pensarlo dos veces! Estaba encantada, ¿como se negaría a algo así? Era imposible que lo hiciera. El clima era agradable, el sol seguía resplandeciente, y la brisa disminuía el efecto caluroso de los rayos del sol. Cada paso que daba, acercándose a dicha piscina, hacía que su estómago se revolviera, y empezara a sentir de nuevo el nudo en su garganta, estaba nerviosa, ansiosa y avergonzada, pero ya no se podría devolver, si lo hacía, no podría volver a verlo a los ojos, no quería eso.

Sin volverlo a pensar, dentro a aquel lugar, y su mirada, de inmediato reconoció el cabello del chico, ¿qué debía hacer? ¿se quedaría ahí parada hasta que él se diera cuenta de su presencia?. Trago saliva, y se acercó, específicamente por detras, y cuando sus manos estuvieron al alcance de los hombros ajenos, los sujeto, sin hacer fuerza alguna.

╼ ¡Hola! Ya estoy aquí. ¿Te hice esperar mucho? Lo lamento.