Una cita (con Medaka)

Eran alrededor de las 5pm cuando Mirio estaba llegando al parque de los cerezos, sin duda un lugar bastante tranquilo y hasta cierto punto con una atmósfera romántica por el color de los árboles y el aspecto en general, era ideal para una cita.

Mirio reviso su reloj para ver si había llegado a tiempo al lugar acordado, se sentía emocionado y a la vez un poco nervioso por la situación, pues el dia de ayer habia invitado a Medak a salir con el y sentia cierta atraccion por ella.

Al caminar un poco más llegó hasta una banca y se sentó para esperar a la chica, este también llevaba consigo una caja de chocolates, esperaba que le gustara, mientras estaba sentado observó un poco el lugar, sin duda algo que quisiera proteger.

No es muy común para Medaka que la inviten a salir, por ello cuando el joven Mirio lo hizo acepto encantada con intención de conocer mejor al chico que siempre luce con una tierna sonrisa.

La mujer vuelve a revisar la hora mientras se dirige a toda velocidad al lugar donde ayer quedo con el joven, de verdad se siente idiota , su primera cita y llega tarde, solo a ella se le ocurre tomar una siesta.

Al llegar cinco minutos tardes toma aire antes de llegar donde el joven esta sentado, espera este no este enojado por su demora por ello un poco sonrojada hace una reverencia en señal de pedir disculpa.

—L-lo lamento, espero no este enojado por mi tardanza Mirio.—Fueron las palabras que escapan de sus labios entre jadeos por el cansancio, sin proponerselo una ráfaga de viento envuelve su cuerpo lo que provoca que por primera vez aprecie la belleza del lugar elegido por su contrario maravillada por compartir de tan majestuoso paisaje con el.

En su mirada se puede apreciar un deje de sorpresa a causa ver ver tan delicado detalle por parte de Mirio, por ello acerco sus labios hasta quedar a escaso centímetro de tu mejilla y antes de besarle, sus labios pronuncian.

—Muchas gracias, me encantan los chocolates...pero yo no te he traído nada Mirio—Pronuncio cabizbaja dejando un pequeño beso en su mejilla antes de alejarme, apenada por ser tan desconsiderada.