Una cita inusual

Era una agradable tarde, la luz del Sol acariciaba finamente las pieles de los habitantes, de los estudiantes y todo ser vivo. Entre esa multitud de persona estaba una chica pelimorada que caminaba a pasos tranquilos y silenciosos hacia el parque de Cerezos de la ciudad de Yokohama, para encontrarse con alguna persona desconocida.

No tenía algún contexto sobre este encuentro ya que lo único que paso en ese momento fue una carta finamente hecha, escrita a mano con una letra elegante y agradable a la vista, donde la misma decía "me gustaría invitarte a una cita en el parque de cerezos, si gustas, estaré ahí desde las 4, ten una linda tarde".

-Mmm ¿quien será? -estaba algo desconcertada mientras caminaba cita el destino, ya que no sabía quien era aquella persona, estaba nerviosa e intrigada sobre lo que ocurrirá luego de encontrarse con el ¿les ira bien? ¿Les ira mal? ¿Sera alguien malo? Dudas y dudas que Nubladas su mente ya pérdida desde el comienzo del día, solo queda llegar a ver que pasara. Luego de algunos pocos minutos llegaba al destino y adentrándose al parque veía aquellos lindos cerezos que comenzaba a tranquilizarla y a tener más confianza, hasta darle curiosidad del día de hoy

-Mm? -luego de caminar levemente ve a un chico sentado a lo lejos, el viento movía levemente su sedoso cabello, ya el día de la cita a comenzado

•| Esperando en aquel parque de cerezos, buscando poder amar nuevamente, dándome una nueva oportunidad para ser y hacer feliz, esperaba por la chica a la cual habia sido dirigida mi carta, no sabía muy bien que pasaría, estaba algo tranquilo, tenía algo de nervios, ya que pensaba en si iría aquella chica, si me quedaría ahí por horas esperando a su llegada. |•

‹ Daré una vuelta, esperando a que ella llegue o la pueda encontrar al dar la vuelta, espero con ansias verla, es bastante linda, que lindo es esto, en un parque de cerezos, todo es maravilloso, su compañía y el olor de su perfume, grandioso.. ›

•| casi inmediatamente de haberme levantado de la banca, mire alrededor esperando verla, al ver hacia mi izquierda, la vi, tan hermosa y linda, como siempre, al ver que se acercaba prontamente, sonreía y levantaba mi brazo para poder saludarla a lo lejos. |•