Un día juntas. (Uraraka)

Ambas chicas habían decidido continuar sus estudios en la academia Legacy, un lugar muy agradable que les permitía estar cada vez más cerca de sus sueños. Ese día, había invitado personalmente a Ochako Uraraka a ir junto a ella a un parque de diversiones, era una gran amiga, y quería pasar tiempo juntas, ¿porqué no? Sería divertido, y podrían buscar un poco de distracción de los estudios. Había conocido a Uraraka cuando fue presentada a su clase, el don de la chica le parecía muy interesante, queriendo formar una linda amistad con ella. Cosa que logró.

Por fortuna, la menor acepto ir junto a ella a dicho parque. No había ido al parque antes, por lo que sería su primera vez, y sería junto a una gran amiga. Estaba ansiosa, desde que la invito a salir esperaba con ansias el día, revisando el calendario de su celular repetidas veces, y en ese caso, la hora. El día había llegado finalmente, y ya se había arreglado para salir, unas cuantas horas antes. Llevaba puesto un gorro con el cabello suelto, un suéter color piel, una falda negra con puntos amarillos, unas medias que llegaban más arriba de sus tobillos y unos zapatos negros bajos. Los minutos seguían pasando, pero aún no llegaba la hora que tanto esperaba. ¿Debía escribirle un mensaje? No, no quería ser más acosadora de lo normal, lo mejor era esperar... Y no lo hizo.

Ya no soportaba la espera, estando en la entrada al parque de diversiones antes de la hora acordada, para entretenerse, compró dos conos de helados, empezando a comer de uno, dejando el otro de lado... Ese estaba destinado a ser comido por su amiga, pero aún así, empezaba a derretirse poco a poco.

Aún nada.

Empezaba a desesperarse, quería subirse a los juegos pronto... Todo era culpa de ella, no debió llegar mucho antes a la hora acordada. Ya se había terminado su cono, y el de su amiga la tentaba, y cediendo a las tentaciones del cono empezó a comerlo, luego le compraría otro a su amiga. Con su mano libre sacó su celular para revisar la hora, ¡genial! Sólo faltaban unos minutos para que Uraraka llegará, o eso creía.

Nejire la había invitado al parque de diversiones. Era la primera vez que la invitaban,sobre todo porque era nueva en la Academia. A decir verdad le entusiasmaba ir con Nejire, pues era una chica alegre, y sentía que tenían la misma personalidad.

Ese día hizo todos sus deberes matutinos como siempre hacía, para así en la tarde estar lista. Se metió a bañar y una vez termino se puso a elegir su ropa, llevaba unos jeans de mezclilla, una blusa color negra y una diadema roja, con tennis rojos. Quería ir cómoda así que no escogió algo muy extravagante.

Salio de su casa con tranquilidad pues ya había checado su reloj y estaba a tiempo, caminaba a paso moderado, pues aun tenía que tomar el tren. Checaba su reloj a cada rato pues no quería llegar tarde, pensó en enviarle un mensaje de texto a Nejire, pero decidió no hacerlo pues no quería dar una mala impresión.《Tal vez ella aun no ha llegado.》 era lo que pensaba, así que volvió a guardar su celular.

(...)

El parque e diversiones era grande como era de esperarse, el ambiente era alegre, algo que la hacia sentir muy feliz, pues ese día lo había estado esperando con ansias.

Saco su celular para revisar si no había algún mensaje, luego de revisarlo comenzó a mirar cerca de la entrada para ver si su amiga se encontraba cerca, para su sorpresa ella ya la estaba esperando, corrió hacia ella con una gran sonrisa.

━Nejire, espero no haberte hecho esperar mucho.━ comento con una gran sonrisa.

Los segundos seguían transcurriendo con normalidad, pocos cabellos celestes se dejaban llevar por las ligeras corrientes de aire. Risas de niños divirtiéndose en las atracciones le daba el entorno perfecto para todo parque de diversiones, un lugar para divertirse con sus amigos y familia. Sus ojos cristalinos les daba un vistaso a todo niño que pasaba, sonriendoles amigablemente, y en algunas ocasiones, les regalaba un cono de helado, puesto a que ella estaba justamente parada a un costado del puesto que se encontraba en la entrada.

- Este de aquí es para ti, disfrutalo. -

Dijo con una amplia sonrisa decorando su rostro, entregandole en las pequeñas manos el cono a una pequeña y adorable niña. En el transcurso, cuando regalaba conos, podía notar como algunas madres la veía extraño, no como otras, que agradecían con una sonrisa. Y sinceramente, con una sonrisa le bastaba, le gustaba ver feliz a las personas, fuera por el que fuera el motivo, si veía a alguna persona sin sonrisa, y tenía la más mínima oportunidad para darles una sonrisa y que se le mostrara al mundo, intentaba hacerlo. ¿Y porqué no? Todos deberían tener una hermosa sonrisa en sus rostros, no dejarse llevar por los malos momentos de la vida.

Estaba consiente que no todos estarían felices todo el tiempo, y los entiende, aunque no haya vivido lo mismo. Como dicen, sin los días oscuros, no valorarias los días iluminados. Sin oscuridad no hay luz. Eh, aveces se preguntaba, si era el mismo caso con los de Asgard y Legacy. ¿Sin Asgard, Legacy no fuera lo mismo? O... ¿Sin el mal, el bien no existiría? Si es el caso, jamás podrían impedir que el mal saliera a la luz, el mal y el bien deben convivir juntos, ¿pero, cómo? ¿acasó éso era realmente posible?

Cada vez más se dejaba llevar por los pensamientos y dudas que surgían, extrayendola de el exterior. Debía admitir que no le solía pasar eso, casi no se preocupaba por ese tipo de cosas, siempre hacia lo mismo. Le daban una misión y iba a realizarla, nunca preguntaba ni pedía muchos detalles sobre lo que debía hacer o sobre las personas que estaban involucradas. ¿Había estado cometiendo un error todo este tiempo? Nunca le dijeron que se estaba equivocando, ¿porqué? No quería ser una mala heroína, Y tal vez eso lo hacía serlo. Tenía miedo, miedo de no poder cumplir sus sueños, pero sobre todo, tenía miedo de haber arruinado los sueños de otras personas. No, no estaría confiaba de simples pensamientos, debía preguntarle a su maestro o algún amigo de confianza, preguntarle si en verdad siempre estuvo arruinando sueños. Eso... Empezaba a atormentarla.

Una voz conocida la obligó a dejar sus pensamientos, "volviendo al mundo real", prestandole atención a la chica que le brindaba una gran sonrisa. "Tan amigable como siempre" pensó, y rápidamente correspondió a la sonrisa, la vieja receta siempre funcionaba. Sonrisa por sonrisa.

- ¡Ah, Uraraka-chan! Lo lamento, no me di cuenta cuando llegaste... ¿Quieres un cono? -

Apartó su mirada de la chica, observando esta vez al vendedor, dándole el dinero, tomando el cono y ofreciéndolo a la chica.

- ¿Y bien, vamos a subir a las atracciones ya? ¡he estado esperando para hacerlo!

Notaba a su amiga algo distraída pues a pesar de haberla llamado esta no hizo reacción alguna. Quiso volverla a llamar por su nombre pero mejor espero, de igual forma esta se daría cuenta de la presencia de la castaña en cuanto se acercara.

Dicho y hecho una vez cerca la saludo con una sonrisa, parecía que la preocupación que tenía se había esfumado, no quería preguntarle acerca de ello, se enfocaría en divertirse junto a su lado esperando que cualquier cosa que le estuviera pasando se le olvidara.

—Descuida no hay problema, y si claro me encantaría un cono, puedo notar que son ricos por toda la gente que los compra.— menciono con su singular sonrisa que la caracterizaba.

Agarro el cono dándole las gracias a su amiga por el detalle. Asintió con la cabeza ante el comentario de esta pues al igual que ella estaba súper emocionada por subir a todas las atracciones que le fuera posible.

—¿A cual quieres subir primero?.—menciono dándole una probada a su cono.

Realmente el sabor era exquisito. Mientras esperaba la respuesta de su amiga esta trataba de acabarse todo el cono de manera rápido para asi no atrasar la subida a las atracciones.

Esperaba que ese día fuera inolvidable para ambas y que esto hiciera que su amistad se volviera más cercana, y así Nejire pudiera compartir sus penas con la castaña. Realmente se había preocupado de verla sumergida en sus pensamientos; lucía algo preocupada y eso no le agradaba.

Las risas no tardaron en salir, y como si jamás hubiera pensado en un tema tan serio, reaccionó entusiasmada a la pregunta de la chica. La tomó del brazo y la jaló con paso apresurado, observando a todos los niños correr y reir, parejas darse cariño mutuo, y vendedores ofreciendo sus deliciosos y divertidos productos. Sin duda era el ambiente perfecto, sin las preocupaciones de siempre encima. ¡Después de todo, era un parque de diversiones! Por ley debían olvidar sus problemas y divertirse. Maravilloso.

Observaba con alegría y curiosidad a varias atracciones, la rueda de la fortuna era una opción, pero, ella usando su don podía volar y ver por encima de la rueda, no sería tan divertido. Quería algo emocionante, algo que la hiciera gritar, y sobre todo, ¡reir!

Siguió los repentinos gritos que pasaron al lado de las chicas, haciendo que Nejire parará e hiciera lo mismo con su amiga, al tenerla sujetada de la mano. Estaban al lado de la montaña rusa, y se quedó por un rato observando como el coche llevaba a sus pasajeros. Un brillo en sus ojos se hizo notable, y miró a su amiga con una gran y sincera sonrisa. Dando pequeños saltitos.

- ¡Oh, oh, vamos a ese! ¿Sí, Uraraka-chan? ¿alguna vez has subido a uno antes? ¡será divertido! -

Prácticamente de donde se viera la estaba obligando, ya que la jalaba y señalaba la montaña rusa, mencionando repetidamentes lo divertido que sería, soltando la misma palabra incontables veces, "¡Increíble!" Cada que veía pasar el vagón. Sí, Sin duda alguna debían subir a ese antes que a todos.

Le agradaba ver a Nejire divertirse, era grato poder olvidarse de los problemas que conllevaba ser un héroe.

Su amiga la tomó rápido del brazo, esta se alegró pues le hacía notar que la amistad iba por buen camino, esperaba que así fuera pues uraraka ya la consideraba una gran amiga.

Su miedo se hizo presente al ver la montaña rusa, era alguien asustadiza aunque esto no le impedía que se subiera, pues se había planteado ser una heroína ejemplar así que los miedos y dudas sentencian que dejar a un lado.


—No he subido antes será mi primera vez, así que bien ¡vamos!.— menciono con un grito haciendo una pose de victoria.

Estaba tan nerviosa que ya no sabia ni como actuar pero no iba a dejar que su amiga lo notara, debía demostrar valentía.

Comenzaron a hacer la fila, solo esperaba que Nejire no eligiera el asiento de enfrente pues ciertos rumores decían que sentarse ahí daba más miedo por la adrenalina que se sentía.

La fila avanzaba y los nervios se apoderaba de ella, volteo a ver de reojo a Nejire quien lucía muy calmada y muy emocionada, juntos sus manos hacia su rostro colocandolas en sus mejillas dándose palmaditas de ánimo.

Daba saltitos en su propio lugar como si de una niña pequeña se tratara, estaba emocionada por subirse a aquel juego, pues desde que empezó a estudiar no había tenido el tiempo suficiente para visitar un parque de diversiones. Movía sus brazos de arriba a abajo con los puños cerrados, dando pasos cada vez que la fila se hacía más corta, cada vez faltaba menos. No podía mentir, se sorprendió al saber que Uraraka no había subido a uno de esos juegos nunca antes, pero no insistió en el tema.

Los minutos pasaban y la ansiedad de Nejire aumentaba, veía como muchos gritaban y bajaban del vagón riendo, ¡ella quería hacer lo mismo! Divertirse y darle la primera experiencia a Ochako le hacía ilusión.

"Siguiente, por favor".

Sus ojos se abrieron como platos al oír eso, y su sonrisa se apoderó de ella. ¡Por fín había llegado el momento! Tomó de la muñeca a Ochako y la jaló hacia el vagón, y por supuesto, subiría al primer puesto. Cuando se iba a subir, soltó la mano de la castaña, y cuando ya estaba comoda, dio palmaditas al asiento de su lado, esperando que ella se subiera, puesto a que la mayor parte de los puestos ya no estaban disponibles.

- Ven, Uraraka, ¡siéntate aquí conmigo y divertamonos! -

La castaña no podía con sus nervios, era algo contradictorio pues el ser un héroe y pelear con villanos se le facilitaba más que subir a una montaña rusa. Ochako soltaba ligeras risas pues no podía creer que todo esto era debido a un simple juego.

Ochako observaba de reojo a Nejire, era la que se encontraba más entusiasmada. Conforme avanzaba la fila sus nervios eran más evidentes, no quería hacer el ridículo enfrente de su amiga. Era la primera vez que salían juntas debía dar una buena impresión.

En cuanto les toco subir Nejire la agarro de la muñeca eligiendo el vagon principal, ochako palidecio en ese instante,pensaba que su amiga elegiría algún otro menos el primero. La castaña se negaba a pedirle que cambiaran, más aún viendo que Nejire ya se había sentado, no tuvo más elección que subirse.

—¡Muy bien es hora de divertirse a lo máximo!.—mencionaba nerviosa. Quería hacerle sentir a su amiga que lo estaba disfrutando aunque muy en el fondo se moría del miedo.

Las personas se iban subiendo poco a poco, hasta que quedo lleno, los encargados llegaban a asegurarse de que todo estuviera bien, esto la ponía muy ansiosa. El ruido del juego encendiendose la asusto,casi suelta un grito, instantáneamente volteo a ver a Nejire esperando a que esta no se hubiera dado cuenta.