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[RETO DE 1000 MONEDAS] VIDA EN PELIGRO - Himiko y Ochako
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[RETO DE 1000 MONEDAS] VIDA EN PELIGRO - Himiko y Ochako
Reglas:
1) Uno de los dos personajes debe poner en riesgo la vida del otro.
2) Debe haber un conflicto de cualquier tipo (físico o verbal).
3) Entre más peligrosa sea la situación, el resultado será mejor.
Cuentacuentos
Re: [RETO DE 1000 MONEDAS] VIDA EN PELIGRO - Himiko y Ochako
Era un día tranquilo en la U.A cuando de pronto el director Nezu llamó a todos los estudiantes con licencia provisional, incluidos alumnos de la clase 1-A, algunas agencias necesitaban ayuda para detener un golpe al TARTARO, esto implicaba un gran peligro dado que All For One seguía preso en ese lugar, aunque no era un enemigo tan fuerte todas las agencias estaban alerta por cualquier cosa que pudiera pasar, después de todo el hombre que acabo con el Símbolo del Mal ya estaba retirado.
Todos los estudiantes se prepararon, la heroína nro.10 Ryukyu esperaba a sus pasantes, los cuales estaban ya preparadas para cualquier cosa. Al llegar a la escena el antiguo héroe nro.2 Endeavor y algunos otros héroes ya se encontraban en batalla, para su sorpresa no se trataba de un simple golpe de un villano cualquiera, había nomus los cuales estaban dispuestos a liberar a All For One. Las chicas rápidamente se pusieron a ayudar cuando de repente en medio de la pelea Mt. Lady había caído separando a todo el equipo de Ryukyu.
Después de toda la conmoción Ochako logra levantarse cuando a lo lejos puede ver a Deku y a BubbleGirl a los cuales decide ayudar debido a que no encontraba a sus demás compañeras, en medio de la pelea logran ver algunos nomus en el cielo, a lo que Deku decide lanzar a la castaña y así el poder contener a los que estaban en tierra, a lo lejos, entre las sombras dos miembros de la Liga de Villanos observan a los héroes.
¿Mientras Uraraka está en el aire es interceptada por… ella misma? Esto hizo que fuera desviada de los nomus, allí estaban las dos castañas en caída libre, de la nada, la impostora es revelada, ¡¡Toga Himiko!!. La sangre que tenia de Ochako había terminado, para seguir su plan necesitaba aún más del líquido carmesí de la heroína, por lo que saca una de sus agujas para absorber la sangre de la castaña, esta logra defenderse pero, esta no era su preocupación, al tener sus dos manos ocupadas con Toga,Ochako no podría activar su quirk, esto era un problema, Deku no llegaría a tiempo para rescatarla, todos estaban ocupados con los demás nomus, lo único que quedaba era esperar una oportunidad, mientras las dos caían Toga logra zafar su brazo de Uraraka y con un cuchillo logra rozar cerca de una de las mejillas de Ochako.
━Este es mi fin.━ Pensaba la castaña mientras caían, no había manera de activar su quirk. Toga la golpeaba a la cara incontable veces. Uraraka tenía que idear un plan, alguna distracción para hacer que la villana la soltara y así salvarse.
No le importaba lo que pasará con Toga, al fin de cuentas ambas eran enemigas, si alguien debía morir era evidentemente la contraria. Ochako estaba dispuesta a demostrar que no necesitaba de Deku, ni de nadie para poder ganar. Bastaría con su destreza para lograrlo.
Todos los estudiantes se prepararon, la heroína nro.10 Ryukyu esperaba a sus pasantes, los cuales estaban ya preparadas para cualquier cosa. Al llegar a la escena el antiguo héroe nro.2 Endeavor y algunos otros héroes ya se encontraban en batalla, para su sorpresa no se trataba de un simple golpe de un villano cualquiera, había nomus los cuales estaban dispuestos a liberar a All For One. Las chicas rápidamente se pusieron a ayudar cuando de repente en medio de la pelea Mt. Lady había caído separando a todo el equipo de Ryukyu.
Después de toda la conmoción Ochako logra levantarse cuando a lo lejos puede ver a Deku y a BubbleGirl a los cuales decide ayudar debido a que no encontraba a sus demás compañeras, en medio de la pelea logran ver algunos nomus en el cielo, a lo que Deku decide lanzar a la castaña y así el poder contener a los que estaban en tierra, a lo lejos, entre las sombras dos miembros de la Liga de Villanos observan a los héroes.
¿Mientras Uraraka está en el aire es interceptada por… ella misma? Esto hizo que fuera desviada de los nomus, allí estaban las dos castañas en caída libre, de la nada, la impostora es revelada, ¡¡Toga Himiko!!. La sangre que tenia de Ochako había terminado, para seguir su plan necesitaba aún más del líquido carmesí de la heroína, por lo que saca una de sus agujas para absorber la sangre de la castaña, esta logra defenderse pero, esta no era su preocupación, al tener sus dos manos ocupadas con Toga,Ochako no podría activar su quirk, esto era un problema, Deku no llegaría a tiempo para rescatarla, todos estaban ocupados con los demás nomus, lo único que quedaba era esperar una oportunidad, mientras las dos caían Toga logra zafar su brazo de Uraraka y con un cuchillo logra rozar cerca de una de las mejillas de Ochako.
━Este es mi fin.━ Pensaba la castaña mientras caían, no había manera de activar su quirk. Toga la golpeaba a la cara incontable veces. Uraraka tenía que idear un plan, alguna distracción para hacer que la villana la soltara y así salvarse.
No le importaba lo que pasará con Toga, al fin de cuentas ambas eran enemigas, si alguien debía morir era evidentemente la contraria. Ochako estaba dispuesta a demostrar que no necesitaba de Deku, ni de nadie para poder ganar. Bastaría con su destreza para lograrlo.
Ochako Lottus Jun
Re: [RETO DE 1000 MONEDAS] VIDA EN PELIGRO - Himiko y Ochako
Caos (Χάος, transcrito como Kháos). Una perturbación en el universo, que arruina el equilibrio y desencadena una serie de acciones -reacciones, mejor dicho- que buscan devolver la paz al kosmos. Es el inicio de lo que se conoce, siendo el ente generador de vida, pues mueve y cambia aquello que se mantuvo imperturbable por tanto tiempo.
Caos. Situaciones que alteran el modo de sentir, ver o interpretar el mundo de algún ser vivo. La guerras, la destrucción, lo asesinatos, modos de ver el caos como ente transformador. Referencia al desorden, a lo abrumador. También se refiere a lo impredecible.
Himiko ama lo impredecible. Ama el caos.
Caos. Lo que se vivía en aquel momento, un caos digno de cualquier épica antigua o historia de guerra. Mientras los héroes luchaban contra gente del Frente de Liberación, ella observaba todo desde lejos, bajo una máscara. Su misión era sencilla: robar las provisiones que se dirigían al Tártaro, disfrazando su ataque como un golpe para liberar a All For One, maestro de Shigaraki; la realidad era otra, por supuesto. Solo querían las provisiones y lograr tener la información sobre los villanos atrapados en aquella cárcel.
Con los héroes del Frente de Liberación, sería fácil entrar, pero igual debían tener una carnada... Algo que les hiciera dudar, o al menos poner toda su atención en el ataque de los villanos, y es ahí donde entraba ella. Se le había nombrado líder de operación y, por eso, utilizando sus habilidades había causado una gran entrada.
Usando su quirk favorito, Zero Gravity, de una de sus personas favoritas, Uraraka Ochako, había hecho flotar a todo su ejército, para penetrar la entrada al Tártaro con una gran caída. Algunos, cayeron sobre los camiones repletos de provisiones para los policías e investigadores que se encontraban dentro del recinto, destruyéndolos en segundos. Esto había desencadenado un caos, un maravilloso caos.
El olor de la sangre, del fuego consumiendo carne y metales, así como los gritos de lucha o dolor, todo... Maravilloso. O eso le parecía a ella, en su momento de insano.
La sonrisa de oreja a oreja de Himiko Toga, oculta en el rostro de Uraraka Ochako, era una de verdadero placer, mientras simplemente se movía de un lado al otro, esquivando el desastre.
Los héroes no se hacen esperar, listos para evitar cualquier escape. Incluso el Número Uno, Endeavor, estaba ahí. Eran, realmente, muy predecibles. Pero le gustaba eso, que todos se unieran a su gran fiesta. ¡Los haría divertirse como nunca! Y les arrancaría una o dos extremidades en el proceso.
Por supuesto, en su fiesta no podía faltar el entretenimiento, ¡Los nomus! Cortesía de Mr. Compress, quién ha lanzado las bolas dónde se esperaban ansiosos los experimentos, para dejarles libres en el aire. Es tan bueno, ¡Todo estaba saliendo como ella querí- esperen, ¿Ese era Izuku-kun, su querido Izuku-kun? Y no estaba solo, se encontraba con nada más y nada menos que Ochako-chan, ¡Genial! No sabía que habían sido invitados a la celebración.
De repente, la castaña ha sido impulsada en el aire, con el objetivo de evitar la caída de los Nomus, bien, eso no podía permitirlo. Usando el quirk que le ha sido prestado, ella misma flota, para ir contra la verdadera dueña del rostro que ahora ocupa... ¡La abrazará! Y conseguirá más sangre, le gusta ser Ochako-chan.
— ¡Ochako-chan! ¡Viniste! —Una risa escandalosa escapa de sí apenas sus brazos rodean a la contraria, estaba tan feliz, ¡¡Podían tener un momento de chicas!! Y tal vez podría preguntarle cosas sobre el Zero Gravity, era un quirk muy útil, sin duda alguna. Sin embargo, su máscara de piel empieza a derretirse, evidenciando a la dueña de ojos ámbar.
Además, están cayendo sin control y, aunque eso significaba arriesgar su vida, a Himiko no le importaba en lo más mínimo. Se divertiría con la morocha. Le arrancaría el rostro, oh, sí, lo haría.
Sin dudar ni un poco saca una de las agujas que le ha regalado el doctor, mejoradas ahora, e intenta clavar la inyectadora varias veces en la muchacha. No tiene mucho éxito, pero no le importa, va a morderla, si no puede conseguirlo así.
Agradecía que su ropa no haya desaparecido, por cierto, pues puede aprovechar las armas que aquí tiene. Logrando zafar su brazo del agarre ajeno, cambia la inyectadora por un cuchillo, el cual sí impacta contra la mejilla ajena.
Sangre. Preciado líquido carmesí. Lo necesitaba, sobre todo ahora, con un poco, se salvaría. Conocía a los humanos, sabía que, de poder, la otra muchacha le dejaría morir. Por eso lleva su cara al cuello ajeno, dispuesta a morderla.
Una lucha entre ambas, donde los golpes y el forcejeo no se hace esperar. Arañazos, golpes, empujones, mordidas. Las jóvenes intercambiaban todo sin problema, buscando la forma de destruirse mutuamente o, en un giro, tal vez, salvarse.
Pero el panorama no pintaba bien para ninguna y Toga no permitiría que la otra le abandone. Si tiene que morir, que así sea, pero Uraraka se iría con ella.
Ambas conocerían el infierno.
Caos. Situaciones que alteran el modo de sentir, ver o interpretar el mundo de algún ser vivo. La guerras, la destrucción, lo asesinatos, modos de ver el caos como ente transformador. Referencia al desorden, a lo abrumador. También se refiere a lo impredecible.
Himiko ama lo impredecible. Ama el caos.
Caos. Lo que se vivía en aquel momento, un caos digno de cualquier épica antigua o historia de guerra. Mientras los héroes luchaban contra gente del Frente de Liberación, ella observaba todo desde lejos, bajo una máscara. Su misión era sencilla: robar las provisiones que se dirigían al Tártaro, disfrazando su ataque como un golpe para liberar a All For One, maestro de Shigaraki; la realidad era otra, por supuesto. Solo querían las provisiones y lograr tener la información sobre los villanos atrapados en aquella cárcel.
Con los héroes del Frente de Liberación, sería fácil entrar, pero igual debían tener una carnada... Algo que les hiciera dudar, o al menos poner toda su atención en el ataque de los villanos, y es ahí donde entraba ella. Se le había nombrado líder de operación y, por eso, utilizando sus habilidades había causado una gran entrada.
Usando su quirk favorito, Zero Gravity, de una de sus personas favoritas, Uraraka Ochako, había hecho flotar a todo su ejército, para penetrar la entrada al Tártaro con una gran caída. Algunos, cayeron sobre los camiones repletos de provisiones para los policías e investigadores que se encontraban dentro del recinto, destruyéndolos en segundos. Esto había desencadenado un caos, un maravilloso caos.
El olor de la sangre, del fuego consumiendo carne y metales, así como los gritos de lucha o dolor, todo... Maravilloso. O eso le parecía a ella, en su momento de insano.
La sonrisa de oreja a oreja de Himiko Toga, oculta en el rostro de Uraraka Ochako, era una de verdadero placer, mientras simplemente se movía de un lado al otro, esquivando el desastre.
Los héroes no se hacen esperar, listos para evitar cualquier escape. Incluso el Número Uno, Endeavor, estaba ahí. Eran, realmente, muy predecibles. Pero le gustaba eso, que todos se unieran a su gran fiesta. ¡Los haría divertirse como nunca! Y les arrancaría una o dos extremidades en el proceso.
Por supuesto, en su fiesta no podía faltar el entretenimiento, ¡Los nomus! Cortesía de Mr. Compress, quién ha lanzado las bolas dónde se esperaban ansiosos los experimentos, para dejarles libres en el aire. Es tan bueno, ¡Todo estaba saliendo como ella querí- esperen, ¿Ese era Izuku-kun, su querido Izuku-kun? Y no estaba solo, se encontraba con nada más y nada menos que Ochako-chan, ¡Genial! No sabía que habían sido invitados a la celebración.
De repente, la castaña ha sido impulsada en el aire, con el objetivo de evitar la caída de los Nomus, bien, eso no podía permitirlo. Usando el quirk que le ha sido prestado, ella misma flota, para ir contra la verdadera dueña del rostro que ahora ocupa... ¡La abrazará! Y conseguirá más sangre, le gusta ser Ochako-chan.
— ¡Ochako-chan! ¡Viniste! —Una risa escandalosa escapa de sí apenas sus brazos rodean a la contraria, estaba tan feliz, ¡¡Podían tener un momento de chicas!! Y tal vez podría preguntarle cosas sobre el Zero Gravity, era un quirk muy útil, sin duda alguna. Sin embargo, su máscara de piel empieza a derretirse, evidenciando a la dueña de ojos ámbar.
Además, están cayendo sin control y, aunque eso significaba arriesgar su vida, a Himiko no le importaba en lo más mínimo. Se divertiría con la morocha. Le arrancaría el rostro, oh, sí, lo haría.
Sin dudar ni un poco saca una de las agujas que le ha regalado el doctor, mejoradas ahora, e intenta clavar la inyectadora varias veces en la muchacha. No tiene mucho éxito, pero no le importa, va a morderla, si no puede conseguirlo así.
Agradecía que su ropa no haya desaparecido, por cierto, pues puede aprovechar las armas que aquí tiene. Logrando zafar su brazo del agarre ajeno, cambia la inyectadora por un cuchillo, el cual sí impacta contra la mejilla ajena.
Sangre. Preciado líquido carmesí. Lo necesitaba, sobre todo ahora, con un poco, se salvaría. Conocía a los humanos, sabía que, de poder, la otra muchacha le dejaría morir. Por eso lleva su cara al cuello ajeno, dispuesta a morderla.
Una lucha entre ambas, donde los golpes y el forcejeo no se hace esperar. Arañazos, golpes, empujones, mordidas. Las jóvenes intercambiaban todo sin problema, buscando la forma de destruirse mutuamente o, en un giro, tal vez, salvarse.
Pero el panorama no pintaba bien para ninguna y Toga no permitiría que la otra le abandone. Si tiene que morir, que así sea, pero Uraraka se iría con ella.
Ambas conocerían el infierno.
Invitado- Invitado
Re: [RETO DE 1000 MONEDAS] VIDA EN PELIGRO - Himiko y Ochako
La castaña estaba preocupada, ¿acaso su vida terminaría así?, si lo pensaba bien, era una forma heroica de morir, todos en la Academia hablarían de lo valiente que fue, reconocerían el valor que tuvo. ¿Deku-kun se pondría triste?, ¿llorarían su muerte? .Tenía muchas preguntas en su cabeza, pero ninguna respuesta.
Himiko le pegaba constantemente, ambas se encontraban ahí, luchando, una continuaba pegando mientras que la otra respondía el golpe, ninguna dejaba de luchar, ambas se aferraban a ganar. La castaña no se lo dejaría fácil a Toga, entregaría su vida si era necesario, tenía muy en claro que significaba ser un "héroe".
Había vivido toda su vida para ese momento, desde que entro a la Academia supo a la perfección que algún día su vida llegaría a su fin, es la misión de un héroe salvar y dar su vida por las personas que tanto amaba, para brindar paz y alegría, Ochako lo sabía, pero aún no estaba preparada para morir, tan solo de pensar en eso la hacía querer llorar, tenía coraje, le faltaba mucho por recorrer, no podía creer que todo terminará así.
━¡MALDITA SEA, MALDITA SEA! ━ Gritaba mientras caía, con todas sus fuerzas golpeaba a Himiko, la arañaba de la cara, haría todo lo que fuera para dañarla. Toga solo se reía, era obvio que, a diferencia de la castaña, la contraria no le temía a la muerte, al final de cuentas era una villana ¿que se podía esperar?, los villanos siempre están preparados para cuando su vida llegue a su fin.
Lamentaba no poder cumplir su sueño, ayudar a sus padres era su meta principal, ahora que ella no estaría con ellos deseaba que alguien más los protegiera. La caída se acercaba a su fin, el suelo era el destino para ambas, ¿podría moverse y así hacer que Toga cayera primero?, aun así, nada le garantizaba su supervivencia.
La muerte asechaba ansiosa, con una sonrisa en el rostro, pues parecía que obtendría dos almas al mismo tiempo. Ochako imploraba por su vida, pedía una oportunidad más para vivir. Entre los forcejos, la castaña logra safar su mano diestra, ¿acaso era un milagro?, no lo pensaría dos veces, el cuchillo estaba al alcance, esta era su oportunidad, no lo desperdiciaría.
Una sonrisa cruzo por su rostro, ¿era lo que todos llamaban esperanza?, si lograba apuñalar a Toga, está la soltaría, y así podría activar su quirk a tiempo. Era un plan perfecto, nada podría salir mal, la castaña se sentía confiada, solo tenía que esperar a estar unos metros cerca del suelo. ━Lo siento Himiko, pero creo que nuestra reunión acaba aquí. ━ Mencionaba apretando el cuchillo con fuerza lista para apuñalar a su adversaria.
No tenía una visión completa de todo el panorama, solo le quedaba guiarse por su instinto. Tenía todo calculado, en cuanto presintió que se aproximaban al suelo la castaña agarro el cuchillo con coraje apuñalando a Toga por el estómago, soltó una carcajada, parecía una villana, pero estaba feliz, tal vez la adrenalina que sentía la hizo soltar aquellas risas.
━¡SERAS TÚ QUIEN CONOZCA EL INFIERNOO¡. ━ Mencionaba entre gritos. Sacaba y metía el cuchillo en la misma herida incontable veces, pero Himiko no la soltaba. ━¡MIERDA, MIERDAAAAAAA!. ━ La castaña estaba preocupada, no era propio de ella decir esas palabras, el miedo la invadía nuevamente, tal parecía que su plan estaba predestinado a fallar justo cuando creía que ganaría la batalla.
Estaba tan concentrada que no se había dado cuenta que Himiko había usado su inyectadora, se creía estúpida, ahora era la castaña quien se encontraba en desventaja, aunque no todo estaba perdido, Toga estaba realmente mal herida, si continuaba apuñalandola habría un momento en el cual la contraria la soltaría, la pregunta era ¿cuantas puñaladas se necesitarían? , estaban próximas a caer, era obvio que no lo lograría a tiempo. Cerro los ojos aceptando su derrota, solo le alegraba saber que al igual que ella la villana pasaría por la misma desgracia, se aferró fuerte a toga, no dejaría que escapara, esta sería su victoria, si tenía que morir, lo haría con la frente en alto, había dado una espléndida batalla, estaba orgullosa, no lamentaba ninguno de sus actos.
Himiko le pegaba constantemente, ambas se encontraban ahí, luchando, una continuaba pegando mientras que la otra respondía el golpe, ninguna dejaba de luchar, ambas se aferraban a ganar. La castaña no se lo dejaría fácil a Toga, entregaría su vida si era necesario, tenía muy en claro que significaba ser un "héroe".
Había vivido toda su vida para ese momento, desde que entro a la Academia supo a la perfección que algún día su vida llegaría a su fin, es la misión de un héroe salvar y dar su vida por las personas que tanto amaba, para brindar paz y alegría, Ochako lo sabía, pero aún no estaba preparada para morir, tan solo de pensar en eso la hacía querer llorar, tenía coraje, le faltaba mucho por recorrer, no podía creer que todo terminará así.
━¡MALDITA SEA, MALDITA SEA! ━ Gritaba mientras caía, con todas sus fuerzas golpeaba a Himiko, la arañaba de la cara, haría todo lo que fuera para dañarla. Toga solo se reía, era obvio que, a diferencia de la castaña, la contraria no le temía a la muerte, al final de cuentas era una villana ¿que se podía esperar?, los villanos siempre están preparados para cuando su vida llegue a su fin.
Lamentaba no poder cumplir su sueño, ayudar a sus padres era su meta principal, ahora que ella no estaría con ellos deseaba que alguien más los protegiera. La caída se acercaba a su fin, el suelo era el destino para ambas, ¿podría moverse y así hacer que Toga cayera primero?, aun así, nada le garantizaba su supervivencia.
La muerte asechaba ansiosa, con una sonrisa en el rostro, pues parecía que obtendría dos almas al mismo tiempo. Ochako imploraba por su vida, pedía una oportunidad más para vivir. Entre los forcejos, la castaña logra safar su mano diestra, ¿acaso era un milagro?, no lo pensaría dos veces, el cuchillo estaba al alcance, esta era su oportunidad, no lo desperdiciaría.
Una sonrisa cruzo por su rostro, ¿era lo que todos llamaban esperanza?, si lograba apuñalar a Toga, está la soltaría, y así podría activar su quirk a tiempo. Era un plan perfecto, nada podría salir mal, la castaña se sentía confiada, solo tenía que esperar a estar unos metros cerca del suelo. ━Lo siento Himiko, pero creo que nuestra reunión acaba aquí. ━ Mencionaba apretando el cuchillo con fuerza lista para apuñalar a su adversaria.
No tenía una visión completa de todo el panorama, solo le quedaba guiarse por su instinto. Tenía todo calculado, en cuanto presintió que se aproximaban al suelo la castaña agarro el cuchillo con coraje apuñalando a Toga por el estómago, soltó una carcajada, parecía una villana, pero estaba feliz, tal vez la adrenalina que sentía la hizo soltar aquellas risas.
━¡SERAS TÚ QUIEN CONOZCA EL INFIERNOO¡. ━ Mencionaba entre gritos. Sacaba y metía el cuchillo en la misma herida incontable veces, pero Himiko no la soltaba. ━¡MIERDA, MIERDAAAAAAA!. ━ La castaña estaba preocupada, no era propio de ella decir esas palabras, el miedo la invadía nuevamente, tal parecía que su plan estaba predestinado a fallar justo cuando creía que ganaría la batalla.
Estaba tan concentrada que no se había dado cuenta que Himiko había usado su inyectadora, se creía estúpida, ahora era la castaña quien se encontraba en desventaja, aunque no todo estaba perdido, Toga estaba realmente mal herida, si continuaba apuñalandola habría un momento en el cual la contraria la soltaría, la pregunta era ¿cuantas puñaladas se necesitarían? , estaban próximas a caer, era obvio que no lo lograría a tiempo. Cerro los ojos aceptando su derrota, solo le alegraba saber que al igual que ella la villana pasaría por la misma desgracia, se aferró fuerte a toga, no dejaría que escapara, esta sería su victoria, si tenía que morir, lo haría con la frente en alto, había dado una espléndida batalla, estaba orgullosa, no lamentaba ninguno de sus actos.
Ochako Lottus Jun
Re: [RETO DE 1000 MONEDAS] VIDA EN PELIGRO - Himiko y Ochako
La vida podía acabarse en un instante; un parpadeo era suficiente para arrancar el alma de cualquiera. La muerte era imprevista, era salvaje, era agresiva y justa. Todos debían sufrir ese destino, tarde o temprano. Por eso Toga solo estaba concentrada en luchar, atacar y responder a cada ataque de la ajena. No tenía dudas, no tenía preguntas, solo quedaba pelear, de la forma más animal que su cuerpo le permitiese. Rendirse no era opción; temer, tampoco.
Sabía que la otra tampoco renunciaría, pelearía hasta el último instante. Por eso gruñidos, rasguños, jalones de cabello y otros tantas cosas salían de ellas. Estaban dejando su vida en ello, literalmente. Si se descuidaban, si una no daba el golpe final, morirían. Algo que la rubia había aceptado, pero que parecía que la ajena no.
Un héroe era como un policía, debía dejar la vida en el deber. Era la mejor forma de entregarse, dándolo todo hasta el final. El sueño de cada héroe era ser recordado, hacer historia, como All Might, y no había mejor forma de hacerlo que la muerte. Entregar una paz momentánea, ficticia, para poder irse con la mente tranquila, sintiendo que se hizo algo. Sin embargo, ¿Siendo una alumna de primer año, valía la pena dejar tu vida bajo el deseo egoísta de "dar paz", aunque generes más guerra?
Los gritos de Ochako no resultaban satisfactorios, pero sí molestos. No la dejaba pensar. ¿Por qué debía ser tan escandalosa? Estaban peleando, no era gran cosa. Sin embargo, la chica parecía en pánico, por eso Toga reía con entusiasmo, parecía toda una demente. La gente tan temerosa, no debía arriesgarse, al menos eso pensaba ella.
Podía leer la mente ajena, sabía que se lamentaba por la muerte tan prematura y calculaba miles de formas de alterar los resultados; ninguno funcionaría, por supuesto. El impacto las acabaría a ambas, incluso serían irreconocibles. La caída sería tan fuerte, que sus cabezas explotarían, sus entrañas saldrían. Existía la posibilidad, que murieran antes de caer, el pánico siempre podía acabarlas. Pero eso no le interesaba, necesitaba seguir luchando.
Había descuidado su cuchillo, estaba más atenta al forcejeo que entre ambas se daba. El ataque constante de Uravity hacía su persona, como si intentase arrancarle el rostro o algo parecido. La contraria parecía dispuesta a dejarla morir, algo que incumplía con todo lo que predicaba un héroe, al menos, lo que héroes como Izuku-kun le habían enseñado. ¿La joven era así de insistente o solo era un intento absurdo por aferrarse a la vida?
La muerte les sonreía, dándole la bienvenida a ambas con los brazos abiertos. Esperaba paciente la caída, así como lo hacía Himiko; sería recibida como una heroína en el infierno. Ella y el demonio mayor serían una pareja ideal, dueños de la destrucción y el desastre. Casi era reconfortante pensar en ello, en su protagonismo al llegar al palacio del antiguo ángel... Un antiguo ángel como ella. Ambos habían caído en la tentación, ambos cayeron del cielo -bueno, ella aún caía-, y ambos gobernarían las tinieblas.
Aceptaba la muerte, como siempre lo había hecho. La esperaba con paciencia, en paz, pero igual seguiría peleando, para llevar consigo todas las vidas que pudiera.
—¡Qué gracioso! ¡Un discurso de villana! —Encontraba divertida la forma de actuar de su compañera de caída, quién creía que tenían oportunidad alguna de sobrevivir. Se aferraba tanto a la vida, como si tuviera algún valor un héroe más o un héroe menos, se supone que ellos debían estar dispuestos a dar su vida todo el tiempo. La forma tan cobarde de Ochako, le sorprendía, nunca creyó ver a alguien llorar y aferrarse tanto a algo prestado.
Debía perder toda esperanza. Morirían. Juntas. Sin excepción.
Pero la locura había invadido a quién había considerado su amiga, podía ver a la heroína desaparecer para dejar paso a la psicópata. La llaman loca a ella, pero Uraraka celebraba con gran alegría que la había apuñalado, de forma débil, bastante patética. Una novata, después de todo, pero admiraba la valentía de atreverse a intentar eliminarla. Se necesitaba mucho valor para siquiera alzar el cuchillo contra otra persona.
—Oh, Ochako-chan, debes saber algo... Yo ya he vivido en el infierno. —Ni siquiera mostraba un ápice de dolor. Su agarre aumenta, apretando los hombros ajenos hasta dejar sus uñas clavadas en la zona. La diversión que antes tenía su tono de voz, ha desaparecido. La adrenalina funcionaba de formas distintas, pero resultaba casi gracioso ver la desesperación en la heroína, mientras ella era un cubo de hielo, un iceberg, imperturbable.
Podía sentir el cuchillo clavarse en sus entrañas, una y otra vez, sin descanso. La sangre brotaba de sí como la lluvia un día de invierno, pero Toga no se inmuta en lo más mínimo. El río carmesí solo significaba una cosa: vida. Estaba viva. Aún podía seguir luchando por esto. Con muchas más ganas, y fuerza, clava la gran aguja en Ochako, arrancándole así gran cantidad de sangre.
Imitando las acciones de las ojos avellana, introduce y saca repetidas veces la inyectadora, pero no utiliza el mismo agujero, más bien, cambia de posición; en sus costados, el omóplato derecho, muy cerca de su cadera e incluso en su estómago. A diferencia de ella, de la heroína no brotaba ni una gota de vida, pues su aguja se encargaba de recoger todo lo que pudiese salir de la herida. Incluso, de la herida que ella le había provocado con una fuerte mordida.
Sabía que la visión ajena era bastante espeluznante, tal vez patética, pues la rubia tenía la boca llena de sangre, los ojos inyectados en ira y una herida que no hacía otra cosa más que crecer. Tenía que escapar. Ya tenía un poco de sangre, solo un momento iba a necesitar para flotar y no caer contra el duro concreto.
Apenas ve que la contraria cierra los ojos, su plan empieza, con las uñas ataca a la cara, ahora ella insistiendo en que la suelte. Muerde, golpea, apuñala, pero es imposible hacer que la heroína la suelte. Por eso, opta por la opción más dolorosa: toma el cuchillo del mango cuando Ochako la está apuñalando, por vez número ni idea, y lo arranca de la mano ajena, para liberar su cuerpo del agarre de la otra. Aprovecha, a su vez, para vengarse como se debe de las heridas, clavando el cuchillo y retorciendo este en el estómago de la otra, antes de soltarla.
Va a flotar, debe flotar, cuando la sangre toca su lengua... El golpe de un nomu las recibe, haciéndolas chocar contra la espalda de otro, que las patea lejos. Sus cuerpos se golpean, pero, esta vez, contra un montón de basura. Vaya magulladuras.
Por el impacto, Toga escupe sangre, pero aún así puede levantarse. Aún queda algo de temple y orgullo en aquel cuerpo destruido. No se ha rendido, no está dispuesta a dejar ir su vida en una batalla de tan bajo nivel.
Podía hacer más por su familia.
Sabía que la otra tampoco renunciaría, pelearía hasta el último instante. Por eso gruñidos, rasguños, jalones de cabello y otros tantas cosas salían de ellas. Estaban dejando su vida en ello, literalmente. Si se descuidaban, si una no daba el golpe final, morirían. Algo que la rubia había aceptado, pero que parecía que la ajena no.
Un héroe era como un policía, debía dejar la vida en el deber. Era la mejor forma de entregarse, dándolo todo hasta el final. El sueño de cada héroe era ser recordado, hacer historia, como All Might, y no había mejor forma de hacerlo que la muerte. Entregar una paz momentánea, ficticia, para poder irse con la mente tranquila, sintiendo que se hizo algo. Sin embargo, ¿Siendo una alumna de primer año, valía la pena dejar tu vida bajo el deseo egoísta de "dar paz", aunque generes más guerra?
Los gritos de Ochako no resultaban satisfactorios, pero sí molestos. No la dejaba pensar. ¿Por qué debía ser tan escandalosa? Estaban peleando, no era gran cosa. Sin embargo, la chica parecía en pánico, por eso Toga reía con entusiasmo, parecía toda una demente. La gente tan temerosa, no debía arriesgarse, al menos eso pensaba ella.
Podía leer la mente ajena, sabía que se lamentaba por la muerte tan prematura y calculaba miles de formas de alterar los resultados; ninguno funcionaría, por supuesto. El impacto las acabaría a ambas, incluso serían irreconocibles. La caída sería tan fuerte, que sus cabezas explotarían, sus entrañas saldrían. Existía la posibilidad, que murieran antes de caer, el pánico siempre podía acabarlas. Pero eso no le interesaba, necesitaba seguir luchando.
Había descuidado su cuchillo, estaba más atenta al forcejeo que entre ambas se daba. El ataque constante de Uravity hacía su persona, como si intentase arrancarle el rostro o algo parecido. La contraria parecía dispuesta a dejarla morir, algo que incumplía con todo lo que predicaba un héroe, al menos, lo que héroes como Izuku-kun le habían enseñado. ¿La joven era así de insistente o solo era un intento absurdo por aferrarse a la vida?
La muerte les sonreía, dándole la bienvenida a ambas con los brazos abiertos. Esperaba paciente la caída, así como lo hacía Himiko; sería recibida como una heroína en el infierno. Ella y el demonio mayor serían una pareja ideal, dueños de la destrucción y el desastre. Casi era reconfortante pensar en ello, en su protagonismo al llegar al palacio del antiguo ángel... Un antiguo ángel como ella. Ambos habían caído en la tentación, ambos cayeron del cielo -bueno, ella aún caía-, y ambos gobernarían las tinieblas.
Aceptaba la muerte, como siempre lo había hecho. La esperaba con paciencia, en paz, pero igual seguiría peleando, para llevar consigo todas las vidas que pudiera.
—¡Qué gracioso! ¡Un discurso de villana! —Encontraba divertida la forma de actuar de su compañera de caída, quién creía que tenían oportunidad alguna de sobrevivir. Se aferraba tanto a la vida, como si tuviera algún valor un héroe más o un héroe menos, se supone que ellos debían estar dispuestos a dar su vida todo el tiempo. La forma tan cobarde de Ochako, le sorprendía, nunca creyó ver a alguien llorar y aferrarse tanto a algo prestado.
Debía perder toda esperanza. Morirían. Juntas. Sin excepción.
Pero la locura había invadido a quién había considerado su amiga, podía ver a la heroína desaparecer para dejar paso a la psicópata. La llaman loca a ella, pero Uraraka celebraba con gran alegría que la había apuñalado, de forma débil, bastante patética. Una novata, después de todo, pero admiraba la valentía de atreverse a intentar eliminarla. Se necesitaba mucho valor para siquiera alzar el cuchillo contra otra persona.
—Oh, Ochako-chan, debes saber algo... Yo ya he vivido en el infierno. —Ni siquiera mostraba un ápice de dolor. Su agarre aumenta, apretando los hombros ajenos hasta dejar sus uñas clavadas en la zona. La diversión que antes tenía su tono de voz, ha desaparecido. La adrenalina funcionaba de formas distintas, pero resultaba casi gracioso ver la desesperación en la heroína, mientras ella era un cubo de hielo, un iceberg, imperturbable.
Podía sentir el cuchillo clavarse en sus entrañas, una y otra vez, sin descanso. La sangre brotaba de sí como la lluvia un día de invierno, pero Toga no se inmuta en lo más mínimo. El río carmesí solo significaba una cosa: vida. Estaba viva. Aún podía seguir luchando por esto. Con muchas más ganas, y fuerza, clava la gran aguja en Ochako, arrancándole así gran cantidad de sangre.
Imitando las acciones de las ojos avellana, introduce y saca repetidas veces la inyectadora, pero no utiliza el mismo agujero, más bien, cambia de posición; en sus costados, el omóplato derecho, muy cerca de su cadera e incluso en su estómago. A diferencia de ella, de la heroína no brotaba ni una gota de vida, pues su aguja se encargaba de recoger todo lo que pudiese salir de la herida. Incluso, de la herida que ella le había provocado con una fuerte mordida.
Sabía que la visión ajena era bastante espeluznante, tal vez patética, pues la rubia tenía la boca llena de sangre, los ojos inyectados en ira y una herida que no hacía otra cosa más que crecer. Tenía que escapar. Ya tenía un poco de sangre, solo un momento iba a necesitar para flotar y no caer contra el duro concreto.
Apenas ve que la contraria cierra los ojos, su plan empieza, con las uñas ataca a la cara, ahora ella insistiendo en que la suelte. Muerde, golpea, apuñala, pero es imposible hacer que la heroína la suelte. Por eso, opta por la opción más dolorosa: toma el cuchillo del mango cuando Ochako la está apuñalando, por vez número ni idea, y lo arranca de la mano ajena, para liberar su cuerpo del agarre de la otra. Aprovecha, a su vez, para vengarse como se debe de las heridas, clavando el cuchillo y retorciendo este en el estómago de la otra, antes de soltarla.
Va a flotar, debe flotar, cuando la sangre toca su lengua... El golpe de un nomu las recibe, haciéndolas chocar contra la espalda de otro, que las patea lejos. Sus cuerpos se golpean, pero, esta vez, contra un montón de basura. Vaya magulladuras.
Por el impacto, Toga escupe sangre, pero aún así puede levantarse. Aún queda algo de temple y orgullo en aquel cuerpo destruido. No se ha rendido, no está dispuesta a dejar ir su vida en una batalla de tan bajo nivel.
Podía hacer más por su familia.
Invitado- Invitado
Re: [RETO DE 1000 MONEDAS] VIDA EN PELIGRO - Himiko y Ochako
La castaña se descuido provocando que Toga utilizará su inyectadora, aún así seguía arañandola, no dejaría que usará su poder en su contra, no podía dejar que la loca viviera, le importaba poco si a Himiko no le atemorizaba morir. Se consideraba alguien valiente, pese a estar al borde de la muerte, su Papá siempre le repetía que,valiente es quien ha aprendido a usar sus fracturas como rendijas, para dejar escapar su luz por ellas. Quién ha aprendido a brillar, aún con el alma rota.
Toga la ataco con el cuchillo que la castaña había utilizado, ochako arrugo la cara en cuanto sintió que la estaban hiriendo, la sangre caía como manantial, no se sabía quien de las dos estaba más herida, ambas sangraban pero ninguna cedía, Uraraka tenía que admitir que la contraria era una digna oponente. No esperaba menos, Himiko se caracterizaba por ser alguien difícil de derrotar.
━━Toga-chan, déjame decirte que, si no fuera porque somos enemigas, me hubiera encantado ser tu amiga.━━Mencionaba de manera sarcástica, no gritaba, ni si quiera estaba exaltada, había aceptado su destino. Himiko reía, natural en ella, la castaña soltaba ligeras risas, pues tal vez la contraria pensaría en lo débil y patética que fue la castaña, pero no todo era así, pues lo aceptara o no, había entretenido a la contraria, no le dejo el camino fácil, así que ochako estaba más que satisfecha.
Antes de caer, un nomu las golpea, parecían pelotas rebotando contra otro nomu, haciendo que estas caigan en un montón de basura. La castaña soltó un ligero grito, pues la herida que Toga le había hecho con el cuchillo le estaba doliendo demasiado, aun no lograba recobrar la compostura, estaba hecha un desastre, de reojo miraba a la contraria, su estado era el mismo.
Como pudo ochako comenzaba a pararse, no iba a dejarla ir, no cuando tenía la oportunidad de derrotarla, aunque eso era mucho pedir. No sabía si sus compañeros seguían cerca, se puso a estudiar la situación, ¿que ventaja tenía?, ninguna, si atacaba a Toga, los nomus que estaban cerca de seguro vendrían a matarla, pero, si no lograba hacer algo Himiko escaparía.
━━Muy bien Himiko...creo que es momento de acabar con esto, ¿No crees?.━━ Decía recobrando el aliento. Si algo le quedaba claro era lo fiel que era Toga a la liga de villanos, era evidente que no iba a escapar. Al diablo si ochako no era una oponente digna, trataría de retenerla, al menos hasta que sus compañeros llegaran.
Uraraka amaba mucho a la Academia, no dejaría en mal a sus profesores, quienes le habían enseñado muchas cosas. Su quirk comparado con el de los demás no era la gran cosa, lo sabía, aún así no se dejaría pisotear por la villana, la consideraba una copia, porque era lo único que sabía hacer, copear la apariencia de los demás.
Su visión aún se encontraba borrosa, la perdida de sangre la estaba haciendo desfallecer, no tenía idea de cuanto tiempo más iba a aguantar su cuerpo. Ochako se quedo parada por un rato, pues la contraria tampoco mostraba señales de poder estar bien, aunque Toga tenía una gran ventaja, había ingerido la sangre de la castaña, así que si quería, la contraria podía transformarse y atacar en cualquier momento.
Puso toda su energía para poder permanecer de píe, alejo sus manos de la herida, en caso de que Himiko la atacará, esta activaría rápido su quirk, pese a que no sabía si esto funcionaría, pues la debilidad le ganaba. Una sonrisa cruzo por el rostro de Uraraka tras recordar a All Might, pues, sin importar cuan terrorífica se pongan las cosas, en este mundo, aquellos que sonríen, son los más fuertes de todos.
Toga la ataco con el cuchillo que la castaña había utilizado, ochako arrugo la cara en cuanto sintió que la estaban hiriendo, la sangre caía como manantial, no se sabía quien de las dos estaba más herida, ambas sangraban pero ninguna cedía, Uraraka tenía que admitir que la contraria era una digna oponente. No esperaba menos, Himiko se caracterizaba por ser alguien difícil de derrotar.
━━Toga-chan, déjame decirte que, si no fuera porque somos enemigas, me hubiera encantado ser tu amiga.━━Mencionaba de manera sarcástica, no gritaba, ni si quiera estaba exaltada, había aceptado su destino. Himiko reía, natural en ella, la castaña soltaba ligeras risas, pues tal vez la contraria pensaría en lo débil y patética que fue la castaña, pero no todo era así, pues lo aceptara o no, había entretenido a la contraria, no le dejo el camino fácil, así que ochako estaba más que satisfecha.
Antes de caer, un nomu las golpea, parecían pelotas rebotando contra otro nomu, haciendo que estas caigan en un montón de basura. La castaña soltó un ligero grito, pues la herida que Toga le había hecho con el cuchillo le estaba doliendo demasiado, aun no lograba recobrar la compostura, estaba hecha un desastre, de reojo miraba a la contraria, su estado era el mismo.
Como pudo ochako comenzaba a pararse, no iba a dejarla ir, no cuando tenía la oportunidad de derrotarla, aunque eso era mucho pedir. No sabía si sus compañeros seguían cerca, se puso a estudiar la situación, ¿que ventaja tenía?, ninguna, si atacaba a Toga, los nomus que estaban cerca de seguro vendrían a matarla, pero, si no lograba hacer algo Himiko escaparía.
━━Muy bien Himiko...creo que es momento de acabar con esto, ¿No crees?.━━ Decía recobrando el aliento. Si algo le quedaba claro era lo fiel que era Toga a la liga de villanos, era evidente que no iba a escapar. Al diablo si ochako no era una oponente digna, trataría de retenerla, al menos hasta que sus compañeros llegaran.
Uraraka amaba mucho a la Academia, no dejaría en mal a sus profesores, quienes le habían enseñado muchas cosas. Su quirk comparado con el de los demás no era la gran cosa, lo sabía, aún así no se dejaría pisotear por la villana, la consideraba una copia, porque era lo único que sabía hacer, copear la apariencia de los demás.
Su visión aún se encontraba borrosa, la perdida de sangre la estaba haciendo desfallecer, no tenía idea de cuanto tiempo más iba a aguantar su cuerpo. Ochako se quedo parada por un rato, pues la contraria tampoco mostraba señales de poder estar bien, aunque Toga tenía una gran ventaja, había ingerido la sangre de la castaña, así que si quería, la contraria podía transformarse y atacar en cualquier momento.
Puso toda su energía para poder permanecer de píe, alejo sus manos de la herida, en caso de que Himiko la atacará, esta activaría rápido su quirk, pese a que no sabía si esto funcionaría, pues la debilidad le ganaba. Una sonrisa cruzo por el rostro de Uraraka tras recordar a All Might, pues, sin importar cuan terrorífica se pongan las cosas, en este mundo, aquellos que sonríen, son los más fuertes de todos.
Ochako Lottus Jun
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