Aterrizaje forzado en un mundo extraño. (Rol libre)

Sosegado, pero alerta. Se le puede describir como una persona pasiva que espera por el momento adecuado para saltar al ataque, frío y calculador, y sobre todo un sanguinario por experiencia. Ese era Sasuke Uchiha, un shinobi de la nación del fuego, prodigioso de entre los suyos y marcado por un destino divino que se le sería revelado ante sus ojos, los cuales poseen un poder asombroso lejos de la comprensión humana. Uno de esos dichosos poderes, era la capacidad de abrir portales cuánticos que diesen con una brecha dimensional capaz de llevarlo por medio de un turbulento agujero de gusano hacia otros lugares a donde ninguna persona común podría llegar ni soñando. Él, en su intento de perfeccionar el uso de su ojo mágico (conocido como Rinnegan, u ojo de Samsara) abriría una grieta dimensional frente a sí mismo, con mucho esfuerzo podría decirse, ya que dicha tecnica espacio-temporal necesitaba de mucha de su propia energía para llevarse a cabo, lográndolo en cuestión de dos minutos, esto gracias a que ya había experimentado viajes tempo-espaciales en el desenlace de la cuarta guerra mundial ninja.

Desde hace tiempo, se había propuesto la misión de investigar las dimensiones de Kaguya Ostutsuki y el origen y secretos de dicho clan, pensando que podrían ser una futura amenaza para la prosperidad de su mundo, y la única manera en que podría hacer eso, era investigando las dimensiones lejanas y más allá del espacio que usaban como colonia dichos extraterrestres. ¿aún había de ellos?

Cuando la grieta fue abierta, y el portal se expuso ante sus ojos, Sasuke se lo pensó dos veces antes de hacerlo, puesto que sabe que es arriesgado y es la primera vez que consigue dicha técnica. No obstante, lo vio tan necesario el entrar que lo podía aprovechar para ir mejorando poco a poco. Y fue así, que el ninja azabache emprendió un lento caminar para entrar en la brecha y ser succionado dentro por una fuerza de atracción tan poderosa que no le dio mucha tregua al principio, dejándolo desorientado dentro de un agujero de gusano con un rumbo indefinido.

- Esto es... más impresionante de lo que creí... - Pensó el Uchiha, bastante desconcertado por la magnitud del asunto. En un momento intentó frenar el viaje usando el Rinnegan una vez más, pero sería inutil, al final sería arrastrado por una fuerza mayor que terminaría acabando con su estabilidad y en un turbulento sacudón sería teletransportado a un nuevo mundo, saliendo de aquél agujero y cayendo dentro de un frondoso bosque golpeando el pasto, quedando inconsciente a partir de ahora. ¿Donde estaba? por ahora él no lo sabía, era un bosque floral a mitad de la noche con un par de riachuelos cerca y a la distancia situaba lo que parecía un castillo al estilo barroco, parecía ser antiguo, como para no creer que alguien viviera ahí. Sasuke, tras probar su poder por primera vez, sería transportado a un mundo alterno al suyo, expuesto en el exterior de un internado mágico llamado Asgard.

Pocas veces podía salir a caminar por los alrededores del instituto, normalmente la había pasado más fuera de Asgard y Corea del Sur que cualquier otro estudiante. Pero la noche fresca y tranquila hizo que decidiera salir a entrenar un poco sus sentidos, llevando consigo a Baranoha por cualquier cosa que podría pasar, aunque creía no necesitarla. No había muchos que se acercaran a ese territorio, pues si no eras del Instituto pocos regresaban, o eso decían los ciudadanos más cercanos.

—¿Hm?

Se cuestiona al llegar a las entrañas del bosque, con una ligera bola de fuego en su palma para iluminar el camino. La magia del fuego se hacía cada vez más fácil de usar y menos agotadora de mana. Además, cómo práctica tenía algunas barreras ligeramente activas a los alrededores de Asgard, ayudas por si acaso los legacianos plantearán una invasión como plan para poner fin a los actos de Asgard, aunque no funcionaria. Tenían estudiantes poderosos: cómo Lacus, Rimuru, Esdeath y más. Su sonido de desconcierto se debía a una ligera presencia de un elemento extraño, no lo reconocía y por ende decidió apagar el fuego y acercarse lentamente, con Baranoha empuñada con firmeza, recordando los consejos de Archer sobre el uso del arma, así como los de Tatsuya.

"Me pregunto quién se acercará… ¿Enemigo o aliado?"

Respiro profundo, y estabilizando su pulso revisó el área, enviando un pulso de mana a su alrededor para comprobar si había alguien vivo en los alrededores, y al mismo tiempo podía servir para alertar a los demás de Asgard por si fuera un posible ataque. La noche era un buen momento para atacar, aunque sería mala idea de parte de los legacianos.

Su pulso se disparó ante la presencia de alguien, ligeras barreras terrestres se activaron brillando de rojo ante el hecho de una presencia externa. Y asientiendo para sí misma se acercó, ocultándose entre las sombras de los árboles, Rider hacia dicho que era un buen truco para emboscar. Y servía como cobertura en dado caso de ser necesario.

—¿Quién eres extraño? ¿Qué es lo que buscas tú solo en estos lares? ¿No sabes que es peligroso?

Sabía que tal vez no debía hablar, pero mientras estuviera oculta permitiría que la persona se retire si fue un error de GPS o similar. Aún debía recorrer un largo camino para poder ser una asgardiana… pero no podía evitar esa ligera bondad de su antiguo yo, aunque muchas veces se viera cegado.

Casi como una especie de fantasma, su presencia se puso justo frente a su querida discípula, Rin Tohsaka, su mana no pudo sentirse en ningún momento y había pasado algo de tiempo desde que no estaban en contacto ¿Acaso el viaje a Irlanda le habría hecho algo? ¿Le quitó la magia? Sin duda Crow se veía en bastantes buenas condiciones por lo que era imposible algo como eso.

Vamos, chico, ninguno de nosotros quiere problemas, pisar estas tierras es como estar en propiedad privada ¿No lo sabias? Creo que no... Es mejor que vengas en son de paz, créeme que he visto monstruos y dioses con cuerpo humano vagando por aquí.

Tan calmado y agradable como siempre, incluso en sus amenazantes palabras sobre el lugar donde se encontraban parecía tranquilo y elegante, pulcro en su suave andar como recorriendo muy levemente el territorio aun sin saludar a su alumna, estaba alerta también, aunque debía remarcar algo más dentro de toda aquel show de bienvenida para el desconocido.

Que no quieras mostrarte es normal, puedo estar casi seguro de que llegaste aquí y ahora podrías estar pensando en volver, pero algo te lo impide, no puedes. Cual sea la fuerza que te trajo hasta aquí, seguramente no puede, o mejor dicho, no quiere devolverte a tu hogar... Así que por ahora deberías resignarte y hablar con nosotros.