Guerra de bolas de nieve

Una joven de cabello castaño con reflejos rojos estaba mirando la ventana aburrida en su funeraria, sentía que sus ojos se caían al pasar los minutos donde no llegaba ni un cliente al lugar, además que zhongli se había ido a hacer algo así que estaba totalmente sola en esas 4 paredes. Aun que la verdad disfrutaba estar sola en la funeraria, ver la nieve como poco a poco iba a callendo pintando aquel suelo que antes era del color gris de las calles ahora se tornaba de un color blanco fino, por cada copo de nieve que caía la hacía sentir extrañada y con entusiasmos de poder salir a jugar

[] ¿que estará haciendo el resto? ¡Cuando cierre los iré a buscar para jugar! -dice entusiasmada de que ya caiga la noche para por fin ver a sus amigos

Pasá el tiempo... No ubieron muchos clientes ese día, lo cual era extraño, tal vez sea por que ya se acercan las fiestas y la gente está resistiendo para estar con su familia esta navidad antes de ir al más allá, quien sabe la verdad

Luego de unas pocas horas más de estar escribiendo alguna poesías, perdió un poco la noción del tiempo y cuando quita su vista del papel se fija que ya era de noche, era lo suficientemente tarde como para por fin cerrar, así que feliz y amocionada, va hacia la puerta y con cuidado gira el letrero hacia la parte que dice cerrado haciendo un leve sonido de golpes al volverlo a poner a su sitio

() ¡¡muy bien, ahora me iré a poner algo para el frío!!

Comenzaba a caminar de paso apresurado como si llegara tarde a un lugar, pero en realidad era que no, simplemente ya quería salir. Pasaba unos 20 minutos aproximadamente donde se puso una ropa más abrigada, una fubanda roja opaca junto a una chaqueta negra algo ancha y unos pantalones abrigados del mismo color, sin olvidar su sombrero que lo tenía siempre a todos lados, era un hermoso recuerdo que tenía de su abuelo y por eso mismo lo cuida como nunca y nunca lo soltaba.

Corriendo apresuradamente, abría la puerta dejando entrar el aire frío que hacía aviso del invierno que se a venía, era tal lindo como las ciudades estaban pintadas de blando puro. Cierra la puerta de la funeraria haciendo un leve sonido de portazo y luego pasa la llave cerrando la puerta para guardarla y comenzar a caminar por la ciudad en búsquedad de sus amigas

Mientras caminada veía como los árboles que ya no tenían hojas, tenían sus ramas llenas de nieve que se caían poco a poco, como lo que antes era camino, tierra, césped ahora estaban totalmente cubiertas por la nieve sin dejar algún rastro de las mismas, de verdad esto le gustaba mucho y la llenaba de inspiración para hacer algunas poesías

() la nieve es tan hermosa... -pensó mientras caminaba hacia su destino, la primera casa de una de sus amigas, y al llegar toca su puerta esperando a su salida.

El día había sido de lo más aburrido, paso toda la mañana dormido debido a que la noche anterior tuvo una misión importante fuera de la ciudad, era de ese tipo de misiones que el considera aburridas un desperdicio de sus habilidades, pero había una paga de por medio, el dinero gobernaba en Ossor y alguien debía hacerlo al final. Demoró más en ir y regresar a la cuidad que la misión misma, fue sencillo localizar al pobre infeliz y llevarlo ante quien contrato sus servicios, pero su paga lo valía.

Al llegar a la ciudad, el sol estaba en lo alto, pero el clima era muy frío, congelaba hasta los huesos, pero gracias a su poder infinito, ese tipo de cosas no le afectaba, podía salir en camiseta y no tendría frío como las otras personas, sin embargo no quería ser el centro de atención de todos, así que uso unos pantalones negros y una chaqueta del mismo color, apropiada para el frío y unas gafas oscuras, visito algunas tiendas, compro algunos alimentos y golosinas, llevo todo a su pequeño departamento y volvió a salir para algo más social.

Recorría las calles con una sonrisa muy agradable, ayudaba algunas personas en el camino, parecía una persona muy amable incluso hasta un poco torpe, solo quienes no conocen la verdadera naturaleza de ese monstruo lo trataban así, como un adulto idiota, pero era una excelente fachada para ocultar su siniestra maldad..

Compro una cocholate caliente y una dona, camino hasta el parque, muy cerca del lugar donde se encontraba una de sus compañeras de Ossor, se sentó en una banca cerca de un faro, observo a personas ir y venir, en su mayoría eran jóvenes enamorados o parejas con sus pequeños hijos que disfrutaban de la nieve, el albino solamente los miraba por encima de sus lentes oscuros, mientras mordía su dona y bebía un poco de su chocolate caliente.

Recordando con amargura su niñez, no era del todo mala pero toda su vida la paso entrenando sus habilidades, siendo cada ve mejor e ir perdiendo el camino del bien y del mal, no había justificación para el daño que hizo y tampoco se arrepentía de lo hacía.