Muerte desde Arriba

|| oh esta bien, no te preocupes :3 ||

— un parque ? — había llamado mi atención esa actividad, pues prefería ir a caminar que ir directo a mi casa a quizás no hacer la graan cosa, así que con leve movimiento de mi cabeza  de arriba a abajo daba el entendimiento que aceptaba la idea, aunque fuera un poco de noche, no me molestaba pues creo que ambos ya sabíamos como cuidarnos, ambos parecíamos ya mayores de edad — entonces en qué lugar quieres ir ? — pues habían distintos parques, en toda la ciudad quizás él tenía uno específico a cual gustaba ir, o solo fue un disparate de momento.

— parque de diversiones, o el parque de cerezos, o incluso solo ir caminar por los alrededores ? — decía con una agradable sonrisa en mis labios, sin perder esa actitud de seducción que siempre me caracterizaba, para verlo de reojo mientras solo escondía mis delicadas manos en el interior de la chaqueta por el frío que estaba haciendo en este momento para solo comenzar a caminar por un costado de él, aunque de vez en cuando sacaba un suspiro, para ver ese vapor que se llevaba el viento , debido a las bajas temperaturas.

Aunque eramos adultos podíamos hacer algo divertido, así solo le daba un leve golpe por encima del hombro de él para llamar la atención de él — oye, hagamos una carrera, de aquí hasta la cafeteria de esta a dos cuadras de aquí — decía con un leve tono de reto a modo que él también aceptara, aunque quizás él me veía como una amistad no más, no tenía que hacerme falsas ilusiones de él — él que llegue de ultimo pagara la comida la proxima vez , sin excepciones jajajaj — así solo me adelantaba sin decir nada más y comenzar a correr con mis fuerzas, las calles estaban abarrotadas de personas que andaban haciendo compras, eso me daría la ventaja de escabullirme entre todos ellos.

-- Me encantaría caminar contigo toda la noche, el clima es lo bastante cómodo y quizás queramos entrar a un ambiente más... cálido -- dije con una sonrisa picara, pues su sonrisa no era lo único que observaba en ella toda la noche, también habían dos cosas más abajo. Planeando más allá de lo que haría esta noche y el día siguiente, me desconcentré un poco al escucharla retarme a una carrera, sonó entretenido y todo, -- Segura que quieres?... bueno, si tu lo dices -- la dejé adelantarse un poco para no parecer un abusador, -- Sin duda lo pagarás tú jaja! -- con una sonrisa empecé a correr usando un poco mi energía para ponerme a su lado sin usar mi teletransportación.

Mientras corríamos, no sé si por gentileza o caprichos míos, dejé que Rias se adelantará, poniendo yo poca velocidad, quizás solo quería parecer amigable o lo que sea, total, ver a Rias desde aquí atrás no estaba para nada mal jejeje... Pero, está mal hecho, un caballero siempre es sano; los momentos cochambrosos pueden esperar.

Por un momento solo me dispuse a correr con todas las fuerzas que tenía mientras en mi rostro solo mantenía una de mis sonrisas, ya no recordaba lo que se sentía correr sin ningún motivo alguno, sentir como el viento movía mi rojo cabello que al compás de la brisa solo parecían unas llamas, por un momento solo mantuve los ojos cerrados, dejandome llevar por los rápidos pasos que iba dando para solo sentir que la presencia de él se acercaba tan rápido como sí su único motivo era poder ganarme en esta carrera así solo abrí mis ojos para poder ver donde era que él venía — que rápido corres, o será que yo corro despacio — decía dudosa, pero no le tome tanta importancia.

— bueno lo siento dulce caballero, se quedará atrás — de un modo gracioso solo le saco la lengua de un modo tanto divertido, más cuando adelante estaba la multitud de gente que se concentraba en la calle y sus alrededores, para solo pensar que eso sería un poco difícil de pasar, pero sin importar solo trate de no golpear a nadie en cada corrida, hasta que saliera de toda esa multitud — con permiso......permiso, estoy pasando, disculpe — decía con tranquilidad a cada paso incluso baje la rapidez con la que iba  hasta lograr salir — ufff listo, eso me cansó mucho — decía soltando un suspiro, la tienda en la que habíamos quedado de acuerdo en que sería la línea de meta, estaba frente de mí.

Así solo me percate que  Dante no estuviera a los alrededores, pues no sé donde lo había perdido , pues desde que entre a la multitud ya no lo observe, así solo soltaba un suspiro — ya va a  aparecer — decía ya caminando más tranquila, hacia esa tienda pues ya la victoria la tenía en la punta de mis manos.

Al correr con Rias, pude ver su bella juventud al momento en que me sacó la lengua, fue entretenido realmente, y me causó mucha risa. Había planeado hacerle una broma a la Pelirroja, siendo mi plan quedarme atrás para que ella crea que llegó primero, cuando realmente solo la tomaré por sorpresa tras su espalda... sin duda era un gran plan.  -- Gente, por favor, discúlpeme --  decía pasando entre la gente mientras silenciosamente me acercaba por detrás de la pelirroja, trataba de evitar que alguna carcajada se me saliera, pero... no era diversión mi propósito, era algo más que solo diversión.

Al acercarme cada vez más hacía Rias, podía oler el aroma de su cabello, era muy dulce, el corazón se me aceleraba inexplicablemente, el frío que hace un momento me congelaba el cuerpo había desaparecido, ya no lo sentía... solo un calor dentro de mi,  -- Te atrapé! --  dije luego de abrazar a Rias por detrás, teniéndola en mi brazos, en lo que acerqué mi nariz para oler su cabello con más distinción en saber que usaba. Tenía una cara seria para no mostrar mucho ante ella, quizás no quería que viera como me ruborizo.

Mientras el tiempo parecía ponerse más lento, mientras la gente caminaba por nuestros lados, mientras me latía el corazón me quedé observando sus labios rojos, cada detalle, como si me hipnotizaran.

Al solo seguir caminando pero esta vez con un poco  de lentitud pues no me había dado cuenta de que me había cansado con tanta rapidez que provoco que mi corazón latiera con bastante velocidad más que mi respiración estaba del mismo modo muy acelerado, mi mano derecha paso por mi frente a modo de quitar los mechones rojos que caían por mi frente, pues esto me sofocaba un poco por un momento solo volteaba a ver a los costados con la búsqueda del chico, aunque pensaba que por su altura sería fácil poder distinguirlo entre la multitud, pero no fue así, solo ignoré de nuevo para seguir caminando.

— ¿ hum? — mis turquíes ojos  se habrían como tales platos de lo sorprendida que estaba, pues unos fornidos brazos habían rodeado mi delicado cuerpo , por el olor que sentía era de Dante, se sentía tan bien estar rodeado por él, su perfume, su cuerpo, su respiración por encima de mi cabello, podía sentirlo bien a él, pero en ese momento solo apareció en mis mejillas unos pequeños rubores, casi como el rojo carmesí de mi cabello, por un momento al estar de espalda no podía ver la reacción que él tenía, sí lo hacía por broma, o solo tenía el objetivo de ponerme nerviosa.

Mi delicado cuerpo se estremeció un poco en el cuerpo de él ,  pues los nervios que poseía ya no podía fingirlos, solo cerraba los ojos — D-Dante .... — con un tono algo dulce, y tímido a este sentimiento, por un momento solo trate de alcanzar con mi mano y poder acariciar las de él, pero cuando estaba apunto de tocarlo, solo me detuve en seco, para poder regresar en mis casillas aunque esto sería más difícil — esta bien , ya me atrapaste, así que me tocara invitarte a comer de nuevo jejejej — avergonzada solo alzaba la mirada a él , pero me daba cuenta que estaba viendo con detenimiento cada una de mis facciones del rostro.

Mientras tenía en mis brazos a la Pelirroja, apreté un poco más fuerte el abrazo, pero evitando lastimarla, sintiendo cada vez más su calor que me mantenía ahí y con el corazón cada vez más acelerado, -- Ooh... disculpa -- en ese momento la solté, creí que me había excedido un poco con la confianza de Rias. La noche por alguna razón la sentía pesada, quizás el un poco el cansancio o solo las emociones, -- Oye Rias, me parece muy tarde, quizás podríamos vernos otro día, me siento un poco cansado... si quieres te acompaño a casa, que dices? -- con una pequeña sonrisa en mi boca le dije, no quería terminar una noche de mala forma ni mucho menos pasar vergüenza.

En cierta parte había olvidado que tenía un trabajo de Cazador, quizás parte de mi volvió a creer que estaba en los tiempos en que se había terminado una de las invasiones demoníacas en la "Isla Dumary", en la ciudad de clan "Vie de Marlí". Como sea, eso ya pasó, curiosamente me pregunto ¿Como pude salir del inframundo?, algo curioso, pero mi padre pudo.

Por un momento sentía unas gotas de sudor por lo nervioso que estaba, y el frío que hacía lo empecé a sentir de nuevo... fiebre no podía ser, tan débil no soy. Por si fuera poco, al llegar al "Devil May Cry" me terminaré la pizza que dejé, aun debe seguir caliente.

Solo sentir como él estaba tan cerca de mí, su respiración junto la mía, podía sentir como él corazón ajeno, esos latidos que provocaba la misma reacción a la pelirroja, provocaba que se estremeciera un poco, quizás esa actitud que había mostrado siempre, como una mujer lo suficientemente madura, fue lanzado como si nada lejos de mi personalidad. La pelirroja solo trataba de ver de reojo como era que él estaba reaccionando pues, la duda era sí él se ponía nervioso como ella, o sí solo se lo estaba tomando como una simple broma, trataba de fijar esos provocadores ojos de color turquíes a los de él, pero cuando trato de hacerlo, él ya la había liberado, sintiendo como sus cuerpos se separaban, volviendo a la realidad, esa multitud donde se encontraban.

— a-ah , bueno esta bien, no hay problema creo que ya estas cansado, o tendrás  algo importante que hacer — decía con una de mis sonrisas, aunque esta estaba más apenada con solo verlo de reojo, mientras mis brazos se cruzaban uno con el otro, pues un contacto visual directo en este momento no estaba interesada en hacer. Ese chico abino, provocó que mi rostro se ruborizara, mi respiración se agitara, quizás hizo que algo se agitara en mi interior, un sentimiento que trate de ocultarlo después de mucho — etto, no te preocupes, estaré bien así que puedes hacer tus cosas con gusto , así que gracias por una hermosa noche, y espero repetirlo de nuevo alguna otra oportunidad—

Solo levantaba un poco el cuello de la chaqueta que poseía, siendo una de color marrón pues el frío con cada pasar de minutos se intensificaba, así llegué a la altura de mi mentón para darme un poco de calor, y así de la nada tomaba la mano de Dante con una leve presión como de una despedida, pues él tomaría su camino, y yo el mío — Buenas noches — decía con una dulce voz, para después solo dar la vuelta y comenzar a caminar, con un poco de tranquilidad con mis manos entre los bolsillos, y soltar un suave suspiro, mientras en el fondo, se escuchaban los sonidos de las bocinas, voces entre otras cosas.

Estado ahí junto a Rias pues ya me había perdido en mis propios sentimientos, algo confuso en sí, pero descansar lo arreglaría todo. Apreté la mano de Rias no tan fuerte, solo para indirectamente decirle que sentía algo,  -- Gracias igualmente --  le guiñé el ojo para luego sonreirle de manera amigable, en lo que después solté su mano lentamente y tomé mi camino al "Devil May Cry",  -- Pizza, ahí voy! --  dije en voz baja para ir a comerme el resto de Pizza que quedó... espero que siga caliente.

Luego de unos minutos volví a mi consciencia limpia, estable y moralmente como suelo estar; las calles eran peligrosas después de todo, más cuando se está solo. Recapitulé todo lo sucedido hasta el momento, me sentí un poco avergonzado de mi mismo, nunca me imaginé haciendo tales cosas... pero tampoco fue malo hacerlas, una nueva faceta de mi no vienen mal, quizás así vendrían mal clientes al "Devil May Cry". Bah, de seguro Morrison me dará algunos encargos mañana... y por si fuese poco, Patty vendrá de visita, un poco extraño, no creí que me extrañara tanto.

Cuando llegué al "Devil May Cry", todo parecía seguir igual que la última vez, la pizza donde estaba y mis revistas donde deben. Me quité la gabardina, puse las pistolas en la mesa y la espada en la funda de la guitarra, pues así no llamo la atención, suspiré y dije  -- Vaya, hoy ha sido un día un tanto peculiar, estoy exhausto, pues... tener una cita puede ser algo agotador -- yo el sueño hasta más no poder, hacía que me diera igual como pudiera estar la mañana, solo dormir es una excelente idea para mi.

En todo el camino a mi casa, no podía evitar sentirme muy pensativa incluso , no sabía muy bien como era que debía sentirme, pues por primera vez este chico había hecho que me sintiera muy confusa, así de vez  en cuando ladeaba la  cabeza de negación mientras solo andaba caminando, sin importarme que las personas se me  quedaran viendo de una forma extraña pero no podía a hacer nada, pues con esta tarde y noche que pasé con él me hizo sentir raras sensaciones que pensé que se había quedado en el olvido.

— ahg!! tonto Dante, por qué haces que me sienta así de este modo? — decía  la pelirroja cuando ya estaba entrando en la hermosa casa de la pelirroja, pero con un poco de fuerza hizo que la puerta  fuera empujada con gran fuerza , dando un impacto pues ya estaba en su casa, y prefería la independencia así que no tenía  porque ser muy educada en sus propios aposentos, así que dejando los zapatos por un costado del sofá, y después le hacía un moño a su largo cabello rojizo , para caminar a su habitación con algo de cansancio.

Después, se inclino a la orilla de su cama, para solo soltar un leve suspiro tomando uno de sus peluches, su único motivo era dejar esos sentimientos de lado, para después, comenzar a cambiarse de ropa, como lo haría cualquier mujer de su edad para después colocarse su pijama, era muy cómoda, casi como un vestido para solo dejarse caer en esa profunda cama. Le alegraba saber que al siguiente día no tendría clases que dar, o alguna salida, pues era descanso que mejor que pasarla en la casa con bastante tranquilidad, así solo se acobijo con sus suaves sabanas haciéndose bolita.

Al día siguiente. Morrison llegó al "Devil May Cry" por un trabajo, de ese que dan dinero a montón,  -- Oye Dante, la cosa es simple, el hombre es millonario, y es del los trabajos que te gustan... --  me pasó una foto de la persona a quien debo cazar,  -- Morrison, estás seguro de esto? --  dije dudosamente,  -- Claro, Dante, o ya conoces a esta persona?... según dice él, es un demonio, y tú cazas demonios, no es así? --  pensando un poco lo que decía solo le contesté,  -- Sabes que cuando de aspecto es humano, registro primero si lo es... si no, no vale la pena. Ya habrás olvidado lo de la última vez, no? --  Morrison se quedó callado,  -- Bueno, Dante... me tengo que ir, aun tengo cosas pendientes que hacer, no vemos --  se va del "Devil May Cry".

Sentí un nudo en la garganta al ver a quien debo matar en esa foto, no puedo simplemente creer que fuese esa persona... justo ahora?, debe haber un error, de igual manera me veo obligado a seguir con esta misión. Me voy a la ciudad a caminar un poco, primero yendo a comer un helado de fresas con crema, como siempre, luego a caminar por la plaza y pasar el rato sentado viendo a las personas ser felices... esto me da una mala espina sobre quien haya sido el que me quiso contratar para esta misión.

Al momento en que solo estar en la cama me hacía que me sintiera un poco sofocada, la pelirroja daba vueltas en esa gran cama, que para ella era más que perfecta, no era muy grande pero tampoco demasiado pequeña, pero estar quizás todo el día recostada en este lugar sería muy cansado, al inicio había parecido ser una buena idea, pues aun en su organismo estaba con un poco de pereza, pero después esa sensación desapareció que fue difícil para la pelirroja, volver a tener el pensamiento de querer pasar todo el tiempo en su cómoda cama.

La chica de cabellos flameantes, se ponía de pie, aunque con un bostezo saliendo de sus rosados labios, mientras una de sus manos rozaba por detrás de su cabello como sí solo se sacudiera un poco, tomar una rápida ducha,  con agua tibia como a ella le encantaba, después tomó un  desayuno liviano como era que se había acostumbrado. La chica salió de su casa, primero cerrando con llave, su lujosa como era de esperarse de alguien del clan Gremory. El día, era más que perfecto pues, estaba el hermoso y radiante sol, en lo más alto del cielo, con unas cuantas nubes y el refrescante viento adicional.

— ¿D-Dante? — decía un poco sorprendida, pues lo que tenía entendido que él poseía trabajo y en este momento estaría él en eso, pero así solo lo veía reposando tranquilo en una de las bancas del hermoso parque que estaba al centro de la ciudad.  La mirada, esos ojos turquíes no dejaron de ver la fornida silueta del albino, así sin darse cuenta solo decidió caminar hasta llegar por la espalda de él — Oye, ¿Qué haces aquí? pensé que tenías algo que hacer — decía dándole un pequeño zape en la frente de él  para solo poder llamar su atención.

Sintiendo como una presencia algo familiar se acercaba decidí no alarmarme, -- Ah Rias, eres tú -- no sabía que decirle exactamente, y asustarla complicaría las cosas en cierto modo, -- Estoy trabajando en este momento, un hombre millonario que a lo mejor tiene problemas con alguien, por que quiere que lo mate... o mejor dicho, la mate; no sé que asuntos sean, pero la paga en cualquier caso valdría la pena. Y que haces tú? es una sorpresa verte, por cierto, te agradezco por lo de la otra vez... me ayudó pasar la noche en el restaurante contigo -- supuse que no le había agradecido, pues la pasé de maravilla.

No pienso cumplir el encargo que me dió Morrison, pero si la situación lo merece... no quedará de otra. Si de alguna manera lo es, pues le daría un oscar, por que sabe ocultarlo muy bien, -- Que tal pasate la noche, Rias? -- poniendo un tono carismático, para entrar en buena onda, se me ocurre entablar una conversación, -- Puedes sentarte si quieres, justo hoy quería verte, hablar contigo me haría sentir bien -- poniéndome a un lado en la banca para que Rias pudiera sentarse mostrandole una sonrisa calidad.

Al notar que él no había reaccionado de una manera tan asustada como era que me esperaba , incluso a había pensado que quizás él llegaría a enojarse conmigo, pues el día hoy estaba más que agradable, con una suave brisa, en las copas de los arboles donde las coloridas hojas caían como si fueran una pequeña danza que hacía con el  viento. Los ojos de la pelirroja se agacharon un poco para poner atención con el joven albino que estaba con ella, ver esos claros ojos celestes de él que estaban tan relajados con el ambiente que tenían, un poco tranquila la pelirroja soltó un suave suspiro de sus rosados labios.

—mm pensé que te sorprenderías con verme por acá pero al parecer estas más tranquilo de costumbre — decía con un simple comentario la pelirroja, para cruzar sus brazos por encima de sus abdomen, para escuchar lo que tenía que decir. Atenta la pelirroja solo se le quedo  observando en silencio como era de costumbre, como una pequeña muestra de respeto, para saber que sí él estaba haciendo un trabajo se estaba tomando ese mandado muy tranquilo, para tener por entendido que eran cosas de vida o muerte — oh, es una mujer que debes de matar? wow, entonces ten cuidado, aunque bueno, estas dudando de lo que debes hacer, o solo no quieres matarla por ahora —

— está  bien — decía aceptando sentarme junto a él, para solo caminar rodeándolo con tranquilidad para el otro lado de la banca, para sentarme llevando mis manos por encima de mis piernas, aunque de momento solo me dedicaba a verlo de reojo al chico que estaba a mi lado  — pues descansé muy bien jejej ni sentí en que momento pasó la noche y tú? ¿Cómo descansaste? —  al solo pensar que él quería hablar conmigo, por un momento solo sentía que mi respiración se agitaba un poco pues muchas ideas venían en la cabeza de la pelirroja con saber sí eso era muy serio — emm sí, ¿Qué deseas hablar conmigo? —

Mirando de reojo a la pelirroja para prestarle algo de atención la noté un poco... ruborizada, claro, es normal en cualquiera que haya salido con alguien a comer;  -- Siempre estoy tranquilo, el ambiente está tranquilo --  tan tranquilo que hasta es sospechoso, el viento está más movido que de costumbre, las calles un poco más llenas, y aun no dejaba de pensar en aquella foto.  -- Sí, una mujer... pero claro, puede que solo sea un demonio que cambia de formas, de esos hay a montón en todos lados, y aunque no rechazo por completo la idea de terminar esta misión... aun tengo dudas --  diciéndolo de esta manera me acomodé en la banca, para darle un espacio a la pelirroja.

Aunque sentía un pequeño nudo en la garganta, quería decirle todo claramente, pero quizás podría asustarse... que obviamente es lo que menos favorecedor para terminar esta misión, pues la paga era una gran cantidad, no podía rechazarla tan fácilmente.  -- Me alegro que hayas descansado bien... por mi parte me acabé una pizza que había dejado en la cocina --  cortando el resto de lo que pasé en la noche, para no darle tanta importancia.  -- Bueno, como ya dije... quiero hablar contigo, sobre cosas normales... aparte de cosas demoníacas... --

Sentía a mis alrededores algunas presencias un tanto no deseadas, pero ya era hora de tener un poco de diversión. Faltando solo pocos instantes de cualquier posible enfrentamiento peligroso,  -- Rias, quisiera que me contaras todo sobre los demonios, pero vista la situación... sería mejor que tomaras distancia segura, de seguro ir a la tintorería y quitar ciertas manchas es un poco de trabajo --  puse una de mis manos para desenfundar a Ivory (la pistola blanca), pero todavía la tenía oculta, solo le quité el seguro y cargué el martillo que hace que se dispare la bala.

— terminar con la misión?—  decía un poco dudosa, pues parecía como sí él conociera con quien era que se había enfrentar, pues es un cazador que esta acostumbrado a hacer enfrentamientos de este estilo, incluso a acabarlos de un solo golpe por así decirlo, pero aunque en sus ojos de color azul claro espesaba un tanto de incomodidad, como que en lo profundo de él solo se dedicaba a pensar estando más que profundo en su cerebro — bueno, eso creo que tienes razón pero bueno jejejej espero que logres hacer tu trabajo, y que tengas mucho cuidado con lo que te vayas a enfrentar Dante —

Al escuchar el ultimo comentario de él, pues estaba más interesado en las cosas demoníacas, en una parte eso era obvio pues era un cazador de ellos mismo, los monstruos que los humanos los conocían como demonios siempre siendo temidos por lo largo de las décadas por los humanos, sin alguna causa terminado escondiéndose en las profundidades de las cuevas, hasta poder encontrar un momento en el que pudieran vivir con la normalidad que siempre había querido  — ah bueno. e-etto pues si quieres que te cuente de ellos me parece perfecto así que di tus interrogantes que yo me dedicare a responderlas —

Así  de una manera más cómoda la pelirroja solo se dedico a cruzar un poco las piernas, pues aunque sabía que si me dedicaba a solo responder con cosas acerca de mi raza esto terminaría matándome incluso , saber que le estaré dando mis debilidades, así solo respiraba un poco profundo, tratando de tranquilizarme o incluso pensar un poco en las cosas — esta bien, bueno alguna duda que quieras hacerme?  — al notar que de su chaleco se dedicaba a sacar una de sus armas de fuego, solo me dedique a dar unos asientos más tras de él , pues cualquier cosa hablar sobre cosas de mi debilidad e incluso ver que mantenía una arma cerca de mí, provocaba que tuviera los nervios de punta.