Una noche desolada - Rol Libre -

Lunas y Soles interminables eran los que marcaban el paso de los días para una mente aburrida sin nada nuevo que hacer por el momento, nada que hacer más que traer viejas memorias a su mente, revivir amargos y felices momentos del distante pasado eterno mientras transita por las calles de Tokio. ¿Había algo interesante? No lo sabía y al parecer tampoco le ponía demasiada importancia, faros, autos, gente... un ruido sin fin que se acumulaba por todas partes, rostros extraños, cada uno con una historia que contar tal vez.

Tras continuos pasos, al darse cuenta que había anochecido, tomó su reloj de un bolsillo a los costados de su ropa para ver que eran exactamente las 9.50 pasado meridiano, una mueca de ligera sorpresa se reflejó en su rostro al pensar en lo rápido que había pasado el tiempo mientras divagaba llevó su índice y pulgar diestros a la punta de su sien, la cuál comenzaba a masajear suavemente. El viento comenzaba a soplar con una temperatura ligeramente baja y el manto celestial cubría ya la tierra con algunas estrellas a penas visibles por la luz que el lugar inundaba.

-Vaya, si que se pasó volando el tiempo, tal vez sea mejor que regrese a la academia de inmediato-

Sin embargo, al girar sus botas e intentar dar un paso sintió una descomunal presencia cerca del lugar, no era de un humano o demonio al que hubiese conocido antes, tal presencia comenzaba a generar un poco de curiosidad en ella, cosa que no era muy común.

-¿De dónde vendrá esa presencia? es un poco singular-

Dirigió sus cristalinos ojos a todos lados hasta que por fin estos se detuvieron en una especie de torre. Dispuesta a averiguar de qué se trataba Alexiel dirigió sus pasos de manera presurosa hacia aquel lugar para verificar que todo estuviera en orden.

El frío viento comenzaba a soplar añadiendo un cierto aire de misterio a la situación, no era común encontrar un aura tan peculiar en una zona como Tokio, mucho menos una que no pertenecía a un ángel o demonio. Ciertamente le parecía que algo extraño estaba pasando y estaba completamente decidida a saber qué es lo que era.
Por unos instantes, el ángel dirigió sus manos hacia su pecho rodeando el pendiente que contiene el cristal de sangre que invoca su espada, sin embargo, tras cerrar sus ojos detenidamente, tomó un respiro con una bocanada.

-Será mejor tomarlo con calma, si saco esto aquí muy probablemente haga que la gente entre en pánico.

Regresando sus manos a su posición inicial, decidió continuar con su camino hacia aquel sujeto desconocido. Pronto aquella sensación la habían llevado a un tipo de edificio. Subió por el lugar hasta quedar de espaldas a un extraño sujeto.

Su rostro se mantuvo completamente inexpresivo y su aura tranquila, en ese momento decidió no comportarse de un modo hostil, tal vez habría una diferente oportunidad para resolver sus dudas de otra forma, después de todo no quería involucrar a la gente de Tokio en una batalla que podría ser mortal para los humanos y las especies vivas del lugar.

Tomó un poco de aire y habló en un tono calmo

-¡Hey! ¿Quién eres tú?

Sus ojos se mantuvieron fijos sobre él esperando una respuesta.