Una Fría Noche. (Libre)

Día después de su encuentro.
Hora. 9pm

Sus pasos eran lentos y tranquilos en aquel lugar, había decidido terminar de cerrar la herida hecha por el demonio, había recuperado sangre y ánimos, ahora debía dedicarse a investigar, aún que le resultaría difícil dado a qué no tenía idea de cómo hacerlo exactamente, no tenía aún un plan de escape, tampoco sabía que hacer con el frasco de sangre que había robado, ni siquiera sabía el por qué era tan importante.

— Tal vez proporcione más energía

Murmuró para si misma, su mente comenzaba a intentar convencerla de que debían volver a buscar el último templo, pero su curiosidad le pedía lo contrario, otra parte de ella solo le decía que debía huir lo más pronto posible y desaparecer antes de que se enteraran de todo lo que alguna vez hizo.

Observó el cielo con atención, le gustaba ver cómo él sol desaparecía para darle paso a la hermosa Luna, sus ojos brillaban ligeramente con el retorno de la Luna a el cielo, había una suave brisa que hacía que el ambiente en el lugar fuera agradable, inconscientemente la pequeña brisa fue controlada por ella, su boca cerrada comenzó a emitir un suave sonido el cual se volvió un tarareo que hacía que pequeñas gotas de agua danzarán detrás de ella. Ella se recargó en un pino detrás de ella y se quedó observando atentamente como la brisa tomaba formas humanas las cuales bailaban en pareja al son de su tarareo, extrañaba los días en los que vivía totalmente libre, cuando era una pequeña en un campo jugando con sus hermanos y las flores, antes de el templo, antes de él.

— Ah...toca dormir aquí

Murmuró, posteriormente y sentándose en las plantas de él árbol siguió tarareando para su hermosa Luna. Estaba un poco feliz de saber que pronto recuperaría a su hermano, estaba feliz de que haber encontrado pistas, estaba tan feliz que en aquel momento podría armar una fiesta, pero eso no ocurriría.

— Me pregunto si la canción es cierta...

Pasó su mano hacía las ramas arriba de ella, luego de eso su mano bajó hacía el tronco del árbol mirándole atentamente, ella deseaba saber todo lo que aquellos vieron, quería ver todos sus recuerdos, tal vez así llenaría su sentimiento de soledad, tal vez así no se sentiría miserable a cada segundo.

La albina volvió a levantarse, al pensarlo mejor se dio cuenta de que había Sido una mala idea el simple hecho de declararse viva, ya no tenía vuelta atrás, pero ahora debía pensar en cómo desaparecer en el futuro, tal vez si aquel bosque no era tan transitado buscaría algún lugar donde esconderse. La humana soltó una suave risa mientras negaba con la cabeza ante sus pensamientos tan repentinos. Su futuro lo veía bastante confuso, por eso apresar de que el ambiente era cálido, ella lo sentía como una Fría Noche

—Me volveré loca

Después de varios años tras su ausencia, aquel joven pelinegro finalmente había vuelto a Legacy pero ahora era libre, aquella diosa con la que había formado un fuerte vínculo estaba desaparecida, sus viejos colegas también, lo único que sabía es que muchas cosas habían cambiado en los alrededores de la academia, su curiosidad por explorar aquello le llevó a caminar por los bosques de pino muy a las afueras de la gran ciudad de Rokkenjima donde había aparecido por primera vez. Tan sólo caminaba cuando de pronto notó cierta aura en la atmósfera, el día soleado ahora se volvía en una pequeña llovizna al caer la noche, que sólo ocurría encima del bosque y no afectaba a sus alrededores, sin duda alguna no era algo que viera como cualquier otro día en Legacy.

─ ¿Huh, lluvia tan de pronto?

La intriga del azabache cada vez crecía más así que comenzó a patrullar la zona hasta que pudo divisar a lo lejos la silueta de una mujer que estaba sentada bajo la copa de un árbol, levantándose después de unos segundos y aquella brizna desaparecía casi al instante. El vampiro no pudo sentir alguna intención asesina o aura oscura que pudiera manipularla y que haya creado ese cambio radical en el ambiente por lo que la calificó como una neutral más, por lo que decidió acercarse con tranquilidad a ella hasta pararse unos metros por delante, buscaría entablar una comunicación con ella sin embargo no lo había notado, pero tras acercarse bastante pudo oler una ligera fragancia a sangre que provenía de su cuello, activando así sus instintos vampíricos donde sus ojos brillaban de un intenso color rojo carmesí y dichos orbes miraban fijamente al rostro de su contraria.

─ ¿Se encuentra perdida jovencita? Es algo peligroso bajar por estos lares sin compañía. Supongo entonces que es nueva en la academia, ¿no es verdad?

Eran las preguntas que formulaba el joven azabache de piel pálida, quien llevaba su mano derecha a su cabeza para quitarse aquel sombrero grande que combinaba con sus ropas como muestra de cortesía y realizando una pequeña reverencia aprovechaba para analizar de pies a cabeza a su adversa, sin duda ese tipo de ropas no era ni de Legacy ni de Asgard, seguramente era otra extranjera más que estaba allí por pura coincidencia, ¿pero realmente sería coincidencia? Pasaban los segundos pero la fragancia de sangre que entraba por su nariz no se alejaba, era como si fuera un aroma familiar, aquello que no podrías olvidar por más que pasaran los años. Así el alto hombre tan sólo espero a las respuestas que ella le pudiera brindar, deducía que ella estaba tan perdida como él.

Ya habían pasados varios días tranquilos, sin tener que presenciar algún problema que involucrara la guerra entre los de Legacy y Asgard; quería aprovechar esa paz para dar una vuelta por los alrededores de la academia, habían muchos lugares que pese al tiempo que ha estado en Legacy, no ha visitado.
Quería despejar su mente un poco, por lo que simplemente, en lugar de quedarse en su habitación, se colocó una camisa roja y una chaqueta para el frío, aunque eso último es irónico debido a que a él realmente no le afecta.
De ese modo, este joven llamado Gray; salió, sin un destino fijo; intentando despejar su mente y aprovechar el momento de tranquilidad que tenía.

La noche había caído, un ambiente cálido y con brisas refrescantes que causaban movimiento en su ropaje.
En su rumbo desconocido, ingresó al bosque de pinos, sin ningún motivo en particular… podía ver aquellos árboles y plantas, cosa que era posible gracias a la hermosa luz proveniente de la luna, la cual evitaba que solo pudiera verse oscuridad.
Era curioso… Nunca había visto este bosque, pero estaba seguro de que se trataba del “Bosque de Pinos” del cual había escuchado, era lindo a decir verdad… Y desconocía si habría animales peligrosos.
Durante su estadía allí, hubo algo que llamó su atención, algo que incluso podría llegar a pensar que era su imaginación solamente, pero se trataba de un…

Tarareo

Una débil y pequeña voz, que apenas lograba alcanzar los oídos de este hombre; captó su atención.
Dulce, bonita y hermosa, eran palabras que podrían describirla, sería música para los oídos de cualquiera, además de ser bastante tranquilizante…
— ¿Alguien está… cantando? —
Murmuró para si mismo, extrañado por el hecho de que hubiera una persona en este lugar a tan altas horas.
Sintiendo curiosidad, comenzó a seguir aquel dulce sonido, como si dejara que lo guiase… No estaba seguro de si iba en dirección correcta, pero debía estar cerca, ya que la intensidad era mayor.
De repente, el sonido se detuvo; quien lo estaba produciendo, parece haberse detenido… Aun así, seguiría buscando, el autor debía estar por allí.
Continuaba caminando con ambas manos en los bolsillos de su chaqueta, hasta que se detuvo un momento tras sentir algo en su cabeza, era…

— ¿Lluvia…? —
Miró al cielo extrañado, definitivamente era una llovizna que se había presentado, la cual no se esperaba…
Debido a que la humedad había aumentado, el ruido de los grillos se hacían presentes en el bosque, y no solo eso… También las luciérnagas invadían la zona boscosa, bonitas luces que se hacían presentes… Como si por arte de magia, hubieran respondido al bello tatareo de hace un momento.

— Es un bosque bastante lindo y tranquilo, me pregunto porque no vine antes —
Se preguntaría a sí mismo, pero aun así siguió su camino; finalmente, luego de avanzar, pudo escuchar una voz, pero esta era distinta a lo que oyó antes, y por la distancia, no lograba entender lo que decía.
Con sumo cuidado y sigilo, comenzó a acercarse, hasta que estuviera a una distancia prudente y posicionarse detrás de un árbol; pese a tener el cuerpo tonificado, la anchura del árbol era suficiente para cubrirle por completo.
Asomó un poco su cabeza, y logró notar a dos personas; un hombre y una mujer, gracias a la luna sus siluetas eran visibles.

— Son dos personas… pero… — Murmuró.
Fijó bien sus ojos negros en ellos; definitivamente, no los reconocía.
No recuerda haberlos visto nunca por Legacy, y tampoco de parte de Asgard; por lo que no estaba seguro de cuáles eran los propósitos de aquellos, los desconocía en su totalidad.

— No sé quiénes son… Y tampoco estoy seguro de que es lo que querrán… —
Comentaría para sí mismo, con un tono de voz tan bajo que seguramente solo sería escuchado por sí mismo.
Si se guiaba por las apariencias… Aquel sujeto lucía muy sospechoso, y no tenía buena pinta, mientras que la chica parecía ser normal, quizás pudo haberse extraviado o algo similar… además de que lo más probable es que ella fuera la causante del tarareo que había escuchado. Pero era mejor no sacar conclusiones apresuradas, todavía no ha visto nada realmente.
— Será mejor que me quede a investigar... —
Se mantendría oculto; ocultando su poder mágico, cosa que un mago experimentado como él puede hacer, pues no quería que lo noten, se dignaría a solo mirar y escuchar lo que ellos platicaran.

La albina estaba por prepararse para dormir en aquel lugar, tenía consigo una pequeña manta la cual se encontraba en su equipaje escondido por entre las plantas y protegido por las mismas, soltó un suave suspiro al escuchar pasos, sus ojos brillaron ligeramente y el árbol en el que estaba sentada anteriormente se colocó en posición de ataque, sintió escalofríos al escuchar una voz en vez de un golpe, hacía tiempo que nadie le hablaba, solían atacar antes de hablar, por esta razón dejó de controlar al árbol y posó su vista en aquel hombre de cabellera oscura, ladeó su cabeza ligeramente a la derecha analizandolo, no podría decir que le parecía conocido, pues apenas había llegado a aquel lugar, una sonrisa se asomó por sus labios, al ver aquella reverencia se sacudió el vestido para corresponderla como me habían enseñado.

—No me encuentro perdida en estos momentos, pero muchas gracias por su preocupación ¿Podría saber su nombre? Mi lord.

La luz de las luciérnagas y la Luna le permitía ver sin problemas a el sujeto de rojo, aún así, se sentía observada, pero al mismo tiempo se sentía paranoica por pensar que alguien les observaba.

Soltó un suave suspiro mirando como había desacomodado el árbol, intentó colocarlo devuelta a como estaba y al hacerlo soltó una suave risa nerviosa, volteó a dónde el sujeto de rojo y murmuró un "Lo siento", estaba muy a la defensiva y ahora se sentía incómoda por ello.

— Dígame ¿Qué lo trae por aquí?

Aquella pregunta había sido más por miedo, ya no conocía a Kai, si él había mandado a un sujeto a recuperar el frasco y era la persona frente a ella, sería un gran problema, pues no quería destruir el bonito paisaje, sus ojos fueron directamente a los del sujeto de rojo, ella sabría si lo que diría a continuación sería verdad o una mentira, su corazón comenzó a latir ligeramente más rápido, tenía miedo pero no lo demostraba, tenía demasiadas cosas en mente, ya no sabía si elegir Asgard o Legacy, ya no sabía dónde esconderse y tampoco sabía dónde estaba el templo que buscaba destruir, aquello último la desanimaba un poco, aún que sabía que su hermano resistiría no lo quería hacer esperar tanto.

El ambiente y la brisa comenzó a ser un poco más deprimente, sus sentimientos tan encontrados le hicieron controlar erróneamente la brisa de nuevo, negó suavemente con la cabeza murmurando las palabras "Så på jorden som faen" la promesa de que se reunirían nuevamente la tranquiliza, el ambiente volvió a la normalidad y ella intentó con todas sus fuerzas no mostrar sentimiento alguno en lo que el sujeto respondía.

─ He tenido muchos nombres, pero mi última dueña me llamó por Alucard.

Había respondido con una mórbida sonrisa en sus labios a la pregunta de su contraria mientras lentamente recobraba su postura hasta erguirse por completo, sin embargo un pequeño escalofrío recorrió su espalda, podía sentir a su alrededor como una pequeña presencia dentro de los arbustos a su alrededor, soplaba un viento helado al respirar, no se había enterado cuando llegó sin embargo era un hecho de que los estaba vigilando... ¿o tal vez estaría cazando a alguno de los dos? Después de todo en Legacy existen los mercenarios sedientos de lujosas recompensas con tal de hacer la vida difícil de otros. No importaba cuantos vinieran a por él o si eran dioses o demonios, su cuerpo siempre volvería a regenerarse.

Tal vez aquello le había puesto poner algún gesto hostil pues para cuando regresó su vista al rostro de la albina delante suyo, pudo notar cierta inseguridad o cautela en la mirada adversa, así como su corazón comenzaba a bombear a las mil revoluciones por minuto, motivo por el cuál decidió alejarse a unos cuantos pasos para mantener una distancia más prudente de unos 10 metros por aproximado, sin embargo no negaba en que se encontraba curioso por saber que era ese aroma similar a la sangre que llevaba junto a ella, hace poco le habían contado de extraños objetivos ocultistas que podían conceder cualquier tipo de deseos a sus portadores, el Santo Grial, las lágrimas de un dios, entre otros, pero aquel pelinegro consideraba a todas estas unas aberraciones ya que amenazaban contra el orden natural.

─ Para ser honesto tenía tiempo que no pisaba estos suelos, había oído que muchas cosas nuevas surgieron en los límites de la academia y ahora veo que es verdad, este bosque es realmente agradable. Pero usted... ¿Usted que hace aquí? Se puede notar a kilómetros de distancia que no es de por estos rumbos, ¿acaso trama algo?

Terminaba respondiendo a la segunda pregunta de su opuesta. No lo había notado debido a su reverencia sin embargo ahora que estaba más cerca que cuando la vio al principio, notaba como aquel árbol donde estaba reposando había cambiado de postura, algo que le parecía meramente fascinante, ¿un poder para controlar cuerpo inanimados o quizás para darles vida? La intriga del hombre de tez pálida se agrandaba al igual que aquella inquietud en su espalda, sin duda alguna esa persona que los observaba a ambos estaba cerca, razón por la cuál introdujo las manos debajo de su abrigo para estar preparado en desenfundar sus armas en caso de que la situación lo ameritara, no quería asustar a la presente pero tampoco dejaría que alguien se metiera en medio de la conversación si sus intenciones eran hostiles hacia alguno de ellos. Quizás una decisión inteligente sería seguir la charla en algún sitio más cerrado y callado, pero la ciudad se encontraba bastante lejos y tal vez su contraria no podría resistir un viaje hacia su castillo reservado sólo para su llegada.

Por lo visto, ninguno se había percatado de su presencia, o eso imaginaba... ya que estaban hablando de una forma normal.
Por ahora, no ha logrado escuchar nada de importancia, lo único resaltable fue el nombre del hombre misterioso...

─ Alucard... ─
Murmuraría; no, nunca había escuchado ese nombre... aquellas palabras le dieron a entender que aquel era un "retornado", alguien que estuvo aquí pero se marchó y recién regresó... aunque nunca lo vio en su supuesta estadía aquí; pero también la academia era muy grande y había mucha gente además de que podría haber pasado mucho tiempo, así que quizás si le haya visto pero no lo recuerde... quien sabe.

Pero aún así, no sabía aún que era lo que buscaban allí, o alguna otra cosa que pudiera considerar de interés, así que se limitaría a seguir allí; como había decidido, no interferiría ni se presentaría si no es necesario, es probable que aquellos terminen de hablar y aún así no vean a Gray.
Por ahora, seguiría oculto y en silencio; tenía el presentimiento de que aquellos podrían decir algo interesante, más que todo por la apariencia tan sospechosa de ese sujeto.

Al no ver mentira alguna en sus ojos, Akira bajó un poco más la guardia mientras se acomodaba aquel cabello rebelde que era desalineado gracias a él feroz viento que pasaba una y otra vez de forma danzante, aún que esto ya no era controlado por ella como lo fue la brisa y las figuras de agua.

Su mirada pasó una y otra vez hacia los alrededores, realmente se sentía vigilada, pero también sentía que si de alguna forma intentaba atacar ella sería lastimada, se cruzó de brazos volviendo a ver a aquel enorme sujeto e intentó identificar su raza, al no hacerlo simplemente decidió sacar el frasco de sangre que había robado de Kai.

—Tuve una pequeña pelea con un sujeto que parecía demonio, el me quitó parte de la piel así que yo le quité esto que estaba en su saco.

Sus palabras fueron bastante firmes, nuevamente volvió a guardar el frasco entre su cuerpo y finalmente se rascó la mejilla mirando hacía aquel lugar que le ponía nerviosa.

—Soy nueva en este lugar, no sé a dónde ir, ni tengo a nadie a quien acudir, todos aquellos que fueron mis amigos e incluso mi amado, me han traicionado.

Comenzó a caminar de forma lenta hacía sus cosas para poder sacar un dulce de entre estas, algo le decía que no podría dormir bien, tal vez era la inseguridad que sentía en el momento, aún que vivir en el bosque si era una opción bastante buena.

—Ah cierto, escuché de una academia donde podría quedarme, no recuerdo el nombre ¿La conoces?.- Pronto se dió cuenta de su mala educación y negó levemente con la cabeza.— Perdone por no presentarme apropiadamente, mi nombre es Akira Hellsing, un gusto conocerlo, Alucard.

No conocía de nada a aquel sujeto, aún que su nombre le era conocido de algún lugar lejano, tal vez de alguna historia de ya infancia, le extendió la mano a aquel hombre en señal de saludo mientras conservaba una sonrisa en los labios.

Aquel pelinegro se había mantenido hasta el momento sereno por la presencia de aquella persona que permanecía oculta alrededor de estos dos, sin embargo no le daba mucha importancia, él era una persona que desde su llegada hace años atrás se había mantenido en un bando neutral, por lo que no tenía enemigos ni amigos, aunque siempre había trabajado desde las sombras por órdenes de la diosa Ishtar quien lo recibió en la academia, ayudando en algunas pequeñas decisiones así como completando misiones específicas para su conocido de pelo azul Jellal. Independientemente de los motivos que tuviera aquel ente para espiarlos, ahora su concentración estaba es conversar con aquella albina que tenía delante, con la cuál decidió acercarse unos 3 pasos nuevamente al verla ya más relajada y sorprendiéndose un poco cuando le mostraba aquel frasco de sangre que ocultaba, era la primera vez que veía un recipiente con forma tan extravagante pero coincidencia con las descripciones de esos misteriosos "ítems" de los que le habían contado, su vista en aquello se perdió cuando la contraria volvió a ocultarlo debajo de su atuendo, pero ahora su curiosidad se centraba por saber en quien era ese demonio del que hablaba y para qué serviría su sangre, ¿acaso ella buscaba convertirse en un monstruo también o intentaría invocar a algún demonio más poderoso para acabar con ese ser que "había probado su carne"?

─ Cómo sea, debería de tener cuidado en este sitio, siempre puede haber alguna especie de animal salvaje acechando...

Mencionaba aquello con una pequeña risa y en voz alta para referirse a esa tercera persona quien se trataba de esconder entre la maleza, sin embargo poco a poco el ambiente fue cambiando a uno mucho más gélido por lo que estaba delatando su presencia confirme allí pasaba el tiempo y vaya que lo hacía en Legacy, era casi algo mágico. Posteriormente se dio media vuelta y llevó ambas manos detrás de su espalda para entonces observar hacia el horizonte donde podía observar a la Luna alcanzar su punto más elevado, ya que uno de los pasatiempos favoritos del vampiro era observar el cambio de rotación terrestre, ahora que era alguien inmortal, los días sólo iban y venían, no tenía mejores cosas que hacer realmente, tan sólo esperar a que alguien pudiera acabar con ese ciclo sin fin. Fue tras meditar este punto que se le ocurrió una pequeña idea, si descubría las intenciones de aquella mujer con esa sangre de demonio tal vez podría ayudarla y de esa forma si resultaba creando algún tipo de criatura, podría enfrentarse a ella y en caso de que fuera mucho más poderosa que él, finalmente poder morir.

Entonces escuchó aquellas afirmaciones de su adversa, a las cuáles asintió con la cabeza, ya que era del bando neutral y ella era nueva en el sitio, seguramente no habría ningún problema si la llevaba a alguna de las dos academias que ahora integraban el vasto terreno de Legacy, entonces volvió a girarse 180 grados para mirar de frente a su contraria, notando que le había extendido la mano sin temor alguno, éste por su parte decidió aceptar el gesto de manera cordial, estrechando su mano derecha con la zurda de la joven chica para imitar la delgada sonrisa que ella tenía.

─ Eh, ¿Hellsing? Hace tiempo que no escuchaba ese nombre... Es un placer conocerla señorita Akira.

Había respondido con un tono algo coqueto para después soltar esa muestra de confianza y entonces ladear su vista hacia los arbustos donde desde hace un buen rato sus agudos sentidos vampíricos habían estado perturbado su tranquilidad, por lo que decidió acercarse hasta estar justo al lado de su compañera peliblanca a quien acababa de conocer y entonces así poder susurrar en su oído en voz baja para que aquel ser, si no tenía la habilidad suficiente, no pudiera escucharlos.

─ Estoy seguro de que sería mejor continuar esta conversación en un lugar más privado, tengo el presentimiento de que somos vigilados en este sitio tan tranquilo pero abierto a cualquiera...

Terminaba de hablarle de cerca para luego apartarse y entonces caminar unos cuantos pasos en dirección contraria de donde estaba aquel infiltrado, el vampiro no tenía intención alguna de combatir pero tampoco dejaría pasar por alto el atrevimiento de acecharlo como si fuera una presa, entonces volvió a simular que no se había percatado de nada y dirigió su vista de reojo hacia aquella joven mujer, para extender su brazo hacia ella con la palma de su mano izquierda abierta, para invitarle a caminar como lo haría un noble en un baile para invitar a una dama, esperando que aceptara su cortés invitación, pero el motivo real era para alejarse de ese sitio y poner especial consideración en su retaguardia para descubrir si realmente estaban detrás de ellos o sólo era un simple individuo que pudo haberse quedado dormido en el mismo sitio que donde estaban ellos por casualidad, además aprovecharía la caminata para explicar los puntos más importantes a la recién llegada.

─ En realidad hay dos academias en este lugar, Legacy y Asgard, ambas son rivales de la otra, pero usted tendrá que decirme cuáles son sus intenciones en este sitio, así entonces le llevaré al lugar que mejor cuidará de usted, mi lady.

Gray se mantenía tranquilo aún, no habían dicho nada fuera de lo común, o así fue hasta que escuchó la palabra "demonio".
Aquello le llamó sumamente la atención... ¿Una pelea con un demonio?
Si fue el caso, aquella no debía ser alguien muy normal, o al menos no era débil, si pudo sobrevivir a un encuentro con un demonio, aunque también dependía de que tan poderoso fuera aquel ser.
Siguió escuchando, aquella dijo que le había quitado algo a ese demonio y Gray miró con suma curiosidad, abrió un poco los ojos de asombro al ver.

- ¿Sangre?... -

Era un frasco, y parecía tener un liquido en su interior... viendo fijamente, pudo notar que se trataba de sangre.
¿Sería sangre de un demonio? No estaba del todo seguro, pero si era verdad que se lo arrebató a un demonio, debía ser peligroso y él estaba consciente de algunas formas en que puede utilizarse dicha sangre.

Aquella la volvió a guardar, Gray miró con exactitud en que parte la guardó, pues era algo que captó mucho su atención y no le quitó los ojos de encima.
Su tranquilidad había desaparecido casi por completo... hizo bien en quedarse, sus instintos no le fallaron al decirle que podría haber algo útil en esta conversación.
Aunque seguía con ese objeto en mente, continuó oyendo, pudiendo ver que era realmente nueva, y que su nombre es "Akira Hellsing".
Según las palabras del otro sujeto, apenas se estaban conociendo, y él no parecía ser una amenaza para ella.

Notó el gran acercamiento que tuvieron, parecía que aquel le susurrase algo pero Gray no alcanzó a escuchar... ¿Por qué necesitaba susurrarle, si en teoría, estaban solos? Fue algo que le dejó extrañado... pero en conclusión, no pudo saber que mencionó aquel, a diferencia de algunos de sus compañeros, él no tiene un sentido auditivo sobrehumano.
De pronto vio como aquel se comenzaba a apartar, y lo más seguro, es que ella le siguiera.

- ¿Se están marchando? ... -
Susurraría; no hubiera tenido problema en dejarlos ir, pero... no podía permitir que ella se llevara aquel frasco de sangre; si se lo arrebató a un demonio, debía ser peligroso e importante, y quien sabe si lo termina usando para malos fines, no podía arriesgarse a tener más problemas en el futuro.


- No creo que el demonio de quien habla sea Rimuru o Mirajane... Lo averiguare después, pero ahora... no puedo dejar que se lleve eso, puede terminar siendo peligroso -
Diría para si mismo; no había alternativa, tenía que actuar antes de que los susodichos se fueran demasiado lejos.

Mientras aquellos caminaran, el ambiente comenzaría a bajar su temperatura, si bien antes estaba un poco frío, ahora lo estaría más... Eso era debido al pelinegro, que lo estaba haciendo apropósito, al punto de que ya podría verse algo de vapor frío en el ambiente, similar a la neblina.
Asomándose entre los arbustos, Gray señalaría desde la distancia, con dos dedos a la dirección donde aquella había guardado el frasco.
En ese instante, aquel frasco debería ponerse muy frío, congelándose un poco, al punto de que quizás ella sienta el frío que emitía aquel frasco; claro, solo sería en el exterior, el liquido dentro no se congelaría.
En ese instante, y de forma rápida, Gray movería los dos dedos para apuntarse a si mismo, y al mismo tiempo el frasco rápidamente saldría del lugar donde estuviese, dependiendo donde; podría elevarse antes de ir hacía la dirección de Gray.

Si bien parecía telequinesis, realmente Gray no tiene esa habilidad como tal... Pero es capaz de manipular su propio hielo además de poder congelar cosas a distancia; así que lo que hizo fue congelar el frasco para poder manipularlo, así con un simple movimiento de mano, haría que saliera del lugar donde estaba guardado por la fuerza y el mismo se dirigiera volando hacía donde estaba el pelinegro.
Aún si todo ocurría como esperaba y él debería tener el frasco; por el lugar donde estaba oculto, sería imposible quitárselo sin delatarse, por lo que tendría que salir.

Para este punto, debería tener el frasco con la sangre en su mano, a la par que salía del arbusto, ya de nada serviría seguirse ocultando.
Con una expresión sería y desde la distancia, exclamaría unas palabras.

- No quiero problemas, pueden irse si quieren, pero necesito quedarme con esto -
No consideraba necesario presentarse, solo esperaba que aquellos entendieran y aún así se marchasen como lo habían planeado.

- Si, estaba escuchando, tenía que asegurarme de que nada extraño ocurría aquí, pero no tengo razones para ser enemigo de ustedes... Sólo no puedo dejar que te marches con esta sangre, de todos modos, no te pertenece -
Diría, ya que si todo iba como quería, el frasco robado debería tenerlo en su mano derecha, la cual sostenía con algo de fuerza por si acaso era necesario hacer algún movimiento.

En verdad esperaba que ellos comprendan que Gray no busca problema, y que si decidían marcharse sin el frasco, todo terminaría bien.
Mientras tanto, la temperatura del ambiente seguía bajando, en este punto una persona común sin algún abrigo de invierno, comenzaría a debido a la baja temperatura; era claro que quería que se retirasen sin más.
Quería investigar sobre esta sangre lo más pronto posible, pero primero debía asegurarse de que aquellos le dejarían ir tranquilamente...

Al escuchar las palabras del vampiro y teniéndolo más cerca, pudo presentir que algo malo estaba por venir, solo que no sabía si era gracias al vampiro o a algo más, no tenía problemas con animales salvajes, siempre podía terminar ahorcandolos para comer, por un segundo se desconcentró y pensó si debía cazar un conejo el día siguiente, notó a lo que se refería el vampiro, alguien los estaba observando, por esta misma razón frunció el ceño para luego alertarse causando que el ambiente a su alrededor, específicamente las gotas que caían de agua, terminaran por volver a una forma gaseosa, le desagradaba que alguien haya visto el frasco de sangre dado a qué se suponía que lo debía entregar a la academia de Legacy.

Al ver la sonrisa coqueta frunció la nariz, hacía bastante tiempo que no veía algo así, después de todo, en cierto sentido, ella era quien daba miedo, soltó un suave suspiro soltando una suave risa, aún seguía algo cautelosa pero de cierta forma no era con él.

—Oh, claro, vamos

Diría de forma calmada respondiendo a la invitación de el vampiro para ir a un lugar más privado, ella incluso se sentía intranquila ahí, cosa que era curiosa ya que estaba en un entorno que controlaba a la perfección.

Tomó la mano de Alucard con una sonrisa en los labios mientras comenzaba a seguirle, escuchando lo último que dijo ladeó su cabeza recordando algo, algo que había olvidado.

—Ah si, debo llevar el frasco a la academia Legacy, después de todo se lo quité a alguien de Asgard, aún que me siento un poco insegura sobre el si ir o...

Un escalofrío recorrió cada parte de su columna, un frío incómodo se posó por aquella parte de su cuerpo en la que el frasco se encontraba resguardado, un pequeño sonrojo se hizo presente en sus mejillas y posteriormente sus ojos brillaron en ira, sintió como si la hubiesen manoseando aún que no fuera así.

El ambiente frío para la albina no era problema, después de todo controlaba el agua y sus tres estados, por lo que solo se dedicó a dejar de caminar y poner atención a el frasco mientras sus ojos brillaban de una forma inusual y los árboles alrededor se colocaban en guardia estando estos atentos a dónde lanzar el primer golpe apenas descubriera quién era el insolente que intentaba quitarle el frasco que tanto le costó conseguir, apenas estuvo el frasco por tocar la mano del sujeto que los espiaba cuando Akira volvió el hielo que rodeaba el frasco en simple vapor y así más vapor con el objetivo de nublar la vista de su adversario,  justo antes de que es frasco cayera al suelo una rama de árbol lo atrapó con delicadeza entre sus hojas y posteriormente dicho frasco fue entregado sin problemas siendo pasado por rama en rama hasta su mano.

— Tú no te quedarás con nada, quién sabe que sucias intenciones tienes

Diría aquella mujer de forma firme para así colocar el frasco entre sus pechos, gracias a que la brisa de la lluvia seguía volviéndose vapor, el aire se volvió más pesado, soltó un suave suspiro mirando a Alucard para así hacerle una petición.

—¿Me podría llevar a la academia Legacy? Algo me dice que encontraré más pervertidos si me quedo con el frasco.

No quería de enemigo a Gray, pero la forma en la que había Sido aquel primer encuentro le había resultado desagradable y alguien indigno de confianza alguna.

El joven pelinegro había pensado en que ambos podrías regresar de nuevo a la ciudad de manera calmada pero para su lamento esto no podría ser, su intuición no le había engañado y antes de que saltara aquel chico misterioso, o al menos mientras no lo reconocía por completo, había escuchado sus planes acerca de no dejarlos ir con aquella sangre especial, provocando que el interés del vampiro por la misma creciera aún más, pues si tenía a personas que la buscaban por dicho frasco, seguramente el pelinegro podría sacarle algo de provecho y no había ningún ser más especializado cuando se trataba de sangre que un nosfetaru, en los primero segundos de aquel brinco dado por el contrario, había desenfundado su pistola color plata y apuntado con absoluta precisión hasta que el joven cayera al suelo, sin embargo la respuesta de la joven llamada Akira fue más rápida de lo que esperaba, evaporizando ese hielo y creando una cortina de humo que impediría que el contrincante pudiera verlos a menos que tuviera una habilidad para ello que no fuera su vista regular, sin duda era una chica de quién temer aunque no para el mayor. Tras ver que su intervención no sería necesaria simplemente guardó su arma, pues una deuda con la diosa Ishtar quedó pendiente y es que no podía entablar combate con ninguno de los integrantes de aquella tierra, ya fuera legacianos o asgardianos, debía tolerarlos por igual y la misma diosa sabía que sería una tarea imposible para él, pero por ello era más un castigo que una simple regla particular.

─ ¿Legacy? De acuerdo, la escoltaré hasta llegar a la academia, no podemos dejar que otro tipo de intrusos se cuelen en nuestras pláticas. Me hubiera podido acabar con él, pero creo que no es lo debido en esta época... Sígame por favor.

Expresó de manera seria mientras observaba al rival aún cubierto por la estela de humo la cuál poco a poco se iba extinguiendo, fue entonces que volvía a extender su mano de manera cortés pues ahora que tenía la razón en que había alguien tras de ellos, la mejor decisión sería utilizar su velocidad sobrehumana para llegar lo más pronto a la academia Legacy, sin embargo aún le llamaba la atención por lo que mencionó su joven contraria: ¿Se lo robó a Asgard? Si ella era nueva, ¿cómo había entrado a aquel instituto? Después de todo la seguridad asgardiana estaba a cargo de cierto niño peliceleste que él conocía por el tiempo que tenía observando el terreno, pues era vital conocer a todos los seres que destacaran de entre los humanos convencionales. Sin embargo había otra interrogante, ¿Los recibirían bien en Legacy? Pues el vampiro no tenía buen historial con ellos, sólo trataba con Jellal, pero por lo ocupado que él se encontraba estaba seguro que no los podría atender.

Tras meditarlo durante algunos segundos tomó su decisión, llevaría a la joven albina a toda costa hacia Legacy, pero no dejaría que ellos tocaran el frasco de sangre de demonio pues ni Dios sabía que es lo que ellos harían con ella, ya que prácticamente es culpa de esos "héroes" que el propio instituto Asgard fuera creado, además no confiaba en los magos ni en aquellos que creían ser la justicia del todo, pues cada quién conoce la propia justicia de alguna u otra forma.

─ Será mejor irnos ahora, más como él podrían venir en su refuerzo y yo no puedo interferir en una pelea, estoy seguro que incluso para alguien como usted le causarían muchos problemas.

Musitó con determinación mientras aún tuvieran tiempo, estaba deseando que aquel intruso no pudiera deshacerse tan fácil de la niebla pues los retrasarían aún más y si las cosas se complicaban para la albina, tendría que romper la promesa que le hizo a la hermosa diosa que lo introdujo a ese mundo.

─ Por favor tome mi mano, mi lady. Haré que este viaje no sea tan largo para ambos, así podrá reunirse con quien espera hacerlo en Legacy.

Volvía a responder de una manera amable y esbozando una pequeña sonrisa sin embargo no había mencionado nada acerca de sus propias intenciones de robarle el frasco para él mismo, tenía bien localizado que se encontraba dicho ítem aunque evitaba mirarlo directamente para que no causara una situación incómoda para ella, aunque ésta misma tendría la culpa por guardarlo en un lugar tan coqueto debido a los atributos físicos de aquella joven, esperó durante algunos segundos a la respuesta de su contraparte, aunque apenas en su mente estaba planeando de qué forma podría robar el frasco con sangre sin que su adversa pudiera oponerse. Tal vez la hipnosis funcionaría con ella si aún guardaba algo de humanidad en el fondo, porque de mente débil no era, o simplemente se lo arrebataría por la fuerza. Comenzaba a dudar si sería recomendable escoltarla después de todo un frío ser como él no tenía sentimientos propios y podría desatar la tristeza o furia de la misma peliblanca si la traicionaba, aquello podría ser aún más problemático que simplemente engañarla.

─ Es verdad, aún puedo aprovechar de lo descuidado que son los legacianos...

Mencionaba en sus propios pensamientos pues en cualquier momento podría entrar en la academia y tomar aquel frasco de donde sea que se lo llevaran, sería difícil que la poca seguridad de una escuela pudiera atraparlo, pero aún quedaba la duda si realmente le permitirían ingresar, al no ser muy sociable sus palabras podrían malentenderse con facilidad causando algún conflicto más.

Antes de que aquel frasco llegase a su mano, pudo notar como de repente perdió el control sobre él, debido a que su hielo se había convertido en vapor.
Eso le había sorprendido, pareció ser obra de la contraría pero no estaba segura de que clase de magia había usado... Dudaba que fuera como la de Ultear ya que era muy única, una magia capaz de avanzar o retroceder el tiempo de las cosas, de tal como que podría convertir el hielo en vapor; si bien lo más seguro es que no se tratase de eso, aquella hizo exactamente lo mismo... Tampoco notó alguna habilidad de fuego, no estaba muy seguro.
Si bien es cierto que el vapor estaba molestando su vista, era capaz de ver las siluetas y también escuchar con claridad lo que decía.

─ ¿Sucias intenciones...? ─
Murmuraría; tal parece que por su forma de aparecer, aquella le había mal interpretado.
El humo se iba extinguiendo, al punto de que aquellos comenzaban a ser visibles, y ellos no bajaban la voz y seguían cerca, así que lograba escuchar con claridad.

─ (¿Esta época?) ─
Pensaría sobre aquellas palabras, mientras aquella le pedía a Alucard que la llevara a Legacy, seguían sin bajar la voz y estaban cerca además de mantenerse en una zona silenciosa y susceptible a los ecos, así que era normal que pudiese oír.
Esa petición causó asombro en el pelinegro, lo que hizo que mantuviera los ojos más abiertos mientras mantenía un brazo a la altura de su frente, como si se estuviera cubriendo los ojos de una tormenta de arena.
Viendo con dificultad como estaban a punto de marcharse, solo alcanzó a exclamar unas palabras.

─ ¡No lo entiendes, Akira! ¡Yo...! ─
Antes de poder terminar, las siluetas habían desaparecido; no logró decir la oración completa.
Gray hizo un movimiento brusco con su brazo hacía adelante, disipando todo el vapor restante, logrando ver ahora con claridad aunque aquellos ya se habían marchado.
Suspiró pesadamente con un poco de decepción, la temperatura comenzó a normalizarse y se sentó, no había logrado obtener el frasco, pero luego de lo último que había escuchado, se dio cuenta de que quizás no era necesario que lo obtuviese.

─ Un demonio... Hay varios en Asgard, ¿cual podrá ser?
En todo caso... si Akira no es de Asgard, ¿cómo pudo entrar allí? ─ Se preguntaría; ella dijo que iría a Legacy, y por lo visto se fueron en esa dirección... Pero había algo que no tenía para nada de sentido.

─ Entró en Asgard, arrebató la sangre de un demonio y luego se marcho, no parece estar herida y por lo visto, el demonio sigue con vida... ¿Acaso ella...? ─
Todo esto le llevó a concluir, que Akira era una infiltrada... no había duda, pues un Legacyano no podría entrar a Asgard, y Gray nunca vio a Akira antes.
Se levantaría de donde estaba sentado, observando como la luna comenzaba a ser opacada por las nubes grisáceas.

─ Y Alucard... Dijo "Esta Época", una época son demasiados años... Pero no se ve muy viejo, además, habla muy formal y educado y parecía tener interés en esa sangre, se parece a... Lacus... ─ Diría mientras miraba al suelo, todo lo que había visto y escuchado durante la conversación, se estaba "armando" como piezas de rompecabezas.
Lacus era un vampiro que ya conoce, el cual también es parte de Asgard, su hipótesis es que Alucard también podría ser un vampiro, y si lo es... Dudaba que fuera Legacyano, los vampiros son seres que mayormente velan por sus propios intereses, y no obtienen nada estando con Legacy.

─ Y ellos por como hablaron, apenas se conocieron en este momento, básicamente Akira accedió a irse con un completo extraño... Sin saber lo que es, lo que quiere o lo que puede hacer ─
No la conocía del todo, pero realmente, aunque la aparición de Gray fuera "descortés", haberse ido con un total desconocido fue un movimiento muy ingenuo de su parte, nunca se sabe cuando hay un lobo disfrazado de oveja...

A pesar de todo, no los iba a perseguir, no era lo que debía hacer ahora mismo.
─ Debo encontrar a Jellal y hablar con él, además,
decirle a los demás. Alucard y Akira... Ninguno de los dos puede permanecer en Legacy ─
Murmuró; eran potenciales enemigos, desconocía si Alucard era realmente de Asgard, pero era mejor prevenir... en el caso de Akira, estaba convencido de que es una infiltrada, así que si había formalizado su inscripción en la academia, en encargaría de que los superiores se encarguen de ella; por lo que debía acudir con Jellal.
Aunque ellos no conozcan a Gray, la verdad es que él ya tiene demasiado tiempo aquí, ha protegido a Legacy por mucho tiempo, y por ende tiene contactos importantes; de ser necesario, podría hacer que esta información llegue a la mismísima Directora de Legacy, aunque eso no es algo que planee hacer por el momento.

─ Resolveré esto ─
Diría decidido, para luego marcharse del lugar; no iría Legacy, tenía que hacer algo antes... pero como había dicho, se encargaría de que todos supieran que aquel retornado y la recién llegada, no eran de fiar y realmente son enemigos.

[ Gray se retira del rol ]