Noche De Estrellas (Libre)

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•Era de noche, una noche muy oscura, las estrellas iluminan el cielo, y tu fogata cuál esta delante tuyo, era lo único que te iluminaba, la llama estaba reflejada en tus ojos, y tu mirada estaba apagada, eran nueva en la Academia Legacy, te sientes muy sola...eras capaz de hablar y conocer a muchos de los que se encontraban aquí, pero...también te ponías un poco tímida, tu intento de interactuar con los demás no era fácil..suponias que mañana sería otro día para conocer a tus compañeros, y profesores•

•Las olas del mar se escuchaban, y el aire rozaba con tu cuerpo y cabello, tus brazos abrazaban tus piernas, el calor de la llama te calentaba, tenías planeado quedarte unos 10 minutos más ahí, tenías una bolsa de malvaviscos y otros objetos y alimentos, separaste tus brazos, y agarraste aquel delgado plano de fierro, para enterrar un malvavisco en el, mientras asabas tu malvavisco, tu mirada algo desanimada solo miraban las aguas que estaban a alguno metros•
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—> Ohm...supongo que mañana podré conocer a los demás, no creo que sea tan malo, son gente nueva..más bien, yo soy la buena. No se cómo interactuar con ellos, pero ver la noche es maravilloso, el sonido de las olas, el viendo, y ser iluminada por la luz natural es...¡Increíble! Pero sería mejor si la viera con compañía.

•Decías eso, acercando tu malvavisco hacia ti, tocando un poco si la ponías comer o si tenías que esperar hasta que se enfriara un poco...al ver que estaba en su punto justo, sonreiste y pusiste el alimento en tu boca, saboreando un poco, el aire era cada vez más fuerte...no tanto para apagar la fogata, pero tenías que tener cuidado, después de todo no te quedarías mucho tiempo, solo serían minutos, o al menos hasta terminar tu bolsa de malvavisco y aquella barra de chocolate•

Salvo por la luna y los faroles naranjos diseminados junto al camino que circundaba la playa, el ambiente estaba sumido en una oscuridad casi completa cual fauces de lobo. La noche vino pronto, y gracias a las estrellas salpicadas arriba, se observaba tranquila y calma, como para dormir plácidamente luego de ver la tele o comer algo ligero. No obstante, ese no era el caso para Shoto, pues desde que entró a la Academia, y con los puños apretados, observó que había gente muy superior a él en cuanto habilidades y talentos.

Así pues, y considerando a esos individuos tan poderosos, el bicolor se propuso entrenar todos los días hasta la tarde-noche. Era una forma para tranquilizarse consigo mismo, y también para tratar de nivelarse con respecto a los demás alumnos. Así pues, y luego de arastrar su mirada en el firmamento pincelado de astros, sale de la arena rumbo a su habitación. Cabe decir que la arena mágica era una cámara cerrada a prueba de impactos en la que los estudiantes y profesores podían practicar sus poderes.

La caminata le pareció la típica hasta que un destello amarillo entre las negras arboledas le llamó la atención. Shoto, ya bañado y limpio, por supuesto, coloca la correa del bolso y emprende rumbo a esa luz.

A medida que camina, se va dando cuenta que eran unas llamas bailarinas. Era una fogata y allí había una muchacha de cabellos castaños que comía un malvavisco. Se acercó cuidadosamente a ella y la observó con curiosidad. Se le veía algo sola e incluso Todoroki se arriesgaba a decir que se encontraba triste.

— Buenas noches. ¿Te encuentras bien? — preguntó con timidez. Siguió el ejemplo de Izuku, el cual siempre que había alguien apartado, el de cabellos verdes trataba de incluirlo en el grupo. Sí, era parte de un héroe no solo velar porque las personas estén a salvo, sino que estén psicológicamente bien. Esperó una respuesta por parte de ella, sin embargo, notó que alguien más se iba acercando.

Caminar de noche por las playas de  Rokkejima era algo que a la vista de cualquiera era un deleite, más en particular aquella noche, con un clima agradable y un cielo despejado que dejaba observar el mar de estrellas reflejarse en las aguas cristalinas. Un paisaje digno de cuentos de hadas o una pintura en un museo elegante, haciendo que los pasos de la pelirosa fueran tranquilos, sin prisa alguna para poder observar aquella belleza natural.

Fue ahí cuando su mirada callo en un punto poco lejano, a unos cuantos metros se encontraba un destello rojizo, captando de inmediato su atención. Impulsada por la curiosidad, llego a parar ahí, acercándose de manera cautelosa, pues no quería meterse en algún problema por estar de fisgona, aunque sus nervios fueron calmados cuando notó que los que se encontraban ahí, no eran más que alumnos de la academia, había podido ver sus rostros antes, pues nunca había sido la mejor socializando.

¡Hola...!

Había alzado la voz a unos metros de ellos, moviendo su mano de un lado a otro para captar su atención, aunque al momento de acercarse pudo sentir cierta tensión, no sabia si había interrumpido algo, pero ahora no sabia como zafarse de eso tan fácil.

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･El viento sólo jugaba con tu cabello, aquel paisaje era perfecto...cómo un cuento de hadas, un libro de fantasías, tu mente se llenaba de recuerdos con tus “Hermanos” pensar en la compañía que te harían todos ellos te hacia mostrar un sonreí a la nada misma, comer con compañía no era mala idea, pero ¿Con quien comerias? Si no conoces a nadie. Tus pensamientos se confundían, por una parte pensabas en tu hermanos y por otra pensabas si mañana podría ser un buen día para conocer a todos los de Legacy...oliste algo quemado ¿Era cerca?, abriste los ojos, entre cerrados con algo de cansancio, tus párpados caigan lentamente, pero al momento de abrirlos, los abriste bien exaltada, aquel palito estaba demasiado caliente, lo suficiente para quemarte la palma, acercaste aquel malvavisco a tu rostro algo curiosos y perdida･

—> ¿¡Eh!? Creo que me quedé pensando bastante tiempo que se quemo...¿Fueron tantos minutos? Según yo solo fueron 3. —Suspirar—
Bueno...

･Ibas a seguir hablando, pero escuchaste una voz detrás tuyo, era de un chico, volteaste algo nerviosa escuchando su pregunta, te hiciste a un lado para que se sentada en aquella manta que tenías, retiraste el malvavisco quemado, y pusiste aquel fierro delgado y dejarlo en tus piernas･

—> Uh, buenas noches...¡Claro que estoy bien! Solo un poco solitaria y eso, no hay de que preocuparse...ehm..- ¿Cómo se llama usted? Chico de cabello mitad-mitad.

･Esperabas una respuesta de tu contrario, quien estaba a tu lado, tu mirada estaba mirando el fuego de la fogata...tus brazos estaban por encima de tus rodillas, nuevamente el viento volvió a visitarte o más bien, a visitarlos･

･Una voz femenina detrás tuyo sonaba, alzaste la cabeza, para voltearla..mirando a una chica acercándose, armaste una sonrisa en tu rostro, de volviendole el saludo, te levantaste sacudiendo tu atuendo, dándole la mano a la chica･

—> ¡Buenas noches! Es un gusto en conocerla, pensé que nadie venía a este lugar, por lo solitario que es por las noches, podría arriesgarme a decir que me la pasaría sola en este lugar.

Sí, era obvio que la pelirroja de cabellos alborotados y cortos se sentiría en una atmósfera de soledad, y quizá la inmensidad del cielo nocturno recalcaba más esa sensación. Se rascó un poco la mejilla al escuchar ese apodo, casi el mismo que le había dado Bakugou, el rubio peleonero.

— Todoroki. Shoto Todoroki, — respondió de forma tímida; y es que en verdad ese cabello bifurcado en colores no pasaba desapercibido para nadie. Se sentó sobre un tronco, y quedó mirando las flamas comerse la leña que quedaba.

Así entonces aparece otra chica. — Buenas noches, — corresponde el saludo, y mira cómo se metía un malvavisco a la boca. — ¿Esos malvaviscos los conseguiste en la cafetería? Antes de dormir, siempre voy allá por un poco de ramen, — comentó el muchacho. Alzó su mirada al cielo y las estrellas desparramadas se lucían con aura de calidez, como si estas les  dieran la bienvenida a un nuevo hogar.

— Mañana hay clases. Quizá en una hora deberíamos ir a dormir. Allá se encuentran los dormitorios, — apuntó a un gran castillo. Era en donde los alumnos y profesores de la Academia Legacy dormían. Era difícil acostumbrarse a tanto lujo, pero por otra parte era maravilloso estar en un lugar así. Era como un sueño hecho realidad.

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Sonreiste ante el nombre mencionado del chico, al menos tenias compañía, podrías decir que desde que llegaste aquí te sentías algo sola al no sentir la calidez de tus hermanos, tanto menores y mayores, ante este punto, tu mano izquierda posó en tu mejilla con ayuda de tu brazo cual estaba en tu rodilla, soltando un suspiro pesado, y nuevamente apreciando el cielo estrellado.

--> Me parece un lindo nombre, Todoroki.
Ah...si. Tal vez el pasar un rato afuera haría que me sintiera mejor, junto una fogata y algunos bocadillos.

Fueron las palabras algo aburridas, pues no había mucho que hacer asique lo que hiciste fue voltear a verlo y luego mirar la llama del fuego, aquella que iluminaba una pequeña parte de la playa.
Con la continuación de las palabras ajenas, cambiaste la mirada hacia tal castillo con una cara agradable y una sonrisa peculiar, cambiando la posición de tu cuerpo para apreciar el castillo lujoso.

--> ¡Es un lindo castillo! Cómo los de los cuento de hadas, ¿A que si? — En tus palabras solo había entusiasmo, tus palabras se dirigían a ambas compañías que estaban cerca tuyo.