➤Ｉｎｄｉｃｉｏｓ Ｄｅ Ｌａ Ｖｅｒｄａｄｅｒａ Ｆｕｅｒｚａ (Todoroki)

-Para el bicolor cada mañana era mejor a la anterior, con esas frescas brisas que entraban por su ventana cualquiera querría dormir años eternos, su colchón tan cómodo, todo era perfecto para el, o al menos así lo era hasta que escucho sonar su alarma, era un ruido demasiado fuerte y hasta molestoso, pero de no ser así dormiría todo el día como un vago.
Lo hora era la originaria para despertar, 6:00 am.
Ni siquiera tenía pendientes para esa mañana al menos pero aún así prefería estar despierto desde temprano, ya despierto no perdería más el tiempo.
Ordenó su cama, cambió su ropa, lavó su cara, cepilló sus dientes, cosas cotidianas de las mañanas y salió de su habitación para indagar un poco por la escuela, después de todo aún no conocía todo sobre ella.
Fuera todo estaba desolado, no encontraba ni un solo compañero en todo el camino.

Desde su llegada habían lugares que robaron totalmente su atención pero que simplemente no había logrado conocer.
Como lo era la “arena” había oído de ella pero jamás la había visitado, también tenía una ligera idea de para que era usada pero aún así quería verla con ojos propios.
Así que ese era su nuevo destino, conocer la arena.
Lo tomo con calma, llevando sus manos en sus bolsillos y caminando a paso pausado, tomándose molestias de hasta ver a algunas aves cantar o mariposas volar, envidiaba un poco la libertad con la que contaban.-

— La arena...
¿Podré al menos usarla?

-Pensó intentando imaginarse un poco el lugar, como su personalidad todo iba en total paz hasta que a medida que se acercaba fuertes estruendos fueron escuchándose, mientras más se acercaba eran más audibles, e incluso sentía el suelo temblar o ver a aves huir con agilidad.
¿Que sucedía? No tenía idea pero ahora moría de curiosidad.
Además comenzaba a sentir fuertes ráfagas de aire, todo apuntaba a que alguien con considerable fuerza estaba dentro.-

— {Entonces el lugar si está ocupado, sería demasiado grosero entrar sin permiso.
Pero ver un poco.. }

-No entraría por “la puerta grande” mejor usó su hielo para ir subiendo por fuera con una especie de rampa y así mirar con más discreción.
Ya estando a solo metros la energía que se sentía era brutal.
Logró tomar la mayor altura posible y mirar discreto desde allí.
Eran pocos quienes pisaban la arena, o más bien ¿solo uno? Por el color de quien estaba con él no parecía ser humano.
Llegó justo sobre el final, se sentía la tensión pese a ser un lugar de batallas medidas.
Miraba todo muy curioso, aquel muchacho de cabellos morado ya tenía una respiración muy agitada evidenciando su cansancio, y su rival ya tenía hasta cables por fuera.
Era un momento épico.-

-Observó todo con lujos de detalle, parecía ser un encuentro amistoso, nada “fuera de lo común” por eso mismo el bicolor dio la espalda en su momento estando decidido a irse, era así pero al parecer habían notado que miraba desde las sombras, no era nada malo desde su punto de vista así que tampoco tenía tanto sentido huir como un vándalo.
Un pesado suspiro se escapó de entre los labios del chico y salió de donde estaba, de detrás de unas altas gradas.
Sus manos reposaban dentro de sus bolsillos, una en cada lado.
Su mirada inexpresiva se dirigió directamente en contra del joven que posaba sobre la arena, era notorio su cansancio pero no por eso lo subestimó, había visto tal potencial contra lo que parecía ser su clon.
No esperaba confrontarlo pues al parecer “estaban del mismo lado.-

— Lo siento, desde hace unos días tenía curiosidad por este lugar.
Pero tal parece que el día que me decidí para visitarlo no fue tan bueno.

-Tuvo que levantar su tono de voz pues la distancia que había entre ambos era enorme, sin contar que él bicolor tenía una elevación mayor, estando el la parte más alta del estadio.
Era difícil distinguir todo perfectamente desde su lugar pero no imposible.-

-Ya no tenía tanto sentido seguir escondiéndose, ahora si el bicolor podía tocar la arena sin ningún compromiso.
Estaba tranquilo, aquel joven con cabellos púrpura no parecía ser la clase de persona arrogante, por el contrario parecía ser dócil y muy amable.
Llevaba un paso muy pausado mientras bajaba, servía para darle tiempo al otro chico de al menos retomar aire.-

— ¿Que era exactamente con lo que batallabas?

-Era interesante aquel máquina construida por el chico de cabellos púrpuras, era muy buena para conocer fortalezas y debilidades.
Sería buena poder probarla en algún otro momento y ver que podría reforzar y mejorar.
A como fuera ahora no podía ser, pero al menos acaba de conocer a alguien que contaba con una fuerza extrema, comprobado por sus propios ojos.-

— ¿No crees que es un nombre demasiado largo? En realidad vine por curiosidad.
Desde que llegué a la academia al oír de este lugar mi curiosidad se elevó, pero no había logrado visitarlo.
Hoy fue buen día después de todo para hacerlo.

-No sonreía y no era por ser descortés, era natural en el pasar tanto tiempo en seriedad.
Sin embargo tal invitación si era llamativa para el bicolor, llegó sobre el final de la pelea pero aquel chico de cabellos púrpuras verdaderamente parecía ser alguien extremadamente fuerte.
Y era algo que el propio bicolor comprobaría personalmente.-

— Claro que regresare y demostraré mi fuerza, tu también parecer ser muy fuerte.
Creo que el campo está como testigo.

-Su corazón se aceleraba de emoción en cada batalla, sería determinante e igual de destructivo.
Como aquella ves durante el torneo contra Midoriya.
Era cierto, era demasiado tarde pero ya que estaba en el lugar ayudó aquel joven con la limpieza del sitio.
Yendo directamente a por el robot clon de Hawk también por cierta curiosidad.-