| Lo que cosecha la Magia | Esdeath

* En lo más profundo de aquella eminencia, donde la estrella plateada que rige los cielos en lo alto de la cúspide en el horario de la dama nocturna es donde ahora, y como era de esperarse, aquella silueta de una tez pálida, terriblemente cadavérica, así como si fuese un contagio del mismo invierno, como una persona que estuviese en el auge de su existencia tras el desvanecimiento físico que una enfermedad mortífera podría traerle con el pasar del tiempo y de la vida. Ahí resguarda, en completa armonía, todos sus sentidos de alguna manera estaban adormecidos, era de esperarse para aquel guerrero quien, siendo recubierto por una armadura bastante minuciosa y confeccionada por varios materiales poco ortodoxos, más bien heterodoxos, que siguen el plan de construir una indumentaria que resguardara el cuerpo aparentemente endeble del muchacho de cabellos blancos, pero que ello cambia a la hora de estructurar y transformar aquella protección con la cual se haría una con el ante la guerra, al momento de blandir su lanza con el poder destructivo de Indra, aquel armamento de luz poseído por el Dios del Trueno.
Y allí permanecía el hombre, de una contextura sumamente delgada, muy endeblucha por si uno detallara más su vista a lo largo de todo su organismo tan único y sin semejanza; Es como si pasara hambre, sin embargo, su armadura le recubría gran parte del cuerpo y ello hacia relucir su apariencia, tuviese el peso que tuviese. De un tinte tan magnifico y tan dorado, así como si el mismo astro rey que reposa sobre lo alto del edén fuese expresado en cada extremo de aquellos materiales moldeados de una manera elegante y poderosa, es que ahora goza de toda la noche y refleja un resplandor celestial que conforme empieza a originar nuevos pasos hacia el frente para llegar hacia el final de aquel relieve, aquella emisión de luz despeja toda esencia de oscuridad a su delantera e inclusive hacia sus alrededores en su misma circunferencia, consagrando todo su entorno a cada paso, así como si este tuviese la oportunidad de reconocer hasta el más mínimo fragmento que compone aquellas tierras que a continuación forman parte de un contexto muy importante y que tarde o temprano serian el foco principal de aquella tormentosa exposición de misterio y peligro que abunda con cada segundo y cada instante.
- Así es como nuevamente mi regreso hasta este mundo tiene nuevas fronteras por las cuales recorrer y descubrir junto a mi Amo; esta vez mi presencia se ha solicitado hasta esta parte del planeta, más precisamente en Japón, donde se lleva al cabo la movilización de un crimen organizado, o, mejor dicho, la Mafia Yacuza... -

Esboza el hombre, quien hechizado por las fieles corrientes de viento que se mecen a lo largo de toda su cabellera y menean todo aquel manto carmesí que acobija toda su espalda y sus hombros, ahora su contemplación tan deletérea y brutal se posa de lleno sobre un nuevo horizonte en el que advierte con una amplia magnitud de inseguridad en aquellas emociones y sentimientos que el mismo céfiro era capaz de trasladar consigo; como si todo estuviese indiscutiblemente concordado y todas estas anomalías naturales acarrearan un importante significado hacia las partes más recónditas de todo el espíritu heroico de aquel Lancero, traído a la vida para cumplir con los deseos de su Maestro y obtener el Santo Grial, la única prueba física/mágica y asimismo el método sublime de obtener los deseos más profundos que alcanzan al alma de quienes mueren en batalla por hacerse con la victoria y la obtención de dicho artefacto, y que para la situación en la que ahora esta viviéndose en el País de Japón, aquella Mafia designada como los Yacuza, son los principales antagonistas de lo que para ahora Karna, es la nueva amenaza que debe culminar lo antes posible, junto a otra persona quien no tiene aparentemente idea de quien es... O que busca.

- Mi amo me ha enviado hasta este sitio con la única misión de devastar a aquellos que quieran obtener el Santo Grial a costa de todo, e incluso de las vidas de la gente más débil, de quienes a esta altura son solo victimas del egoísmo y la apetencia absoluta que estos hombres demuestran con sus actos... Así que bien... Quien quiera que seas tú, ¿Estas preparada para blandir tu espada en contra de todos estos adversarios? Nos espera una gran guerra a continuación, y debo asegurarme de que quien me acompañe, aunque no sea necesario para mí, tenga la absoluta seguridad de hacerse con la victoria... Entonces... Responde ahora... - Finaliza el sujeto que al permanecer a una distancia más que suficiente de donde persistía hace unos momentos, todo su cuerpo es ensalzado por el divino y majestuoso poder del Astro Rey, siendo Karna el hijo del auténtico Surya, mismo dios del Sol que le ha entregado esta armadura; y que con esta finalmente se ha logrado transformar a nivel histórico como el Héroe de la Epopeya India Mahabarata. Es por eso que ahora las frases que han sido profesadas en cuestiones de segundos, son emitidas a todas las direcciones, pero más especialmente a sus espaldas, donde justamente podría estar aproximándose otra entidad que jugaría un papel tan importante como el de este en esta nueva historia, o más bien, esta nueva tragedia... Por lo que ahora Karna decide entregar toda su vista al frente, viendo el final de aquella elevación de tierra, estando encima de esta y admirando la gran y ajetreada Capital de Japón, Tokyo. *