Nuevos lugares, nuevas experiencias y nuevas personas [Guts]

El día se tornaba soleado, con una suave brisa que acompañaba el viento, la primavera estaba en su apogeo, las flores, el pasto, los árboles y sus frutos adornaban el bosque dónde yacía postrado Guts, con un tremendo monstruo encima de él, lo detenía con aquella gigantesca espada mientras que apoyaba con fuerza su brazo mecánico contra la espada, ejerció una fuerza increíble en el mango de la espada, cortando a la mitad los brazos del inmenso monstruo, salió de abajo del demonio y se reincorporó poniendose firme frente a aquélla criatura maligna que se retorcía del dolor y que producía quejidos y gemidos de puro dolor, aquello le encantaba al espadachín.  Clavó aquélla inmensa espada en el suelo al lado suyo, luego empezó a avanzar hacia adelante, se colocó la ballesta encima de su brazo metálico y empezó a girar la manivela de la Ballesta, propulsando flechas que eran clavadas en los ojos y cara de la criatura mientras que imploraba al espadachín que se detuviera, sin embargo, el seguía recargando y disparando las flechas, le gustaba ver sufrir a sus contrincantes vencidos.

La sangre del demonio manchaba la toda la flora de aquél lugar, lo que causaba que estas muriesen al instante, el lugar donde se tuvo el enfrentamiento entre el espadachín negro y el demonio era cómo un infierno, se miraban partes desmembradas de otras criaturas por todos lados; esos eran los que acompañaban al demonio de mayor rango que Guts estaba haciendo sufrir en ése preciso momento.  Los troncos de los árboles estaban salpicados de sangre, el suelo estaba de un color rojizo por tanta sangre que fué derramada en ése enfrentamiento.

El demonio seguía implorando que parara, pero eso era inútil, luego de acercase lo suficiente, metió su mano mecánica en la boca del demonio y exclamó.

ㅡ ¡No tuviste esa misma piedad conmigo!  Ahora eres tú la mierda que me implora perdón a mi, que triste.~ ㅡ al terminar de hablar, activó el cañón de su mano mecánica, jaló la mordaza y dió el disparo, los pedazos de la cabeza de la criatura marcharon todo el suelo, junto con sus sesos hechos puré.

Se reincorporó y fué por su espada, la colocó en su espalda y la fijó con su cadena para que no se cayera, luego empezó a avanzar hacia adelante, dejando toda la masacre atrás.  Hasta que a lo lejos pudo ver a alguien de una hermosura increible, un cabello ondulado y de un color extravagante, ¿Era él?  Guts frunció el ceño con resentimiento, empezó a correr hacia la persona que parecía ser Griffith.  Soltó un grito amenazador al estár a unos cinco metros de distancia de aquella persona; una sospecha vino a él cuando no vió a Zodd intervenir, pues era siempre el legendario guerrero que intervenía por Griffith, como pasó la última vez que lo vió.  Desenvainó a la "matadragones" e iba a darle un corte limpio en horizontal justo en el cuello.  Hasta que vió su rostro con claridad, detuvo su espada de golpe, quedando a 2 centímetros del cuello ajeno.  No era Griffith, era una chica bastante parecida a él.  La que llevaba aquella espada hizo que el cabellos ajeno y la capa de Guts se movieran con violencia.

ㅡ Pensé que eras otra persona... ㅡ respondió en su defensa, alejó la inmensa espada de la cabeza ajena y la puso en su vaina situada en su espalda, luego se quedó parado viendo fijamente a la fémina, estando sorprendido aún por el parecido que tenía con su ex-compañero y ahora archienemigo Griffith.

ㅡ ¿Qué haces aquí tan sola?  Pueden haber malhechores por aquí...ㅡ dijo viendo hacia atrás, donde se encontraba aquella laguna de sangre y carne.