Entre libros y silencio. [Rias Gremory]

Otro día más de estudios en la academia Legacy con Rokudo como un espía de la misma, ¿Qué podría salir mal? ¿Cómo el espía podría salirse con la suya está vez? O ¿Qué tenía planeado hacer para este día, lo cierto era que los días anteriores habían sido algo agotadores, visitó un templo, un parque de cerezos, un muelle y el mismo bosque de Legacy así que ¿Qué más podría pasar hoy? Aunque Rokudo quería algo más normal pensó en algo infalible, un lugar con poco ruido y con cosas interesantes.

Ya pasaba el medio día en ese lugar, las clases habían transcurrido como de costumbre así que por fin tendría tiempo libre, ¿Qué pensaba hacer entonces? El joven mafioso no tenía algo bien pensado, pero, su dirección iría hasta la biblioteca, lugar que yace en el último piso del gran castillo de la academia Legacy, o al menos eso sabía el dado que el lugar en el que estaban era enorme.

Pasó por un par de pisos de escaleras hasta estar cerca de la biblioteca, pero antes de eso tuvo un encuentro con una mujer joven, muy hermosa, de un pelo rojo carmesí con la cual sin querer tropezó logrando así que el peliazul llegará a caer al suelo, cosa que ciertamente lo dejo muy incómodo, que primer encuentro más extraño.

— Disculpa por ello, me dirigió hacia un lugar y tengo algo de prisa, me llamo Rokudo Mukuro, espero que estés bien, fue un gusto conocerte desconocida.

El peliazul fingió una sonrisa amigable para después seguir con su trayecto a la biblioteca, llegó unos minutos después y lo primero que noto fue un color rojo que se mesia con el poco viento que entraba de una de las ventanas, de inmediato pudo reconocer quién era.

– Ugh... Tenía que ser, bueno, puede ser momento para hacer alguna amistad, eso me podría llevar más alto en Legacy, así podré culminar mis planes de quedarme con la academia más fácilmente.

Así que luego de hablar eso consigo mismo en voz baja prosiguió a caminar hasta los mostradores llenos de libros, de los cuales escogió el más interesante que encontró acerca de historia, abrió el libro y se acercó hasta la chica pelirroja sentándose frente a ella ya que la misma parecía no tener compañía así que podría ser fácil sacarle algo de platica.

— Oh, chica desconocida, de nuevo nos encontramos, me preguntó, ¿Cómo llegaste primero que yo? Cómo dije soy Rokudo Mukuro y es un gusto.

El ojiazul de nuevo fungió una sonrisa amigable que más bien parecía algo sádica y burlona proviniendo del mafioso, ciertamente el mismo podría dar algo de miedo a cualquiera que se le acercara.

— ¿Qué estás leyendo?

Rias tenía la manía de quedarse altas horas después de la salida en Legacy, siempre y cuando tenía la oportunidad de salir temprano, llegaba incluso más noche a casa... Pero ¿Por qué ella hacía eso? A veces se encontraba vagando en la Biblioteca, o en el jardín, a veces sólo revisaba sus apuntes ó simplemente poder apreciar la tarde y cuando el cielo se pone esos rojizos y anaranjados colores. Incluso se podía apreciar mejor en la Biblioteca. Donde poseían ventanas alargadas e inmensas que mostraban ese colorido cielo en Legacy. — Ah... ¿Estás bien? No te pasó algo? — Pero no fue del todo bien respondida, tenía bastante prisa al parecer el chico. Así que solo observó como corría, y lo único que observaba era la espalda del chico alejarse por las escaleras y así fue como su primer intervención no fue tan buena, o al menos ante los ojos de la pelirroja.

— Ah, pues se llama sello de teletransportación, algunos demonios pueden usarlo sin problema. — Decía con una sonrisa, mientras sus azules orbes estaban sobre el libro que mantenía abierta sobre la mesa. — Me llamo Rias Gremory, es un placer. — Comentó, siempre en vos baja para que la mujer de la Biblioteca no los llegará a regañar por el simple hecho que estaban hablando. — Nunca te han dicho que posees una sonrisa tanto extraña? Incluso da un poco de risa. — una sonrisa salió de sus labios, ver la manera en que él sonreía, parecía bastante agradable él, pues era respetuoso y amigable.

— Ah, por cierto, te caíste, no fue duro? No te has lastimado? — Comentó bastante preocupada, e incluso bajó la mirada para ver si no tenía el pantalón roto, o algo así después de la caída. Seguido se puso de pie. — Es un libro de criaturas, pues tiempo atrás encontré un pequeño huevo de dragón en una de las montañas cercanas, más el pequeño dragón ya nació, después de 8 meses de cuidados intensivos, y pues... No soy un dragón para saber cómo se cuida, así que para esto es el libro. — Decía ella mientras se acercaba al librero, poniéndolo donde lo había encontrado