Un peculiar y extraña reunión [Rin, Rimuru, Nejire, Mirajane, Gray, Natsu]

Aparentemente un buen día para un paseo, ¿No?
Oír cantar a los pájaros y su aleteo en los alrededores parece placentero para quienes son amantes de las aves, el olor a tierra húmeda lleno de pasto junto con otro tipo de plantas u hierbas para los aficionados a botánica, viento soplando contra las hojas y así mismo éstas chocando contra los vidrios rotos de las ventanas dentro un hábitat desolado dónde nadie era capaz de poner un pie por miedo a lo que habitara allí: Bestias desconocidas, cadáveres regados por el suelo, animales extraños, perros comiendo cereal con cuchara; quien sabe, pues las posibilidades eran infinitas.

Hacemos mención de que todo este rodeo sería dentro de la mansión abandonada, una estructura al punto del colapso; más sin embargo, aparentemente el único sitio donde Legacy y Asgard no tenían movimientos por aquella zona hasta el momento.

Una extraña figura envuelta en capa oscura se adentró a aquél lugar lanzando la puerta hacia uno de sus costados, dejando la entrada complemente libre.
Quien entrase puede darse cuenta que por cada paso que se da encima de la madera se puede percibir su crujir, así mismo salir lombrices de esta y la humedad cubriendo cada esquina.

No parecía desagradable, pues aparentemente está acostumbrado a esa forma de "vivir" y no tener un lugar fijo o siquiera adecuado a sus condiciones, se la estaba pasando con una rutina nómada.

— ¿Y bien? ¿Se quedarán allí esperando a una cordial invitación a una "taza de té"? — Cuestionó burlón una voz gruesa, se trata de aquél extraño que no tenía intención alguna de quitarse lo que tenía puesto.
— Si quieren puedo dirigir los a la cocina a buscarla o si bien prefieren por la salida, no tengo problemas con ello. — Ahora pasó a un tono retador, y era entendible, pues al parecer no le agrada ese comportamiento de permanecer a la distancia ante una reunión que él mismo convocó.

 — No estoy aquí por rodeos.
¿Les interesa o no los que vengo a contar? A un par como ustedes supongo que sí, y más si son de Asgard. — Se recargó contra una pared, sus brazos se cruzaron al momento delante de su abdomen. Esperaba una respuesta, pues les había visto desde un principio a la par que su capacidad de determinar cuánta energía fluía en su entorno, entre ellos mana conocido...

Antes de entrar en las instalaciones abandonadas miro al rededor con una mueca, no podía creer que su antiguo servant estuviera viviendo en un lugar así pero supuso después que es algo que haría una persona relacionada a Shirou Emiya, aunque fuera su versión futura y nunca salvada. Bien, le comentaría la propuesta y que realmente había cumplido su promesa, el presente Shirou Emiya nunca sería como él.

Dando un vistazo rápido a su alrededor observó los árboles, el sol entraba entre las hojas, pero no era suficiente para dar más visibilidad. Causando un efecto de oscuridad y penumbras, a ella no le afectaba, ni a su compañero.

—Vamos, Rimuru.

Al pisar la casa su mueca de desagrado creció, lombrices y humedad por todas partes ocasionando un olor un tanto repugnante y desagradable en el ambiente. Pero lo ignoro y dando un suspiro escucho las palabras de Archer, sonriendo burlona, siempre tan impulsivo y amenazante.

Era una pena que ella lo conocía bien.

Avanzo más pasos, haciendo sonar a propósito sus botines rojos vino y con una mirada que sabía tal vez lo sorprendía hablo, cargando su voz de ironía. ¿Quién sabe? Ella no recordaba su antigua voz y estaba segura que ya no tenía el mismo tono agudo y brillante.

—¿Así recibes a tu antigua Master?

Cuestionó, dejándose ver a la vista de su antiguo servant, si, no había cambiado nada para ella y sus ojos seguían siendo los mismos que al final de la guerra. Ocasionando que apriete los labios, el tarado la dejo creer que realmente había desaparecido. Pronto se vengaría de él...

—Me harás llorar si no me recuerdas —ironica, si. ¿Dramática? También.

Iluminó la instancia con ayuda de una de sus joyas, dando un brillo rojizo a todos lados. Mostrándose bien a espíritu heroico. Sonrío burlona, sus labios pintados de rojo algo que nunca haría antes y su mirada ya no era cálida.

Con un gesto de disgusto, el peliazul miró la estructura abandonada. Para ser lo que comúnmente se denomina como un "monstruo de mazmorra", Rimuru Tempest estaba demasiado acostumbrado a rodearse de todo lujo que llamase su atención. Es por tanto, comprensible, que un sitio tan desagradable le cause un rechazo profundo, si no es que deseos de quemar la estructura y hacerle así un favor en sus últimos años de agonía. Sin embargo, había ido ahí por una razón, y más remedio no le quedó sino entrar al sitio y a continuación atestiguar una saga de verborreas aburridas de un sujeto aburrido por el que menos respeto sería imposible guardar para él.

– Es curioso que lo digas –El Rey Demonio alzó la voz seguidamente del espíritu heroico, con el habitual tono de voz pícaro e infantil que le caracterizaba– Honestamente yo sí quiero té. Así que, con su permiso.

El peliazul apuntó la mano a un lado, condensando energía en una clase de esfera de color claro y frío que recordaba a los cabellos del propio demonio. En un instante, aquel orbe de cristal comenzó a emanar un aura gélida a la par que comenzaba a tomar forma. El hielo y la luz adquirían poco a poco la forma de finas curvas, de piel blanca como la nieve y suave como la seda, y finalmente viéndose revestida de lo que parecían prendas de algodón en un estilo sensual, pero tradicional.



La criatura estaba hecha completamente de nieve y hielo, por más que pareciera lo contrario. La fémina escultura, que irradiaba una luz capaz de dar plena visibilidad en toda la sala y que era manipulada por el demonio de forma tan perfecta que parecía tener vida propia, procedió a crear en sus manos una bandeja cristalina y seis hermosas tazas de hielo, cada cual sorprendentemente tenía un líquido hirviendo en su interior. Sin emitir un solo ruido, la kitsune de hielo entregó una taza al demonio, quien la sujetó con una suave sonrisa, y a continuación procedió la marioneta a hacer una reverencia y después posicionarse al lado del demonio, como un mayordomo lo haría. El slime, con una sonrisa burlona, simplemente bebió un sorbo a la taza de hielo, tomando así un poco de té verde.

– Está delicioso ¿no quieren un poco?~

La verdad es que al demonio poco le importaba la situación actual. Si había asistido al encuentro era meramente porque Rin quería ir y Rimuru no tenía absolutamente nada mejor que hacer (pues los mangas se le habían terminado antes de lo previsto). Por tanto, consideró divertido acompañar a una compañera de escuela y ver qué es lo que Archer, el "bastardo de Asgard sin bando fijo", como el slime lo consideraba, tenía para decir. Pocas cosas podían lograr atrapar la atención del limo como lo hacían las golosinas, el manga y la posibilidad de comerse a alguien para conseguir sus habilidades. Si ninguna de las tres estaba en la lista, lo más probable es que abandonase aquel lúgubre y lamentable sitio sin más.

– No digas estupideces. Todo el que vino lo hizo dando por hecho que vas a decir algo al menos mínimamente interesante. Habla ya, que mañana sale el siguiente tomo de Magical Thief Karin y quiero ser el primero en comprarlo.

Se limitó a observar muy apenas a su antigua aliada y ama, pues tenía pocos recuerdos que se preservaron en su mente y eran poco visibles en cuanto intentaba saber que ocurrió después de aquella guerra... Así que no le quedaba más que omitir mención alguna de ese pasado, y hacerse el desatendido.
En ese momento frunció el ceño, su cabeza no le servía de nada y mucho menos ahora teniendo la frente suyo.

» Mimada, egocéntrica y melodramática
como siempre... Nunca cambiarás, ¿Cierto? «
Fue su pensamiento tras la última oración de la castaña; no parecía ofendido de sus palabras ni mucho menos ante el alardeo del comportamiento de Rimuru, solo se mantuvo neutral hasta que finalmente terminaron ambos sus actos frente suyo.

— ¿Tanta prisa tienes? La puerta está justamente detrás tuyo, si deseas. — Aunque sus clásicas "bromas" desagradables se mantuvieron, era imposible que tuviese miedo por su propio carácter insolente y más ante uno de los más poderosos de Asgard, no tiene nada que perder ahora así que la muerte no sonaba tan descabellada.

— De alguna forma tampoco dispongo de mucho tiempo, no lo sé. — Reclamó en defensa ante tanto lío, segundos después tomó su bolsillo que se hallaba rodeándolo de su cintura y sacó de su interior su cantimplora y un pan, sus energías eran bajas así que solo podía "mantenerlas" así, no sin antes de estirar dicho alimento hacia Rin en forma de ofrecimiento o incluso aventarlo hacia ella para que comiese, lo que fuera primero.

— Trace On. — Lo mencionó en un tono apenas oyente al oído ajeno, extendió su mano diestra al frente y al cabo de unos segundos una pequeña luz azul iluminó su palma, proyectando al instante una bala de pequeño tamaño.

— Bueno, esto es el motivo del porque están acá. — La pasó hacia Rin, obviamente debía explicar dicho producto ya que al parecer no tenía mucha relevancia el simplemente tenerlo así sin más.

— He estado investigando a un sujeto que produce y vende este proyectil a mediocres, aunque no parezca del todo atractivo en seguir a un hombre constantemente... Después de estar tanto tiempo detrás de él, descubrí que ocasiona la pérdida de poderes de forma temporal o definitiva en su víctima.
Su base está repleta de seguridad por "simios" de gran tamaño, no sé que habilidades poseen pero no parecen amigables, está vigilada las 24 hrs y no hay horario definido en su hora de entrada y salida. — Suspiró, no parece agradarle dicho producto desde un inicio, así que no le quedaba de otra más que encargarle dicho evento a otros, no le interesaba lo que sucediese después.

— De alguna forma sé que estarán interesados en esta porquería, lo que hagan con esta información recae en ustedes, a mí no me metan en sus líos.
¿Y bien? ¿Quieren saber más o así les importa poco aún? —

—La verdad yo sí quiero un poco de té. Espero tengas de frutos rojos o de vainilla. Aunque sí pudiera pedirte una bebida que sea mejor un frappé o un chocolate caliente con malvaviscos.

Pidió, tomando una de las tazas que estaban hechas con la magia de su acompañante, dando un sentimiento cortes a la Kitsuné a pesar de no saber sí está tenía sentimientos o algo. Para ella parecía una creación de Rimuru, pero no podría asegurarlo con total exactitud. Y con un suave movimiento de tu mano transmuto el líquido cálido de la taza para uno casi congelado, de color café oscuro y un olor suave a café.

"No hay nada mejor que un frappé".

Pensó satisfecha, bebiendo un poco del líquido y degustando el sabor amargo del café, el chocolate y por lo más débil de la azúcar. Agregando pequeñas chispas de chocolate en este y que a ella personalmente le encantaban.

—No te desesperes Rimuru, es obvio a lo que venimos y ya sabes que no perderemos mucho tiempo en este lugar. Cuando nos vayamos podremos ir a comer algunas golosinas, o alguna nieve. ¡Incluso alguna crepa con otro frappé y nieve encima de los dos!

Sí, en ese momento no se veía tan "villanesca" cómo debería, pero realmente le gustaban los frappes, crepas, golosinas y el helado. Le agregaba la dulzura en un sabor amargo, y eso le gustaba a ella. Además de combinarlos era lo más rico que su paladar podía comer durante el postre.

—No gracias.

Declinó la oferta de comida de Archer, ahora podía ver como es que se mantenía aún sin un Master al que servir que le proporcionará mana. Una verdadera pena pues podría decir que eso lo hacía un poco más débil de lo que fue hace más de un año durante la guerra. Pero bueno, era demasiado orgulloso como para ver una solución que a su parecer sólo era una: regresar a ser su servant y por ende, regresar a Asgard.

"Así que esto estamos buscando, oh, realmente puede llegar a ser interesante y peligrosa esta cosita".

Dió vueltas la bala con una mano mientras daba un sorbo a su frappé, analizando un poco la bala y encontrando algunos materiales de la cual estaba hecha. Para ser una réplica tenía una buena cantidad de mana, parecía ser que no estaba tan débil su antiguo servant.

—Normalmente no sueltas la sopa tan rápido Archer, me sorprende que des información tan fácil de algo que sabes será peligroso en manos de nosotros los villanos. Porque no eres una paloma blanca, sabes que las usaremos y modificaremos, no cómo los de Legacy.

Terminó de beber su frappé, lamiendo los rastros de chocolate y café de sus labios para pasear por la habitación, aburrida. No era divertido sí la víctima revelaba todo lo que necesitaban a la primera. Así que realizó un mínimo puchero de decepción, de espaldas a los dos presentes.

—Cuéntanos más, me ha interesado tu información.

Decidió, volteandolo a ver sería y sin diversión o burla en sus ojos. Mientras regresaba a un lado de Rimuru y tomaba otra tasa para hacer lo mismo que con la primera y beber un sorbo.

— ¿Aún no has abierto tu mente?
Con esto me has demostrando que sigue manteniendo el tamaño de una nuez, Tohsaka. — Soltó una risa sarcástica, no pudo contenerla.
Finalmente la "gracia" lo alcanzó en ese momento ante la actuación de la chica, era claro que el intento de intimidación ente ambos no tenía efecto contra él.

— Efectivamente, pequeña y cerrada como es costumbre. —

Bajó la capucha que le cubría su rostro, finalmente hizo visible delante de ellos la herida en su ojo izquierdo, una señal de advertencia de lo que se enfrentarían.
Llevaría consigo esa "cicatriz" de forma permanente, pues había tratado de curarse tiempo atrás lo cual no le fue efectivo.
Aunque no se trata de cualquiera, si no más bien de una marca tono carmín que abarca desde la línea inferior de la pestaña , pómulo y al nivel del mentón de su rostro.

— Me cuesta admitirlo, pero estás en lo correcto. ¿Debería darte una estrellita dorada? — Simuló estar vacilando, como si no tuviera la respuesta en aquel momento ante las exigencias que le puso la voz fémina.

— Lo sé perfectamente, no dudo de las capacidades de ambas partes y de lo que puede conllevar todo esto si deciden actuar, es una arma de doble filo.— Encogió sus hombros mostrando finalmente que no sabía ni siquiera el por qué lo hacia , es más, no parecía importarle si él mismo derrochaba tanta sinceridad en cuanto a la información sobre el asunto.

— Mi pago por hacer esto será disfrutar de la función que se hará después, una guerra por un artefacto que puede dañar incluso a un Espíritu.
Quizá solo así sabré cuál bando es el verdadero ganador.
¿Lo recuerdas, no? Siempre iré en el lado que me lo otorgue, y no sé hasta el momento quién sea digno de hacerlo.
No son los únicos interesados en esto, yo no tomo postura a favor de nadie más que la mía. —

Su misión y objetivo habían sido elaborados con éxito, oh bueno, el primer paso. Infiltrarse en Asgard fue lo menos complicado, y con ayuda de fuentes, pudo ocultar todo el registro que hablaba sobre ella. No habían rastros que dijeran sobre su historia en Fairy Tail, y mucho menos en Legacy, había planeado con sumo cuidado su entrada a Asgard. Para eso, cambió drásticamente su forma de vestir, volviendo a hacerlo como lo hacía de pequeña. Algo más gótico, volviendo a aceptar su apodo, "La demonio", metiéndole miedo a muchos habitantes de distintos pueblos, sobre su maldición, y el demonio que la "poseía".

Muchos se preguntarian, ¿dónde quedó la amable Mirajane? Bueno, esa Mirajane seguía ahí, siendo opacada por la chica que fue discriminada luego de salvar a su pueblo. ¿Porqué lo hacía? Ella tenía un motivo claro para ponerse en riesgo de esa manera, sus dos hermanos menores. Ellos ya habían sufrido por la maldición que había recibido en su infancia, por lo que, está vez, tomando la iniciativa decidió jugarse la vida para que ellos no corrieran peligro. Haría lo que fuera por ellos. Trataría de terminar todo eso lo más pronto posible, para que ellos puedan descansar en paz de tantos problemas.

Ese día, se enteró de que dos miembros de Asgard se reunirían en un lugar, y se ofreció a ir con ellos, claro, sólo iba para ser testigo de cualquier mal. Pero, dejó que ellos se adelantaran, y por su lado, avisó personalmente a Legacy, usando su magia de transformación para imitar la apariencia de una chica que vio en el camino. Legacy iba a enviar una chica para ser representante de esa academia, sin embargo, la llegada de aquella heroína no era secreto para ciertas personas.

- Hey hey, ya llegué. -

Su silueta se hizo clara delante de los presentes, y una sonrisa en sus labios demostraba su confianza. Llevaba su cabello blanco atado en una coleta alta, y su vestuario, era unos simples pantalones negros, una camisa del mismo color, con escote en la espalda y unos zapatos bajos oscuros. Ignoró a uno de los presentes y caminó hasta llegar a sus dos "compañeros", y guardó silencio hasta que se dignó a hablar.

- ¿Un artefacto capaz de dañar a cualquiera? Eso no debería existir en primer lugar... -

Su brazo derecho se recargaba al izquierdo, mientras que su mano sujetaba su propio mentón, pensativa, analizando lo poco que alcanzó a escuchar.
Sabía que alguien estaba a minutos de llegar, sólo debía esperar, y esto se pondría realmente interesante.

"Tantos sucesos la tenían hecha un lío, y aunque siempre cumpliera con su objetivo, siempre terminaba agotada por el gasto de su energía vital. "¿Porqué no se comportan bien? Me ahorrarían mucho trabajo..." pensaba mientras que un suspiro pesado salía de sus labios, estaba en su habitación, con su traje de heroína".

¡Ja! Eso fue hace poco y ya quería volver a esos momentos, nuevamente, debía salir para arreglar unos asuntos, que se le fueron encargados... Nuevamente, Chisaki les estaba dando problemas. Juraba que cuando lo viera, lo mandaría a volar por haberle hecho daño a una pequeña niña, y por haber dañado el don de uno de sus amigos, no, por haberle tocado. Desde ese día, trataba de pasar el mayor tiempo posible con Tamaki, no dejaría que le hicieran daño a él, no a él.

Incluso la ubicación del lugar exacto en el que tenía que llegar le habían dado, y apenas estuvo en el exterior, hizo uso de su don, expulsando ondas por las plantas de sus pies y así, elevarse en el aire. Volando, no le tomaría mucho tiempo, y se aseguraría de llegar lo más pronto posible.

Y así lo hizo, no tardó mucho en llegar, pero se detuvo, ocultandose un poco. Una chica desconocida para ella estaba entrando al mismo lugar a donde ella debía hacerlo, gracias a ello, decidió esperar un poco, manteniéndose a raya. Así se mantuvo por pocos minutos, hasta que su curiosidad le ganó y no pudo contenerse más. Se acercó aún más a la entrada, a poca velocidad, dejando un rastro de sus ondas por donde pasaba, hasta que nuevamente tocó el suelo, y caminó con cuidado hacia aquel desagradable lugar... Era extraño, estaba muy descuidado.

A medida de que se iba acercando, las voces se hacían más claras, logrando detectar el género de quien hablaba; una mujer. Respiró hondo, y una sonrisa decidida se formó en sus labios, y se lanzó a su deber. Entró al lugar con paso lento, observando el entorno descuidado del lugar, hasta que su mirada se topó con otras personas, reconociendo a un par de personas. Inmediatamente se alarmó y extendió sus brazos hacia ellos, dispuesta a hacer uso de su don si debía hacerlo. Ellos dos habían causado problemas, claro que se pondría a la defensiva.

- Qué hacen ustedes dos aquí? -

Incluso ignoró a la mujer que había visto antes, y al otro misterioso sujeto... Aunque no los perdía de vista.

El rostro del Rey Demonio se tornó en uno de fastidio al escuchar el comentario del espíritu heroico. No era para menos, claro. Que un ser que el limo consideraba inferior se atreviese a hacer un comentario tan molesto era motivo suficiente para calcinarlo ahí mismo. Y de hecho, como si sus actos fueran tan rápidos como sus pensamientos, el limo ya tenía en sus manos su clásico mechero de bolsillo que, de ley, era un preludio a una llamarada certera. Sin embargo, antes de que encendiera el artefacto y pasara a reducir a cenizas el sitio y con él al molesto arquero, el demonio alcanzó a ver algo que detuvo su impulsividad y que no era otra cosa sino una bala. Una con un aspecto bastante inusual.

« Detalles, ahora »

« Solución: El objeto es un dardo que contiene una droga hecha a partir de células del individuo "Eri", cuya función consiste en... »

« Ya. Inhibir las habilidades del objetivo. Maldición, justo lo que me temía... ¿No bastó con eliminar a la mocosa? »

Contrario a lo que otros pensarían, aquella arma resultaba en un serio inconveniente para el limo. Por supuesto, sus habilidades residían en su alma, y siempre podría digerir y asimilar el "veneno" de aquella bala tan pronto como entrase en su cuerpo si alguien tenía la osadía de usarlo en su contra. También era cierto que podría neutralizar a cualquier enemigo con ella, pero ese era el problema en sí mismo. Eliminar habilidades era un completo desperdicio para alguien que las deseaba todas para sí mismo. Ese había sido el principal objetivo de capturar y asesinar a la niña que no podía controlar sus habilidades: evitar cualquier forma que existiera de eliminar habilidades útiles.

– ¡Esperen, esperen! –El demonio se metió en la conversación de la chica y su ex-servant– Definitivamente esa basura no puede llegar a manos de nadie, ni legaciano ni asgardiano. Eso sería como retroceder en el tiempo. Sería convertirnos los unos a los otros en la misma escoria común y corriente que camina por las calles. Además, me dejan sin fuente de alimento. ¡Iremos a donde está ese hijo de perra y haremos cenizas el sitio entero! ¡No quedará ni un solo registro de esta estupidez! ¡No aceptaré que Rin se quede sin circuitos por una estupidez tan absurda o que de la noche a la mañana tengamos un Dabi que no puede prender ni la estufa!

En eso estaba el Rey Demonio cuando escuchó la voz de otro de sus compañeros. En esta ocasión se trataba de Mirajane, una nueva integrante de Asgard que había pedido inscribirse por cuenta propia. El slime no podía obtener datos de ella con su habilidad de analizar, por lo que era claro que la chica ocultaba algún secreto. Sin embargo, aún no se sabía nada de sus intenciones, por lo cual el limo la dejaría a su aire mientras no perjudicase directamente a Asgard. Además, no podía negarlo, aquella le parecía interesante de una forma que no podía explicar. No poder saber absolutamente nada de ella le parecía algo misterioso y fascinante, como si la chica fuera un personaje de manga.

– Ohayou, Mira-chan~ Anda, pasa. Estás en tu casa –Dijo con un tono de ironía, a la par que la kitsune de hielo que había creado se dirigía a la recién llegada peliblanca y le ofrecía una taza de té– ¿Ven? Ella me entiende. Esa porquería no debería estar en este mundo siquiera.

Entró entonces una última visita, más inesperada que las anteriores. De todos los personajes de Legacy que el slime pudo esperar que asistiesen a una reunión convocada por un espíritu heroico, era Nejire Hadou la única que probablemente no se esperaba. La chica que había sido secuestrada como muchos otros legacianos en el pasado durante los vandálicos actos de Asgard estaba ahí parada, quedando estupefacta al cruzar miradas con los que habían secuestrado a aquel pueblo y tratádolo como a simple ganado o provisiones sin propósito fijo. Si aquella no había muerto era probablemente solo porque el limo encontraba aburrida su habilidad, y porque el demonio es un ojoalegre sin remedio que encontraba atractiva a la heroína. En sus propias palabras "sería un desperdicio matar a una chica tan guapa".

– Oigan, oigan –Mencionó con un tono pícaro al ver a la legaciana ponerse a la defensiva– ¿Ya les había contado lo deliciosas que son las niñas peliblancas? El sabor de su carne es el mejor. Sobre todo cuando derraman lágrimas de desesperación al ver que su heroína no puede salvarlas~

—Por el contrario Archer, he abierto más mi mente y entiendo mejores cosas que antes no lo hacía.

Alzó una ceja, realmente en otro tiempo se hubiera enojado por los comentarios, pero ya no era aquella chica voluble que invoco a un servant por primera vez y gasto un sello de comando en medio del enojo de ser subestimada. Aún no le gustaba, pero comprendía que en palabras de Rimuru, un traidor sin bando no podía hablar sobre algo de ella o de sus desiciones.

—Te estás engañando a ti mismo Archer, ambos sabemos que no siempre te vas al bando ganador… pero, sí ese crees que es tu pago por está información entonces no te entrometas en el resultado, no dudaré en herirte con está cosa y demostrar que tan útil es.

La amenaza fue directa, mientras jugaba con la bala pasándola de una mano a otra, observando el rostro demacrado de su antiguo servant y dejando una mirada analítica ante la cicatriz que surcaba el lado izquierdo del rostro moreno, para unos sería algo grotesco pero ella creía muy bien que tal vez se la había ganado a pulso, eso no le hubiera pasado sí se quedaba en Asgard. Pero terco tenía que ser el counter guardian.

—Oh~ buenas tardes Mirajane. Es bueno saber que te nos unes y que has aceptado mi invitación de venir.

La volteo a ver, la peliblanca era una nueva recluta de Asgard, no tenía mucho de que se unió así que no podía dar alguna opinión sobre la chica. Debidamente decisión mantener una relación de compañeras, en fin de cuentas había algo que le advertía que era una chica poderosa y prefería no estar en su lista negra. Aunque más que nada el que no haya negativas de Rimuru con la chica le hizo una opinión neutral de está.

"Alguien se acerca… "

Una mueca adorno sus labios pintados, esa sensación de alguien acercandose a su perímetro que había establecido era familiar, bien, lo dejaría acercarse, en fin de cuentas había tres personas de Asgard en esa habitación. Quitó la mueca, una sonrisa divertida remplazando la otra y con un rápido movimiento bebiendo lo que quedaba de su segundo frappé, para repetir el lamer sus labios quitando los rastros de la sustancia.

—Mmm… ¿ya conocías estos efectos Rimuru? ¿De qué está hecho está cosa?

Pregunto, curiosa, dejando la taza en la bandeja definitivamente cruzando sus brazos, mil ideas rondando su mente. Como poder modificar el dardo y suavemente guardando la pequeña bolita al deslizarla en sus mangas, apoyándose de su mana para moverla hasta un bolsillo interno de su chaqueta, todo con la intención de estudiar después ese artefacto. Rimuru había dicho que afectaba los "poderes" de las personas, en ese caso, ¿podía revertir eso y conseguir lo contrario? Mm, tantas posibilidades en su mente.

—¿Y quién creo esa cosa en primer lugar? Realmente no se mucho y parece que tú lo sabes Rimuru-chan, aunque también Archer, pero este último no dirá mucho más de lo que ya dijo. No por voluntad propia al menos.

Su mirada cambio de persona a la nueva acompañante, una peliblanca con tonos celestes y de ojos celestes, oh~ esto se pondría interesante. Conocía a la legaciana en cuestión debido a la infiltración que tuvieron ella y Chess, con razón le parecía familiar su od humano, su energía y mana propio.

—Este es un país libre de... ¿Hadou? Así que sólo hago mi derecho de libre tránsito, por supuesto.

Respondió la pregunta de la heroína, no haciendo movimiento alguno a pesar de la defensiva de la contraria, no tenía interés con pelear contra alguien cómo ella, no aún de todas formas. Aunque eso no evitó que soltará una risa ante el comentario de Tempest, de nuevo no comprendía a qué se refería pero la mirada de Hadou era tan divertida para ella.

"Tengo que saber esa historia definitivamente".

Ya había transcurrido un tiempo desde intento de obtener información de Asgard, un intento que fracasó debido a cierta persona…
¡Estaba frustrado! ¡Estresado! ¡Molesto! Simplemente no dejaba de sentir culpa; podría haber hecho más, ayudar a Legacy, pero no lo tenido éxito; debía admitir, que Asgard estaba moviéndose bien, y sus integrantes eran fuertes, era imposible conseguir la victoria de manera fácil.
Para despejar sus pensamientos, este decidió ir a un lugar donde luchó con su amiga Charlotte hace mucho tiempo… si bien es cierto que le traía malos recuerdos, al menos le serviría para recordar a su vieja amiga; además, quería estar un tiempo a solas, y sabía que nadie iba hacía esa zona.

Fue como entonces, decidido atravesó el bosque repleto de criaturas peligrosas, teniendo sumo cuidado de no molestarlas, mientras no hiciera un fuerte ruido seguramente no lo atacarían…
Esta era una de las partes “oscuras” de Legacy, estaba sumamente prohibido pasar por estos lares debido a los peligros que abundan; pero, si te crees lo suficientemente fuerte para estar aquí, entonces puedes ir bajo tu propio riesgo, ya que nadie evitaba que pasaras.

— Creo que era por aquí… — Murmuró
Es un poco complicado, ya que fue hace mucho que estuvo por ultima vez en estos lares; sin embargo, ya parecía poder ver desde la lejanía su destino: La mansión abandonada.
Desconocía su historia realmente… ¿Un asesinato? ¿Fantasmas? ¿Monstruos? ¡Muchas posibilidades! Pero todas desconocidas.
En fin, solo quería pasar el rato, recordar algunas cosas… tranquilizarse; nada del otro mundo.
Pero a medida que se acercaba, algo le llamó la atención…

— ¿Esas son… ¿Voces? — Se preguntó extrañado
No sabía si estaba imaginando cosas, pero juraría que escuchó varias voces, aunque no entendía lo que decían por la distancia.
Apresuró el paso y llegó en cuestión de segundos para ver desde afuera oculto en las hierbas; veía por una de las ventanas rotas a varias personas… A algunas las reconocía.

— Esos sujetos… —
El único hombre que lograba ver, se le hacía familiar, pero no recordaba bien; al igual que la chica de cabello azul y la otra de café, pero todos se le hacían desconocidos.
Realmente, la única persona que logró reconocer fue…

— Mira… —
Se sorprendió al ver a Mirajane allí y a la vez se entristeció; pues luego de haberla visto antes, sabía que ella estaba de parte de Asgard, y actualmente era su enemiga; eso quería decir que todos ellos debían ser de Asgard o eso suponía.
— 1…2…3…4…5… Hay cinco de ellos… — Susurró para si mismo
Eso sería un problema… de por si ya le era complicado tratar con Mirajane, enfrentarse a cinco…
Pero por otro lado, no podía simplemente irse, tampoco podía quedarse allí a solo escuchar aunque eso quisiera, tarde o temprano notarían su presencia si es que no lo han hecho ya.
Estaba pensando demasiado, tanto que sudaba un poco…  MALDICIÓN, tenía a cinco Asgardianos frente a él y no se le ocurría nada, que maldita broma.

— Tch… No tengo opción, no puedo irme y dejar que hagan lo que les plazca. Aunque quizás… —
No podría solo con ellos, pero quizás si causaba un gran alboroto, los de Legacy se darían cuenta aunque estuvieran lejos y podrían venir a investigar; claro que si eso no sucedía, podría terminar siendo un suicidio.
Quizás no terminarían peleando, aunque era difícil que eso no suceda; pero dudaba que ellos le dijeran lo que quería saber sin necesidad de violencia, probablemente ellos no eran de los altos mandos de Asgard, pero aún así debían saber cosas que él no.
Se había decidido, iría hacía donde estaba ellos, pero…

— No cometeré el mismo error dos veces… —
Su error contra Mirajane fue no ir con todo desde el principio, y no cometería ese mismo error, debía estar preparado para lo peor; igual sabía que con todas sus fuerzas no podría con todos ellos, pero seguía confiando en que llegarían refuerzos después.
Fue cuando entonces, el peli-negro cerró los ojos un momento; su brazo derecho al igual que el resto del cuerpo de dicho lado comenzó a oscurecerse, tornándose negro, mientras una marca blanca se hacía presente en ese brazo aunque era cubierta por la manga de su bata azulada.
Su cabello se erizó totalmente, y su expresión cambió a ser mucho más sería… Este era su seguro.
Entonces, abrió los ojos y comenzó a caminar, ya no se estaba ocultando; sus pasos comenzarían a escucharse hasta finalmente llegar a la entrada, deteniéndose y fijando su vista en las personas que se encontraban allí.

— ¿Llegué tarde a la fiesta de té? Es que perdí mi invitación… — Dijo a todos los presentes.
Sus ojos por un momento adoptaron un pequeño símbolo cristalino; estaba analizando; con ello, pudo percatarse de algo más; Mirajane no era el único demonio.
Aquella chica de cabello azulado también lo era, y tenía sangre de realeza; ¿Cómo lo sabía? La forma que está adoptando actualmente de llama Devil Slayer, una magia creada para asesinar demonios; por lo tanto, era capaz de saber quienes un demonio y también obtener un análisis del mismo con solo verlo, al igual que su magia era letal para esa raza.
Además de ello, aumentaba su fuerza física y su poder mágico, además de nuevas capacidades; por lo que no solo era útil contra demonios.
Aquel color oscuro que tenía Gray en realidad era como una piel de demonio, y la misma le protegía de las maldiciones de aquellos seres.

— Ella es un demonio con sangre real… Y todos ustedes deben ser Asgardianos, ¿no es así? —
Preguntaría con tranquilidad; si bien antes expresaba nervios y dudas, mientras estaba en esta forma su actitud cambiaba radicalmente, por lo que ahora, pese a la situación suicida en la que se encontraba y que quizás firmó su lecho de muerte, no expresaba ninguno de esos sentimientos.
Observaría a Mira por un momento, pero aún así no le dedicó ni una palabra, ella… ahora solo era un enemigo más…
— Deseo respuestas… Legacy quiere respuestas; ustedes deben ser solo peones, al igual que yo lo soy. Por lo que, no tengo intenciones de pelear si no es necesario, así que agradecería si solo se limitan a responder mis preguntas, luego me iré. ¿Quedó un poco de té? —
Preguntaría mientras el suelo, al igual que el resto de la mansión, se congeló al instante con un hielo violeta; dicho hielo, por los momentos no se ha demostrado poder derretirse, aunque si destruirse; su intención era que todos estuvieran dentro de aquella edificación congelada, ahora con las ventanas selladas por el hielo.
A pesar de estar todo congelado con aquel cero absoluto; realmente no cambiaría mucho la temperatura del interior, solo estaría un poco más frío.
Quería asegurarse de que todos permanecerían dentro… necesitaba respuestas a como de lugar… En caso de necesitar salir o dejar que alguien entre, podría deshacer el hielo a menos que lo rompiesen por fuera.

— No permitiré que continúen haciendo lo que se les plazca, Legacy ya está harto de sus abusos, se arrepentirán de haberse metido con Legacy y Fairy Tail... Entonces, ¿me dirán lo que quiero saber? — Insistió con frialdad.
Podía parecer una locura lo que estaba haciendo, encerrarse con tantos Asgardianos, pero… todo lo que hacía era por Legacy, él daría la vida por ellos al igual que por su gremio; prefería que ellos le dieran información por las buenas, pero si tenía que ser por las malas… que así fuera.

Tras la búsqueda y reclutamiento de una gran amiga de Jellal( Meredy) en la isla, el joven peli-rosa volvería a la Academia por medio de su mejor medio de transporte. Un gato azul de medio metro con dos alas blancas y un apetito voraz por el pescado, siendo el mejor amigo y compañero. Siendo el único transporte que no lo mareaba, un síntoma genético de todos los Dragons Slayers, por eso una mera una opción volver a viajar 3 horas en barco hacía la Academia. De esa forma, Happy llevaría a ambos ( Natsu y Meredy) a la entrada donde Jellal los estaría esperando con un sobre en mano.


Al aterrizar, Jellal aparta al peli-rosa y de una forma seria y fría, lee en contenido del papel. Jellal le informaria sobre la misión de infiltración de Mirajane, junto a su a su último avistamiento según algunos campesinos, lo cual según su dirección y rumbo seria a la Mansión Abandonada. Tambien se le había encomendado a Grey Full Buster ir tras Mirajane, lo curioso es que después de que obtuvieron un enfrentamiento feroz, ambos irían por caminos separados pero al evaluar sus rumbos. Ambos fueron al mismo sitió, por esa razón, se nota alguna anomalía en sus patrones por lo que enviarían al joven peli-rosa a averiguar y recaudar información.

De esta forma, parte hacía el bosque del que le había mencionado, un bosque de gran densidad y tamaño, con  árboles, plantas y los musgos frondosos. Un paraíso tropical para todo aquel que lo atraviese de dia, en la noche, el bosque se volvía tétrico y oscuro. El escenario perfecto para ser atacado o emboscado por cualquier tipo de bestia a su alrededor,  tanto que sus ojos serían como grandes faros de color rojo. El peli-rosa entraría a las entrañas del bosque, sin preocuparse, fija su mira inerte hacía el frente mientras sigue un pequeño sendero de tierra sin un final aparente. Continua caminando mientras empuña sus manos en señal de alerta, ya que aunque no le preocupaban, sabía que bajar la guardia era un error ente lo desconocido. Intentando ignorar las miradas tan fuertes como si quisieran desvestirlo, aumentando cada vez mas la tensión y la alerta que provocaba eso en el su cuerpo. Razón por la cual no se detendría, seguiria caminando aquel mientras iba lento, la altura y espesura de los arboles, no permitían el la reflexión del la luz solar en ningún momento.

De golpe se detendría al percibir un aroma conocido, indicándolo al obsrervar a los alrededores movimiendo su nariz un poco mientras una pequeña brisa recorrería su espalda.

—Este aroma....

Asi diría mientras apura el paso, siguiendo aquel rastro que lo llevaría fuera del bosque Mientras por su mene pasaba.

"Este olor, sin ninguna distinción a otros, este aroma no tiene nada en común con cualquier otro. Es como si el que lo produjo, no sudara o  hiciera ningún gasto físico y aquella brisa fría que se haría fresca en unos instantes. Este raro olor mezclado con una cierta maldad que de alguna manera se mezclaba con ese olor, que se intensifica mientras mas avanzo, incluso hay una pequeña firma de mana, este rastro de ser el de Grey......."

— Jeje, por fin te encontré nudista sin vergüenza jeje.

De esta forma mencionaría con una pequeña sonrisa en forma de media luna a su costado derecho, una risa peculiar y característica del Peli- rosa en la que demostraba su sencillez, humildad y bondad ante todo para seguir con aquel sendero que curiosamente lo llevaría a un un edificio con un estilo greco romano.

A simple vista no era mas que una edificación abandonada, un lugar deteriorado y olvidado tras los años con forma de un castillo negro. Despertando la curiosidad del joven peli-rosa mientras mas se acercaba.

"¿Qué sera lo que hay en ese lugar?, el rastro se dirige hacía allá pero,¿Realmente estará Grey allá? ¿Y será que Mirajane estará allá también?. Espero encontrar por lo menos a uno, tengo que saber el porqué del cambio de repentino de Mirajane,  Jellal menciono que al parecer su lado demonio se había desatado y por lo tanto, tomo control de su cuerpo. ¿Pero será verdad?, aquella chica dulce, alegré y valiente. ¿Se habrá dejado ganar por sus propios demonios?."

Suspira profundamente mientras caminaba, observando nada mas que el suelo que recorría, recordando su pasado en Fairy Tail y todas las aventuras que paso junto a Mira.

" Bueno.....ahora ella es considerada una amenaza para Legacy pero sigue siendo miembro de Fairy Tail. Así tenga su corazón lleno de maldad, estoy seguro que es la misma de siempre..."

Mientras ya se encontraba a solo mts de la edificación, un gran estruendo se escucharía en el interior, causando un leve temblor en la tierra, a la vez que el castillo era cubierto de hielo desde el interior. No un hielo cualquiera o eso parecía por su combinación de colores purpura con tonos azulejos mientras un gran poder mágico emanaría  desde el interior mientras el peli-rosa se mantenía inexpresivo ante lo sucedió, sonriendo cuando se había terminado.

—Sip, definitivamente ese poder es el Grey.............

— Soy un miembro de Fairy Tail es capaz de causar tal alboroto jeje.

Al terminar de decir aquellas palabras, daría un paso hacía delante, ejerciendo un poco de presión para causar un pequeño declive del suelo o un hundimiento leve. Así se impulsaría para correr a gran velocidad hacía la entrada del edificio mientras decía en voz alta.

— Tonto Grey, no te divertirás tu solo!!!!!

Sin detenerse ira de frente contra aquel muro de hielo de 2mts de ancho, sin miedo o alguna duda. Mas bien, iría emocionado y alegre, ya que le encantaba los retos o enemigos fuertes.


Estando a 2mts del muro, ejecuta un salto pequeño mientras eleva su puño derecho a la altura de su hombro, encorvando su codo hacia atrás de la espalda, cargando su brazo un un pequeño porcentaje de su fuerza mientras se mantenía en el aire. Justo al momento del descenso, utiliza tanto la parte muscular derecha de la espalda, como la de  todo su brazo para abalanzar su brazo que pasaría de estar doblado a rectó. Mantenimiendo su puño cerrado, apunta hacía el centro del muró mientras su puño en rodeado por una llama de color rojo intenso, con tonos amarillos en su interior. Tras golpear el muro, crean una mini explosión, lo suficiente como para atrabezar aquel mural y caer justo al lado de Grey. De una forma a la que muchos llamarían " Épica", siendo no mas que la clásica postura de aterrizaje de héroe ( Consiste en caer con la rodilla izquierda hacia el suelo para detener la caída mientras usaba el mismo impulso que uso para destruir solo parte del hielo de la entrada ( Creando una grieta de 2m) con su puño derecho, para golpear el suelo. Creando un impacto sonoro muy llamativo, no solo siendo una gran entrada, si no una forma de suavizar  la caída. Creando un cráter de 3.5mts mientras la temperatura del lugar cambiaba totalmente hasta los 1000°c, hecho que llenaría el lugar del impacto del vapor de agua o humo, tapando en parte la figura del peli-rosa.

—Jeje, lo siento por llegar tarde, no me llego la invitan jeje....


De esta forma se levanta lentamente del suelo mientras su expresión facial se tornaba sería o enojada, marcándose una vena en forma de "Y". Dirigiendo su mirada hacia la primera persona que vería, la cual habría reconocido, no solo por su poder mágico. Si no por su olor y aspecto, esa persona seria Mirajane casualmente. Aunque no sabia si era o no enemiga, de igual manera no sería suave ni con ella, ni con nadie en ese lugar.
Aunque se encontraba confuso ante la situación, se mantenía guardia abajo pero empuñando ambos puños, emanando la temperatura ya mencionada

*Cabe destacar que al destruir el muro, fue mas que todo por su poder destructivo, ya que ese hielo incluso es capaz de congelar el fuego y aún no se podido derretir ante ningún fuego, solo destruir.

— Últimamente te es demasiado fácil abrir la boca sin tener pruebas, ¿no lo crees, Rin? — Contestó de vuelta a la chica del bando asgardiano, no se mordería la lengua ante revelar su forma de pensar hacia ella. Era claro que detonaba un enojo, ira, rencor… ¿Sin motivo alguno? Aparentemente, aunque ambos en el fondo sabían la antigua historia que compartían durante la guerra del Santo Grial, historia que Archer detestaba con todo su podrido corazón.

Habían transcurrido muchos años desde la última vez que le vio; por lo que Tohsaka es la persona menos indicada de hablar sobre lo que pensaba, que deseaba hacer y sus objetivos actualmente. Mucho menos estando en un asqueroso bando como lo es Asgard.

— ¿Tan rápido desean iniciar una guerra? Pensé que Legacy ocuparía una postura más… Madura, supongo. — Una expresión de asco se reflejó en él en cuanto a la llegada de los aclamados “héroes”, por consiguiente, solo movió su cabeza en signo de negación ante el espectáculo que se estaría por formar delante suyo. Empezó a recitar en voz baja de una forma que apenas podía ser percibida por el resto.  

“I am the bone of my sword
Steel is my body and fire is my blood
I have created over a thousand blades…”

— Pueden entretenerse con esto por ahora. — Colocó sus palmas ligeramente cerca de su espalda baja en donde haría creación de una versión más pequeña de sus espadas favoritas: Bakuya y Kanshou, un par de afiladas armas que se atraen como imán en representación del Ying y Yang. Creadas sin ningún espíritu de lucha para derrotar a los demás ni como espíritu competitivo para vencer a otras armas, su objetivo dentro de estos momentos: Mantener el control de la situación. Así que sin más las lanzó a pocos milímetros de los pies de Rin, no buscaba lastimarla ni asimilar, sin embargo, guiñó de forma burlona solo para alertarla de lo que haría a continuación. Seguía con dicho “canto”.



“Unknown to Death,
Nor known to Life.
Have withstood pain to create
Many weapons”

Dentro de un lapso de 3 segundos haría la creación de 4 pares más de sus espadas, las cuales nuevamente lanzaría al suelo de forma distribuida y cada una se separaría del resto máximo a un 1 metro de distancia; con ello abarcaría toda la habitación donde están los presentes, manifestadas con un pequeño rayo cargado de mana con tal de dar la imagen dicha separación ya mencionada. No podrían ser removidas tan fácilmente, ya que con el mínimo roce en alguna parte de las armas o sus líneas “imaginarias”, detonaría en una explosión con fuego y acido fluorhídrico ¿?  

Si bien se sabe que quiere provocar una guerra, aún no era momento de. Ya que debía darle tiempo a “x” cosa de prepararse antes de un conflicto, cubriendo y mejorando hasta la más mínima imperfección de sus planes. Por lo que prolongarlo le sería menos difícil conforme ellos pasen los minutos dentro de ese lugar pues no muy lejos de, se hallaba una pequeña sorpresa para todos, su demora la desconoce del todo, solo él sabe que tiene que hallar alguna forma de distraerlos.    

— Bien, juguemos. —
Extendió su mano diestra al frente, casi al nivel de su mandíbula, cerró sus ojos y exhaló de forma profunda, finalizando la llamada de su última carta bajo su manga.  

“Yet, those hands will never hold anything
So as I pray, Unlimited Blade Works.”

La ilusión de un fuego les rodearía completamente ya sea en sus mismos pies u hombros, no hay lugar específico donde este fuese creado o manifestado y lo único que ellos podían saber en ese momento es que dicho no producía calor alguno. Además, una luz deslumbrante se hizo presente en ese momento (velocidad 299.792,458 km/s) llenando la visión de cualquier tercero, pues su brillo solo produciría una ceguera momentánea.

En cuanto se abriera los ojos, se presenta un extenso desierto abierto y estéril con engranajes girando en cielo como si se tratase de un atardecer; un reino de escombros repleto de un numero incontable de espadas clavadas en el suelo que marcan lo desolado del sitio. Este mundo representa a Emiya al borde de su muerte, un reflejo de su interior y las experiencias que tuvo en vida tras muchas traiciones, incluso por sus mismos ideales.



— Mi mundo, mis reglas. — Proclamó con voz grave, además de desafiante.
Movería algunas de sus espadas (algo así como lo que hace Gilgamesh con sus tesoros) y apuntaría hacia todos estas estarían separadas a diferentes alturas del suelo (creando una especie de domo semicircular) dejando apenas aberturas de unos 10 cm de separación entre cada una, si dichas armas eran removidas o incluso esquivadas en algún momento serian reemplazadas por una nueva en menos de un parpadeo y lanzadas una tras otra por “el atacante” (a Archer no, obviamente, hago referencia a quien toque, las golpee o incluso esquive(¿?).

— Tanto los amados héroes como los odiados villanos, no intenten nada estúpido o aquí será el final de su historia... En especial tú, Rey Demonio, de lo contrario, Tohsaka lo pagará.  —
Sonrió burlonamente ante ese acto, era claro que el arquero no estaba con rodeos desde un inicio. Nuevamente hizo una proyección, pero no de espadas… Ahora, ¿unas pistolas? Similares a las espadas gemelas que presentó al inicio. Así mismo unas cuantas armas blancas que rodeaban a todos, también se volverían proyectiles que en su mayoría apunto a Rimuru, Gray y Natsu (escopetas, rifles, pistolas, etc… Una variedad sin fin) cargadas de las balas que creó su actual Master: Kai Chisaki.  

— Si se tomaron la molestia de escucharme antes, saben que están en riesgo de perder sus poderes, habilidades y demás durante largo tiempo. — Pausó unos segundos hasta enfocar su mirada hacia aquel poderoso ser, temía un poco por sus capacidades, pero Archer no podría mostrar debilidad ante un conflicto que el mismo dio inició.

— Tu sabes la capacidad de estas cosas, no estoy aquí para pelear contigo o con ellos… Se supone que voy a “vigilar” que jueguen limpiamente o habrá sanción para todos. No creo que sea conveniente perder o manchar tu título en tratar de matar a un falso como yo, ¿cierto? No pierdas tu tiempo, no lo vale. — Reveló por ultimo después de un pesado suspiro, se sentó en la cima de aquella colina mientras aún sostenía en mano sobre las cuales fijaba una “triste” mirada.




— Cree todo esto por si la situación se sale control, es bueno hasta cierto punto, aunque lo acabo de llevar un poco lejos. — Retomó su clásica actitud egocéntrica y hasta seria, si se puede llamar así.  

— En el mínimo intento por matarme o es que, si lo logran, he programado la proyección de la máxima arma que aún no soy capaz de dominar… Excalibur. Si conocen su leyenda no cualquiera puede tomarla en manos, ahora imaginen la capacidad poder traerla hasta aquí, ¿un verdadero monstro, no lo creen? —

[…]

— En fin, su enemigo no soy yo dentro de estos momentos.
¿Se están olvidando a lo que veníamos para discutir? —