Dos almas puras bajo las estrellas (Aimée)

Era una noche movida, muchas personas se encontraban reunidas celebrando, pues era un día festivo así que estaban pasando un buen rato.
Música, comida, pirotecnia, decorativos... básicamente un gran festival, así que aunque ya era media noche, una hora donde normalmente las personas ya estaban durmiendo, las calles seguían repletas por ser una ocasión especial... Hasta los niños se encontraban correteando por allí.
Se podría pensar que estaban celebrando un año nuevo, pero no era así...

Pero fuera de todas esas luces y festejos, aunque no fuera visible... había alguien en "la oscuridad" que los estaba observando desde arriba; no desde el firmamento, si no específicamente, desde la azotea de un edificio.
Solamente una pequeña luz producida por un bombillo iluminaba ese lugar cuadrado, el cual se encontraba a muchos metros de altura; ciertamente, si alguien se cayera de allí moriría, pero habían unos barrotes que rodeaban la azotea, para evitar "accidentes".

¿Quien era este hombre exactamente? Un joven llamado Gray, que proviene de la academia Legacy, aunque ahora mismo estaba algo lejos de ella, se encontraba en la ciudad, solamente observando encima del edificio como las personas se divertían.
Se encontraba apoyando ambos brazos en aquellas cercas, tenía una vista increíble... Todos se veían tan diminutos desde allí, algo gracioso realmente; no lograba escuchar la música incluso.

A diferencia de la parte baja, donde estaba Gray había mucho silencio, no hay nadie más a parte de él, y bueno... eso es lo que precisamente buscaba en este momento...

Paz

Él era alguien que sabía divertirse y tiene buen sentido del humor, pero en este momento solo quería relajarse, tener un tiempo distanciado de todo... De los problemas de Legacy, de la guerra contra Asgard, todas aquellas cosas que le generaban estrés, ya que para él... este era un día especial, pero no por las mismas razones que el resto de personas, y tampoco era una buena fecha para él realmente.
Sin embargo, le gustaba ver como la gente... "vivía", como simplemente disfrutan, se divierten, pasan una buena noche... Quería proteger eso, deseaba que estos días no desaparecieran, y para ello sabía que Asgard tenía que caer o sería el fin de esos momentos...

— .... —
El pelinegro permanecía en silencio, y con una expresión algo neutral; el viento causaba movimiento en su chaqueta negra de invierno, la cual tenía por dentro una franela roja.
Aunque el ambiente estaba frío allí arriba, realmente no tiene frío, no por el ropaje... si no por ser un mago de hielo, está acostumbrado a ese ambiente.
Le agradaba estar aquí pese a todo, ya que era un lugar muy bueno para conseguir el tan ansiado momento de paz que desea, cosa que no podría obtener estando rodeando de gente; y debido a que era una festividad, era permitido el paso de cualquiera a la azotea del edificio, si nadie lo hacía es simplemente porque ninguno estaba interesado en subir.

Dejó de mirar hacía abajo y fijó sus ojos negros al cielo; logró verlo... puntos que muchos podrían considerar hermosas, incluyéndole... allí estaban ellas...

Estrellas

Bellas constelaciones que se formaban en el cielo estrellado, junto a una luna llena que iluminaba el lugar con aquella "cálida" luz que emitía; quizás quienes celebraban no lo habrían notado, y tampoco tendrían una vista tan bella como la que la azotea le brindaba.
— Creo que si es una noche especial después de todo... Ha pasado tiempo... Ur... —
Murmuraría con cierto tono de nostalgia; ciertamente el tiempo no perdona a nadie, y transcurre más rápido de lo que podría imaginar... simplemente algunas cosas suceden y luego no hay explicación del por qué.

Por ahora, estaba atrapado, no dejaba de mirar los astros... quizás con algo de suerte, pronto podría ver una estrella fugaz, nunca había visto una, sería una experiencia agradable; y todo podría ocurrir en esta noche, que podría considerarse...

Una noche mágica

Aún buscaba adaptarse a la actualidad, despertó de un letargo que duró siglos. Lleva un par de meses descubriendo cosas nuevas, viendo las tradiciones y culturas que han surgido con el paso de los años, Aimée era una joven solitaria, pero muy amable y gentil. Soñadora, dulce, de carácter tanto blando como fuerte en los momentos críticos.
De rubia cabellera y una angelical mirada, observó el entorno nocturno tan encantador y lleno de vida a su vez, era tan precioso que podría quedarse ahí por largas horas viendo a la gente convivir y disfrutar de aquel agradable momento. No obstante, es incapaz de acercarse con facilidad hacia las personas puesto que siente algo de temor, eso iría cambiando con el tiempo si alguien le hace sentir cómoda.
Las luces, las risas sinceras y el delicioso aroma de la comida le provocan sonreír en la discreción donde ella se encuentra, oculta entre un roble adornado con linternas y un pequeño arbusto, juega sutilmente con su propio pelo sin apartar la vista del frente suyo. Le trae nostalgia, dulces recuerdos del ayer cuando tenía quienes le amaran, tanto se conmovió, que una pequeña lágrima escapó de sus ojos hasta caer al suelo.
-Y eso es lo único que queda, disfrutar del presente y recordar con cariño lo que sucedió en el pasado… como una dulce novela que tiene una segunda versión…-cerró los ojos, una ráfaga de viento acarició su melena sin brusquedad alguna. El frío llega a molestarle un poco, abrazando su propio cuerpo mientras agacha su mirar.
Es nueva en Legacy y desconoce a la mayoría de los integrantes, los pocos con los que se ha relacionado ahora son sus amigos y los aprecia un montón. Todos le han tratado con una característica amabilidad, una cálida bienvenida.
Sus manos se encuentran heladas, generó algo de fuego en sus palmas para recibir el cobijo de este. En efecto, podía manejar dicho elemento desde que tiene memoria, aunque todavía busca pulir sus habilidades y mejorar en varios aspectos. Lo primero que se cruzó con su mirada fue aquel enorme edificio, las luces están apagadas pero hay manera para ingresar.
Así fue como la pequeña joven ingresó a las instalaciones con demasiada discreción, alumbrando los oscuros pasillos con el fuego de su diestra, evita encender alguna luz para llamar la atención del resto. ¡Casi se le acaba el aliento cuando subió tantas escaleras! Por lo menos lo logró, puede percibir una extraña energía proveniente de la azotea…una presencia, no lo dudó ni un poco.
…Y no estaba equivocada después de todo, su corazón lo decía, puede sentir la nostalgia del contrario gracias a su don de empatía, donde logra sentir las emociones de otros. Tras subir y encontrarse con el a sus espaldas juntó ambas manos, es increíble como no hizo ruido en ningún momento. Las estrellas le dejaron eternecida, pues era un escenario precioso para cualquiera, sus ojos púrpuras reflejaban las mismas luego de alzar la vista en aquella dirección.

-Momentos como estos ablandan nuestro corazón, es por ello que amo tanto la noche... la luna y las estrellas saben mis más profundos deseos... mis más íntimos secretos.

La dulce voz de la muchacha se hizo presente en un murmuro.

Estaba muy concentrado en aquella vista que tenía, sin embargo, logró escuchar una pequeña voz y al mismo tiempo, sintió una energía mágica proveniente de atrás.
Por lo que de una forma rápida, se dio la vuelta apuntando la palma de su mano a lo que estuviese, poniéndose en guardia debido a la sorpresa.
Viendo lo que tenía en frente, notó que se trataba de una chica... Aún con un poco de sorpresa, comenzó a bajar su brazo, aquella reacción había sido por el asombro solamente.

— Tú... ¿Eres una maga...? —
Preguntaría; pues lograba sentir un poder mágico que provenía de ella, aunque no parecía ser malvado... Igual pese a no estar en guardia, no sería buena idea confiarse, si aquella es un mago entonces podría ser peligroso darle la espalda.
Pero aún así, si posee magia lo más seguro es que sea de la academia Legacy, pero... ¿Qué haría alguien de Legacy aquí? Estaban algo lejos.

— ¿Acaso eres de Legacy? Nunca te había visto antes...
¿Quién eres? —
Comentaría sus dudas, esperando respuesta; a simple vista, tampoco parecía tener malas intenciones... se veía como una chica normal, muchos la considerarían linda, realmente tenía un aspecto bastante "puro".
Algo de silencio se haría presente mientras analizaba a la recién llegada... Quizás estaba exagerando, por lo que dejó de estar tenso y suspiró pesadamente.

— Disculpa, creo que estoy siendo un idiota contigo...
Mi nombre es Gray, soy de Legacy. No esperaba ver a otra persona aquí, ¿por qué no estás abajo divirtiéndote? —
Estaba asumiendo que ella no era un enemigo... ya que no detectaba rastro alguno de maldad; esperaba no arrepentirse.
Luego de eso cerraría los ojos un momento, relajándose para darle la espalda, volviendo a ver aquel cielo estrellado.

— Todos se están divirtiendo... Noches como hoy no hay muchas, deberías aprovechar... —
Diría con un tono de voz bajo, pero audible; si era de Legacy, es cierto que le daría curiosidad conocerle, pero... no se sentía con muchos ánimos ahora mismo.

Aimée se puso alerta en cuanto el joven adaptó una postura de ataque, su sonrisa cálida se desvaneció mientras abría un poco más los ojos debido a la sorpresa. Ha dado un paso atrás, más no hizo la gran cosa por el momento…no lo vio necesario.

¿Una maga? No podría considerarse como tal, posiblemente una aprendiz de momento. Un pequeño suspiro de alivio escapó de sus labios al percatarse de que no estaba dispuesto a hacerle daño, a la par volvería a dibujarse un semblante sereno y agradable en su rostro

-Me encantaría serlo algún día-respondió con suma naturalidad llevándose ambas manos por detrás suyo- si te soy sincera, llevo horas vagando de aquí para allá, es una noche preciosa.

En cuanto le cuestionó acerca de Legacy esta se exaltaría un poco, tomando ciertas pausas para dejarle hablar. Casi da un brinco de la emoción, está encantada de poder relacionarse con personas de su mismo entorno, y más ahora que su presencia en la academia era relativamente nueva

-Soy Aimée Ledell, es un placer. También pertenezco a la academia Legacy… ¡De hecho, llevo tan solo un par de días!-exclamaba en medio de una breve y suave risa- todo esto es tan nuevo para mí, tan…maravilloso, ¿No es encantador que cada día haya algo nuevo que vivir?
Le dirigió la vista, logró calmar y dismuír su entusiasmo al contemplarlo pesarozo. Cuidadosamente se posicionó al lado suyo, sin invadir su espacio personal

-Y si es una noche inigualable, ¿Por qué estás aquí solo?...-musitó esperando su respuesta no rozara con lo imprudente.
Dejó la vista en el cielo nocturno una vez más

-…Bueno… al menos ahora no estamos solos-intentó ser optimista.

Tan serio, tan misterioso... ¿Qué escondía su corazón? por algún motivo tenía curiosidad de averiguar más acerca de aquel muchacho.

Oía las respuestas de ella, incluso si era una desconocida, con esa voz y la presencia que emitía, cualquiera se confiaría y pensaría que realmente está diciendo la verdad y no tiene malas intenciones... Incluso Gray, quien normalmente tiene cuidado en ese ámbito, estaba convencido.

Escuchó su nombre, y que era nueva realmente... Y como había supuesto, era de Legacy también.
Eso realmente le contentaba, conocer un nuevo aliado, y más siendo alguien tan aparentemente buena como ella, se veía entusiasta por conocer gente y aprender muchas cosas que la academia tiene para mostrar.

Por ahora no había dicho nada más, logró percatarse de que ella se posicionó a su lado y le preguntó por que estaba allí arriba...
Bueno, no quería decirle que era simplemente porque hoy quería mantenerse alejado de todos, ya que eso quizás haga que ella se sienta una molestia para él, cosa que no era verdad realmente; si bien es cierto que desea estar sólo por hoy, no podía negar que la presencia de la contraría le causaba algo de... comodidad y agrado, por decirlo de algún modo.

─ Dijiste que te llamas Aimee y que eres nueva en Legacy... ¿Cierto? ─
No era una pregunta como tal, solo quería confirmar que había escuchado bien; mientras miraba hacía abajo, viendo a las personas jugar y reír, contestó con una expresión que no mostraba felicidad ni tristeza, podría decirse que era neutral... pero denotaba algo de nostalgia.

─ Solamente tanto ruido y estar rodeado de mucha gente no es mi estilo... Pensé en que podría tener una buena vista desde aquí, ver a la gente reír y festejar, como si por un momento se olvidaran de todos los problemas que existen, y... ─ Hizo una breve pausa, mientras fijaba su vista en dos personas, se trataba de una madre regañando a su hijo por haber hecho algo malo ─ algo más hermoso que las estrellas, es poder ver la felicidad de otros ─

Se notaba muy tranquilo, pero la verdad no dejaba de tener un sentimiento de tristeza, pérdida y culpa; ambas cosas se juntaban por el hecho de que debido a su imprudencia y por no escuchar en aquel entonces, perdió a alguien importante para él; y hoy se cumplía otro año más desde que eso ocurrió.
Se alejaría un poco de aquella cerca luego de suspirar, y poder observar de cerca y con más claridad a la contraría.

Realmente, aquella era alguien que podría inspirar confianza en cualquiera... quizás incluso en aquellos que el dolor y el sufrimiento les había hecho perder la cordura.
─ Si eres nueva en Legacy, puedo mostrarte la academia, pero sería mañana, hoy ya es muy tarde y... no quiero irme de aquí aún. Luego conocerás a muchas personas, en Legacy hay gente agradable, quizás estos sean tiempos difíciles para la academia pero aún así... Creo que la pasarás bien ─
Diría, sonriendo levemente; no se sentía feliz, pero aún así, no quería hacer que el ambiente fuera pesado, además de que verdaderamente... se sentía bien estar cerca de ella, aunque no pudiese explicar el por qué.