Clase de Tecnología Avanzada: Mejor empezar por la Base [alumnos todos]

El desconocimiento generalizado que 3v4 había observado sobre la tecnología le había hecho llegar a la conclusión que lo mejor sería empezar por lo básico.

La historia de la teconología sólo conseguiría que los alumnos huyeran haciendo el moonwalker, pero hablar un poco sobre Tesla antes de pasaar a la práctica era obligado, y más contando con la primera sorpresa que tenía preparada. Al fin había coseguido montar las bobinas de Tesla y la jaula de acero estaba situada en el centro del aula, sólo faltaban los alumnos.

Fue al armario empotrado y sacó de él un granizado de limón. Se había aficionado a ellos, estaban ricos y enfriaban sus circuitos, todo eran ventajas. Luego se aposentaron, ella y los drons, encima de la jaula a la espera de la llegada de los alumnos. No sabía si acudirían muchos, teniendo en cuenta que no parecían muy interesados en el tema, pero Lady Sylvanas le había encargado esa labor y ella la iba a cumplir.

Se terminó el granizado, abrió ligeramente la boca y empezó a emitir uno de los CDs más cañeros de su memoria a buen volumen: si la tecnología no les llamaba la atención, la música lo haría.

Pese a la edad que aparentaba, misma en la que casi cualquier adolescente sabe cómo manejar un dispositivo electrónico, Artyom había decidido asistir a la clase de Eva; no tanto por necesidad de aprendizaje, sino como visita prometida de tiempo atrás. Aún podía recordar la amabilidad de la muchacha, así como su forma tan entretenida de actuar. Juraría que esos golpes asustarían al individuo que los hubiera podido recibir. Los pasos que dio hasta llegar a la puerta fueron calmados, y hasta podría decirse que silenciosos; llamar la atención era de las pocas cosas que quería. Y así, dudando ante la acción que estaba por hacer, entró al escandaloso salón donde seguramente iba a tener conflictos interiores.

Una vez dentro de la aula, y a más de interesarse en el enorme aparato que le hacía compañía, levantó la mano en forma de saludo amistoso. Sí, nuevamente se comenzó a cuestionar los motivos de su aparición en la Academia. Primero fue para salir de su patética situación, y ahora para saldar una promesa, sólo que esta vez no tenía el cabello hasta por debajo de la cintura, y tampoco tenía busto que cuidar; avanzó hacia uno de los pupitres centrales, y tomando asiento, comentó. --  ¿Le parece divertido poner música antes de comenzar? -- No era un reclamo, pero sí una forma de empezar una conversación previa a todo. Como alguien cortés, el pelirrojo todavía tenía esperanza, no así si se trataba de respetar a los demás.

Y ahí calló. Por el momento, ya no tenía mucho que decir, ni tampoco por hacer. La clase no tardaría en dar inicio, y él trataría de poner un poco de empeño, aunque su interés en ella fuera tanto como el de un gato en perseguir a un perro. Bostezó una vez; cerró los ojos después. Al final no le quedaba de otra: Iba a repetir el mismo ciclo de siempre.

Las clases por suerte eran bastante importantes en Legacy, tenían clases de computación, lo mas parecido a la tecnología que había visto por ahora en la academia, algo que lo hacia un tanto aceptable.

En teoría había oído que podrían darse eventualmente clases mas de su temática, tipo robotica y cosas aquí, algo que realmente le encantaría, pero por ahora unas clases de tecnología le serian algo ameno, como si el no hubiera estudiado por su cuenta algo de....

Un momento... ¡¿Y esa música?! así fue como se sintió atraído hacia un aula especifica, era dificil encontrar gente con sus gustos, aunque sinceramente no estaba familiarizado con ese grupo en concreto.
¡El estilo molaba! recordaba los viejos tiempos rockeros con cierto aire actual.

¿Quien habría sido su salvador? ¿quien amenizaba su día con un ambiente ideal para sus oídos cansados de los auriculares en clases de las historia mágica de los gnomos subterraneos del Handurin?

Al entrar al aula se quedo bastante sorprendido de que solo fueran 2 personas en la habitación.
Un extraño pelirrojo rondando la sala

-Heeee! hola ¡Mola la música! ¿Verdad?

Y delante de ellos en medio de la sala... una jaula metálica, y al lado... la cosita mas hermosa que hubiese visto en todos sus años de estudio de la robotica.

¡UN ANDROIDE! ¡Pedazo de profesor! ¡buena música! ¡Un droide domestico muy chulo y...!

-heee... oye se volvio a dirigir al chico pelirrojo pero sin quitarle un ojo de encima al androide- ¿donde  esta el profesor? ¿sabes si llega tarde o algo?

En su defensa, era impensable pensar que el Androide era el profesor de la clase, y en segundo lugar deseaba camelarse a un profesor orgánico que le hubiera dejado indagar bajo el chasis de la androide.
Puede sonar pervertido para un androide, pero el quería ver sus partes, como funciona que equipamientos tenia y como recargaba su energía, eran fallos muy comunes en sus propias obras, y esa genialidad de la ingeniería podía darle respuestas.

-bueno voy a prepararme...

Y a diferencia de lo normal Yer Noligma esta vez sabia de que trataria la clase, solo viendo la jaula y las torres preparadas para generar gran cantidad de energía eléctrica supo de que se trataba, todo aquello recordaba su estudio sobre el verdadero inventor de la electricidad, que poco tenia que ver con el que muchos afirmaban o recordaban.

3v4 cerró de golpe la boca al ver asomar alguien con el pelo de color fuego, esperando ver a Dya. Resultó no ser ella, pero la droide le sonrió igualmente al recién llegado y se dejó caer de la jaula, descolgándose de ella al más puro estilo mono del zoo.

El alumno tenía un algo que se le hacía familiar, posiblemente lo hubiera visto en los terrenos o por los pasillos, o lo mismo era el color de su pelo, que 3v4 no podía evitar relacionar con Dya. No encontró la cara del muchacho en ningún archivo de su memoria y los drones comunicaron encontrarse en la misma situación.

- ¿Le parece divertido poner música antes de comenzar?
- La jaula y las bobinas no parecían surtir efecto como reclamo y los humanos tienden a buscar el origen de los sonidos -explicó llanamente.

Se acercó al muchacho mirándolo con la cabeza ladeada: aunque todos los archivos de memoria indicasen lo contrario, conocía a ese humano.

La llegada del tercero en discordia hizo que 3v4 tuviera que echar mano de su control de máquinas para que los drones no bajaran de la jaula y frieran al segundo alumno por no percatarse de que 3v4 era la profesora y, lo que era peor ¡Por haber obviado su presencia!

- Heee... oye, ¿dónde está el profesor? ¿sabes si llega tarde o algo?
- Tienes a la profesora delante -repuso ella sonriendo, tras emitir una tosecilla innecesaria para alguien sin cuerdas vocales que aclarar-: soy Eva, bienvenido a mi clase. Me alegra que te guste mi selección musical, por cierto.

Los drones bajaron de encima de la jaula con deliberada lentitud y luego se metieron en su interior, la droide asintió sin dejar de sonreír y señaló la puerta abierta por la que acababan de penetrar los drones.

- Seguid a Namika y Roger, no quiero que haya electrocuciones accidentales -dijo sin dejar de sonreír-. Quedaos en el centro de la jaula, no os acerquéis a los barrotes.

Si la música no era suficiente escandalosa, el otro sujeto logró que todo su ánimo  se le viniera para abajo. Y es que realmente no sabía si él no era capaz de darse cuenta de quién era el profeso. Claro que tampoco le respondió, no haría falta si tenía a Eva encima con una mirada que parecía le estaba revisando el alma. Como era de esperar, no le dio importancia a ninguna de las acciones de los demás. Lo que sí hizo fue observar el salón con mejor detenimiento. Para ser una clase de tecnología, no parecía que fuera a ser aburrido. Asintió con la cabeza, e ignorando cualquier otra cosa, prosiguió a avanzar hacia la jaula.

-- Asombroso... -- No lo dijo por lo que estaba haciendo, sino por la actitud de la muchacha. No lo reconocía, pero parecía que quería hacerlo. Conforme caminaba, una sonrisa orgullosa se le apareció en el rostro; si ella no podía reconocerle, entonces su única preocupación iba a ser la rubia del bar; fuera de eso todo estaría tan bien como siempre.
Una vez dentro de la jaula, cruzó los brazos y se puso a pensar, más que nada en lo que estaba haciendo: Otra vez estaba en una clase ¡cuánta arrogancia se había tragado por el simple hecho de cumplir una promesa! Dejó de sonreír y esperó a que todo siguiera su curso.

En lo que correspondía al sujeto ... no tenía nada que decir; tampoco le interesaba en lo mínimo. Si tuviera que escoger y colocar a las personas de su interés en una lista, ésta estaría tan vacía como una caja de galletas de la abuela. Todos eran iguales: Seres que no le interesaban. Pensado eso, trató de poner una expresión de emoción, aunque ya se imaginaba lo que iba a suceder si le avisaron que no tocara los barrotes.

Enarco una ceja y puso gesto risueño ¿como iba a ser ella la profesora?  
Se dio cuenta de que no era ninguna broma cunado un zumbido le hizo mirar a los drones, no los había visto ahí arriba sobrevolando a la jaula y por un momento le parecieron ... poco amistosos.
Pero debió ser imaginación suya,

-Glups... -trago saliva sonoramente- Y... y yo ...Yer Noligma.

Miro significativamente al otro pelirrojo de la sala, pero o lo obvio o simplemente no quiso participar en la ronda de presentaciones.
Eso desde su punto de vista lo convirtió en un orgulloso y patetico arrogante que se negaba a amistarse con los demas, un desecho de la sociedad que le importaba una mierda el mundo y todo cuanto le rodeaba...

(Este tipo me gusta, nos parecemos bastante)

Si... en el blanco de los ojos...
Yer Noligma no hizo esperar y entro en la jaula, dio un par de saltitos para no agobiarse allí encerrado, ni que fuese una cárcel,  y intento no estar cerca de los barrotes, no obstante pronto no le importo estar allí encerrado.
Pues los drones, que tan difíciles eran de ver en medio del aire y sin parar de moverse, en cambio dentro de la jaula estaban casi al alcance de su mano.
Hacia que desviara su atención a estos mientras sacaba un cuaderno y empezaba a hacer un esquema patrón basándose en lo poco que veía de estas cosas que tan avanzadas le parecían.

-Debo suponer por todo esto que vamos a hacer el experimento de Tesla... ¿No es cierto?

Intentaba romper un poco con su error anterior y darle pie a la profesora para que diese una explicación, no es que estuviera asombrado solo de verla hablar y moverse como una persona normal.... noooo...

-no obstante veo que hay varias torres ¿debo suponer que quiere darle un toque personal al experimento?

No es que estuviera poniendo a prueba la capacidad de una maquina de imaginar y crear conceptos por si misma... noooo...

-Perdon, no quise interrumpirla, solo... va... no importa.

Sigue dibujando todo lo que puede sobre esa extraña tecnologia

3v4 entró tras los alumnos tranquilamente y cerró la jaula.

- Sí, lo que haremos tiene que ver con Tesla y sí, es uno de los múltiples experimentos que pueden hacerse utilizando su tecnología -concedió la droide tranquilamente-. El cambio en la corriente del arco eléctrico genera cambios de presión en el aire, debido a la expansión del plasma, lo cual percibimos como sonido. Veréis en primera persona lo que la gente llama "Bobinas Musicales".
>> Tuve mucho cuidado con aislar el interior de la jaula con materiales resistentes. Sin embargo, y por precaución, evitad tocar los barrotes mientras las bobinas están en funcionamiento. Es una experiencia preciosa, a menos que alguien se convierta en carne carbonizada por angustias.

Echando mano del control de máquinas, 3v4 apagó las luces del aula, dejando a los alumnos a ciegas aunque ella y los drones veían en la oscuridad. Con el aula absolutamente a oscuras, la droide activó mediante el control de máquinas los generadores que alimentaban las bobinas.



Al término de la canción, la droide apagó los generadores y encendió las luces por el mismo control de máquinas de antes. Abrió la puerta de la jaula y los invitó a salir de ella siguiendo a los drones. 3v4 fue la última en salir y cerró la jaula. Sonreía porque las cosas habían salido mejor de lo que esperaba: nadie había acabado frito.

No se quitaba de la cabeza la sensación de conocer al muchacho pelirrojo que no se había presentado, pero por mucho que forzase la mente sólo conseguía llegar a la conclusión de que le recordaba a Dya. No era procedente preguntarle en mitad de la clase, lo mismo al final de la misma le decía algo.

- Y esas son las denominadas "Bobinas Musicales". De haber habido un nivel mínimo de conocimientos tecnológicos en el colegio, podría dar un poco de tecnología avanzada, empezando por las bobinas de Tesla. Al no haberlos, empezaremos por lo básico: herramientas y medidas de seguridad.

3v4 fue a uno de los armarios, protegidos con una lámina de material aislante, sacó un baúl y lo puso en mitad del aula. Lo abrió y lo vació en el suelo.

- ¿Qué herramientas identificáis?

OFF:
Buscad por internet las 3 herramientas más rarunas que podáis, poned una imagen, el nombre y su uso. Si no encontráis una que os parezca lo bastante raruna, sois libres de crear una con photoshop, con paint o a mano alzada, ponerle nombre e inventaros el uso.
Ejemplo: Llave jdgjldakvif
(dibujito)
Sirve para calcular fracciones en binario.

No era difícil de creer o en el caso de que no lo conocieran, de imaginarse que Artyom se hubiera colocado justo detrás de los otros dos. No le gustaba para nada la idea de tenerlos muy cerca; igual no expresó disgusto alguno, y no es como si pudieran verlo con las luces apagadas. Así se quedó observando el show de que parecía ser tan fácil de manipular; un simple hechizo haría que la tecnología mostrada pareciera un juego de niños. Pasó que tampoco le llamó la atención, por lo que cuando salió de la jaula no hizo mas que recoger la primera herramienta que tuvo delante. Ésta parecía estar oxidada, aunque era comprensible si nunca antes la habían usado... La agarró y luego de haberla inspeccionado, habló.

-- Hacía tiempo que no veía de éstas, y aún sigo sin saber cómo se usa. Igual me sirve para romperle la cabeza a alguien...   -- Tal y como era normal, la única utilidad que él le daba a algo tan extraño era la de un arma, por más particular y desgastada que estuviera. Luego puso la mirada sobre el otro muchacho, en un acto meramente de querer saber quién era. No lo había visto antes, ni tampoco esperaba hacerlo, pero prefería no olvidar su rostro por si acaso.

Acto seguido se acercó a Eva, dejando la herramienta en el suelo de paso. Tal vez siguiera sin reconocerle, pero eso era lo mejor. Lo último que quería era recibir golpes igual de fuertes a los que el libro había recibido. Una vez que estuvo enfrente de la muchacha, pensó en alguna excusa barata para hacer conversación; otra vez estaba actuando por conveniencia, pues con el oto sujeto no tenía tema ni relación alguna. -- Lindos acompañantes... ¿qué tan fuertes son? -- Ya fuera una respuesta positiva o negativa, Artyom iba a tratar de sacar información; al final no podía guiarse sólo por experiencias anteriores.

Esperó unos segundos, luego volvió hacia la arma improvisada, y levantándola por un breve tiempo, suficiente para usarla como muestra de exposición escolar, volvió a hablar. --  Si no equivoco... y estoy casi seguro de que así es... esta cosa rara y sin color es una engrasadora. No creo que haga falta decir su función ¿verdad? -- Y luego la dejó en el suelo. Ya no tenía nada que hacer; tampoco quería hacer algo que no fuera prestar no mucha atención a la clase. Le era complicado integrarse como estudiante, y eso hasta cierto punto, lo admitía en su interior.

Herramienta(?):

Si Yer Noligma parecia un niño con los drones, imagínese al ver la electricidad usada de aquella manera.

Casi olvido no tocar los barrotes y estuvo a punto de pegarse a ellos ¡Esas bobinas eran geniales! Se le estaba ocurriendo que si pudiera aplicar esa tecnología a la armadura... ¡No! Peligroso, tanta energía podría correr por el metal fácilmente, aunque con un aislante, tal vez podría aplicarlo únicamente a los guantes y de esa forma así crear...

Tal y como empezó, el experimento acabó, la electricidad quedó gravada a fuego en su retina, si cerraba los ojos aún podía ver las descargas eléctricas.

La profesora los saco de la jaula y les llevó hasta un armario del cual sacó un cofre del tesoro, del tesoro por que su contenido era todo un tesoro, al menos para el.
Herramientas, de todo tipo y función, sin duda aquí trabajaban expertos de la materia, pero... ¿Por que los tenían encerrados en un baúl no entendía.

Fue entonces cuando el compañero ignorante cogió una herramienta del montón y dijo que era un arma.

(¿Pero de que va este cretino? ¿Acaso se cree que puede hacer lo que le venga en gana?)

Lo curioso es que después de decir  literalmente, "Para romperle la cabeza a alguien" le miró precisamente a él, sobra decir que le devolvió una mirada de muy pocos amigos.

(¿Que? ¿Quieres romperme la cabeza? ¡Intentalo capullo! Veremos quien le rompe la crizma a quien)

El tipo se fue para hablar con la profesora mientras Noligma pensaba mirando las herramientas, lo cierto es que algunas eran comunes y otras muy raras.

-Si, sin duda alguien como tú, ha tenido que usar mucho esa herramienta... una engrasadora ¡valla!

Era en parte un insulto y puede que también puede que lanzara un reto a su rival, pero de forma "sutil"

-Bueno, empezaré con algo fácil para aquí mi compañero presente.

Pero no se agachó a coger la herramienta sino que apretó un pequeño botón del asa de la mochila, y está hizo un ruido extraño, un brazo mecanico, largo y tentacular se extendió de la mochila hasta las herramientas agarrando una de entre ellas.

Una extraña caja de pequeña metálica con varias entradas o salidas como i fuera de fontanería.

-Mirad que tenemos aquí ¡Un acoplador bidireccional! Es una herramienta de radio tecnología... es para desviar la potencia de una conección fuente a otra conexión o más... ¿Demasiado fuerte?

acoplador bidireccional:

En vez de soltar el objeto, volvió a apretar el botón y un segundo brazo mecánico, que agarró algo más complicado de saber.

-Esto ya es mas raro... es un ... he... ¿Un desarmador de cerrojos? Ya está más que obsoleto, solía servir para extraer la aguja y el percutor de los cerrojos antiguos, pero que casi se desarman solos... vaya herramientas más inutiles

Desarmador de cerrojos :

Y finalmente se agachó a coger una última herramienta, la cual miró con cierto desdén, antes de mirar al pelirrojo.

-con esto si se puede romper la cabeza a alguien, es más duro que un engrasador...Es un trinquete, es una herramienta mecánica para evitar que los engranajes se rompan si fueran al revés.

Trinquete :

Yer Noligma dejó con cuidado las herramientas en el suelo, mientras se alzaba con sus brazos mecánicos al estilo "octopus" dijo.

-conocer las herramientas, es lo básico de un inventor, asi que está a mi especialidad.

Hay habría acabado todo, si no fuera por los ojos rojos de sus brazos que miraban analizando los drones, algo que le pareció recíproco.

-¡He! Ni se os ocurra, dejad de lado vuestras diferencias, y pensad en quefuisteis creados para defender.

Los brazos mecánicos se replegaron tras ver que no había ninguna amenaza.

3v4 observó el comportamiento de ambos alumnos durante la exhibición con las Bobinas de Tesla: el uno parecía querer salir de la jaula para meterles mano, el otro se veía absolutamente indiferente. Pudiera ser que fuera de los que creen que la electricidad es tan útil como un cenicero en una moto. Ya le haría cambiar de opinión.

El Chico Indiferente fue el primero en responder, agarrando una engrasadora y diciendo que podía utilizarse como arma... mirando a su compañero. 3v4 ladeó la cabeza ¿por qué le había mirado a él? Luego se acercó a ella para preguntarle sobre las capacidades ofensivas de los drones. Los ojos de 3v4 perdieron el destello humano que habían ido adquiriendo desde que llegara y su voz sonó totalmente automatizada cuando respondió con dos sencillas palabras.

- Información confidencial -sacudió la cabeza y volvió a ser la 3v4 risueña y casi humana que era momentos antes. Bajó mucho la voz mientras pasaba al lado del muchacho camino al montón de herramientas, quería que sólo él pudiera escuchar la pregunta que iba a soltar-. ¿Dya, ahora eres un hombre?

Los drones se quedaron mirando disimuladamente por las cámaras 360º al Chico Indiferente, esperando ver la reacción de éste. Yer, el otro chico, parecía realmente interesado en las herramientas, como un niño en una tienda de golosinas. De hecho, hizo uso de unos brazos mecánicos de lo más interesantes... y no perdió la oportunidad de devolverle la amenada tácita a su compañero. 3v4 suspiró: ¡Ay, Pubertad! ¡Ramera despiadada!

No le hizo tanta gracia el interés en forma de ojos rojos que los brazos mecanizados mostraron hacia los drones, aunque éstos mantuvieran la compostura y no se lanzaran a la ofensiva. Los brazos se replegaron también, quizá decepcionados porque su amos no les permitiera desmontar a los drones.

- Bueno, parece ser que sabemos algo sobre herramientas, que ya es más de lo que esperaba por experiencias previas -dijo en tono animoso-. Ahora vamos a intentar que no haya accidentes en clase. Hablemos de medidas de seguridad. Yo aislé el interior de la jaula para que estuviéramos a salvo y cubrí el armario con material también aislante: no quería que mi máquina de granizados acabara hecha fosfatina... luego podréis coger un granizado, si os apetece.
>> Ahora imaginaos cuando estuve montando la jaula. Como droide, hubo una medida de seguridad que no precisé y una que sí. La que no usé servía para, en caso de desequilibrarme, que no cayera y me partiera el cráneo. La que usé evitó que, al soldar, mis ojos y circuitos a ellos conectados fueran dañados.
>> Ambos aparatos están en el montón de herramientas, que cada uno señale uno y lo nombre.

Se mantuvo en silencio, por lo menos hasta que escuchó hablar al otro sujeto; y sí, lo miró por unos segundos, justo cuándo él mencionó algo sobre su herramienta asesina. Artyom se burló con una evidente sonrisa orgullosa. Pudiera ser cierto que el trinquete fuera más duro y resistente que una engrasadora, pero si no sabían usarla, incluso un palo de madera era más letal. En otras palabras, si la especialidad del tipo era ésta, la de Artyom era un uso magistral de cualquier cosa que pudiera ser un arma. En efecto, no le respondió, ni tampoco se dignó en mirarle por más tiempo; seguía siendo un simple compañero que no esperaba volver a ver. Y entonces le vino a la mente la pregunta de Eva, la cual respondió con un simple comentario sarcástico. -- Tardó más de lo que esperaba... -- Sonrió a la profesora tal cual había hecho ese día en la biblioteca; lo único que ahora tenía que hacer era ponerle el cabello largo, menos estatura, y una evidente delantera. Sin embargo no la culpaba, pues el objetivo de comportase de manera tan diferente era no ser descubierto.

Cerró los ojos y suspiró. Las explicaciones de la muchacha eran un tanto... ¿innecesarias? Para empezar no esperaba que ella pudiera beber ni mucho menos algo que estuviera frío. No le dio mucha importancia tampoco, y después volvió a caminar para buscar aquello que Eva había dicho. ¿No podía ser complicado, verdad? ¿Qué otra medida de seguridad se usa al soldar aparte de una máscara para eso mismo? Levantó la primera que vio, si es que no era la única, y la mantuvo en el aire. Vamos, incluso un mocoso podría encontrarla... Otra vez tenía el orgullo hasta el cielo... Otra vez se le estaban yendo las cosas entre los dedos.

-- ¿Algo más? -- Dijo más calmado y sin tanta indiferencia encima. Cualquiera que supiera de su actitud ante todos sabría que el pelirrojo estaba haciendo un enorme esfuerzo para no comenzar a decir tonterías, y no de las divertidas. Posteriormente volteó la mirada hacia su único acompañante; el mismo que parecía creer que por ser más resistente un objeto es más letal que otro... y sólo le miró tranquilamente. La verdad es que había esperado más personas, pero estar así tampoco era mala idea... No por ahora.

Yer Noligma fruncio agresivamente su gesto, parecía estar bastante molesto con algo.
El podría aguantar a todos los compañeros ignorantes del mundo resistiendo las ganas de romper sus cabezas contra el suelo.
Incluso soportaría a ese Marindongon, chucufletas que se creía muy listo y chulo para siquiera presentarse como se debe, a pesar de sus ganas de triturarlo y desmontarlo en trozos para pescar tiburones.

Todo eso lo podía aguantar.
Lo que le tocaba la moral, era que después de una más que brillante presentación de no una o dos, sino de 3 herramientas más brillantes creadas por el cerebro humano, con gran astucia y arte, de uno de los cerebros más súper desarrollados de toda la existencia.

La profesóra va estúpidamente diga.

Bueno, parece ser que sabemos algo sobre herramientas,...

¿Algo?... ¡¿Algo?! ... ¿será retrasada esa forma de inteligencia artificial retrograma? ¡Necesitaba una actualización con urgencia! Ese software tiene pensamientos con programas maliciosos, y virus en la lengua.

Como mínimo podría valorar más su gentil aportación a la clase en comparación con su troglodita compañero que sólo señalaba el primer objeto que veía y se creía listo.

O como mínimo alguna aportación a su comentario aunque fuera negativo, no se... "el acoplador bidireccional no está considerada una herramienta sino una pieza" o "el desarmador de cerrojos es una herramienta muy útil" o incluso "El trinquete no es un arma".

Pero con ese comentario absurdo casi parecia dejar ambas presentaciones al mismo nivel de ingenio.
¡Ni de coña!

Ahora que proseguía la clase, en otro de sus puntos fuertes, las protecciones.

Esta vez ni se dignó a mirar a su compañero, no le interesaban sus tonterías, simplemente demostraría que su mente era superior a la de ese simio pelirrojo y que este debería retornar a la alcantarilla de la que salió.

Llamó de nuevo a sus brazos metálicos, mientras alzaba los suyos de carne y hueso.
-guantes- los brazos mecanizados buscaron en la mochila y le pusieron unos guantes - Unos guantes son muy importantes equipamientos de protección... pero no el que buscamos, pero no quiero llenarme de polvo.

Se hacerco a las herramientas y sacó un casco viejo, mientras se volvía dijo.
-me gustan los acertijos, debo suponer que un Androide no usaría casco,  pero si usaría protección visual como está.

Yer Noligma sostuvo el casco con la mano izquierda y con la derecha bajo sus antiparras hasta sus ojos, y luego se colocó el casco.

Se volvió a su rival, digo compañero y dijo.

-a todo esto me faltarían unas botas y unas rodilleras y sería el perfecto ingeniero.

Se volvió a la profesora henchido de orgullo

-¿A que si? Profesora

¡Dya era el Chico Indiferente! Seguro que le había sucedido algo parecido a lo que le pasó a Gray y por eso cuando se encontraron era mujer. Quiso abrazarle como hiciera cuando se despidieron, pero estaba en clase y no era procedente que lo hiciera. Se hirguió en su metro setenta de estatura mientras los chicos señalaban  los elementos de seguridad.

Artyom fue directo a la máscara para soldar y 3v4 asintió cuando la tomó y la mostró. El otro muchacho, que por algún motivo parecía disgustado con ella, señaló varios elementos de seguridad, mostrando especial atención con un casco.

- A todo esto me faltarían unas botas y unas rodilleras y sería el perfecto ingeniero. ¿A que si, profesora?
- Cierto es. Pero una botas de trabajo para montar una jaula serían demasiado pesadas y me hubieran restado movilidad, lo mismo se aplica a las rodilleras -3v4 se adelantó y sacó de entre las herramientas un arnés de seguridad enganchado a una gruesa cuerda de nylon y a un sistema de poleas-. Sin embargo, el arnés hubiera evitado posibles descalabros y no hubiera restado tanta movilidad. Pero me gusta tu forma de pensar... y los brazos mecánicos esos que llevas son de lo más interesantes.

3v4 fue de nuevo al armario y lo abrió para sacar una pizarra y unos rotuladores, dejando a la vista la máquina de granizados durante un par de minutos. Cuando volvió a hablar, lo hizo estando todavía de espaldas a ellos.

- Y preferiría que las amenazas las dejárais en la puerta del aula. No pido que os déis besos en la boca, pero si los drones me informan de otra amenaza entre vosotros, o hacia mi persona, no puedo asegurar que Namika no dispare su cañón de plasma... es muy pacifista, no le gustan las peleas.

Mientras ella llevaba la pizarra, los drones entraron un par de bancos de trabajo, así como varios materiales: cables, planchas de madera y bombillitas.

- Aunque Yer ha demostrado ser un entendido en la materia, hay gente que conoce lo avanzado y no la parte más básica. No voy a poneros a trabajar con altos voltajes de buenas a primeras -dijo seriamente-. Además, quiero que sepáis utilizar las herramientas. Hay que aprender a caminar antes de echar a correr.
>> Voy a dibujar el esquema básico de un conmutado, lo más simple de lo simple -a todo eso, los drones seguían entrando cosas como pilas y hojas de sierra de marquetería-. Con el esquema que yo dibujaré y los materiales que han entrado mis ayudantes, quiero que hagáis un circuito conmutado.
>> Podéis hacerlo más simple o más complejo -dijo mientras hacía el esquema-, añadir bombillitas de colores e interruptores, reguladores de intensidad, que las luces estén dispuestas de forma que se vea un mensaje. Añadir algo en la madera cuya sombra proyectada por las bombillas muestre una figura. Lo que más rabia os dé, siempre que no sea una amenaza.
>> Como os resultará evidente, las planchas de madera miden un metro cuadrado. No quiero conmutados tan enormes, deberéis emplear la sierra de marquetería para adaptar el tamaño a vuestras necesidades.
>> Por cierto, Yer, quiero verte trabajar con tus manos: me parece muy correcto que los brazos mecánicos te pasen los materiales, pero el trabajo "serio" quiero que lo hagas tú.

INSTRUCCIONES escribió:Rolead cómo monta vuestro personaje el conmutado, si opta por la variante simple o se curra algo diferente (especificad ese "algo diferente", por ejemplo: XXX montó un conmutado cuyas bombillas formaban el texto I Mi Suegra).
No hay respuesta correcta o incorrecta, ya que es algo que montan vuestros pjs, pero intentad que sea algo que a vosotros os haría gracia. Aprovechad que es una petición muy abierta para permitiros desvariar.

Bueno, su ejemplo no fue perfecto, pero al menos tenía personalidad, ciertamente nunca usaba arnés, sus 4 brazos solían sostenerlo sobre "casi" cualquier superficie... si es que tuviera que subir alto para lo que fuera.

Atendió cuando Eva les prohibió seguir peleando.

Yer Noligma asintió, no iba a permitir que un tipo patético le impidiera seguir disfrutando de la clase, haria como si nada hubiera pasado y pasaría del tipo... no quería problemas.
No en su primera clase y su favorita.

Por otro lado....

-lo siento chicas, órdenes de la profesora.

Dejo la mochila a un lado y crujió sus nudillos, hace mucho que no trabaja sin sus brazos.

Tal vez  por eso, paso de fardar en esta ocacion, y en vez de crear un conmutado diferente copió exactamente el mismo, sólo que este estaba  dentro de una caja, usando láminas finas que dejasen pasar la luz a través de ellas.
Se basó en hacer un ejemplo rápido y bonito mientras hacía un decorado sencillo con barniz sobre la madera.

Yer Noligma miró su obra, sacó el móvil y miró la Imagen de lo que quiso hacer.

Bonito sencillo y muy friki.

Miró su trabajo, un cuadrado imperfecto ya que algos lados de la caja sobresalían un poco por arriba, con clavos sobresaliendo que tuvo que clavar en madera dejando el clavo a la vista, y los chorretes de barnis con el que intento dibujar el símbolo "?" Pero de resto estaba genial.
Alzo los hombros mientras se frotaba los dedos para quitarse el pegajoso Barniz de entre los ellos. Como odiaba mancharse las manos... y eso que era inventor.

-Aquí esta listo profesora.

Dijo mientras su mente se volvía a la revolucionaria idea que tenia en mente en ese momento.
Un tostador que te untaba las tostadas automáticamente cuando salían hechas.

Era una broma ¿no? Nunca había amenazado al sujeto que tenía como compañero, es más, si quisiera hacerlo sentir amenazado, habría causado una sobrecarga desde hace tiempo. Encogió los hombros a lo "vale, tú mandas" y se retiró a empezar con su propio trabajo escolar. Lo pensó durante varios minutos, pero nada pasaba por su cabeza. Era malo, en definitiva malo. Sin embargo ya tenía una pequeña idea para comenzar a aligerar las cosas. Abrió la boca y comentó al aire, aunque más bien era un susurro para sí mismo, y como si alguien más estuviera a su lado. -- ¿Alguna idea...? Vamos ya pasaron más de 10 años... -- Chistó y sin tardar demasiado comenzó a crear el mensaje multicolor.

Tardó poco más que Yer, pero tampoco es como que se hubiera fijado demasiado en la apariencia del trabajo. Artyom no destacaba por ser muy detallista con sus trabajos, ni mucho menos con tomar precauciones y medidas. Él confiaba plenamente en su habilidad con la vista; después de todo, lo que un francotirador con experiencia era capaz de hacer, Artyom lo lograba con el doble de distancia.
Volteó el trabajo sin ánimo alguno y lo mostró hacia los otros dos; no sin antes levantar el pulgar como aprobación hacia lo que su compañero hizo. Lo había admitido: Ese sujeto era un idiota con agallas. Aunque no se necesitaran para hacerlo.

Segundos después el pelirrojo encendió su trabajo. Parecía simple, pero por un demonio que escribir el nombre había sido difícil. El mensaje era radicaba en un "Arty <3 Adalia". El diminutivo de su nombre empezaba en un tono rojo demasiado bajo, que conforme pasaban los segundos iba aumentando, hasta que eventualmente el corazón iba iluminándose al punto en que parecía una desgraciado faro. El nombre de Adalia brillaba de morado; en resumen no era más que algo completamente cursi para alguien que ya no podía verlo con vida, pero que seguro estaría encantada con todo eso. -- No creo que sea necesario que les diga que no pregunten. En todo caso ¿qué sigue?   -- Y por escasos momentos, Artyom se sintió con alguien a su lado. Por fin la enana se había dignado en hacerle compañía, mas ése no era el mejor instante. Aún tenía que terminar la clase y fugarse de nuevo.