El devorador nocturno (Tema para dos participantes sin contar el GM)

-Dias negros empezaron a azotar la ciudad de Yokohama, reportes de varias despariciones habian sido dados por todo el lugar, personas que segun testigos "eran llevadas sin dejar rastro" , al inicio se penso que una banda era la culpable, mas al momento de que se dieran noticias de la reaparicion de algunos las cosas cambiaron subitamente.-

-Las reapariciones no eran como se esperaba, cuerpos aparecian descuartizados por todo el lugar, con marcas como si algun animal salvaje los hubiese brutalizado , algunos incluso aparecian solo siendo un torso sin nada mas o una cabeza sin cuerpo , en fin resultados horribles que alertaron a toda la poblacion.-

-Era un vampiro? Imposible, los rastros eran muy violentos, algun animal? Tampoco, pues se notaba que el ser que consumia a aquellas victimas era inteligente, pero si no era nada de eso... que mas seria? Esta noche quiza podria descubrirse, una niña llorando en medio de la calle abriria el telon de esta obra macabra, gritaba pues su hermano habia desaparecido al momento de entrar a un callejon donde algo lo tomo de la cabeza y se lo llevó, sera posible encontrarlo antes de que sea demasiado tarde?-

Alguien que fuera durante toda su vivencia un desinteresado de las noticias y sucesos urbanos que nada tuvieran que ver con su propia vida, tampoco afectaran directamente sus caminos, lógicamente no estaba encarando las misteriosas tragedias con ansias de ayudar a las infelices víctimas. En realidad, veía todo como un videojuego en el cual el protagonista pisa los cadáveres mientras visa solamente su objetivo. Naturalmente, el vampiro también dejaba variadas víctimas humanas que en general no resistían a su insaciable sed y fallecían debido a la enorme pérdida de sangre antes mismo que este les deshincara sus filosos colmillos. Sin embargo, por segunda vez llegaba a conocer la existencia de otra criatura que también se alimentaba de humanos, pero de forma deselegante y demoníaca, a diferencia del vampiro.

─Y pensar que hay quienes me echan a mi la culpa de este tipo de mugre, hahaha. ¿Será divertido salir arrancando cabezas y desmembrando humanos? Talvez...¿Debería intentarlo, mismo que solo por diversión?

Ha tanto tiempo mutilara humanos por última vez y tan naturalmente era capaz de hacerlo sin sentir culpa que ya no lo recordaba. Su conversación individual a bromear con el asunto no más encontrar uno de los trozos humanos sueltos posiblemente no era escuchada por nadie, desde que muy pocos se atrevían a dejar la seguridad de sus casas hasta que los ataques de esa criatura fueran detenidos. Casi nada se oía en aquella zona al presente momento, más que el profundo lloriqueo de una niña, que para su infelicidad llamara la atención del vampiro antes que la de cualquier persona que pudiera tener piedad por ella y cuestionarle algo sobre el motivo de sus lágrimas.

Lo último a resonar en aquella noche fue el grito de dolor de la infante al recibir la mordida del chupasangre en el mismo local donde se encontraban, seguido del silencio trás perder rápidamente la vida en las manos del vampiro, que la arrojó al suelo ya sin vida después de ingerir gran cantidad de su sangre y en seguida marchándose. Una vez más el asunto relativo al demonio devorador de  humanos le caía completamente indiferente, a menos que se encontrara con él, o a menos que la situación se volviera realmente crítica, llevando en cuenta que la extinción de humanos no era algo que podía dejar suceder, pues el vampiro necesitaba de sangre humana.

Un ambiente bastante diferente del cielo, sin embargo demasiado similar a los rincones de Gehenna, le parecía el mundo de los humanos al ángel orgánico, seres viviendo en la más grande miseria, otros peleando por sobrevivir o simplemente demostrar la ley del más fuerte, la historia de siempre creada por culpa de un Dios que juega con sus creaciones como un niño viendo un hormiguero...

Ahora había una criatura de origen desconocido matando humanos de una manera repugnante, era necesario pararlo lo antes posible. Avanzando a paso lento, de pronto se topó con el cuerpo sin vida de una niña que había sido dejada ahí como un trozo de basura a mitad de la noche en las oscuras calles, sus inexpresivos ojos sólo se dedicaron a mirarla sin ninguna mueca en especial

-Vaya, pobre criatura

Inclinándose hacia ella la tomó en sus brazos mientras un blanco y cálido brillo se hacía presente en el lugar. el alma de la pequeña aún se encontraba cerca.

-He abierto para ti las puertas del 4to infierno, en ese lugar se encuentran todos tus seres queridos, no tengas miedo y ve con ellos, no necesitas creer en Dios o el Demonio, sólo acercate a ellos y estarás bien.

Aquel brillo blanco poco a poco se transfirió al cuerpo de la infante, haciendolo desaparecer poco a poco hasta que la luz se vió por completo extinguida. La causa de muerte de la pequeña parecía completamente diferente a la de los demás, su sangre había sido drenada por completo en poco tiempo, las marcas que había logrado distinguir antes lo indicaban.

-Al parecer el monstruo no es la única bestia por aquí..

Se levantó del suelo y concentrándose un poco logró sentir la presencia del asesino de la pequeña, tal vez el tendría más información de lo sucedido, o al menos eso esperaba, encontrar a alguien que tuviera la ubicación o supiera más del monstruo a eliminar.

Continuando con su paso anterior, en las sombras logró distinguir lo que parecía un vampiro, lograba reconocer esa aura ya que era muy similar a los de Gehenna, así que con un tono frío decidió llamar su atención llamándole.

-Oye tu.

La calle forrada de piedras bien proyectadas por donde el vampiro deambulaba en aquel entonces, también solitaria y profundamente silenciosa como la que acabara de tornarse escenario de su propia inhumanidad, hacía resonar los tranquilos pasos del inmortal. Ni una gota de sangre manchara su traje blanco.

No podía negar que anhelaba saber qué clase de criatura estaría haciendo ese desastre, deteniéndose a recordar cuales tipos de especies costumbraban vomitar sus presas días después de engullirlas. ¿Sería una serpiente de proporciones gigantes? ¿Sería un titan?

Se mantenía en alerta, mismo sin sentir miedo aún estuviera desarmado, considerando que su esencia vampírica nunca sería atractiva para cualquier especie devorador de humanos. Quizá tuviera suerte de encontrar y confrontar a la criatura, eso le traería una buena dosis de aventura.

Sin embargo y para su sorpresa, en vez de eso fue llamado por una voz notablemente calmada, que lo hizo detener su paso y mirar atrás.


En aquel momento, dio de cara con lo que parecía una mujer de aspecto incomún y ojos vacíos, y cuyo visual traía la era medieval de vuelta a su memoria.

─¿Hmm? ¿Quien eres?─

Le preguntó formal y neutralmente, en otras palabras, de tal manera con la cual nunca costumbraba hablar con humanos, así dejando notar que ya se diera cuenta que ella no era una simple humana.

-La noche era capaz de reunir a criaturas, personas y seres de todo tipo que amaran el manto de oscuridad, y mas aun si esta estaba llena de misterios como los que envolvian al ahora llamado "demonio devorador ". Un vampiro y un angel se habian encontrado en medio de estos acontecimientos, dos seres tan opuestos que solo podria compararseles con el dia y la noche, que pasara cuando su encuentro se complete? era desconocido aunque quiza esto tendria que ser dejado para otro momento pues , la noche no era la adecuada para propiciar un encuentro casual-

AYUDA!

-Se escucho el grito de una voz masculina provenir de un callejon, tal parece que la infante asesinada a sangre fria por el vampiro no era la unica persona ademas de nuestros dos protagonistas en ser lo suficientemente tonta como para salir en las noches, los gritos se intensificaron, se pudo escuchar como unos pasos se iban aproximando y asi , una figura se dejo ver entre las sombras del callejon, mostrandose como un hombre adulto de apariencia casi similar a un pandillero emergia con severas heridas en su cuerpo usando una de sus manos para sostener el brazo contrario que parecia estar dislocado por alguna suerte de impacto o golpe. El pobre y desesperado hombre observo a todos lados hasta que se encontro con el par, corriendo hacia su direccion-

Porfavor , tienen que ayudarnos

-Hablo en plural pues aquel hombre no estaba solo, su voz se oia quebradiza, el miedo lo habia consumido hasta el punto que parecia un infante aterrorizado. Mientras el hombre trataba de hablar pudo verse como uno trataba de arrastrarse para salir del callejon, este tenia sus piernas rotas y la sangre caia a chorros de su camisa dejando un camino de colores rojizos, estaba moribundo-

No , no AHHHHHHHHHHHHH!

-Se escucho gritar al hombre y lo ultimo que se vio de el era como una garra de color negro con ciertos toques rojizos arrastraba al pobre adulto a las fauces de la oscuridad, escuchandose sus gritos hasta que fueron callados de golpe, un oido sensible quiza pudo haber escuchado el "Splat" que resono en el interior, como si la carne de vaca fuese golpeada por una gran roca-

|Interiores del callejon|

No , porfavor te lo juro, yo no se nada , no se nada

-El mismo hombre que habia sido arrastrado hasta las fauces de las sombras estaba siendo sostenido por alguien o algo que lo tomaba del cuello contra la pared, el agarre era firme en contraposicion al del pobre asustado que temblaba hasta el punto de casi mojar sus pantalones-

Entonces no me sirves!

-La sombria figura retrajo su brazo hacia atras y tomando impulso lanzaria un poderozo golpe hacia el rostro del hombre, el golpe tendria una fuerza tal que reventaria la cabeza del adulto sin mas, dejando la sangre regada en toda la pared al igual que el cerebro destrozado y tirado por el suelo, una escena grotesca-

Otro mas que solo sirve para alimento... tch, a este paso no quedara nadie en esta ciudad

-En la mano que habia propiciado el golpe aquel ser de facciones humanoides, midiendo un metro ochenta vestido con ropas de color negro , de cabellos negros y ojos rojizos poseia parte del cerebro reventado de aquel hombre, si no le iba a servir para obtener informacion, al menos seria un buen alimento para el azabache , sin mediar palabras o pensarlo mucho termino por llevar a su boca los pedazos de cerebro para empezar a devorarlos como si fuese un bocadillo cualquiera, se mostraba molesto en gran medida, pero cual seria la razon de esto?-

-La noche puede propiciar encuentros inesperados, que pasara cuando estos tres se encuentren? sera acaso que el azabache del callejon era el devorador ? que haran cuando lo encuentren? , preguntas cuyas respuestas llegaran mas temprano que tarde quiza-

Sin poder imaginarse que la situación por la cual se encontraba atrapado estaba a punto de tomar un rumbo más aventurado, el inmortal acabó olvidando por el instante la profusa matanza causada por aquella criatura que se mantenía en el anonimato. Estaba intrigado por la nueva figura que se presentara ante él. Aquel ángel le causaba cierto desagrado, sin contar que su aroma no era nada atractivo para la sed del vampiro; y peor, al no conocerla (o no recordarla), nació en su mente la idea de que debía ser de Legacy.

Inesperadamente, su análisis mental fue detenida al ser la conversación interrumpida por el desgraciado grito de agonía de un humano. Su atención fue llamada por las palabras del hombre y la respuesta inusual que recibió de Alexiel, antes de confortarlo y dejarlo ir. El miserable hombre logró escapar sin recibir ninguna atención especial del vampiro; una vez que este recién saciara su sed de sangre con aquella niña y eso quitaba la necesidad de morder a otro humano en las próximas horas; además, aunque fuera completamente despiadado y soberbio ante la raza humana, no tenía costumbre de matar por compulsión. De lo que en el momento no desviaba sus ojos era la pieza oscura de la cual venían los gritos y se dejara ver parte de las monstruosas garras del desconocido bestial, antes que el agraciado ángel tomara su posición delante del callejón, no sin antes haberle dirigido una mirada significativa al vampiro.
No dejó de notar que Alexiel no bajaba la guardia ante él también, pero por mal que le cayera, el inmortal no tenía intenciones de atacarle, al menos en tal momento que ambos tenían la misma misión, siendo las únicas criaturas que nada le temían al demonio causador del masacre urbano.
La oportunidad de detenerlo no podía ser perdida, porque en fin de cuentas él también era un ser que se nutría de humanos y debía impedir quien fuera que se atreviera a acabar con su fuente de alimento.



—Vaya, ciertamente és de Legacy. Los legacianos como siempre buscando quedarse con la gloria completa para ellos, así como los humanos...
Hablaba para sí mismo, ''contemplando'' desde lejos la luz que provenía de la magia angelical de Alexiel luego que tomara la delantera en esta batalla. De un salto, se dirigió directamente hacia el techo de la casa que se encontraba adyacente a la calle, fuera del campo afectado por la luz, pudiendo quedarse de frente a Alexiel y observar a ambos desde arriba.
—Hah, ¿Y acaso hace falta preguntar? Ese és el animal que anda suelto.
Comenta desde arriba antes mismo que la criatura negra pudiera expresarse, haciendo saber que escuchara la pregunta del ángel.
—Ya matalo.
Ordenó a Alexiel, mostrando un carácter imponente detrás de su sonrisa, haciendo una breve pausa en seguida, mientras el viento movia con lentitud los cabellos azulados del inmortal.
—¿És a lo que vienes, cierto? Incluso diré la verdad y dejaré que todos sepan que fuiste tú la heroína. Matalo o lo mataré yo.
Completó, manteniendo aquella irritante sonrisa. Si algo no se perdía en el vampiro apesar de la cantidad de siglos que llevaba su existencia, era la manía de andar parlando tranquilamente sobre asuntos innecesarios mismo cuando la situación estaba lo más tensa. ¿Pero qué intención tendría el vampiro al darle a una suposta legaciana la oportunidad de llevarse la victoria gratuitamente?
No solo quería ver más del poder de aquel ángel, sino también sacar más de su misteriosa identidad, y claro, no faltaba la diversión en ser el espectador que se ríe del espetáculo.
Cabe resaltar que tampoco estaba con la guardia baja, no olvidara que la criatura diabólica podía atacarlo a cualquier instante.

- La noche habia reunido a los tres individuos, un angel , un vampiro y un ser que se presumia era el famoso devorador de la oscuridad, el ambiente era tenso justo ahora, la mujer apuntaba una esfera en contra del azabache, el vampiro la instaba a atacar aludiendo que el era el devorador casi ordenandole matarlo para terminar con esto, ciertamente la situacion no era grata para nadie.-

-Arael al observar las acciones tanto de la  angel que le apuntaba con la esfera como del vampiro que simplemente observaba chasqueo la lengua dejando ver por unos momentos su hilera de afilados dientes con algunas salpicaduras en rojo por el festin sangriento que se habia dado con aquel rehen, no estaba contento realmente que no lo estaba incluso podria decirse que un sentimiento hostil era el que estaba derivando en el.-

Devorador? lo que busco? y ustedes que son ? una clase de justicieros nocturnos de tercera o algo similar? no vengan a chingarme la madre tengo cosas que hacer

-Giro su cuerpo y aquellos rojizos ojos se posaron primero sobre quien lo estaba amenazando, apreto sus punos mientras una suerte de aura negra empezaba a rodear su cuerpo, no iba a atacar, no ahora pero sus manos tendrian una pequena transformacion dejando ver una especie de garras oscuras creadas por la misma aura de energia que lo estaba rodeando.-

No soy lo que estan buscando, esa estupidez llamada "devorador" ha estado abusando en mi zona de caceria si es lo que te preguntas, lo estoy buscando para eliminarlo, nadie me arrebata mi alimento, asi que quitate de mi camino, los dos , si no quieren que los quite yo.

-Gruniria, casi como si fuese un animal, Arael no se dejaba de cosas como acusaciones y demas este era alguien que si le estorbaban el camino simplemente tiraria por ahi aquello que lo estorbaba y seguiria el suyo. Pareceria que un enfrentamiento iba a iniciar entre aquellos tres entes si es que el vampiro se meteria pero algo terminaria por interrumpir aquellos acontecimientos: Sin previo aviso, justo detras de Lacus una especie de cola o tentaculo amarillo seria dirigido con gran fuerza, de impactarle lo lanzaria en contra de una de las paredes de aquel callejon quiza dirigiendolo hasta el suelo en una caida directa , que clase de ser habia sido el causante? si los tres subian sus miradas lo verian, varios tentaculos amarillos en su espalda, un cuerpo deforme que variaba entre lo delgado de las piernas, lo gordo del torso y lo largas de las manos, la cabeza tenia una especie de coraza que dejaba ver unas horribles fauces abiertas de las que caia una especie de liquido verdoso, lo que estaba justo en los techos se trataba del devorador. A pesar de su apariencia esa cosa no era una bestia totalmente, era inteligente como un humano quiza, la criatura se lanzaria desde su posicion y usando sus poderozas garras se aferraria de una de las paredes del callejon y se abalanzaria sobre ellos lanzando 5 esferas verdes de acido desde su boca, a caceria habia iniciado.-

Tales presuntuosas palabras del vampírico ser, causaron en Alexiel una sonrisa de medio labio.
— ¡Ha! ¿Acaso no eres capaz de hacerlo por ti mismo? Pensé que te molestaría saber que hay otra criatura robando tu “preciado alimento”—musitó en un tono un tanto sarcástico el ángel, cosa que era un poco extraña en ella, por lo general solía ser directa y evitar provocaciones, sin embargo la situación no era una de sus favoritas, y si algo detestaba ella era recibir órdenes de una manera tan petulante.

— ¿Heroína? Te equivocas vampiro, a diferencia de muchos otros seres cegados por la necesidad de atención y gloria, mi único interés aquí es terminar con la repugnante criatura que no tiene modales al comer. —Giró su rostro hacia el azabache para atenderlo ésta vez, aquellos dientes que aún contenían la sangre de la desdichada víctima le eran de desagrado a Alexiel, no por temor, sino por la poca clase que reflejaba la criatura, ciertamente recordaba haber visto seres más brutos en Gehenna pero que tenían mejores costumbres a la hora de devorar a sus presas.

Tras escuchar las palabras del azabache, Alexiel soltó una pequeña risilla, al parecer se encontraba de un cierto humor especial esa noche en específico. —Vaya boquita, ¿así besas a tu madre? Primero responde, hoy no estoy de humor para aguantar demonios de quinta, quiero terminar con esto lo antes posible niño —Observó sus rojizos ojos sin ningún tipo de expresión en su rostro, no por nada el mismo Lucifer la calificaba como cruel y sin sentimientos, tal parecía que tanto el azabache como el vampiro tenían conceptos muy diferentes de lo que era en realidad un ángel, no tenían la culpa, pues los humanos siempre los calificaban como seres divinos que siempre buscaban la justicia por medio de la bondad y la rectitud, aquella energía que rodeaba al ángel también crecía un poco comenzando a levantar un poco de viento alrededor de ella y cuarteando o rompiendo las estructuras más débiles en el lugar.

—Entonces ¿porqué…? —Sus palabras fueron abruptamente interrumpidas por aquel monstruo que había lanzado el ataque hacia el vampiro, al observarlo abalanzarse hacia la pared con sus garras, aquella sonrisilla que tenía en sus labios se borró y el azul de sus ojos comenzaba a tornarse en un intenso rojo, un rojizo equiparable al mismísimo color de la sangre, una de las asquerosas esferas verdes que salían de su boca se dirigía directamente hacia ella, dio un salto hacia atrás y dirigió la esfera que había mantenido sobre sus manos hacia aquel monstruo, su poder sólo haría un 20% de daño de tener efecto, nuevamente se incorporó y se colocó en modo de defensa manteniendo sus sentidos alerta, tal parecía que aunque no les gustara tendrían que cooperar los tres para terminar rápido con aquel insufrible bestia.

Definitivamente no fuera una buena idea salir sin su espada. Era siempre más confiado de lo que debería. Quizá el poder que el vampiro poseía sin la preciada arma no sería suficiente para acabar con el monstruo.
Ya era usual recibir reprimendas nada amables de sus enemigos. El Angel se agarrara de sus propias palabras para cuestionar su capacidad de lucha.  Un teatro como aquel delante de un ser repugnante como el que tenían adelante solo podía ser dado marcha por Lacus, quien nunca miraba hacia sus hechos ni reflexionaba sobre sus acciones, característica esta que varias veces casi le costó la vida.

—Vaya, ¿Ya te subí demasiado el ego? Que despropósito mio, creo que eso és peor que haber olvidado mi espada y no querer ensuciar mis manos con esa asquerosidad, así que adelante.

Contesta, con el mismo tono sarcástico que recibiera. A las palabras posteriores había ignorado, de cualquier forma, vería qué tipo de poder ese Angel tenía, lo que pese a haber salido con intención única de encontrar el devorador, se volviera su principal interés, y aparte, no creía que ella retrocedería solo para desobedecerle. Su sonrisa fue inmediata, estaba por presenciar algo peligroso pero aún así, nada temía. Lo que como siempre, volvió a ponerlo en peligro.
Ignoraba su retaguardia al creer que el devorador se trataba del que estaba delante de sí, pero no olvidó que este negara serlo. ¿Cómo podía creerle? ¿Había dos devoradores o ese solo estaba intentando inocentarse? Acabó distraído, espectando la interacción llena de rispidez disimulada entre Alexiel y Arael, hasta que por un destello de precaución escuchó el ruido sencillo que venía desde atrás poco antes de hacia allá dirigir su mirada y ver semejante tentáculo viniendo a atacarlo a una increíble velocidad.
En cuestión de segundos, recibió tal impacto que lo arrojó contra la pared opuesta, a una brutalidad que fue capaz de destruir la superficie a punto de hacerlo atravesar hacia el interior de aquel lugar. Una gran nube de polvo se levantó de los resquicios de ladrillos, concreto y tinta de la pared contra la que el vampiro impactara. Allá adentro —lo que parecía ser un cuarto infantil— yacía despierto y asustado en su cama un niño, ahora más asustado que nunca al ver la pared de su cuarto destruída y un ser desconocido del otro lado, y quien sabe cuantos más afuera.
El vampiro fue detenido por la pared interna, contra la cual su espalda también impactara, ahí cayendo al suelo. Aquel tentáculo, si realmente pertenecía al verdadero devorador, parecía solo querer sacarlo de su camino, y con razón.
Abierto sus ojos, se levantó normalmente. Las heridas sanaban y algunos huesos quebrados se restauraban con rapidez. En segundos el vampiro ya estaba de pie como si nada hubiera sucedido, gracias a su capacidad regenerativa reforzada por la sangre que ha poco ingiriera.
Las luces invadían el recinto desde el agujero antes que fuera ''cerrado'' por algo que se le pusiera justo adelante. Dentro, el niño temblaba al mirar al invasor, y movido por el impulso al fijarse en los ojos rojos y la sonrisa maldosa del vampiro, que en aquel momento dedicaba su despreocupada y perversa mirada hacia el rostro inocente del pequeño, se echó a correr hacia la puerta gritando por sus padres, marchándose sin siquiera volver a mirar el vampiro. Siempre le encantaba jugar así con los pequeños humanos, mismo en las situaciones más desfavorables para él.

—Ahora sí, no puedo perderme esto...

Comentó desde adentro, entusiasmado como si esperara el inicio de un concierto de Hard Rock, que a decir verdad ya había sido iniciado.
Desde afuera, un agujero más se abrió en el techo del mismo cuarto. El vampiro saltara con la fuerza suficiente para quebrarlo y así poder salir, cayendo de pie sobre el tejado y deparándose con una nueva escena: Los tentáculos parecían ser mayores, Alexiel escapaba de sus ataques y ¿Qué pasara con el devorador falso?
Sin embargo, no tenía más tiempo para pensar en él. Ser atacado por las espaldas no era agradable,ni por adelante. Arrancó del estrago que hiciera en el techo una larga y fina barra de fierro que usaría como arma improvisada y en seguida corre hacia donde se encuentra la criatura. Utilizó el objeto para mutilarle un par de tentáculos antes de lanzarse hacia él desde arriba, mirando directamente hacia el cuello de aquel ser, el cual planeaba cortar para decapitarlo.