Entrelazados por el destino [Arturia]

« ¿Cómo acabé en un mundo así? ¡No estoy en posición para quejarme por el refugio y la comida que me han ofrecido! Al contrario... Debería estar totalmente agradecido con Master... » Fue lo que pasó por la cabeza del chico acompañado de una expresión de duda y ligera molestia ante el repentino cambió de mundos que transcurrió desde que puso un pie en este lugar, no tenía claro los objetivos u ambiciones por las cuales fue invocado, eso hacía que no pudiera tener la mente en blanco, quisiera estar afuera de esas incógnitas tan absurdas ya que al ser un Siervo debe respetar las órdenes de su Ama y claro, poner una confianza incondicional sobre ella.
Aunque ese rostro, su expresión y forma de hablar... ¿Lo habrá visto antes? Era una probabilidad de una entre un millón, ya había sido convocado antes y ha conocido a muchas personas; pero esta chica tenía algo especial...

— Avalon... — Fue la única palabra que salió sutilmente de sus labios, levantó su cabeza y la giró de lado a lado para observar lo que tenía al alcance, ya que se encontraba varado a la mitad del bosque porque había decidido salir a conocer su "nuevo hogar" idea que aún no le parecía agradable.

Traía encima suyo un smoking oscuro, corbata negra al igual que su camisa guantes negros y también su calzado. Si, algo raro ya que no porta su armadura habitual hecha por maná. Podía sentir una presencia y poder que iba más allá de los seres que habitan en el lugar donde sus pies pisan, por lo que no estaría con la baja guardia ni mucho menos esos pensamientos intervendrán dentro de lo que podría ser con un nuevo enemigo.
Proyectó su espada Excalibur cubierta de una "capa de aire" para que la presencia contraria no viese el largo de dicha arma del Rey de los Caballeros, caminaría lentamente hacia una sombra que se asomaba por los árboles, tomaría la postura habitual de combate y elevaría su espada a la altura de sus hombros.

— Creo que interrumpir una caminata, además de espiar a una persona de tal manera es de mal gusto y claro, que también estás violando mi privacidad. — Musitó gélido, era claro que en su tono se demostró la seriedad de dicha situación. — ¿Y bien? Me he dado cuenta de tu presencia, de la mejor manera te pido que des la cara y evitemos un conflicto que con lleve a una destrucción. —

♤Era un día normal, soleado, hacia buen tiempo, caminaban por el bosque disfrutando del gran día que aparetaba ser observaba atenta cada detalle a su alrededor que la rodeaba inmensamente, vestia una falda larga azulada (con medias negras) y una camisa blanca manga larga (con corbata azulada alrededor de su cuello) . Enfocanda en sus pensamientos por unos instantes miró completamente el panorama. Estaba segura de que las cosas no iban a resultar tal y como lo pensó. El olor de paz y la frescura del bosque, la sensación de que nada iba a resultar mal. Un giro inesperado tomaría su vida al encontrarse con aquella silueta mantenía una compostura serena percibía la presencia de alguien mas cerca , era un joven aproximadamente de 23 años portaba un smoking oscuro, corbata negra al igual que su camisa guantes negros y también su calzado.♤


—Si ya conoces mi ubicacion, es inútil ocultarme. Así que es mejor que un enemigo como tú me conozca. —No intentes empuñar tu espada apenas quieres algo, se te escapa de las manos.


♤Aquellas palabras pronunciadas en seriedad , antes que me dejase ver por completo ocultando su identidad y su principal arma, Excalibur, tratando de confundir al enemigo con una espada invisible igual a la que portaba el. me abalance sobre el con su espada en mano antes que pudiese atravesarlo. nuestras miradas se cruzaron pude saber que las cosas no estaban hechas a nuestra medida. Sus orbes mar esmeraldas me miraron con intensidad y no tuve tiempo para reaccionar.♤


♤Traté de contener el miedo que recorría con mis venas una descargar eléctrica provocando que su piel se erizara, a la vez fue la máxima excitación que nunca antes había percibido. El lapsus del tiempo también parecía favorecerle y supe de ello en el mismo momento que el punzo cortante de su espada raspó el cuello del joven dejándome expuesta ante la cruel realidad indescriptible.El corazón se me contrajo, una pequeña gota de sudor recorrió su rostro inconfundible.♤

La repentina caída de ambos contra el suelo fue impactante dado que Arthur apenas pudo reaccionar, el ligero dolor pulsante en su espalda y la cortada en el cuello provocó que perdiera su postura anterior. Unas cuantas gotas de sangre recorrieron lo largo de su cuello hasta aterrizar en su camisa, parecía raro pero la apariencia de la chica le era conocida.

— ¿Hablas de enemigos cuándo tú fuiste quién me espiaba? Vaya ironía. — Musitó burlón a pesar de que se encontraba recostado en una mala posición contra el frío suelo; la chica por su parte se encontraba encima suyo, pérdida en su mirada de nuestro joven héroe quién no tardaría en intentar moverla ligeramente para obtener nuevamente el movimiento que anteriormente perdió.
¿Había echo dicho o realizado algo mal para qué ella quedase en semejante estado? Aparentemente si, aunque no le quedaba claro que; aunque también el chico actuaba raro ya que la trataba familiarmente aún sabiendo el problema recién expuesto, no parecía molestarle siquiera la cortada que tenía o algo.

« ¿Por qué justamente ahora? ¿Por qué actuó extrañamente ante alguien así? Aunque debo admitir que... Es hermosa. » Si, incluso ante sus propios pensamientos quedó perplejo.
Tragó saliva y se levantó, cubriendo con un pañuelo su herida causada por la espada que identificó al momento.

« ¡Ella es...! » Pensamiento repentino que hizo que quedase chock en unos milisegundos.

— Arturia, lo sabía. — Una cálida sonrisa se formó en sus labios.
Finalmente sabía que quién se trataba: ¡Su versión femenina de otro universo alterno! Su maestra le había contado pero a gran detalle, todo tenía sentido ahora ya que el mechón rubio rebelde de ella que sobresalía de su peinado, el mismo color de ojos y sin olvidar el arma legendaria que ambos portaban en manos, además de la presencia de Avalon cerca dejaba todo más claro que el agua.

— Sé que no es el momento adecuado... Pero creo que te interesaría saber que soy, ¿Cierto? — Se inclinaría ligeramente hacia adelante en forma de presentación, desapareció a Excalibur y tomó la mano diestra de la rubia para después plantar un beso en la misma. — Soy Arthur Pendragon, es un gusto conocerte finalmente. —

—No te estaba espiando es lo contrario, caminaba tranquilamente hasta que percibir la presencia del alguien más.

Indignada por su comentario veía hacia otro lado evitando no verlo para no tener que mirar la causa de tal reacción. Tenía su boca ligeramente abierta no tuvo tiempo de apaciguar esa mala posición que había entre ambos jóvenes rubios, luego de haberse levantado mantenía una postura reta a la vez delicada como una delicada flor la más bella en el medio del invierno con fragancia de jazmín...

≪• ¿justamente tenía que ser él? Porque me muestro tímida incluso ha aumentado las palpitaciones de mi corazón, el enrojecimiento de la piel del rostro, el sudor en su frente… admitía que era apuesto y elegante que su aspecto atlético, su apariencia del héroe-príncipe ideal le atraía◦≫

No le era imposible discernir o saber qué cosa podía pasar. Estaba completamente intimidada a esas opciones hechas por la figura masculina simplemente ya no entendía lo que estaba ocurriendo, lo veía de reojo atenta a cada una de sus palabras aun no podía creer del todo que su versión masculina estuviese cerca de ella en el mismo lugar seria causando por el destino o simeplemente coincidencia.

—Lo supe al momento que vi tus ojos , q..que eras Arthur Pendragon…

Su armo se desvaneció al momento de sentir el tacto suave y ligeramente delicado del joven de ojos esmeralda profundo, no contaba ni se esperaba tal acto hecho por el sus mejillas permanecía ruborizadas quien diría que Arturia Rey de los caballeros llegase a comportarse de tal forma se sentía avergonzada y apenada alejo rapidamente su mano sin ser brusca, cubrió la mitad de su rostro con ayuda de su cabello una pequeña sonrisa pero notoria se dibujó en sus labios rosas con una voz gentil le respondía finalmente debía controlar sus emociones antes que se diera cuenta que estaba actuando extraña.

—Encantada de conocerte finalmente.

— Tengo admitir que esta situación es curiosa y con un toque de emoción, ya que nunca me había pasado por la cabeza la existencia de otros universos... O siquiera una persona de distinto género al mío pero con la misma historia. — Sus ojos se llenaron de una ligera emoción, ¿Se sentía feliz? No podía distinguirlo ya que nunca había sido capaz de expresar emociones como cualquier ser humano, por lo que se percató de su comportamiento del momento y retomó una postura rígida tras su comentario y el cálido beso.

— ¿Por mis ojos? Bueno... No creo que me reconozcan por ello, aunque desearía que no lo hagan ya que podría ser blanco de muchas personas que pueden reconocer mi identidad como espíritu heróico. — Replicó con seriedad; ya que no esperaba que sus palabras fuesen molestas o siquiera groseras para ella.
Su única intención era aplicar la sinceridad y una cosa de esa clase era cierta que podría ocasionar una caza por la cabeza de ella y Alexiel... Cosa que terminaría siendo una enorme guerra entre sus enemigos y demás personas que tengan las peores intenciones con uso de ese conocimiento.

— Lo lamento, no fue quise tomar la palabra antes que tu. — Su sonrisa nuevamente se formó en la comisura de sus labios.
— ¿Podría saber la razón tras la cual andabas por aquí sola? —

—Sentí una presencia desconocida poco inusual efectivamente no provenía de ti


Observaba su entorno una espesa oscuridad consumía la mayoría del bosque. El viento soplaba con intensidad, a lo lejos se oye el sonido de las ramas agitadas violentamente por el viento y cuando este roza mi rostro, siento un aroma abomínate, que aparece haber sido sustraído de sus oscuras profundidades por la imponente garra del viento. Su expresión había cambiado en cuestión de segundos por una seria una especie de niebla blanca se parcia hasta tenernos rodeados , alcazaba a escuchar ‘’voces’’. Murmullos que resultaba incompresibles una especie de meteorito de color rojo-fuego gran intensidad callo una cierta distancia de ambos servant dejando un enorme hueco en la tierra algunos árboles de pinos ardía en llamas negras , de repente el suelo empezó a hacer unas pequeñas vibraciones y las piedras se empezaron a mover.


Una extraña criatura enorme torso del carcelero está formado por los restos de incontables cadáveres. Claramente se podía ver Colgando de este sudario de carne podrida unas jaulas donde las almas de sus víctimas que había sido asesinadas por dicha criatura abomínate quedan atrapados. Un olor a putrefacción emergía de ella. Aquel monstruo estaba preparado para atacar.


—Te apetece luchar a mi lado Arthur seria honor para mí ver a mi otro yo en acción