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L2 - Noche de derrota en Corea del Sur (EVENTO)
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Ayana Shade
Rimuru Tempest
Rider Medusa
Narrador fantasma
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L2 - Noche de derrota en Corea del Sur (EVENTO)
De un momento a otro, el combinado Legacy-Merak en su lucha contra María, y gracias al poder del MEDALLÓN DE MARA en las manos de Jellal, fueron teletransportados al Internado en donde continuaron su lucha. Yuno, en un ataque suicida se arroja contra María destruyéndola y provocando una explosión que devastó la tierra.
Merak quedó deshecho a solo ladrillos y montones de heridos, mientras que los alumnos de Legacy escaparon de la península hacia Yokohama. Legacy había triunfado.
Cada ladrillo del Internado había sido sacado y arrojado de su lugar respectivo, como si un gigante hubiera aplastado el castillo. Solo había fuego, destrozos y heridos. Los alumnos de Merak estaban heridos por la explosión y no recibieron ayuda médica a diferencia de los de Legacy. No había mucho que hacer en realidad. Ya no había más Merak, eran solo un montón de ruinas sin vida.
Solo había una fogata y allí los alumnos se sentaron. A lo lejos se veía una terrible aurora boreal de colores verdes. Sí, en esa dirección estaba la Academia Legacy, pero la explosión mágica de Maria Beatrice había quemado la piel de todos y triturados sus huesos. No estaban en condiciones de luchar.
Jellal. Jellal tenía la culpa por haberlos teletransportado al Internado.
Merak quedó deshecho a solo ladrillos y montones de heridos, mientras que los alumnos de Legacy escaparon de la península hacia Yokohama. Legacy había triunfado.
INTERNADO MERAK, CERCA DE PUSAN, COREA DEL SUR
11.00PM - Salón principal (Destruido)
11.00PM - Salón principal (Destruido)
Cada ladrillo del Internado había sido sacado y arrojado de su lugar respectivo, como si un gigante hubiera aplastado el castillo. Solo había fuego, destrozos y heridos. Los alumnos de Merak estaban heridos por la explosión y no recibieron ayuda médica a diferencia de los de Legacy. No había mucho que hacer en realidad. Ya no había más Merak, eran solo un montón de ruinas sin vida.
Solo había una fogata y allí los alumnos se sentaron. A lo lejos se veía una terrible aurora boreal de colores verdes. Sí, en esa dirección estaba la Academia Legacy, pero la explosión mágica de Maria Beatrice había quemado la piel de todos y triturados sus huesos. No estaban en condiciones de luchar.
Jellal. Jellal tenía la culpa por haberlos teletransportado al Internado.
REGLAS
1) Decir unas palabras ante todos los compañeros.
2) El turno es libre, pero no se admite el doble-post.
3) Esperar una visita sorpresa.
Narrador fantasma
Re: L2 - Noche de derrota en Corea del Sur (EVENTO)
Ya era noche cuando, de un momento a otro, en el medio de aquella guerra que tenía en juego la poca integridad resultante de todo el planeta, había sido firmado un final con un teletransporte repentino hacia el internado, en el cual la batalla parecía destinada a continuar, no fuera por la explosión que estaba por ocurrir y decidir todo por sí sola.
Lo único que aquel vampiro logró visualizar antes de ser estallada tal explosión, fue a Yuno lanzarse sobre Maria. En seguida, el fuego devastó todo al rededor a una velocidad y potencia fuera de lo común. Inevitablemente, también fue arrastrado hacia lejos, así como cualquier cosa que la inmensa llamarada encontró por el camino.
Acabó impactando de espaldas contra uno de los pinos del bosque, que por la distancia no alcanzó ser hecho cenizas, y en seguida cayó acostado al suelo.
Instante después entreabrió sus ojos, visualizando sus brazos heridos delante suyo. Se puso en pie y allí se mantuvo mientras aguardaba que su autorregeneración se completara. Con el pasar de los segundos, su piel se iba regenerando por todo el cuerpo, aliviando su dolor. Su cabello, que había sido consumido por el fuego, creció rápidamente a la misma largura anterior, y sus huesos afectados se reponían. En poco tiempo, ya estaba completamente sanado, sin ni una herida, marca o quemadura restante. Solamente sus ropas y calzados se quedaran deterioradas debido al fuego. Por suerte, no había perdido su espada.
Así que se recuperó, comenzó a caminar normalmente de regreso hacia donde se situaba el internado. Los alumnos de Legacy ya habían escapado, solo le faltaba ver la dimensión destructiva causada. Sus cabellos, esta vez totalmente sueltos sin su peinado característico, eran levemente movidos por el viento de aquella zona a medida que avanzaba.
Algunos minutos después.
Lacus se reencontrara con los demás sobrevivientes. Estaba más alejado de la fogata, sentado sobre una de las ruinas de Merak. Era de los pocos que estaba de vuelta en perfectas condiciones de lucha y ya sin ni un defecto, a diferencia de los individuos mortales que continuaban agonizando de dolor en el suelo.
Casi todos presentaban una expresión sin vida en sus faces, sin embargo, Lacus sonreía como si en ni una derrota estuviera envuelto.
¿Qué hacía al vampiro estar tan conformado e incluso optimista con la derrumbada del internado al cual era aliado?
Simple: La victoria fuera de Legacy, pero él ya visualizara que la dignidad de la victoria era completamente de Merak. De nada le desanimaba tal derrota cuando ellos se quedaron con todo el honor como guerreros, y no sus enemigos que posiblemente debían estarse declarando victoriosos ahora gracias a Yuno.
—Hahaha, que gracia. No podía esperar menos de Legacy.
Comienza, en seguida dirigiendo su vista hacia las sobrevivientes presentes.
~ Ganaron, pero con trampas y mediante más ayuda nuestra y de Yuno que de sus propios miembros.
Afirmó. Mismo que su alianza a Merak haya sido desde el inicio un pasatiempo y no una verdadera lealtad, estaba orgulloso del internado y de no pertenecer a Legacy.
—Yuno sacrificó su vida inútil para acabar con Maria, quien habría destruido a la misma academia junto con todo el planeta, y al último instante, la total ingratitud de la academia envió a todos hasta aquí para declararse ganadores como niños obstinados por medio de un estratagema vergonzoso, como es típico de los débiles que se creen fuertes.
Continuó, y en seguida, se puso en pie, traspareciendo tal espíritu de liderazgo que poseía, para resaltar firmemente sobre sus recientes palabras:
—Entonces vean bien. Mientras los llorones de Legacy solo ganan con poderes que no les pertenece y carecen de verdadera ambición para luchar y vencer por sí solos, nosotros todo el tiempo ganábamos porque para eso fuimos hechos y dotados de poder. No fue ahora, pero esa academia de débiles va a caer.
Garantizó, sonriendo de forma malévola, con una seguridad más presentida que planeada. La aurora que adornaba el cielo sufrió una inusual y rápida alteración en su movimiento al instante que Lacus concluyera la última frase.
Algo estaba por venir a encontrarlos.
Lo único que aquel vampiro logró visualizar antes de ser estallada tal explosión, fue a Yuno lanzarse sobre Maria. En seguida, el fuego devastó todo al rededor a una velocidad y potencia fuera de lo común. Inevitablemente, también fue arrastrado hacia lejos, así como cualquier cosa que la inmensa llamarada encontró por el camino.
Acabó impactando de espaldas contra uno de los pinos del bosque, que por la distancia no alcanzó ser hecho cenizas, y en seguida cayó acostado al suelo.
Instante después entreabrió sus ojos, visualizando sus brazos heridos delante suyo. Se puso en pie y allí se mantuvo mientras aguardaba que su autorregeneración se completara. Con el pasar de los segundos, su piel se iba regenerando por todo el cuerpo, aliviando su dolor. Su cabello, que había sido consumido por el fuego, creció rápidamente a la misma largura anterior, y sus huesos afectados se reponían. En poco tiempo, ya estaba completamente sanado, sin ni una herida, marca o quemadura restante. Solamente sus ropas y calzados se quedaran deterioradas debido al fuego. Por suerte, no había perdido su espada.
Así que se recuperó, comenzó a caminar normalmente de regreso hacia donde se situaba el internado. Los alumnos de Legacy ya habían escapado, solo le faltaba ver la dimensión destructiva causada. Sus cabellos, esta vez totalmente sueltos sin su peinado característico, eran levemente movidos por el viento de aquella zona a medida que avanzaba.
Algunos minutos después.
Lacus se reencontrara con los demás sobrevivientes. Estaba más alejado de la fogata, sentado sobre una de las ruinas de Merak. Era de los pocos que estaba de vuelta en perfectas condiciones de lucha y ya sin ni un defecto, a diferencia de los individuos mortales que continuaban agonizando de dolor en el suelo.
Casi todos presentaban una expresión sin vida en sus faces, sin embargo, Lacus sonreía como si en ni una derrota estuviera envuelto.
¿Qué hacía al vampiro estar tan conformado e incluso optimista con la derrumbada del internado al cual era aliado?
Simple: La victoria fuera de Legacy, pero él ya visualizara que la dignidad de la victoria era completamente de Merak. De nada le desanimaba tal derrota cuando ellos se quedaron con todo el honor como guerreros, y no sus enemigos que posiblemente debían estarse declarando victoriosos ahora gracias a Yuno.
—Hahaha, que gracia. No podía esperar menos de Legacy.
Comienza, en seguida dirigiendo su vista hacia las sobrevivientes presentes.
~ Ganaron, pero con trampas y mediante más ayuda nuestra y de Yuno que de sus propios miembros.
Afirmó. Mismo que su alianza a Merak haya sido desde el inicio un pasatiempo y no una verdadera lealtad, estaba orgulloso del internado y de no pertenecer a Legacy.
—Yuno sacrificó su vida inútil para acabar con Maria, quien habría destruido a la misma academia junto con todo el planeta, y al último instante, la total ingratitud de la academia envió a todos hasta aquí para declararse ganadores como niños obstinados por medio de un estratagema vergonzoso, como es típico de los débiles que se creen fuertes.
Continuó, y en seguida, se puso en pie, traspareciendo tal espíritu de liderazgo que poseía, para resaltar firmemente sobre sus recientes palabras:
—Entonces vean bien. Mientras los llorones de Legacy solo ganan con poderes que no les pertenece y carecen de verdadera ambición para luchar y vencer por sí solos, nosotros todo el tiempo ganábamos porque para eso fuimos hechos y dotados de poder. No fue ahora, pero esa academia de débiles va a caer.
Garantizó, sonriendo de forma malévola, con una seguridad más presentida que planeada. La aurora que adornaba el cielo sufrió una inusual y rápida alteración en su movimiento al instante que Lacus concluyera la última frase.
Algo estaba por venir a encontrarlos.
Última edición por Lacus Welt el Lun Mar 25, 2019 9:59 pm, editado 1 vez
Lacus Welt
Re: L2 - Noche de derrota en Corea del Sur (EVENTO)
El repentino teletransporte hacia Merak la dejo totalmente atónita, no sabía en qué parte se encontraba exactamente, ya que al haber usado sus ojos místicos de la petrificacion ni podía ver bien, aunque el efecto ya iba pasando poco a poco no podía ver demaciado solo sombras o borroso.
Pero todo esto ya no importaba demaciado, lo único importante ahora era encontrar a Zeldris, Erik o Lacus personas con las cuales podía estar segura. Y podría curar sus heridas o al menos ser útil, a lo que se dispuso a buscar las presencias de estos, la mas cercana era la de...¿Lacus? ¡Bien! Vamos alla.
Esta camino hacia donde se sentía la energía de aquel pelimorado, pero su búsqueda se vio interrumpida ante la repentina explosión cuando Yuno se lanzó contra Maria Beatrice. Casi al instante todo Merak prendió en llamas, y por ende por la onda que causó tal encuentro fue llevaba com todo y escombros había atrás, por suerte una pared lo suficientemente fuerte para recibir todo estaba vários metros atrás deteniendo a la ya inconsciente Gorgona, la misma recibiendo con ello un fuerte golpe en la cabeza abriendole una gran herida.
sɪʟᴇɴᴄɪᴏ..., ᴇɴ sᴇɢᴜɪᴅᴀ ᴇʟ ʀᴜɪᴅᴏ ᴍᴀᴅᴇʀᴀ ᴄʀᴜᴊɪᴇɴᴅᴏ, ᴀʟɢᴜɴᴏs ᴀʟᴀʀɪᴅᴏs ᴅᴇ ᴅᴏʟᴏʀ ʏ ᴘᴀʀᴇᴅᴇs ᴅᴇsʙᴏʀᴏɴᴀɴᴅᴏsᴇ sᴇ ʜɪᴢᴏ ᴘʀᴇsᴇɴᴛᴇ...
Aquella hermosa semi-diosa abrió los ojos levemente, al despertar por completo pudo apreciar tal trágica escena.
Poco después, sintió el ardor de su cabeza poe aquella herida ante tal impacto, que un humano común ni siquiera hubiera salido vivo; la sangre escurria por su ojo izquierdo hasta llegar al mentón cayendo a gotas.
- Necesito encontrar a Zeldris-sama..- Se dijo así misma levantándose, y caminando cogeando un poco, no tenía ni siquiera una mota de la presencia de este.
Nada.. absolutamente nada, pero en su ceguera pudo distinguir un destello como si de una fogata se tratase.
Cerro los ojos y poco después los volvió a abrir, ! por fin podía ver!, De algo sirvió tremendo golpe. Camino mas segura y volteo a todos lados, vio la fogata y se acercó a esta a medida iba distinguiendo la voz y presencia de Lacus.
Río suavemente ante lo que esté decia y se acercó.
- Nos volvemos a encontrar Lacus-sama- Dijo y observo hacia el cielo, hizo una suave mueca de disgusto ante semejante presencia (Aurora Boreal) soltó un suspiro sentía como si algo fuese a pasar
Pero todo esto ya no importaba demaciado, lo único importante ahora era encontrar a Zeldris, Erik o Lacus personas con las cuales podía estar segura. Y podría curar sus heridas o al menos ser útil, a lo que se dispuso a buscar las presencias de estos, la mas cercana era la de...¿Lacus? ¡Bien! Vamos alla.
Esta camino hacia donde se sentía la energía de aquel pelimorado, pero su búsqueda se vio interrumpida ante la repentina explosión cuando Yuno se lanzó contra Maria Beatrice. Casi al instante todo Merak prendió en llamas, y por ende por la onda que causó tal encuentro fue llevaba com todo y escombros había atrás, por suerte una pared lo suficientemente fuerte para recibir todo estaba vários metros atrás deteniendo a la ya inconsciente Gorgona, la misma recibiendo con ello un fuerte golpe en la cabeza abriendole una gran herida.
sɪʟᴇɴᴄɪᴏ..., ᴇɴ sᴇɢᴜɪᴅᴀ ᴇʟ ʀᴜɪᴅᴏ ᴍᴀᴅᴇʀᴀ ᴄʀᴜᴊɪᴇɴᴅᴏ, ᴀʟɢᴜɴᴏs ᴀʟᴀʀɪᴅᴏs ᴅᴇ ᴅᴏʟᴏʀ ʏ ᴘᴀʀᴇᴅᴇs ᴅᴇsʙᴏʀᴏɴᴀɴᴅᴏsᴇ sᴇ ʜɪᴢᴏ ᴘʀᴇsᴇɴᴛᴇ...
Aquella hermosa semi-diosa abrió los ojos levemente, al despertar por completo pudo apreciar tal trágica escena.
Poco después, sintió el ardor de su cabeza poe aquella herida ante tal impacto, que un humano común ni siquiera hubiera salido vivo; la sangre escurria por su ojo izquierdo hasta llegar al mentón cayendo a gotas.
- Necesito encontrar a Zeldris-sama..- Se dijo así misma levantándose, y caminando cogeando un poco, no tenía ni siquiera una mota de la presencia de este.
Nada.. absolutamente nada, pero en su ceguera pudo distinguir un destello como si de una fogata se tratase.
Cerro los ojos y poco después los volvió a abrir, ! por fin podía ver!, De algo sirvió tremendo golpe. Camino mas segura y volteo a todos lados, vio la fogata y se acercó a esta a medida iba distinguiendo la voz y presencia de Lacus.
Río suavemente ante lo que esté decia y se acercó.
- Nos volvemos a encontrar Lacus-sama- Dijo y observo hacia el cielo, hizo una suave mueca de disgusto ante semejante presencia (Aurora Boreal) soltó un suspiro sentía como si algo fuese a pasar
Rider Medusa
Re: L2 - Noche de derrota en Corea del Sur (EVENTO)
★ Luciela Sourcream (Noblesse) ★
La entrada a Merak le parecía algo..¿peculiar? Le interesaba en cierto modo, pero a la vez no ya que no tenía a su acompañante (Ciel) a su lado.
— Me parece simplemente un mundo como cualquier otro, nada común, nada diferente —
Soltó un "taconazo" con sus tacos algo altos, dirigiendose y viendo aquel lugar lado por lado en caso de ver algo que no le parecía bien simplemente lo ignoraría o destruir.
Finalmente se paró, viendo desde una perspectiva todo el lugar.
"M E R A K ", fue lo único que leyó en un simple cartel roto
La entrada a Merak le parecía algo..¿peculiar? Le interesaba en cierto modo, pero a la vez no ya que no tenía a su acompañante (Ciel) a su lado.
— Me parece simplemente un mundo como cualquier otro, nada común, nada diferente —
Soltó un "taconazo" con sus tacos algo altos, dirigiendose y viendo aquel lugar lado por lado en caso de ver algo que no le parecía bien simplemente lo ignoraría o destruir.
Finalmente se paró, viendo desde una perspectiva todo el lugar.
"M E R A K ", fue lo único que leyó en un simple cartel roto
Invitado- Invitado
Re: L2 - Noche de derrota en Corea del Sur (EVENTO)
“Tengo que ir…debo salvarlos…” Fue lo que pensó la pelirrosada mientras concentraba su maná para activar una antigua técnica: Presencia Astral.
La presencia astral era propio de los sacerdotes, quienes en tiempos de crisis utilizaban ese poder para apoyar a los súbditos, curar sus heridas, darles comida y guiarlos a un lugar seguro.
A pesar de ser una técnica considerada poderosa, tenía varios factores que podrían darles complicaciones a una sacerdotisa primeriza, en ese aspecto tenía la capacidad de ser intangible, no sería dañada por ningún medio por ningún ser existente, sin embargo, esa intangibilidad era total, ella tampoco podría causar daño físico o salvar a alguien en peligro, solo podría utilizar magia pero consumiría demasiado maná que la pondría en riesgo.
Era algo demasiado arriesgado para alguien tan poco experimentada como Ayana, pero no le importaba, quería salvar a sus amigos, sus compañeros de armas y aliados, no le importaba si sus actos la hacían ver como una traidora o si moría en el intento, debía hacer lo correcto.
Tras lograr conseguir la activación de aquella técnica, su alma se apartó del cuerpo, yéndose directamente al cielo para después aterrizar al lugar indicado: Corea del sur.
Su llegada era espectacular, como si alguien hubiera invocado a un ser divino, aquella pelirrosada tenía un aspecto singular, propia de un espectro, su cuerpo era semitransparente y sus ropas eran las de una sacerdotisa, siendo estas un vestido blanco.
Realmente parecía más un fantasma que otra cosa, pero supuso que así sería su aspecto astral, ¿no? En cierto modo no le importaba demasiado, su misión ahora consistía en salvar y curar a los Merakianos.
Vago por los escombros, buscando alguna presencia o señal de vida de alguno de los estudiantes, realmente empezaba a preocuparse, ¿Abra llegado tarde? ¿Se han muerto todos? ¡¡Debe a ver un sobreviviente!! No pudo más y empezó a llamarlos.
─¡¿Hay alguien aquí?! ¡¿Siguen vivos?! ¡¿Dónde están?!
Su voz parecía no ser escuchada, su desesperación aumentaba y se dispuso a recorrer por toda el área con tal de encontrar algo.
─…¿He? Eso es…¿Una fogata? ─Sonrió aliviada─ Si sobrevivieron… Que bien…
Fue entonces que la pelirrosa se dirigió hacia la fogata, logrando reconocer la voz de cierto vampiro de pelo morado, cuyo discurso ante lo ocurrido hacia querer abrazarle y darle la razón, pero sabía que era imposible por obvias razones.
─Estoy de acuerdo contigo, Lacus…
La voz de la pelirrosada resonaba por todo el lugar, era difícil saber en dónde se encontraba exactamente pero estaba ahí.
─Ustedes dieron más por nosotros, sacrificaron más, lucharon más y… no fueron reconocidos, no me parece justo…
La sacerdotisa finalmente hacia acto de presencia, apareciendo justamente al lado del vampiro.
─Vine aquí para ayudarlos a sanar y recuperar fuerzas, no estoy presente como tal, pero puedo usar magia o crear pociones, puedo ayudar en lo que pueda, permítanme remediar el error que la directora ha causado… y velar la muerte de quienes se sacrificaron por nosotros.
La pelirrosada inclino su cuerpo en modo de disculpa, sin importarle siquiera si era bienvenida o no.
─Señorita Rider, noto que tiene un golpe en la cabeza y una visión deteriorada, ¿me permite curarla? Zeldris te tiene en buena estima y no quisiera que se preocupara al verte tan herida… y hablando de él, espero se encuentre bien…
Rasco mi mejilla con cierto nerviosismo mientras daba pasos lentos hacia la chica pelimorada, debía tener cuidado de no asustarla o que esta la ataque en vano, no quería que se agotara y empeorara su estado.
Una vez estuviera cerca de la Gorgona, esta se dispuso a examinar la gravedad de sus heridas y buscar un método más eficaz de curación.
Tras a verla analizado con detenimiento, la pelirrosa invoco varios objetos de curación -los cuales había sacado del interior de su cuerpo- y se dispuso a limpiar sus heridas y aplicar algunas pociones de acción rápida que cerrarían cualquier herida ensangrentada.
─Para tu visión, necesitare que levantes tu mirada hacia el cielo, aplicare un líquido en ambos ojos, te ardera por un momento, pero recuperaras la vista, ¿de acuerdo?
Tomo su mentón con cuidado, elevando la mirada de Rider lo suficiente para que la sacerdotisa utilizara la ya mencionada poción en sus ojos, debía actuar rápido, no sabía si había alguien más que requería de su ayuda o siquiera cuanto tiempo podía mantenerse así.
─Listo, con eso bastara, es necesario que te alimentes bien para que recuperes energía, tengo algo de comida, lo robe de la nefasta fiesta de gala, no es mucho, pero servirá.
Nuevamente saca la comida de su propio cuerpo y lo entrega a Rider para que esta al menos se recuperara adecuadamente.
─Entenderé si no quieres comerlo, pero yo no soy una enemiga, realmente nunca estuve de acuerdo en dejarlos a su suerte… ni siquiera les dieron reconocimiento o dieran homenaje a los caídos… Tengo varias amistades en Merak y quieran o no, para mí son importantes… todos y cada uno de ustedes… Incluso tu Lacus, aunque tal parece no necesitas de mi ayuda, así de fabuloso eres jeje ─Sonrió levemente al mirar al vampiro─ ¿Solo están ustedes dos? ¿No hay nadie más? ─Su preocupación se reflejaba nuevamente en su rostro mientras esperaba respuesta del vampiro.
La presencia astral era propio de los sacerdotes, quienes en tiempos de crisis utilizaban ese poder para apoyar a los súbditos, curar sus heridas, darles comida y guiarlos a un lugar seguro.
A pesar de ser una técnica considerada poderosa, tenía varios factores que podrían darles complicaciones a una sacerdotisa primeriza, en ese aspecto tenía la capacidad de ser intangible, no sería dañada por ningún medio por ningún ser existente, sin embargo, esa intangibilidad era total, ella tampoco podría causar daño físico o salvar a alguien en peligro, solo podría utilizar magia pero consumiría demasiado maná que la pondría en riesgo.
Era algo demasiado arriesgado para alguien tan poco experimentada como Ayana, pero no le importaba, quería salvar a sus amigos, sus compañeros de armas y aliados, no le importaba si sus actos la hacían ver como una traidora o si moría en el intento, debía hacer lo correcto.
Tras lograr conseguir la activación de aquella técnica, su alma se apartó del cuerpo, yéndose directamente al cielo para después aterrizar al lugar indicado: Corea del sur.
Su llegada era espectacular, como si alguien hubiera invocado a un ser divino, aquella pelirrosada tenía un aspecto singular, propia de un espectro, su cuerpo era semitransparente y sus ropas eran las de una sacerdotisa, siendo estas un vestido blanco.
Realmente parecía más un fantasma que otra cosa, pero supuso que así sería su aspecto astral, ¿no? En cierto modo no le importaba demasiado, su misión ahora consistía en salvar y curar a los Merakianos.
Vago por los escombros, buscando alguna presencia o señal de vida de alguno de los estudiantes, realmente empezaba a preocuparse, ¿Abra llegado tarde? ¿Se han muerto todos? ¡¡Debe a ver un sobreviviente!! No pudo más y empezó a llamarlos.
─¡¿Hay alguien aquí?! ¡¿Siguen vivos?! ¡¿Dónde están?!
Su voz parecía no ser escuchada, su desesperación aumentaba y se dispuso a recorrer por toda el área con tal de encontrar algo.
─…¿He? Eso es…¿Una fogata? ─Sonrió aliviada─ Si sobrevivieron… Que bien…
Fue entonces que la pelirrosa se dirigió hacia la fogata, logrando reconocer la voz de cierto vampiro de pelo morado, cuyo discurso ante lo ocurrido hacia querer abrazarle y darle la razón, pero sabía que era imposible por obvias razones.
─Estoy de acuerdo contigo, Lacus…
La voz de la pelirrosada resonaba por todo el lugar, era difícil saber en dónde se encontraba exactamente pero estaba ahí.
─Ustedes dieron más por nosotros, sacrificaron más, lucharon más y… no fueron reconocidos, no me parece justo…
La sacerdotisa finalmente hacia acto de presencia, apareciendo justamente al lado del vampiro.
─Vine aquí para ayudarlos a sanar y recuperar fuerzas, no estoy presente como tal, pero puedo usar magia o crear pociones, puedo ayudar en lo que pueda, permítanme remediar el error que la directora ha causado… y velar la muerte de quienes se sacrificaron por nosotros.
La pelirrosada inclino su cuerpo en modo de disculpa, sin importarle siquiera si era bienvenida o no.
─Señorita Rider, noto que tiene un golpe en la cabeza y una visión deteriorada, ¿me permite curarla? Zeldris te tiene en buena estima y no quisiera que se preocupara al verte tan herida… y hablando de él, espero se encuentre bien…
Rasco mi mejilla con cierto nerviosismo mientras daba pasos lentos hacia la chica pelimorada, debía tener cuidado de no asustarla o que esta la ataque en vano, no quería que se agotara y empeorara su estado.
Una vez estuviera cerca de la Gorgona, esta se dispuso a examinar la gravedad de sus heridas y buscar un método más eficaz de curación.
Tras a verla analizado con detenimiento, la pelirrosa invoco varios objetos de curación -los cuales había sacado del interior de su cuerpo- y se dispuso a limpiar sus heridas y aplicar algunas pociones de acción rápida que cerrarían cualquier herida ensangrentada.
─Para tu visión, necesitare que levantes tu mirada hacia el cielo, aplicare un líquido en ambos ojos, te ardera por un momento, pero recuperaras la vista, ¿de acuerdo?
Tomo su mentón con cuidado, elevando la mirada de Rider lo suficiente para que la sacerdotisa utilizara la ya mencionada poción en sus ojos, debía actuar rápido, no sabía si había alguien más que requería de su ayuda o siquiera cuanto tiempo podía mantenerse así.
─Listo, con eso bastara, es necesario que te alimentes bien para que recuperes energía, tengo algo de comida, lo robe de la nefasta fiesta de gala, no es mucho, pero servirá.
Nuevamente saca la comida de su propio cuerpo y lo entrega a Rider para que esta al menos se recuperara adecuadamente.
─Entenderé si no quieres comerlo, pero yo no soy una enemiga, realmente nunca estuve de acuerdo en dejarlos a su suerte… ni siquiera les dieron reconocimiento o dieran homenaje a los caídos… Tengo varias amistades en Merak y quieran o no, para mí son importantes… todos y cada uno de ustedes… Incluso tu Lacus, aunque tal parece no necesitas de mi ayuda, así de fabuloso eres jeje ─Sonrió levemente al mirar al vampiro─ ¿Solo están ustedes dos? ¿No hay nadie más? ─Su preocupación se reflejaba nuevamente en su rostro mientras esperaba respuesta del vampiro.
Ayana Shade
Re: L2 - Noche de derrota en Corea del Sur (EVENTO)
Entre una inmensidad de cadáveres que se asomaban desde el suelo arrasado por la explosión, los cuales se trataban no solo de miembros sino de trabajadores de Merak, Rider era la primera y única que lograra venir a su encuentro, igual estando herida. Faltaban muchos miembros que siquiera participaran de la batalla y por lo tanto, ni se sabía dónde estaban.
El vampiro solamente le dignó una mirada inexpresiva desde encima, mientras el viento movía los sedosos cabellos de ambos. Ni uno de los legacianos o enemigos parecía seguir allá. Estaba a punto de decir algo cuando escuchó una voz que parecía telepática dándole la razón, y ya la había escuchado antes, pero aún no reconociera la identidad de su emisora.
—¿Eh? ¿Quién dijo eso?
Fue cuando miró hacia el costado y vio el espíritu que se le detuvo al lado, explicando a qué venía. En ese momento la recordó, pues era la legaciana que en tan pocos minutos antes le había aparecido bajo el dominio mental de Maria pero tornara disponible alguna de sus magias para auxiliar su derrota.
Las memorias pasaban por su mente mientras no quitaba la vista de la fantasma pelirosa ir hacia Rider con tal de, según ella, ayudarla. El inmortal se quedó a observarla darle el tratamiento a la Gorgona, y de paso, escuchando todo lo que decía.
—¿Fiesta de Gala? Hahah, ¿Entonces realmente están perdiendo tiempo con una celebración? como suponía.
Ridiculizó, caminando tranquilamente hacia donde estaban ambas criaturas, hasta acercarse y detenerse a unos 2,7 m de las dos. Tal era el motivo por el que no podía tomar a Legacy en serio, si los propios insistían en ser una reverenda payasada.
—Dispenso tus estimas hacia mí, legaciana.
Respondió de manera firme y altiva a las palabras de aprecio que le dijo el espectro.
—Zeldris es un demonio. ¿A quién le preocupa el bienestar de un demonio? esas cosas son indestructibles. Los que ya cayeron no importan, y varios otros de Merak murieron durante la batalla o ni estuvieron presentes.
Concluyó después. Merak estaba repleto de miembros sobrenaturales e inmortales, la mayoría tenía condiciones físicas muy diferentes y superiores a la fragilidad de los humanos. La excepción era el caso a parte, Erik, a quien Lacus daba tan mínima importancia que ni se acordó de él.
—Lo que todo indica es que sí, solo somos nosotros, entonces bye bye, ya acabaste tu trabajo aquí.
Ordenó delicadamente que se fuera, sonriente, mostrando la típica y evidentemente falsa amabilidad característica suya, moviendo su mano derecha en el aire como un ademán de despedida. La presencia de Luciela estaba muy lejos como para que pudiera notarla. Hasta ahora pensaba que estaría solo con Rider. Lo único que tenía en mente hacer era encontrar y juntar a los demás integrantes importantes de Merak para que todos supieran lo sucedido y trazaran nuevos planes, pero no revelaría ni procedería con eso mientras el espectro de Ayana continuara por allá. No tenía idea de que luego vendría un nuevo líder con una nueva organización.
Por mientras, deseaba deshacerse de sus trajes estropeados por la explosión. Quería ir a vestir ropas limpias y rehacerse el peinado. Guió su vista hacia el costado con tal de ubicar la localización de su cuarto, que por situarse en el subterráneo del internado posiblemente no se habría destruido.
El vampiro solamente le dignó una mirada inexpresiva desde encima, mientras el viento movía los sedosos cabellos de ambos. Ni uno de los legacianos o enemigos parecía seguir allá. Estaba a punto de decir algo cuando escuchó una voz que parecía telepática dándole la razón, y ya la había escuchado antes, pero aún no reconociera la identidad de su emisora.
—¿Eh? ¿Quién dijo eso?
Fue cuando miró hacia el costado y vio el espíritu que se le detuvo al lado, explicando a qué venía. En ese momento la recordó, pues era la legaciana que en tan pocos minutos antes le había aparecido bajo el dominio mental de Maria pero tornara disponible alguna de sus magias para auxiliar su derrota.
Las memorias pasaban por su mente mientras no quitaba la vista de la fantasma pelirosa ir hacia Rider con tal de, según ella, ayudarla. El inmortal se quedó a observarla darle el tratamiento a la Gorgona, y de paso, escuchando todo lo que decía.
—¿Fiesta de Gala? Hahah, ¿Entonces realmente están perdiendo tiempo con una celebración? como suponía.
Ridiculizó, caminando tranquilamente hacia donde estaban ambas criaturas, hasta acercarse y detenerse a unos 2,7 m de las dos. Tal era el motivo por el que no podía tomar a Legacy en serio, si los propios insistían en ser una reverenda payasada.
—Dispenso tus estimas hacia mí, legaciana.
Respondió de manera firme y altiva a las palabras de aprecio que le dijo el espectro.
—Zeldris es un demonio. ¿A quién le preocupa el bienestar de un demonio? esas cosas son indestructibles. Los que ya cayeron no importan, y varios otros de Merak murieron durante la batalla o ni estuvieron presentes.
Concluyó después. Merak estaba repleto de miembros sobrenaturales e inmortales, la mayoría tenía condiciones físicas muy diferentes y superiores a la fragilidad de los humanos. La excepción era el caso a parte, Erik, a quien Lacus daba tan mínima importancia que ni se acordó de él.
—Lo que todo indica es que sí, solo somos nosotros, entonces bye bye, ya acabaste tu trabajo aquí.
Ordenó delicadamente que se fuera, sonriente, mostrando la típica y evidentemente falsa amabilidad característica suya, moviendo su mano derecha en el aire como un ademán de despedida. La presencia de Luciela estaba muy lejos como para que pudiera notarla. Hasta ahora pensaba que estaría solo con Rider. Lo único que tenía en mente hacer era encontrar y juntar a los demás integrantes importantes de Merak para que todos supieran lo sucedido y trazaran nuevos planes, pero no revelaría ni procedería con eso mientras el espectro de Ayana continuara por allá. No tenía idea de que luego vendría un nuevo líder con una nueva organización.
Por mientras, deseaba deshacerse de sus trajes estropeados por la explosión. Quería ir a vestir ropas limpias y rehacerse el peinado. Guió su vista hacia el costado con tal de ubicar la localización de su cuarto, que por situarse en el subterráneo del internado posiblemente no se habría destruido.
Lacus Welt
Re: L2 - Noche de derrota en Corea del Sur (EVENTO)
Clap, clap, clap.
Unos aplausos burlescos aparecieron de la nada. — Muy bien. Fue un buen intento. Salvo por un detalle, — el mago se iba acercando poco a poco en donde estaban los tres merakinos y esa pelirrosa. Los conocía muy bien. Después de todo, era un silente observador en las sombras de todas las batallas libradas por Legacy y los distintos internados enemigos. El peliazul se sienta sobre lo que parecía una pared casi destruida.
— El detalle es que es imposible ganarle a la Academia Legacy. Por algún u otro motivo, no se puede. Creo que hay dioses supremos que los protegen por su magia, — señaló negando con la cabeza mientras tenía un pequeño dispositivo en sus manos. Lo presiona, y aparecen imágenes tridimensionales de las distintas peleas que ha tenido Legacy. Frente a Lacus, se observa cómo el vampiro luchaba contra Mizore, y luego contra la rubia francesa llamada Charlotte. Frente a Rider, se veía cómo ella luchaba contra Kotomine, y luego Jellal en un bosque.
Y frente a Ayana, se veía cómo ella los estaba hiriendo a todos. Una y otra vez, al tiempo que ella portaba una incómoda expresión en su rostro. — Es una estupidez luchar contra la Academia Legacy. Seamos sinceros. Yuno siempre pensó que a ustedes les motivaba el odio a Legacy y que eran Merak eran todos una "familia". Pero la verdad yo sé lo que ustedes quieren... — sonrió ladinamente y se puso de pie para caminar y quedar en la fogata para calentarse las manos.
— Ustedes quieren diversión y sangre. Ustedes quieren mujeres, dinero, lujos y causar destrucción. Yo les prometo que les daré todo eso, y Legacy no va a interferir, — y casi de la nada aparece una botella de un "vino" muy raro. La descorcha y un fuerte olor a sangre emerge. No cualquier sangre... una sangre de un ser más allá de lo humano.
Unos aplausos burlescos aparecieron de la nada. — Muy bien. Fue un buen intento. Salvo por un detalle, — el mago se iba acercando poco a poco en donde estaban los tres merakinos y esa pelirrosa. Los conocía muy bien. Después de todo, era un silente observador en las sombras de todas las batallas libradas por Legacy y los distintos internados enemigos. El peliazul se sienta sobre lo que parecía una pared casi destruida.
— El detalle es que es imposible ganarle a la Academia Legacy. Por algún u otro motivo, no se puede. Creo que hay dioses supremos que los protegen por su magia, — señaló negando con la cabeza mientras tenía un pequeño dispositivo en sus manos. Lo presiona, y aparecen imágenes tridimensionales de las distintas peleas que ha tenido Legacy. Frente a Lacus, se observa cómo el vampiro luchaba contra Mizore, y luego contra la rubia francesa llamada Charlotte. Frente a Rider, se veía cómo ella luchaba contra Kotomine, y luego Jellal en un bosque.
Y frente a Ayana, se veía cómo ella los estaba hiriendo a todos. Una y otra vez, al tiempo que ella portaba una incómoda expresión en su rostro. — Es una estupidez luchar contra la Academia Legacy. Seamos sinceros. Yuno siempre pensó que a ustedes les motivaba el odio a Legacy y que eran Merak eran todos una "familia". Pero la verdad yo sé lo que ustedes quieren... — sonrió ladinamente y se puso de pie para caminar y quedar en la fogata para calentarse las manos.
— Ustedes quieren diversión y sangre. Ustedes quieren mujeres, dinero, lujos y causar destrucción. Yo les prometo que les daré todo eso, y Legacy no va a interferir, — y casi de la nada aparece una botella de un "vino" muy raro. La descorcha y un fuerte olor a sangre emerge. No cualquier sangre... una sangre de un ser más allá de lo humano.
Siegrain
Re: L2 - Noche de derrota en Corea del Sur (EVENTO)
Tras terminar el tratamiento médico a la pelimorada, esta se dio media vuelta con tal de mirar a Lacus, ella comprendía su sentir y sabia a la perfección que aquel vampiro no confiaría en ella y si pedía su retirada, era por una razón en concreto.
─ Vaya… a pesar de ser de tu academia, lo tratas como si fuera una amenaza… ¡Ah! Es cierto, los vampiros son gravemente heridos por los ataques demoniacos… Pero no deberías temer, sé que eres más fuerte de lo que aparentas.
Ladeaba su cabeza mientras cerraba sus ojos, de forma repentina sus sentidos se activaron, era una presencia extraña y desconocida, nunca había visto a alguien con semejante aura, de pronto se escuchó como alguien aplaudía de forma sarcástica, como si se burlara de la situación mientras logro localizar al individuo.
Abrió sus ojos, notando el aspecto peculiar del individuo, se le hacía similar a un amigo suyo, pero no tenía nada que ver, su mirada, su sonrosa e incluso su modo de moverse, era claro que se trataba de otra persona.
“Así que… es esta persona de mis visiones…” Pensó para sí misma mientras observaba con detenimiento las acciones del desconocido.
─¿He? ¿Siquiera sabes cómo se formó Merak? Fue en su día Legacy, pero en su mundo el director era un demente que lanzo bombas al mundo, destrozando todo a su paso, Yuno lo único que quería era cambiar los eventos del pasado para evitar que su gente muriera, pero no contaba que su viaje la traería a otra realidad…
Aquella pelirrosada agito su mano con firmeza para hacer desaparecer las visiones, a pesar de su actual condición, era capaz de negar algunos hechizos de ser posible.
─Yuno solo trato de llevar a su academia a su vieja gloria, pero nunca se enteró que estaba en otra realidad hasta que yo se lo conté, le dije en privado que ella y su gente habían viajado entre dimensiones y por lo tanto, no era su mundo, las acciones que provocaron desencadenaron el despertar de María, quien destruiría todo a su paso, esa bruja no le interesaba siquiera si algún Merakiano sobrevivía al desastre, incluso le dije a Yuno que una de las dos seria controlada mientras la otra moría, ya que ambas teníamos el poder necesario para detenerla, pero no fue suficiente, fui controlada tal como había predicho y Yuno se sacrificó para que su gente y el mundo sobreviviera.
Aquella pelirrosada empezó a acercarse al peliazul, su mirada era feroz y llena de determinación, no le agradaba el hecho de que intentara humillar a Merak para hacer que odiaran más.
─Además, nadie llega de la nada, proponiendo esas cosas sin pedir nada a cambio, ¿Qué es lo que buscas? ¿Intentaras utilizarlos a tu favor para luego desecharlos? ¿Eso es lo que planeas hacer? Déjame decirte que ninguno de ellos esta tan desesperado para hacerle caso a alguien que apenas llego a este mundo, mucho menos son tan ingenuos para dejarse llevar por el momento sin saber las consecuencias. Se perfectamente que son capaces de muchas cosas, Legacy no siempre había ganado, Merak incluso consiguió victorias aplastantes, derrotando y asesinando a varios compañeros, así que no vayas a insinuar que son débiles.
─ Vaya… a pesar de ser de tu academia, lo tratas como si fuera una amenaza… ¡Ah! Es cierto, los vampiros son gravemente heridos por los ataques demoniacos… Pero no deberías temer, sé que eres más fuerte de lo que aparentas.
Ladeaba su cabeza mientras cerraba sus ojos, de forma repentina sus sentidos se activaron, era una presencia extraña y desconocida, nunca había visto a alguien con semejante aura, de pronto se escuchó como alguien aplaudía de forma sarcástica, como si se burlara de la situación mientras logro localizar al individuo.
Abrió sus ojos, notando el aspecto peculiar del individuo, se le hacía similar a un amigo suyo, pero no tenía nada que ver, su mirada, su sonrosa e incluso su modo de moverse, era claro que se trataba de otra persona.
“Así que… es esta persona de mis visiones…” Pensó para sí misma mientras observaba con detenimiento las acciones del desconocido.
─¿He? ¿Siquiera sabes cómo se formó Merak? Fue en su día Legacy, pero en su mundo el director era un demente que lanzo bombas al mundo, destrozando todo a su paso, Yuno lo único que quería era cambiar los eventos del pasado para evitar que su gente muriera, pero no contaba que su viaje la traería a otra realidad…
Aquella pelirrosada agito su mano con firmeza para hacer desaparecer las visiones, a pesar de su actual condición, era capaz de negar algunos hechizos de ser posible.
─Yuno solo trato de llevar a su academia a su vieja gloria, pero nunca se enteró que estaba en otra realidad hasta que yo se lo conté, le dije en privado que ella y su gente habían viajado entre dimensiones y por lo tanto, no era su mundo, las acciones que provocaron desencadenaron el despertar de María, quien destruiría todo a su paso, esa bruja no le interesaba siquiera si algún Merakiano sobrevivía al desastre, incluso le dije a Yuno que una de las dos seria controlada mientras la otra moría, ya que ambas teníamos el poder necesario para detenerla, pero no fue suficiente, fui controlada tal como había predicho y Yuno se sacrificó para que su gente y el mundo sobreviviera.
Aquella pelirrosada empezó a acercarse al peliazul, su mirada era feroz y llena de determinación, no le agradaba el hecho de que intentara humillar a Merak para hacer que odiaran más.
─Además, nadie llega de la nada, proponiendo esas cosas sin pedir nada a cambio, ¿Qué es lo que buscas? ¿Intentaras utilizarlos a tu favor para luego desecharlos? ¿Eso es lo que planeas hacer? Déjame decirte que ninguno de ellos esta tan desesperado para hacerle caso a alguien que apenas llego a este mundo, mucho menos son tan ingenuos para dejarse llevar por el momento sin saber las consecuencias. Se perfectamente que son capaces de muchas cosas, Legacy no siempre había ganado, Merak incluso consiguió victorias aplastantes, derrotando y asesinando a varios compañeros, así que no vayas a insinuar que son débiles.
Ayana Shade
Re: L2 - Noche de derrota en Corea del Sur (EVENTO)
Aquella hermosa semi diosa, sintió una cuarta presencia, está era diferente a los de los demás, pero, parecido a ella, cómo si fuese igualmente un espíritu divino.
Rápidamente se dispuso a tratar de buscarla, aunque su mirada no estaba al 100, al fin de cuentas escucho la voz de alguien, dándole la razón a Lacus, y dirigiéndo su mirada hacia donde provenia esa voz.
Vio a una simpática chica de cabellos rosas, algo brillante, eso explicaba todo...
Prefirió ignorar a la pelirrosa y a el vampiro, ella quería saber sobre Ese demonio (Zeldris).
Pero, de nuevo... la voz de aquella sacerdotisa de aparentemente nombre Ayana, se dirigió a la Gorgona.
Empezó a tratar sus heridas, está no tenía fuerzas siquiera ya para atacar, necesitaba maná, podría hacerlo comiendo, pero, seria mas rápido si absorbía la energía de otros, ya sea con su bellerophon o tomando la sangre de humanos.
Cuando Ayana le dio la comida sonrió suavemente, no podía portarse malagradecida con la persona qie acababa de ayudarle.
- Le agradezco su ayuda señorita- Dijo con una gran sonriente empezando ya a ver con claridad, y comio pero aun no recuperaba totalmente sus fuerzas.
Estaba por irse para ver si encontraba alguna víctima; nuevamente se vio interrumpida por el sonido de unos aplausos, volteo a ver y vio a un peliazul.
- ( Es Jellal.., no..no es el su energía es diferente)- Penso para sí y observo con desconfianza a el chico, pudiendo obtener información de este.- (Seigrain...¿es todo?)- se quedo escuchando atentamente a lo que decía este.
Prefirió quedarse callada y analizar la situación, aunque ese hombre hablaba por todos, ¿Que le permitía hacer aquello? A ella simplemente no le importaba si Legacy celebraba mientras ellos estaban en la miseria.
Rápidamente se dispuso a tratar de buscarla, aunque su mirada no estaba al 100, al fin de cuentas escucho la voz de alguien, dándole la razón a Lacus, y dirigiéndo su mirada hacia donde provenia esa voz.
Vio a una simpática chica de cabellos rosas, algo brillante, eso explicaba todo...
Prefirió ignorar a la pelirrosa y a el vampiro, ella quería saber sobre Ese demonio (Zeldris).
Pero, de nuevo... la voz de aquella sacerdotisa de aparentemente nombre Ayana, se dirigió a la Gorgona.
Empezó a tratar sus heridas, está no tenía fuerzas siquiera ya para atacar, necesitaba maná, podría hacerlo comiendo, pero, seria mas rápido si absorbía la energía de otros, ya sea con su bellerophon o tomando la sangre de humanos.
Cuando Ayana le dio la comida sonrió suavemente, no podía portarse malagradecida con la persona qie acababa de ayudarle.
- Le agradezco su ayuda señorita- Dijo con una gran sonriente empezando ya a ver con claridad, y comio pero aun no recuperaba totalmente sus fuerzas.
Estaba por irse para ver si encontraba alguna víctima; nuevamente se vio interrumpida por el sonido de unos aplausos, volteo a ver y vio a un peliazul.
- ( Es Jellal.., no..no es el su energía es diferente)- Penso para sí y observo con desconfianza a el chico, pudiendo obtener información de este.- (Seigrain...¿es todo?)- se quedo escuchando atentamente a lo que decía este.
Prefirió quedarse callada y analizar la situación, aunque ese hombre hablaba por todos, ¿Que le permitía hacer aquello? A ella simplemente no le importaba si Legacy celebraba mientras ellos estaban en la miseria.
Rider Medusa
Re: L2 - Noche de derrota en Corea del Sur (EVENTO)
El caos y la destrucción se presentaron en el Internado Merak, quién diría que al final todo terminaba en eso, se sentía el inmenso calor de las llamas sobre los montículos de tierra, cemento y otras cosas por todo el lugar, sin duda un lugar peligroso, los cimientos cada vez terminaban peor, el daño que recibió Zeldris tras esa "explosión" fue moderado, sus ropajes terminaron rotos, estaba lleno de polvo y tenía heridas por todo el cuerpo, nada que su cuerpo no sanaria después de unos minutos, ¿No es así?
Para su fortuna después de aquel golpe y heridas que tuvo escuchaba como voces se acercaban solo un par le fueron familiares, se puso de pie, limpio el polvo de su traje y fijo una sonrisa en el rostro mientras las heridas sanaban, menos mal, veía borroso pues no quitaba el hecho de que el fuerte golpe hizo que su cerebro chocará contra el cráneo, por ende algunas funciones se vieron afectadas, su vista como su función motora salieron mal en aquel incidente, tampoco duraría mucho el efecto así que no es nada grave, sus pasos eran lentos pues sus piernas no respondían bien, se tenía que recargar contra el concreto demolido, y dado a su visión borrosa lo que le quedaba fue escuchar las voces y guiarse por las mismas, pronto alejándose de entre los escombros reconoció un color rojo y naranja de la fogata, un rosa y un morado muy similar al de Rider, lo olvidaba, Rider estaba ahí, pero, es una semidiosa, no estará tan grave ¿O si?
Entrecerró sus ojos, los tallo contra sus manos cerradas y por fin su vista volvió casi por completo como si por arte de magia se tratara, sus pasos cortos y sumamente brutos por fin le hicieron llegar hasta la pelimorada, de nuevo la vería, menos mal, y al parecer no estaba tan mal.
— ¡Rider! ¡Ayana! Qué gusto que estén bien, menos mal, debo de ir a destruir a aquel o aquella que hizo esto, tuve suficiente de esas tonterías, este lugar, todo fue destruido, ¿Alguien sabe bien que sucedió?
Cubrió su codo izquierdo con su mano derecha, aún sentía un ardor por las heridas, pero sobre todo sentía dolor muscular, o peor aún, quizás los huesos, era lo de menos, el dolor tendría que ser soportado por el pelinegro, al menos su inmortalidad le hizo sentir un menor dolor, seguramente un humano común terminaría muerto después del impacto, aparentemente ninguno de los que veía eran humanos, un chico de orejas largas y en punta, además de unos colmillos afilados y alargados, de el otro no encontraba razgos realmente distintivos.
— ¿Qué es lo próximo que deberíamos de hacer? ¡Agh! Estoy molesto, hasta de tonterías cómo estás.
Menciono para después recargar su hombro contra el brazo de la gorgona, sus piernas aún no respondían bien, y no solo el parecía herido, pero la persona que le importaba era Rider.
Para su fortuna después de aquel golpe y heridas que tuvo escuchaba como voces se acercaban solo un par le fueron familiares, se puso de pie, limpio el polvo de su traje y fijo una sonrisa en el rostro mientras las heridas sanaban, menos mal, veía borroso pues no quitaba el hecho de que el fuerte golpe hizo que su cerebro chocará contra el cráneo, por ende algunas funciones se vieron afectadas, su vista como su función motora salieron mal en aquel incidente, tampoco duraría mucho el efecto así que no es nada grave, sus pasos eran lentos pues sus piernas no respondían bien, se tenía que recargar contra el concreto demolido, y dado a su visión borrosa lo que le quedaba fue escuchar las voces y guiarse por las mismas, pronto alejándose de entre los escombros reconoció un color rojo y naranja de la fogata, un rosa y un morado muy similar al de Rider, lo olvidaba, Rider estaba ahí, pero, es una semidiosa, no estará tan grave ¿O si?
Entrecerró sus ojos, los tallo contra sus manos cerradas y por fin su vista volvió casi por completo como si por arte de magia se tratara, sus pasos cortos y sumamente brutos por fin le hicieron llegar hasta la pelimorada, de nuevo la vería, menos mal, y al parecer no estaba tan mal.
— ¡Rider! ¡Ayana! Qué gusto que estén bien, menos mal, debo de ir a destruir a aquel o aquella que hizo esto, tuve suficiente de esas tonterías, este lugar, todo fue destruido, ¿Alguien sabe bien que sucedió?
Cubrió su codo izquierdo con su mano derecha, aún sentía un ardor por las heridas, pero sobre todo sentía dolor muscular, o peor aún, quizás los huesos, era lo de menos, el dolor tendría que ser soportado por el pelinegro, al menos su inmortalidad le hizo sentir un menor dolor, seguramente un humano común terminaría muerto después del impacto, aparentemente ninguno de los que veía eran humanos, un chico de orejas largas y en punta, además de unos colmillos afilados y alargados, de el otro no encontraba razgos realmente distintivos.
— ¿Qué es lo próximo que deberíamos de hacer? ¡Agh! Estoy molesto, hasta de tonterías cómo estás.
Menciono para después recargar su hombro contra el brazo de la gorgona, sus piernas aún no respondían bien, y no solo el parecía herido, pero la persona que le importaba era Rider.
Rokudo Mukuro
Re: L2 - Noche de derrota en Corea del Sur (EVENTO)
Salióse en ese momento el chico... chica... el slime de la penumbra en que se encontraba, mientras observaba el trágico ambiente que se alzaba a su alrededor. Rimuru, quien se denomina a si mismo como hombre y por ello he de referirme a él en masculino de ahora en más, se encontraba callado y sereno. Analizando la situación con profunda reflexión. Rimuru aún no era un estudiante de Merak. De hecho, de no ser por aquella vampiresa que conoció hace poco, ni siquiera estaría presente en esta escena.
Sin embargo, si quería aprender más del mundo que lo rodeaba ahora, del cual no entendía absolutamente nada, no tenía otra opción que acercarse a la mayor cantidad posible de personas para aprender lo más posible de ellos. Y vamos, sinceramente el internado Merak era lo más cercano que tenía. Desde su posición había podido entender ya un par de cosas que nombraré a continuación.
Había sucedido una guerra que involucraba a esta gente y a otros que los habían dejado aquí como perro abandonado por su dueño. Que la líder de esta cede había muerto salvando a todos de una amenaza mayor, pero que esa ingrata Legacy igual los dejó a su suerte al final. Que había gente del bando enemigo que no estaba de acuerdo con esa crueldad. Que un hombre acababa de llegar con un aire de querer montarse como cabeza del ahora desamparado internado. Que los miembros de Merak querían venganza y que el demente que acababa de llegar estaba ofreciendo vanas recompensas.
- Pero qué estupidez ¿En serio piensas que te escucharán? -
El slime habló por accidente. Recién se estaba acostumbrando a ser capaz de hablar, por lo que no era capaz de asimilar aún la diferencia entre sus pensamientos y sus palabras. Sin embargo, Rimuru no podía retroceder. Era nuevo en el lugar, y no se podía permitir que lo vieran como el chico que hace comentarios sin pensar y luego se arrepiente. Tenía que pensar en algo, y pensarlo ya. Habló entonces, con voz seria y mirando al peliazul seriamente y prorrumpiendo con voz autoritaria y un tanto burlona.
- Es ridículo cómo tratas a estas personas. ¿De verdad piensas que son animales que puedes arrear con un bistec? Y esa tontería de que Legacy tiene alguna protección divina invisible... Ni que fuéramos personajes de una mala historia narrada a capricho de seres superiores -
El slime mismo no podía creerse que de verdad sonase como un sujeto arrogante y confiado. Internamente una alegre sonrisa se dibujaba por causa de su impresionante logro. Quedó callado entonces algunos segundos, y aunque dadas las circunstancias cualquiera hubiera pensado que el de fémina apariencia daba tiempo a una contestación. Pero no, solamente trataba de pensar en un comentario que sonara increíble.
- Cualquiera que tenga un gramo de cerebro puede percatarse de que te traes algo entre manos. Dudo que alguien aquí se vea interesado por tus banales ofertas. Hasta yo podría ofrecer algo más interesante que tus lástimas -
《 Halago: Ha sido una actuación muy convincente. Tu falta de órganos impide una lectura de tu aura y tu psique, por lo cual no se puede hacer un análisis de la veracidad en tus intenciones 》
Mencionó la habilidad parlante del slime, aquella voz en su cabeza que servía de guía en todo momento. Y el slime sonrió internamente, festejando su reciente éxito.
~ Notas ~
[ abc ] = Sistema
《 abc 》= Pensamientos/Habilidad: Gran sabio
Sin embargo, si quería aprender más del mundo que lo rodeaba ahora, del cual no entendía absolutamente nada, no tenía otra opción que acercarse a la mayor cantidad posible de personas para aprender lo más posible de ellos. Y vamos, sinceramente el internado Merak era lo más cercano que tenía. Desde su posición había podido entender ya un par de cosas que nombraré a continuación.
Había sucedido una guerra que involucraba a esta gente y a otros que los habían dejado aquí como perro abandonado por su dueño. Que la líder de esta cede había muerto salvando a todos de una amenaza mayor, pero que esa ingrata Legacy igual los dejó a su suerte al final. Que había gente del bando enemigo que no estaba de acuerdo con esa crueldad. Que un hombre acababa de llegar con un aire de querer montarse como cabeza del ahora desamparado internado. Que los miembros de Merak querían venganza y que el demente que acababa de llegar estaba ofreciendo vanas recompensas.
- Pero qué estupidez ¿En serio piensas que te escucharán? -
El slime habló por accidente. Recién se estaba acostumbrando a ser capaz de hablar, por lo que no era capaz de asimilar aún la diferencia entre sus pensamientos y sus palabras. Sin embargo, Rimuru no podía retroceder. Era nuevo en el lugar, y no se podía permitir que lo vieran como el chico que hace comentarios sin pensar y luego se arrepiente. Tenía que pensar en algo, y pensarlo ya. Habló entonces, con voz seria y mirando al peliazul seriamente y prorrumpiendo con voz autoritaria y un tanto burlona.
- Es ridículo cómo tratas a estas personas. ¿De verdad piensas que son animales que puedes arrear con un bistec? Y esa tontería de que Legacy tiene alguna protección divina invisible... Ni que fuéramos personajes de una mala historia narrada a capricho de seres superiores -
El slime mismo no podía creerse que de verdad sonase como un sujeto arrogante y confiado. Internamente una alegre sonrisa se dibujaba por causa de su impresionante logro. Quedó callado entonces algunos segundos, y aunque dadas las circunstancias cualquiera hubiera pensado que el de fémina apariencia daba tiempo a una contestación. Pero no, solamente trataba de pensar en un comentario que sonara increíble.
- Cualquiera que tenga un gramo de cerebro puede percatarse de que te traes algo entre manos. Dudo que alguien aquí se vea interesado por tus banales ofertas. Hasta yo podría ofrecer algo más interesante que tus lástimas -
《 Halago: Ha sido una actuación muy convincente. Tu falta de órganos impide una lectura de tu aura y tu psique, por lo cual no se puede hacer un análisis de la veracidad en tus intenciones 》
Mencionó la habilidad parlante del slime, aquella voz en su cabeza que servía de guía en todo momento. Y el slime sonrió internamente, festejando su reciente éxito.
~ Notas ~
[ abc ] = Sistema
《 abc 》= Pensamientos/Habilidad: Gran sabio
Rimuru Tempest
Re: L2 - Noche de derrota en Corea del Sur (EVENTO)
Había escuchado el agradecimiento de la pelimorada, lo cual hacia saber que, hacia lo correcto, no importaba los ideales de los seres o si alguna vez hicieron mucho daño, todo ser merece ser respetado, apoyado e incluso recibir una oportunidad.
Además, había hecho muchas amistades en Merak, personas que ella apreciaba mucho y los tenía en alta estima, como aquel caído Eukene, la vampira Krul o el demonio Zeldris, tenía más amistades, pero cada una fue desapareciendo sin dejar rastro, cosa que provocaba su preocupación constante.
De pronto, la voz de un conocido resonó por el lugar, era aquel demonio que había mencionado antes, tenía algunas heridas presentes y su ropa estaba rasgada, pero al menos estaba en una pieza, la pelirrosa no pudo evitar sonreír de la alegría de verlo estable e incluso alguna lagrima empezó a empapar sus pálidas mejillas.
─¡¡Zeldris!! Me alegro que estés bien ─Ladeo su cabeza mientras entrelazaba sus manos en señal de alivio ─Me tenías, no… nos tenías preocupadas, Rider preguntaba por ti, ¿necesitas alguna curación? Sé que eres un demonio y puedes curarte solo, pero esa explosión mágica puede causar mucho desgaste en tu cuerpo…
Escucho las quejas del azabache, el hecho de que todo eso pasara le molestaba, un sentimiento que tenía en común, las acciones del alto mando de su academia eran imperdonables, pero aquella sacerdotisa no podía influir en las decisiones de los mortales o de cualquier criatura, su deber únicamente se militaba a proteger el tiempo y sanar a las personas.
─Zeldris, yo…
Repentinamente una voz extraña hizo acto de presencia, no lo había notado antes pero ahí estaba, un individuo humanoide cuya apariencia era andrógeno, era complicado saber si era femenina o masculina, pero poco importaba eso, el hecho de que no lo pudiera detectar lo sorprendió.
Se dispuso a escuchar las palabras del individuo de cabello azulado, diciendo prácticamente lo mismo que ella había argumentado, ningún miembro de Merak sería tan ingenuo o desesperado en aceptar la propuesta de un extraño cuyos propósitos eran desconocidos.
─V-Vaya, él entiende perfectamente la situación, aunque debo admitir que no había visto alguien como tú en Merak, ¿Quién eres?
Quería saber quién era el ser que había aparecido de la nada sin que ninguno de los presentes se percatara de su presencia, le parecía interesante su modo de hablar y de pensar, esperando que los demás tuvieran un pensamiento similar.
De pronto, el espectro empezó a tener una especie de “bug” quizás estaba sobrepasándose al utilizar su técnica pero estaría resistiendo lo suficiente para saber un poco más, quería asegurarse que aquellas personas que le importaban se encontraran bien y de paso, saber la posibilidad de un peligro mayor.
Además, había hecho muchas amistades en Merak, personas que ella apreciaba mucho y los tenía en alta estima, como aquel caído Eukene, la vampira Krul o el demonio Zeldris, tenía más amistades, pero cada una fue desapareciendo sin dejar rastro, cosa que provocaba su preocupación constante.
De pronto, la voz de un conocido resonó por el lugar, era aquel demonio que había mencionado antes, tenía algunas heridas presentes y su ropa estaba rasgada, pero al menos estaba en una pieza, la pelirrosa no pudo evitar sonreír de la alegría de verlo estable e incluso alguna lagrima empezó a empapar sus pálidas mejillas.
─¡¡Zeldris!! Me alegro que estés bien ─Ladeo su cabeza mientras entrelazaba sus manos en señal de alivio ─Me tenías, no… nos tenías preocupadas, Rider preguntaba por ti, ¿necesitas alguna curación? Sé que eres un demonio y puedes curarte solo, pero esa explosión mágica puede causar mucho desgaste en tu cuerpo…
Escucho las quejas del azabache, el hecho de que todo eso pasara le molestaba, un sentimiento que tenía en común, las acciones del alto mando de su academia eran imperdonables, pero aquella sacerdotisa no podía influir en las decisiones de los mortales o de cualquier criatura, su deber únicamente se militaba a proteger el tiempo y sanar a las personas.
─Zeldris, yo…
Repentinamente una voz extraña hizo acto de presencia, no lo había notado antes pero ahí estaba, un individuo humanoide cuya apariencia era andrógeno, era complicado saber si era femenina o masculina, pero poco importaba eso, el hecho de que no lo pudiera detectar lo sorprendió.
Se dispuso a escuchar las palabras del individuo de cabello azulado, diciendo prácticamente lo mismo que ella había argumentado, ningún miembro de Merak sería tan ingenuo o desesperado en aceptar la propuesta de un extraño cuyos propósitos eran desconocidos.
─V-Vaya, él entiende perfectamente la situación, aunque debo admitir que no había visto alguien como tú en Merak, ¿Quién eres?
Quería saber quién era el ser que había aparecido de la nada sin que ninguno de los presentes se percatara de su presencia, le parecía interesante su modo de hablar y de pensar, esperando que los demás tuvieran un pensamiento similar.
De pronto, el espectro empezó a tener una especie de “bug” quizás estaba sobrepasándose al utilizar su técnica pero estaría resistiendo lo suficiente para saber un poco más, quería asegurarse que aquellas personas que le importaban se encontraran bien y de paso, saber la posibilidad de un peligro mayor.
Ayana Shade
Re: L2 - Noche de derrota en Corea del Sur (EVENTO)
En cuanto el espectro de Ayana le contestara, el vampiro le dirigió una mirada de incomprensión. Para quien parecía ser tan sabia, irónicamente sus palabras la mostraron tener muy mala comprensión sobre lo que él dijera de Zeldris. Ciertamente demonios podían acabarlo fácilmente y el vampiro prefería no acercárseles mucho, pero él nunca había visto a Zeldris como una amenaza inminente al tratarse de su aliado, y aunque hubiese sonado grosero sin darse cuenta, su afirmación únicamente tuviera el fin de garantizar que el demonio debía estar bien, no de alentar sobre ellos una enemistad vívida.
En el momento fue cuando el susodicho llegó mostrándose enojado y acercándose a Rider, visiblemente herido. ¿En serio? Tal cual no esperara pues al ser un demonio creía que su habilidad autoregenerativa sería incluso superior a la de los vampiros, quienes independiente de la gravedad de cualquier daño o herida que reciban, bastan insignificantes segundos para que automáticamente estén de nuevo en su plenitud física y mental como si nada les hubiera ocurrido. (Desde que no sean heridos con armas demoníacas, obviamente)
Teniendo visible la situación actual, no se sorprendería por la llegada de nuevas y desconocidas presencias; posiblemente las autoridades mismas luego estarían enviando helicópteros hacia la zona destruida, pues Merak era un internado reconocido. Lo que en facto el vampiro no preveía era la aparición de un Doppelgänger de Jellal, robándose la atención de todos con aquel discurso y proyecciones del pasado.
Y no solo hablaba, parecía dispuesto a probar lo que decía, o eso entendió de su acto seguido de descorchar una botella llena de... ¿Sangre?
Observó con deseo el envase. Aquel aroma invadió sus narinas y tan inmediatamente lo sedujo, su sentido gustativo pidió a gritos sentir aquel sabor, pero, por una única vez, contrarió su comportamiento natural, no era hora de entregarse a sus impulsos, principalmente con un desconocido misterioso y tan idéntico a su principal enemigo de Legacy, razón por la que desconfiaba.
—Assh, ¿Por qué me tienes que tentar a mí primero? No tiene gracia ~
Expuso, con un aire infantil de indignación, que acabó tornando cómica la situación tan seria. De pronto, el espectro de Ayana se puso a contradecir al desconocido, dándole vuelta al caso, y en medio de todo surgió un integrante más, lo que parecía un niño o niña pero tenía gran pulso en confrontar al sujeto.
Escuchó todo el largo discurso que incurrió, sin ponerle tanta atención a la historia que el espectro contara, pues le aburría. Al final, procedió a pronunciar su posición en el asunto. Primero, le dirigió la palabra al espíritu de Ayana, en seguida que ella solicitara la identidad de Rinmuru.
—Hey espectro, ¿No te mandé chisparte ya? Los siguientes pasos que envuelven al finado Merak lo decidimos nosotros. Tú sobras en esto y solo estorbas. Lárgate.
Le ordenó de manera calma y autoritaria, en primera mano. En seguida, le hablaría a Siegrain.
—Yo tampoco entiendo tus palabras, aunque no dudo tanto que Legacy realmente tenga protección de dioses, todos saben que es muy propio de los debiluchos buscar protección superior; sin embargo, yo ya he matado a varios de ellos.
Afirmó.
—Primero quiero saber qué eres y porqué eres una copia de Jellal Fernandez, y si afirmas que la academia es inderrotable debíamos ser inútiles para ti, ¿Entonces para qué te interesaríamos tanto?
Aprovechó para interrogar al misterioso peliazul. No dejaría pasar tales intrigas.
En el momento fue cuando el susodicho llegó mostrándose enojado y acercándose a Rider, visiblemente herido. ¿En serio? Tal cual no esperara pues al ser un demonio creía que su habilidad autoregenerativa sería incluso superior a la de los vampiros, quienes independiente de la gravedad de cualquier daño o herida que reciban, bastan insignificantes segundos para que automáticamente estén de nuevo en su plenitud física y mental como si nada les hubiera ocurrido. (Desde que no sean heridos con armas demoníacas, obviamente)
Teniendo visible la situación actual, no se sorprendería por la llegada de nuevas y desconocidas presencias; posiblemente las autoridades mismas luego estarían enviando helicópteros hacia la zona destruida, pues Merak era un internado reconocido. Lo que en facto el vampiro no preveía era la aparición de un Doppelgänger de Jellal, robándose la atención de todos con aquel discurso y proyecciones del pasado.
Y no solo hablaba, parecía dispuesto a probar lo que decía, o eso entendió de su acto seguido de descorchar una botella llena de... ¿Sangre?
Observó con deseo el envase. Aquel aroma invadió sus narinas y tan inmediatamente lo sedujo, su sentido gustativo pidió a gritos sentir aquel sabor, pero, por una única vez, contrarió su comportamiento natural, no era hora de entregarse a sus impulsos, principalmente con un desconocido misterioso y tan idéntico a su principal enemigo de Legacy, razón por la que desconfiaba.
—Assh, ¿Por qué me tienes que tentar a mí primero? No tiene gracia ~
Expuso, con un aire infantil de indignación, que acabó tornando cómica la situación tan seria. De pronto, el espectro de Ayana se puso a contradecir al desconocido, dándole vuelta al caso, y en medio de todo surgió un integrante más, lo que parecía un niño o niña pero tenía gran pulso en confrontar al sujeto.
Escuchó todo el largo discurso que incurrió, sin ponerle tanta atención a la historia que el espectro contara, pues le aburría. Al final, procedió a pronunciar su posición en el asunto. Primero, le dirigió la palabra al espíritu de Ayana, en seguida que ella solicitara la identidad de Rinmuru.
—Hey espectro, ¿No te mandé chisparte ya? Los siguientes pasos que envuelven al finado Merak lo decidimos nosotros. Tú sobras en esto y solo estorbas. Lárgate.
Le ordenó de manera calma y autoritaria, en primera mano. En seguida, le hablaría a Siegrain.
—Yo tampoco entiendo tus palabras, aunque no dudo tanto que Legacy realmente tenga protección de dioses, todos saben que es muy propio de los debiluchos buscar protección superior; sin embargo, yo ya he matado a varios de ellos.
Afirmó.
—Primero quiero saber qué eres y porqué eres una copia de Jellal Fernandez, y si afirmas que la academia es inderrotable debíamos ser inútiles para ti, ¿Entonces para qué te interesaríamos tanto?
Aprovechó para interrogar al misterioso peliazul. No dejaría pasar tales intrigas.
Lacus Welt
Re: L2 - Noche de derrota en Corea del Sur (EVENTO)
La pelirrosa y ese niño o niña hablaban más de la cuenta. Hablaban muchísimo, por lo que en ese momento solo dirigió una mirada sardónica a los merakianos, como si dos hermanos pequeños estuvieran regañándole a Siegrain por haber hecho algo malo. Cerró sus ojos y negó con la cabeza. — A ver, querubines. De uno a la vez. ¿O acaso creen que tengo veinte oídos? — preguntó retóricamente en contestación a ambos; y entonces Ayana dijo: "Déjame decirte que ninguno de ellos esta tan desesperado para hacerle caso a alguien que apenas llego a este mundo, mucho menos son tan ingenuos para dejarse llevar por el momento sin saber las consecuencias". — ¡Oye! ¿Pero qué cosas dices...? Oigan esto, Lacus, Rider, — se reía a carcajadas, — No sabía que Ayana era la portavoz de Merak. ¿Cómo la dejan entrar acá como si nada? Esta niña les está restregando el hecho de que puede pasearse como Pedro por su casa en el Internado, — y sus carcajadas secas y cortas, se calmaron a una sonrisa ladina.
Se acercó a Rider y Zeldris para tocarles el hombro a ambos, como si fuera un amigo con malas intenciones. Y por supuesto que Siegrain tenía muy malas intenciones. — No es misterio que quiero algo de ustedes. ¡Por supuesto que quiero a los salvadores de este mundo! ¡Amo a Merak! Pero Yuno... — negó con la cabeza. Era una terrible líder, se llevaba mal con sus compañeros y siempre trató de conquistar este mundo. Después de todo, ella se preocupaba por los seres humanos.
Acto seguido, se acerca a ese pequeño o pequeña y coloca la mano sobre su cabeza. — Si quieres, no me ayudes. Si quieres este fin de semana ve a matricularte a Legacy, y el lunes me dices cómo te fue, — y esto que les digo es un spoiler. Pssst. Le iría muy mal. Los aires de grandeza de Siegrain eran cautivadores, tenía en sus palabras algo llamativo, como una mosca atraída por el elixir de las carnes putrefactas.
— Me llamo Siegrain. En esta realidad, Ayana fue corrompida con María. En donde yo vengo, Jellal fue corrompido. Japón se destruyó, y los únicos que se opusieron a María y yo, fueron las Fuerzas Federales de Alemania. Uno de ellos era fiel seguidor a Nuestro "Cuarto Reich" y traicionó a la mugrosa Alemania actual. En el planeta Asgard me liberaron parcialmente de la corrupción y heme aquí, — así es. Un nazi. Los tétricos hombres detrás del país más terrorífico del mundo. Responsables de una masacre contra un pueblo y de tantas otras calamidades. Asgard era el Cuarto Reich, en donde los científicos y magos oscuros del nazismo habían escapado.
Siegrain
Presidente del Consejo Estudiantil. Mago de reversión y psíquico nivel omega.
Es la segunda persona más fuerte del Internado Asgard.
— Creo que nuestro amigo Zeldris ha estado teniendo visiones de eso, — bebe la copa de sangre, — Al menos eso es lo que me contaron en Asgard, es decir, el Internado al cual pertenezco... bla bla bla, yakkity yak. Vengo a esclavizar a la humanidad y a robarme sus recursos naturales. Solo quiero una ayudita, — cambió su voz repentinamente a una más tosca, como si cambiara de humor repentinamente. Bebió otro poco de esa copa, y se la pasó amigablemente a Lacus.
— ¿Y qué si tengo malas intenciones? Pero ojo, no es contra ustedes, los merakianos. Solo un estúpido estropea sus herramientas. Y así, ustedes pueden usar y abusar de mi poder para conseguir todo lo que han anhelado. Únanse a mí, mejor... o bien pueden ser cazados por los perros de Legacy y morir. No creo que sea una decisión difícil, — sonrió de nuevo, como si fuera un viejo amigo tratando de convencer a sus amigos. Siegrain no tenía intenciones hostiles con Merak. Al contrario. No iba a hacerles daño. Ellos serían lo que le darían la victoria final.
— Contaré hasta treinta, Ayana. Quiero que desaparezcas o algo malo te puede pasar: 30, 29, 28, 27... — apuntó su dedo a la proyección de la pelirrosa justo al centro de su pecho. Un misterioso halo verde emergía el cuerpo del peliazul. Solo se podría clasificar esa energía como llena de maldad. Muy oscura y vacía. Las energías que emanaba Siegrain eran difusas: ángel, demonio, bestia, espectro, vampiro... un torbellino de millones de millones de razas, y un poder caótico se hacía sentir de su dedo. Era muy peligroso.
Se acercó a Rider y Zeldris para tocarles el hombro a ambos, como si fuera un amigo con malas intenciones. Y por supuesto que Siegrain tenía muy malas intenciones. — No es misterio que quiero algo de ustedes. ¡Por supuesto que quiero a los salvadores de este mundo! ¡Amo a Merak! Pero Yuno... — negó con la cabeza. Era una terrible líder, se llevaba mal con sus compañeros y siempre trató de conquistar este mundo. Después de todo, ella se preocupaba por los seres humanos.
Acto seguido, se acerca a ese pequeño o pequeña y coloca la mano sobre su cabeza. — Si quieres, no me ayudes. Si quieres este fin de semana ve a matricularte a Legacy, y el lunes me dices cómo te fue, — y esto que les digo es un spoiler. Pssst. Le iría muy mal. Los aires de grandeza de Siegrain eran cautivadores, tenía en sus palabras algo llamativo, como una mosca atraída por el elixir de las carnes putrefactas.
— Me llamo Siegrain. En esta realidad, Ayana fue corrompida con María. En donde yo vengo, Jellal fue corrompido. Japón se destruyó, y los únicos que se opusieron a María y yo, fueron las Fuerzas Federales de Alemania. Uno de ellos era fiel seguidor a Nuestro "Cuarto Reich" y traicionó a la mugrosa Alemania actual. En el planeta Asgard me liberaron parcialmente de la corrupción y heme aquí, — así es. Un nazi. Los tétricos hombres detrás del país más terrorífico del mundo. Responsables de una masacre contra un pueblo y de tantas otras calamidades. Asgard era el Cuarto Reich, en donde los científicos y magos oscuros del nazismo habían escapado.
Siegrain
Presidente del Consejo Estudiantil. Mago de reversión y psíquico nivel omega.
Es la segunda persona más fuerte del Internado Asgard.
— Creo que nuestro amigo Zeldris ha estado teniendo visiones de eso, — bebe la copa de sangre, — Al menos eso es lo que me contaron en Asgard, es decir, el Internado al cual pertenezco... bla bla bla, yakkity yak. Vengo a esclavizar a la humanidad y a robarme sus recursos naturales. Solo quiero una ayudita, — cambió su voz repentinamente a una más tosca, como si cambiara de humor repentinamente. Bebió otro poco de esa copa, y se la pasó amigablemente a Lacus.
— ¿Y qué si tengo malas intenciones? Pero ojo, no es contra ustedes, los merakianos. Solo un estúpido estropea sus herramientas. Y así, ustedes pueden usar y abusar de mi poder para conseguir todo lo que han anhelado. Únanse a mí, mejor... o bien pueden ser cazados por los perros de Legacy y morir. No creo que sea una decisión difícil, — sonrió de nuevo, como si fuera un viejo amigo tratando de convencer a sus amigos. Siegrain no tenía intenciones hostiles con Merak. Al contrario. No iba a hacerles daño. Ellos serían lo que le darían la victoria final.
— Contaré hasta treinta, Ayana. Quiero que desaparezcas o algo malo te puede pasar: 30, 29, 28, 27... — apuntó su dedo a la proyección de la pelirrosa justo al centro de su pecho. Un misterioso halo verde emergía el cuerpo del peliazul. Solo se podría clasificar esa energía como llena de maldad. Muy oscura y vacía. Las energías que emanaba Siegrain eran difusas: ángel, demonio, bestia, espectro, vampiro... un torbellino de millones de millones de razas, y un poder caótico se hacía sentir de su dedo. Era muy peligroso.
Siegrain
Re: L2 - Noche de derrota en Corea del Sur (EVENTO)
La pelirrosa se limitó a escuchar la palabrería de su posible enemigo, sin duda intentaba provocar a los demás para que estuvieran en su contra con el simple hecho de que ella no pertenecía a Merak y por lo tanto no tenía el derecho de opinar.
La sacerdotisa simplemente soltó un leve suspiro ante la palabrería y amenaza a su persona, poco le importaba si la llegara a atacar en ese mismo instante.
─Se perfectamente que no puedo influir en las decisiones de los demás, ese deber no me corresponde, solo me quedaría respetar la opción que cada uno tome, soy una sacerdotisa después de todo, mi deber es respetar el equilibrio, la vida de todos los seres y el tiempo mismo, muchos han tenido dudas ante mis acciones, ¿A que bando pertenezco realmente? Debo aclarar que yo no pertenezco a ninguno en particular, que este en Legacy no significa que tenga sus ideales, solo estoy ahí para conocer más la historia de nuestra isla, los conflictos del pasado y los futuros que están por venir, todo con tal de buscar una forma de crear la paz.
Cerro sus ojos por un momento mientras reunía algo de energía.
─Como guardiana del tiempo y la existencia de los seres de esta línea temporal, mi deber es protegerlos sin importar sus ideales, si han matado o salvado vidas o siquiera causado caos, todo ser merece existir siempre y cuando su acción no perjudique la línea temporal y, por lo tanto, la eliminación de la misma. Las acciones que planeas hacer a este mundo causara no solo caos y destrucción, si no la posible extinción de los que ahora viven en este momento, ¿Qué garantiza si tus planes afecten a los Merakianos? Y no me refiero a que los mates tú mismo, si no que los efectos colaterales temporales los elimine con tal de restablecer su equilibrio, eso es algo que ni yo podría detener…
Abrió sus ojos nuevamente, mostrando oscuridad en su esclerótica, sus ojos heterocromaticos brillaron con intensidad, de pronto, la presión en el ambiente cambio radicalmente, haciendo que para cualquiera fuera difícil siquiera moverse, aquella pelirrosada estaba invocando su poder oculto.
─No me importa si me matas en este momento o si muero por otros factores, yo, Ayana Shade, evitare que tus actos destruyan esta realidad.
De manera repentina, algunos brillos luminosos rodeaban a los presentes, eran sus recuerdos, varios de ellos los más hermosos que tenían en su memoria, otros mostraban sus fortalezas y el sacrificio que tuvieron que soportar para ser las personas que eran ahora, pero a su vez mostraban sus traumas, miedos e inseguridades, todo aquello provocaba un mar de emociones que podrían marear a muchos e incluso dejarlos inconscientes.
La pelirrosa congelo el tiempo, lo suficiente para que su espectro quedara a escasos milímetros del peliazul, no podría tocarlo ni matarlo, por mucho que lo deseara, pero al menos provocaría temor en su enemigo.
─Siegrain… espero verte pronto en nuestro próximo encuentro, daré mi vida con tal de salvar a todos, no lo olvides…
Esas fueron sus últimas palabras, acercó su rostro, rozando los labios de su enemigo, brindándole así al famoso “beso de la muerte” para después desaparecer.
Fue ahí que la presión anteriormente apreciada desapareció y los recuerdos que rodeaban a los presentes dejaron de aparecer.
La sacerdotisa simplemente soltó un leve suspiro ante la palabrería y amenaza a su persona, poco le importaba si la llegara a atacar en ese mismo instante.
─Se perfectamente que no puedo influir en las decisiones de los demás, ese deber no me corresponde, solo me quedaría respetar la opción que cada uno tome, soy una sacerdotisa después de todo, mi deber es respetar el equilibrio, la vida de todos los seres y el tiempo mismo, muchos han tenido dudas ante mis acciones, ¿A que bando pertenezco realmente? Debo aclarar que yo no pertenezco a ninguno en particular, que este en Legacy no significa que tenga sus ideales, solo estoy ahí para conocer más la historia de nuestra isla, los conflictos del pasado y los futuros que están por venir, todo con tal de buscar una forma de crear la paz.
Cerro sus ojos por un momento mientras reunía algo de energía.
─Como guardiana del tiempo y la existencia de los seres de esta línea temporal, mi deber es protegerlos sin importar sus ideales, si han matado o salvado vidas o siquiera causado caos, todo ser merece existir siempre y cuando su acción no perjudique la línea temporal y, por lo tanto, la eliminación de la misma. Las acciones que planeas hacer a este mundo causara no solo caos y destrucción, si no la posible extinción de los que ahora viven en este momento, ¿Qué garantiza si tus planes afecten a los Merakianos? Y no me refiero a que los mates tú mismo, si no que los efectos colaterales temporales los elimine con tal de restablecer su equilibrio, eso es algo que ni yo podría detener…
Abrió sus ojos nuevamente, mostrando oscuridad en su esclerótica, sus ojos heterocromaticos brillaron con intensidad, de pronto, la presión en el ambiente cambio radicalmente, haciendo que para cualquiera fuera difícil siquiera moverse, aquella pelirrosada estaba invocando su poder oculto.
─No me importa si me matas en este momento o si muero por otros factores, yo, Ayana Shade, evitare que tus actos destruyan esta realidad.
De manera repentina, algunos brillos luminosos rodeaban a los presentes, eran sus recuerdos, varios de ellos los más hermosos que tenían en su memoria, otros mostraban sus fortalezas y el sacrificio que tuvieron que soportar para ser las personas que eran ahora, pero a su vez mostraban sus traumas, miedos e inseguridades, todo aquello provocaba un mar de emociones que podrían marear a muchos e incluso dejarlos inconscientes.
La pelirrosa congelo el tiempo, lo suficiente para que su espectro quedara a escasos milímetros del peliazul, no podría tocarlo ni matarlo, por mucho que lo deseara, pero al menos provocaría temor en su enemigo.
─Siegrain… espero verte pronto en nuestro próximo encuentro, daré mi vida con tal de salvar a todos, no lo olvides…
Esas fueron sus últimas palabras, acercó su rostro, rozando los labios de su enemigo, brindándole así al famoso “beso de la muerte” para después desaparecer.
Fue ahí que la presión anteriormente apreciada desapareció y los recuerdos que rodeaban a los presentes dejaron de aparecer.
Ayana Shade
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