~ Un frío encuentro ~(Esdeath)

Uno de los lugares que menos ha visitado han sido las montañas nevadas cosa que es irónica ya que él es un mago de hielo, es por eso que en esta ocasión el peli-negro había decidido ir a verlas.
No pasó mucho tiempo para llegar a aquella ubicación, por el momento no había nada y era de entender, no todos estarían acostumbrados a semejante frío.
Por parte de Gray, a él no le afecta realmente debido al entrenamiento que ha tenido en el pasado, pero se le hace relajante y le recuerda a su tierra natal en la cual nevaba todo el tiempo justo como ahora, aunque no todos eran bonitos recuerdos...
— Estas son las montañas nevadas... — Susurró.
Estiró un brazo levemente hacía arriba al igual que dirigió su vista hacía el cielo, la cual fue bajando a medida que un copo de nieve caía en la palma de su mano — Es muy bonito — Dijo para si mismo mientras de su boca expulsaba vaho debido al frío.

— Me pregunto... cómo hubiera sido mi vida si eso no hubiera ocurrido — Dijo con cierto tono de tristeza.
Algunos malos recuerdos vinieron a su mente, el frío normalmente lo volvía nostálgico... pero debía agradecer que por todo lo acontecido pudo conocer a muchos amigos, a pesar de lo que tuvo que pasar para ello.
Salió de sus pensamientos, lo mejor no era pensar en el pasado, estaba en un buen sitio para tranquilizarse y reflexionar, tenía que también idear cosas para ayudar a Legacy en caso de una guerra.
— No es hora de que piense en esas cosas, sólo disfrutaré estar aquí —
Al decir aquello comenzó a explorar durante un par de minutos, dejando huellas en la nieve con cada paso que daba.
Acomodó su bufanda ya que aunque si es cierto que el frío no le afectaba igual se trajo una, alguien se la había dado hace tiempo.
Luego de hacer un recorrido terminó por acostarse en una banca que tuvo que sacudir, pues estaba cubierta de nieve.
Estando acostado boca arriba lo único que hizo fue mirar las nubes y como aquellos copos descendían... le estaba dando sueño estar así.
— Supongo que puedo descansar un... rato... — Susurró adormecido.
A los pocos segundos finalmente cerró los ojos, iba a dormir un poco... pero algún ruido podría despertarlo.

Completamente rodeada de un panorama blanquecino, caminaba por las faldas de las montañas en busca de encontrarse con el amor de su vida; Tatsumi. Una vez ya lo había encontrado por esos alrededores y fue tan solo de sorpresa, ¿Por qué no habría de encontrarlo de nuevo? Completamente esperanzada de reencontrarse con la persona la cual estaba obsesionada, merodeaba sin temor alguno por las frías montañas, era obvio que no una pizca de frescura sentía puesto que estaba acostumbrada a sentir frío, ella era el frío, lo adoraba. Se podía llamarle la reina del hielo si se enfrentaban en una batalla en su contra, batalla en la cuál claramente saldría cualquiera perdiendo. Realmente, iba con la idea plasmada en la cabeza de que encontraría un chico castaño, sentía ansias de ver en cualquier momento su melena alocada de color café. Sentía ansias y un cosquilleo en el abdomen de solo pensar que sus orbes celestes podrían divisar la silueta de su amado en cualquier momento. Pero no era eso lo que le deparaba el destino.

Vagando con muchísima tranquilidad, la cual le provocaba el ambiente silencioso, finalmente se encontró una pista que la podría llevar a su presa. Pisadas más grandes que las de ella la llevaban a una especie de sendero con bancas, que a lo lejos veía a penas. Con una pequeña sonrisa sádica que apareció sin aviso, comenzó a seguir el rastro de las pisadas con una especie de aura de amenaza, la cual claramente quería decir "aquí estoy". A paso lento, sin apuro alguno, sus tacones de aguja dejaban el dibujo en la misma nieve, uniéndose a las del individuo que ya estaban desde un inicio. Cada vez podía verse más cerca de su destino, y a medida que se acercaba, más grande se hacía la emoción de ver con qué se encontraba. Nunca pensó en que quizá sería otra persona, estaba tan cegada por el deseo que se dejó llevar por este. Una vez que finalmente llegó a dicho "sendero" cubierto de nieve, observó a sus costados con curiosidad y pudo ver una figura, a pocos metros. Por lo que se podía distinguir, era masculina y estaba ¿Recostado? Sobre una banca. Pero no era Tatsumi. Lo reconoció de inmediato.

— Qué decepción. . . Si no es Tatsumi, podría divertirme con ese chico de otra forma, ¿Y si le doy una sorpresa mientras duerme? —

Se murmuraba a si misma con su suave voz en el entretanto que se acercaba a su contrario. Creía cobarde intentar pelear con alguien mientras tenía las espaldas descubiertas, por así decirlo. Pero no lo atacaría, quizá solo le daría un pequeño susto, para conocerse. Ya en frente de él, se agachó apoyando el peso en sus rodillas y miró detalladamente al azabache que tenía en frente. ¿Estaría loco? ¿Que humano duerme en una montaña mientras nieva sin cesar?. En su análisis, algo que le llamó muchísimo la atención fue el detalle de qué emanaba un aura parecido al de ella pero muy débilmente, puesto que eran muy diferentes pero a la vez similares en algo, ese algo no lo podía descifrar. En fin, decidió que mejor lo conocería antes de matarlo. Posó su mano a un par de centímetros de su pecho y de esta creó una especie de lanza de hielo, muy pequeño, podría decirse incluso que era un pedazo de hielo con punta afilada, de seguro despertaría al instante, por la sensación de peligro. Era raro, Esdeath solía no tener piedad, sin embargo había algo en ese joven que le causaba curiosidad. De no ser por eso, ya lo habría matado.

Gray continuaba con su siesta pero en su mente, como si de un sueño se tratase, comenzó a escuchar susurros de una voz femenina.
- Gray... despierta... Gray... -
Aquellos susurros se repetían una y otra vez al igual que se intensificaban, al punto de que estaba comenzando a "ver" una silueta muy familiar.
— .... ¿Ur? ....— Murmuró mientras dormía.
Pronto comenzó a mover sus párpados lo que significaba que poco a poco estaba despertando; pudo ver algo cerca de él aunque aún estaba borroso.
— Huh... ¿qué? ...— Susurró adormecido.
De repente abrió los ojos de golpe pudiendo ver a alguien cerca de él con algo afilado, lo cual hizo que rodara en dirección contraria terminando por caer en la nieve y levantarse casi al mismo tiempo.

— ¡¿Q-que crees que estás haciendo?! — Exclamó con confusión.
Ahora podía ver claramente a una persona justo frente a él, se trataba de una mujer de cabello azul, alguien a quien nunca había visto.
— Nunca te había visto... ¿quién eres y que tratabas de hacer? — Cuestionó.
Prestando aún más atención, podía notar que ella empuñaba algo en su mano... era un fragmento muy afilado que apuntaba en dirección a donde se encontraba antes el peli-negro.
¿Acaso había tratado de herirle mientras estaba durmiendo?
— Ya veo... fue por eso... Incluso en mis sueños tratas de protegerme...— Murmuró casi inaudible.
Sin embargo, no se desvió de lo principal; no sabía quien era pero podía percibir algo en ella que no sabría responder, podría decirse que era instinto del mago.

A simple vista no parecía ser una mujer común y corriente... Incluso su forma de vestir no era nada común según él; ¿cómo podría describir aquella sensación que tenía? Simplemente no podía, era demasiado extraño... pero sentía que la respuesta estaba justo debajo de su nariz.

Una cosa que llamó su atención fue el hecho de que ella tuviera ese fragmento de hielo, pues a pesar de que todo estaba cubierto de nieve no había hielo puro como tal, además de que ella no estaba usando ropaje que le protegiera contra el frío y no parecía estar temblando.
— Que extraño... — Pensó.
Dudaba que se tratase de alguien como Gray, pero era posible, no sería la primera vez que se encontraba alguien con capacidades similares a la de él... Pero esperaba que ella le respondiera sus preguntas sobre quien es y cuales eran sus intenciones; para cualquier movimiento que aquella desconocida intentase el pelinegro estaría sumamente atento.